Jordi Raich: ¡°Estamos todos rebasados por la dimensi¨®n del problema de la migraci¨®n¡±
El representante de la Cruz Roja advierte de un aumento en los flujos migratorios y evita opinar de la reciente expulsi¨®n del jefe de misi¨®n de la organizaci¨®n en Nicaragua
Jordi Raich deja la delegaci¨®n del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR) para M¨¦xico y Centroam¨¦rica en momentos cr¨ªticos, cuando desde la organizaci¨®n han advertido de un aumento del flujo de migrantes que llegan a M¨¦xico desde Centroam¨¦rica debido a la violencia que desangra la regi¨®n, las consecuencias socioecon¨®micas causadas por la pandemia de covid-19 y los altos niveles de pobreza y desigualdad, que hacen que los pa¨ªs...
Jordi Raich deja la delegaci¨®n del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR) para M¨¦xico y Centroam¨¦rica en momentos cr¨ªticos, cuando desde la organizaci¨®n han advertido de un aumento del flujo de migrantes que llegan a M¨¦xico desde Centroam¨¦rica debido a la violencia que desangra la regi¨®n, las consecuencias socioecon¨®micas causadas por la pandemia de covid-19 y los altos niveles de pobreza y desigualdad, que hacen que los pa¨ªses centroamericanos expulsen cada a?o a decenas de miles de sus ciudadanos. Estos desterrados que buscan un cambio en sus vidas necesitar¨¢n respaldo a lo largo del viaje, durante el que pueden sufrir la violencia de grupos del crimen organizado, por lo que es vital el apoyo de la Cruz Roja y sus aliados. Como si no fuera poco con esa pesadilla, desde el CICR tambi¨¦n deben lidiar con los desmanes y el autoritarismo de reg¨ªmenes como el de Daniel Ortega, que sin explicaci¨®n alguna expuls¨® de Nicaragua a su jefe de misi¨®n. La organizaci¨®n asegura que no ha recibido a¨²n una explicaci¨®n sobre esta decisi¨®n y Raich mantiene un tono cauto a la hora de discutir la relaci¨®n que mantienen con el r¨¦gimen de Managua. Tras el desconcierto de esa decisi¨®n arbitraria, el organismo intenta cuidar los canales de di¨¢logo, para evitar que las decisiones del Gobierno de Ortega entorpezcan el trabajo de la Cruz Roja en ese pa¨ªs centroamericano, que sufre una de sus peores crisis pol¨ªticas. ¡°Seguimos presentes en Nicaragua. La expulsi¨®n no afecta a la instituci¨®n¡±, afirma Raich en entrevista con EL PA?S en la sede del CICR de Ciudad de M¨¦xico, unas amplias instalaciones en un moderno edificio de la colonia Anzures, donde tambi¨¦n est¨¢n las oficinas de otras organizaciones humanitarias internacionales.
Pregunta: ?Con qu¨¦ hechos se han topado en su trabajo a lo largo de la ruta que hacen estos migrantes que llegan a M¨¦xico?
Respuesta: Nos encontramos con gente que sufre extorsiones, p¨¦rdidas de un miembro por el camino, deshidrataci¨®n, enfermedades, todo lo que te puedes imaginar. Digamos, entre comillas, que, si te va bien, puedes sufrir problemas menores, pero si te va mal puedes terminar en manos de grupos que comercian y trafican con personas, con lo cual puedes tener problemas mucho m¨¢s graves. Entonces ah¨ª es donde nosotros intentamos minimizar, en la medida de lo posible, esos peligros en la ruta, a trav¨¦s de mensajes de autocuidado, tanto digitales como en papel, recomend¨¢ndole a los migrantes c¨®mo comportarse, con qui¨¦n hablar, d¨®nde alojarse, ofreci¨¦ndoles la oportunidad de hablar con sus familias.
P. ?En estos a?os que usted ha estado al frente del CICR ha empeorado la situaci¨®n de los migrantes en t¨¦rminos de protecci¨®n institucional o de apoyo de los gobiernos para garantizar que estas personas tengan una ruta segura?
R. Lo veo igual que al principio. Creo que todos estamos un poco rebasados por la dimensi¨®n del problema. A¨²n nos enfrentamos a un dilema, a un monstruo de dos cabezas: de un lado est¨¢ la emergencia que generan esas personas que est¨¢n en la caravana, o en un albergue o las que sufren un asalto. E intentamos paliar esa situaci¨®n del d¨ªa a d¨ªa. Pero, por otro lado, discutimos cu¨¢l es la soluci¨®n a largo plazo para crear las condiciones que no fuercen a la gente a salir, porque a fin de cuentas la mayor¨ªa de la gente no quiere emigrar, los migrantes no son turistas, no se van de paseo. Nos encontramos atrapados entre ese dilema que muchas veces nos impide tanto a instituciones del Estado, como gobiernos, como a organizaciones humanitarias intentar encontrar mejores soluciones, porque eso requiere mucho tiempo, mucho dinero y pol¨ªticas de largo plazo. Esto no se va a resolver ni en dos d¨ªas ni en dos a?os. Va a requerir una gran inversi¨®n y un compromiso para crear condiciones de seguridad, pero sobre todo para que las familias vean un futuro en el pa¨ªs donde se encuentran.
P. Lo que vemos, sin embargo, es la militarizaci¨®n de las fronteras tanto en M¨¦xico como en Estados Unidos. El despliegue de la Guardia Nacional por parte del presidente L¨®pez Obrador. Esa militarizaci¨®n ha dado escenas terribles en ambos lados de la frontera. ?Le preocupa al CICR esta violencia institucional hacia los migrantes?
