Italia escruta la televisi¨®n p¨²blica para evitar la propaganda de Rusia
La comisi¨®n de vigilancia de la RAI pide al ente parlamentario que se ocupa de seguridad nacional que vete las apariciones de periodistas rusos en los programas de debate pol¨ªtico
El respeto a la pluralidad forma parte del debate permanente en el seno de la televisi¨®n p¨²blica. Italia, adem¨¢s, vive en la obsesi¨®n constante de mantener el equilibrio en los distintos canales de la RAI entre las diferentes sensibilidades pol¨ªticas del Parlamento. Pero en las ¨²ltimas semanas, cuando la guerra en Ucrania ocupa gran parte del espacio de la programaci¨®n, el debate se ha trasladado a c¨®mo debe ser esa pluralidad de opiniones y a la desinfor...
El respeto a la pluralidad forma parte del debate permanente en el seno de la televisi¨®n p¨²blica. Italia, adem¨¢s, vive en la obsesi¨®n constante de mantener el equilibrio en los distintos canales de la RAI entre las diferentes sensibilidades pol¨ªticas del Parlamento. Pero en las ¨²ltimas semanas, cuando la guerra en Ucrania ocupa gran parte del espacio de la programaci¨®n, el debate se ha trasladado a c¨®mo debe ser esa pluralidad de opiniones y a la desinformaci¨®n interesada. ?Es leg¨ªtimo invitar a periodistas rusos a sueldo del Kremlin a dar una opini¨®n de parte sobre el conflicto en en la televisi¨®n p¨²blica? ?Puede un tertuliano pagado matizar la masacre de Bucha? El ente que vigila a los medios p¨²blicos cree que no y ha pedido ahora investigar el asunto a trav¨¦s de una comisi¨®n parlamentaria sobre la seguridad nacional.
La Uni¨®n Europea comenz¨® una guerra paralela a finales de febrero contra la desinformaci¨®n en pleno conflicto en Ucrania. La presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, anunci¨® el veto a dos medios rusos: la agencia de noticias Sputnik y a la cadena de televisi¨®n RT (Russia Today), ambas financiadas por el Kremlin. ¡°No podr¨¢n volver a difundir sus mentiras para justificar la guerra de Putin y dividir a la Uni¨®n Europea¡±, anunci¨® entonces Von der Leyen. El reglamento europeo proh¨ªbe ahora a los operadores ¡°difundir, facilitar o contribuir de otro modo a la emisi¨®n de cualquier contenido¡± y tambi¨¦n su distribuci¨®n en ¡°plataformas o aplicaciones de intercambio de vi?deos en internet, ya sean nuevas o previamente instaladas¡±. Pero en Italia el debate no est¨¢ zanjado, y hace semanas que por la televisi¨®n (p¨²blica o privada) desfilan periodistas rusos cuya imparcialidad est¨¢ altamente en entredicho.
La novedad ahora es que el ente que se ocupa de la vigilancia de la RAI ha pedido a la comisi¨®n parlamentaria que trata los asuntos de seguridad nacional y servicios secretos (Copasir) que se interese por la cuesti¨®n. Andrea Romano, diputado del Partido Democr¨¢tico (PD), ha liderado la iniciativa. ¡°Ya pedimos que la RAI tuviese un c¨®digo de conducta para los tertulianos en el tema de la guerra. Este conflicto se combate tambi¨¦n con la desinformaci¨®n y Putin la usa como instrumento militar. Ahora pedimos que el Copasir arroje luz sobre las implicaciones que tienen para la seguridad nacional estas discusiones. Muchos de esos personajes est¨¢n ligados a la desinformaci¨®n rusa¡±, denuncia Romano a este peri¨®dico.
El diputado del PD ¡ªque vivi¨® varios a?os en Mosc¨² y es un gran conocedor de la cultura rusa¡ª se refiere concretamente a la aparici¨®n en un programa de RAI 3 (Carta Bianca) de Nadana Fridikhsson, periodista filoputiniana del canal de televisi¨®n Zvedeva TV, propiedad del Ministerio de Defensa ruso. ¡°No se trata de imponer ninguna censura, sino de reclamar m¨¢s cuidado en la televisi¨®n p¨²blica y de usar el criterio de la responsabilidad. En una tragedia as¨ª no puede emplear el mismo criterio de pluralidad. Es como si para hablar del Holocausto se propusiera escuchar la voz de una v¨ªctima de la Shoah y la de Goebbels¡±, insiste.
