La ola de violencia desestabiliza al dispar Gobierno de coalici¨®n de Israel
La divisi¨®n en la respuesta a la sangrienta cadena de atentados en ciudades israel¨ªes refleja la fragilidad de una alianza de ocho partidos
Por primera vez desde la Intifada de los Cuchillos de 2015-2016, el Ej¨¦rcito ha vuelto a patrullar esta semana en el centro de Jerusal¨¦n y en las principales ciudades de Israel, esta vez despu¨¦s de una ola de atentados que ha causado 11 muertos en menos de dos semanas. Centenares de civiles portan fusiles y pistolas de manera ostensible por esas mismas calles, siguiendo la recomendaci¨®n del primer ministro, Naftali Bennett. La mayor cadena ...
Por primera vez desde la Intifada de los Cuchillos de 2015-2016, el Ej¨¦rcito ha vuelto a patrullar esta semana en el centro de Jerusal¨¦n y en las principales ciudades de Israel, esta vez despu¨¦s de una ola de atentados que ha causado 11 muertos en menos de dos semanas. Centenares de civiles portan fusiles y pistolas de manera ostensible por esas mismas calles, siguiendo la recomendaci¨®n del primer ministro, Naftali Bennett. La mayor cadena de ataques a tiros en zonas urbanas, cometidos por ¨¢rabes de nacionalidad israel¨ª y palestinos de Cisjordania, est¨¢ resaltando, adem¨¢s, la fragilidad de la coalici¨®n de fuerzas pol¨ªticas dispares que el ultranacionalista Bennett agrup¨® hace apenas 10 meses para apear del poder al conservador Benjam¨ªn Netanyahu.
Integrada por ocho partidos habitualmente enfrentados, en la coalici¨®n Frankenstein que gobierna Israel figuran tambi¨¦n otras dos fuerzas conservadoras, dos centristas y dos m¨¢s de la izquierda, as¨ª como un movimiento islamista de la minor¨ªa ¨¢rabe. Los mensajes que emiten sus miembros son heterog¨¦neos. El ministro de Telecomunicaciones, el conservador Yoaz Hendel, ha sugerido que Israel debe lanzar una ofensiva militar a gran escala, como la Operaci¨®n Escudo Defensivo, que en 2002, en plena Segunda Intifada, llev¨® al Ej¨¦rcito a ocupar a sangre y fuego las ciudades de Cisjordania que estaban bajo control de la Autoridad Palestina. Mientras, el ministro de Defensa, el centrista Benny Gantz, el exgeneral que dirigi¨® una guerra en Gaza en 2014, ha paralizado la construcci¨®n de 4.000 viviendas en los asentamientos jud¨ªos del territorio palestino para evitar que la tensi¨®n se dispare.
En lugar de cerrar a cal y canto los territorios palestinos, el Gabinete israel¨ª ha preferido reforzar la seguridad mediante el despliegue de 14 batallones (unos 4.000 soldados) en las fronteras de Cisjordania y la Franja de Gaza. Tambi¨¦n se ha comprometido a mantener el statu quo durante el mes de Ramad¨¢n, que comenz¨® el pasado finde de semana, para que los palestinos puedan acudir en masa a rezar a la Explanada de las Mezquitas, en el coraz¨®n de la Ciudad Vieja de Jerusal¨¦n. El mes sagrado musulm¨¢n estuvo marcado el a?o pasado por violentos disturbios en Jerusal¨¦n Este, que precedieron a una guerra abierta en Gaza.
Como destaca Yossi Verter, analista pol¨ªtico del diario Haaretz, la oposici¨®n encabezada por Netanyahu junto a partidos ultraortodoxos y de la extrema derecha, est¨¢ aprovechando la ola de atentados para torpedear la l¨ªnea de flotaci¨®n de un Gobierno que ha tachado de ¡°traidor¡± y asociado al ¡°movimiento islamista¡±. ¡°Los ataques terroristas han tomado al Gobierno desprevenido¡±, sostiene este veterano comentarista, ¡°y se ha visto confundido frente al fen¨®meno desconocido de ¨¢rabes israel¨ªes que asesinan en nombre del Estado Isl¨¢mico¡±.