R. Lo que nos preocupa son las consecuencias de esas pol¨ªticas. Nosotros, como organizaci¨®n independiente y neutral, no entramos a discutir estas decisiones, porque cada pa¨ªs es libre de decidir c¨®mo quiere manejar su migraci¨®n y sus fronteras. Ahora bien, si esas pol¨ªticas o esas actuaciones generan consecuencias humanitarias, como puede ser un uso indebido de la fuerza contra migrantes, entonces lo que hacemos con nuestros equipos en el terreno es tomar nota y registrar todas esas consecuencias y compartirlas con las autoridades, para intentar prevenirlas. Nosotros tenemos buen di¨¢logo, abierto y franco, con las autoridades. O sea, hablamos claramente de las cosas con todos los gobiernos de la regi¨®n. Cu¨¢nto de lo que le decimos llegan a aplicar queda en su decisi¨®n, pero nuestro trabajo es estar ah¨ª insistiendo.
P. Otra crisis que se ha generado en Centroam¨¦rica est¨¢ relacionada a la salida de decenas de miles de nicarag¨¹enses como consecuencia de las pol¨ªticas autoritarias del r¨¦gimen de Daniel Ortega. ?Han trabajado con estas personas, consideradas exiliadas?
R. Los analizamos como migrantes, no cuestionamos la raz¨®n por la que salieron. O sea, evidentemente, escuchamos sus razones, aunque nosotros no hacemos estad¨ªstica de la raz¨®n. Nos dedicamos a las consecuencias humanitarias. Lo digo porque a menudo nos preguntan qu¨¦ porcentaje de personas salen por motivos pol¨ªticos o qu¨¦ porcentaje salen por motivos de violencia. Y no tenemos esa estad¨ªstica y no la hacemos, ni tenemos los recursos para pretender hacerla. Tampoco es nuestro trabajo. Lo que quiero decir es que no tenemos un tratamiento diferenciado con los migrantes, ya se trate de una situaci¨®n pol¨ªtica determinada o si huyen de la pobreza o de una amenaza.
P. La Cruz Roja lleg¨® a un acuerdo para revisar las condiciones de los detenidos por el r¨¦gimen en Nicaragua, considerados presos pol¨ªticos. ?Han podido entrar a las prisiones? ?En qu¨¦ condici¨®n est¨¢n estas personas?
R. Lo que hacemos es un acuerdo entre el Gobierno, el CICR y las autoridades penitenciarias para visitar a personas privadas de libertad y a partir de ah¨ª hacemos nuestros informes. Nuestro trabajo consiste no en cuestionar las razones por las que las personas est¨¢n detenidas, sino en en evaluar las condiciones f¨ªsicas y psicol¨®gicas y si se cumplen sus garant¨ªas. Generamos informes que son confidenciales, que compartimos solo con las autoridades penitenciarias. En esos informes hacemos recomendaciones para mejorar esas condiciones de los privados de libertad, si es que hay que mejorarlas.
P. Se lo pregunto porque hay muchas cr¨ªticas sobre las condiciones en las que est¨¢n estas personas privadas de libertad en muchos casos por protestar, por expresar opiniones cr¨ªticas. Los familiares han acudido a la Cruz Roja con la esperanza de saber c¨®mo est¨¢n. ?Han podido constatar sus condiciones?
R. Si en realidad estas condiciones son precarias, no son humanas, porque son muchas de las denuncias que ha habido, esa es la parte que nosotros no hacemos p¨²blica, porque la base de nuestro trabajo es precisamente ese di¨¢logo confidencial con las autoridades. Nicaragua no es distinta en el modo de trabajar, trabajamos igual en Nicaragua que en Kenia o en cualquier otro pa¨ªs donde visitamos prisiones. Nuestra modalidad de trabajo est¨¢ndar, que es la misma en todas partes, es no comentar p¨²blicamente las condiciones que nos encontramos. Se discuten solo con las autoridades.
P. Usted recibi¨® una condecoraci¨®n del Gobierno de Nicaragua que levant¨® muchas cr¨ªticas por parte de los familiares de presos pol¨ªticos. ?Qu¨¦ opina de esas cr¨ªticas?
R. Eso fue parte de un protocolo rutinario, que se hace con muchas personas que salen de muchos pa¨ªses. Nicaragua no es el ¨²nico pa¨ªs que ha otorgado este tipo de distinci¨®n diplom¨¢tica rutinaria. Nosotros tenemos relaciones con absolutamente todas las partes en cualquier conflicto, sea de la naturaleza que sea. Es precisamente parte de nuestro trabajo esa posici¨®n de no tomar partido, el tener contactos con todo el mundo. Y supongo que me vas a preguntar sobre la expulsi¨®n de Nicaragua de nuestro jefe de misi¨®n.
P. As¨ª es. ?Ha habido alguna explicaci¨®n del Gobierno de Ortega sobre esa decisi¨®n?
R. Ning¨²n tipo de explicaci¨®n de parte de las autoridades de Nicaragua. No sabemos los motivos concretos, seguimos discutiendo. Pero nosotros seguimos presentes en Nicaragua, porque la expulsi¨®n no afecta a la instituci¨®n, solo a la persona. Tenemos un equipo que est¨¢ trabajando seg¨²n la agenda que ten¨ªamos planeada sin ning¨²n impedimento y de momento sin ning¨²n problema.
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