Los dos primeros atentados de la actual oleada sorprendieron a finales de marzo a los servicios de inteligencia en Beersheva (sur, cuatro muertos) y Hadera (norte, dos muertos), por la inopinada participaci¨®n de ¨¢rabes con ciudadan¨ªa israel¨ª que ya hab¨ªan sido condenados en el pasado por sus v¨ªnculos con el yihadismo. El tercero y m¨¢s mort¨ªfero, que se cobr¨® la vida de cinco personas en Bnei Brak (distrito ultrarreligioso del ¨¢rea metropolitana de Tel Aviv), fue cometido el pasado martes por un palestino que se infiltr¨® desde Yen¨ªn (norte de Cisjordania), y que hab¨ªa sido tambi¨¦n encarcelado por su afiliaci¨®n a Yihad Isl¨¢mica.
Los servicios de inteligencia de Israel tienen que afrontar ahora una amenaza patente a ambos lados de la L¨ªnea Verde, la frontera que marcaba la separaci¨®n de los territorios palestinos hasta la Guerra de los Seis D¨ªas, en 1967. ¡°La barrera de seguridad [muros, tapias y vallas] de Cisjordania tiene cientos de brechas¡±, recuerda Yossi Yehoshua, corresponsal de asuntos militares del diario Yediot Ahronot, ¡°y unos 30.000 palestinos la atraviesan clandestinamente, en su gran mayor¨ªa para trabajar sin permiso en Israel¡±. La reparaci¨®n de la barrera erigida desde 2004, empero, no parece haber sido una prioridad del Estado jud¨ªo en los ¨²ltimos a?os. Su terminaci¨®n definitiva equivaldr¨ªa a reconocer unos l¨ªmites para el futuro Estado palestino.
Pese a la aparente pol¨ªtica de moderaci¨®n declarada por el Ejecutivo, la respuesta de las fuerzas de seguridad tras los ataques se ha mostrado contundente. Dos palestinos armados fueron abatidos el pasado viernes en un tiroteo en el ¨¢rea de Yen¨ªn. Las tropas hab¨ªan irrumpido en un campo de refugiados para detener a varios sospechosos. Un manifestante muri¨® el mismo d¨ªa de un tiro en la cabeza durante unos disturbios en Hebr¨®n (sur de Cisjordania).
Tambi¨¦n cerca de Yen¨ªn, las fuerzas de seguridad abatieron a tiros el s¨¢bado a tres j¨®venes palestinos cuando se dirig¨ªan presuntamente a cometer un nuevo atentado. En el intercambio de disparos resultaron heridos cuatro agentes israel¨ªes. Seg¨²n inform¨® la polic¨ªa, los sospechosos ten¨ªan un fusil de asalto M-16 como el utilizado por el atacante de Bnei Brak y granadas de mano. Uno de los j¨®venes hab¨ªa grabado un v¨ªdeo para que fuera difundido en las redes sociales, a modo de despedida, tras haber perpetrado un ataque. ¡°Para devolver la seguridad a los ciudadanos es necesario el esfuerzo conjunto de todas las fuerzas de seguridad¡±, enfatiz¨® el primer ministro tras la operaci¨®n de Cisjordania, en la que participaron unidades antiterroristas de la Polic¨ªa de Fronteras, el Shin Bet (inteligencia interior) y las Fuerzas Armadas.
Ayelet Shaked, ministra de Interior y dirigente del partido ultraconservador Yamina, liderado por Bennett, se muestra reticente ante la pol¨ªtica oficial de mantener el statu quo que permite la entrada en Israel de 150.000 trabajadores palestinos desde Cisjordania y hasta 20.000 m¨¢s desde la franja de Gaza, as¨ª como el proceso de reagrupaci¨®n familiar de ¨¢rabes israel¨ªes con sus parejas de los territorios palestinos. La prensa hebrea anticipa que la salida de esta diputada de la coalici¨®n para incorporarse a una mayor¨ªa alternativa liderada por Netanyahu puede hacer caer al Gobierno, que cuenta con un solo esca?o de ventaja en la Kneset, el Parlamento israel¨ª.
La convergencia del mes de Ramad¨¢n con la Pascua jud¨ªa (que este a?o coincide con la Semana Santa) hace temer a las autoridades que se dispare la violencia en Cisjordania y, sobre todo, en Jerusal¨¦n Oriental. La Ciudad Vieja ha vivido en las noches del s¨¢bado al lunes los primeros enfrentamientos en el inicio del mes sagrado musulm¨¢n. Tras los disturbios del a?o pasado, las fuerzas de seguridad se han desplegado masivamente en Jerusal¨¦n Este. La Polic¨ªa de Fronteras, un cuerpo militarizado, controla la Puerta de Damasco, principal acceso al barrio musulm¨¢n a trav¨¦s del recinto amurallado, que fue escenario en 2021 de los choques m¨¢s violentos.
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