Pero el conflicto viene de lejos, y tambi¨¦n afect¨® en el mismo programa a Alessandro Orsini, un profesor de ciencias pol¨ªticas de la Universidad LUISS, con posiciones cr¨ªticas hacia Ucrania y favorables a la campa?a rusa. Orsini ten¨ªa un sueldo de 2.000 euros por programa, al que finalmente tuvo que renunciar por la presi¨®n pol¨ªtica. Bianca Berlinguer, reputada presentadora del espacio, defiende lo que considera un s¨ªntoma de pluralidad. ¡°Esa periodista ya hab¨ªa sido invitada varias veces a Mediaset o LA7. Nadie tuvo objeciones entonces. Pero el caso explot¨® cuando vino a Carta Bianca. Yo misma la present¨¦ como miembro de una televisi¨®n del Ministerio de Defensa ruso. Pero la televisi¨®n p¨²blica siempre est¨¢ sujeta a pol¨¦micas pol¨ªticas que tienen que ver con la pol¨ªtica y no con el producto. La televisi¨®n p¨²blica debe dar voz a todas las opiniones, como es justo que se haga en un debate pol¨ªtico. Hasta d¨®nde debe llegar deben decidirlo los periodistas, no la pol¨ªtica. Si no fuera as¨ª, se acabar¨ªa con su autonom¨ªa. Los ciudadanos solo pueden formarse una opini¨®n a trav¨¦s de un debate que las incluya todas¡±, apunta.
El Copasir ha decidido escuchar lo que tiene que decir el consejero delegado de la RAI, Carlo Fuortes, sobre la cuesti¨®n de los periodistas rusos en la televisi¨®n p¨²blica. Pero el debate, en un momento en el que Europa poner cerco a la propaganda rusa, es extensible tambi¨¦n a canales privados como Rete 4, donde se pod¨ªa encontrar opinando a periodistas rusos como el putiniano Vlad¨ªmir Soloviev, cuyo patrimonio en Italia ha sido embargado, al ide¨®logo del putinismo Alexander Dugin, o la portavoz del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, Maria Zakharova.
Corrado Formigli, experimentado periodista y presentador de Piazza Pulita, programa de gran audiencia del canal LA7 y que ha tratado con enorme equilibrio el conflicto, defiende la libertad de elegir a los invitados y cree que no deber¨ªa existir diferencia entre canales p¨²blicos y privados. ¡°Las reglas que deben ponerse los periodistas est¨¢n en la deontolog¨ªa y en los l¨ªmites de los c¨®digos ¨¦ticos y penal. No debe existir un regulador externo que determine a qui¨¦n puedes invitar. Si ma?ana puedo traer a Putin o a Lavrov, ?qu¨¦ hago? ?No lo invito porque son rusos? Somos periodistas, no funcionarios del Estado que responden a reglamentos ministeriales. Es nuestro trabajo hacer una mediaci¨®n period¨ªstica para que la propaganda no se desarrolle sin trabas. Y si no fuera as¨ª, ir¨ªamos contra la libertad editorial de un programa de un peri¨®dico¡±, defiende.
El debate fuera del espectro p¨²blico es algo m¨¢s complejo. Antonio Nicita, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Lumsa, fue comisario de la Autoridad para las Garant¨ªas en las Comunicaciones (Agicom), el ente que regula los medios privados en Italia, desde 2014 hasta 2020. Y en parte coincide con Formigli en que ¡°debe ser responsabilidad del conductor del programa contextualizar adecuadamente a los invitados¡±. Pero seg¨²n Nicita, el problema de las cadenas privadas con este tipo de tertulianos, como ya sucedi¨® en la pandemia con el covid-19, es que compiten por la audiencia y necesitan tener ¡°tertulianos radicalmente antagonistas¡± para aumentar la atenci¨®n del espectador. ¡°Algunos talk show de distintos canales invitan a periodistas de televisiones como las que la Comisi¨®n Europea ha suspendido por producir propaganda y noticias falsas. Y eso no es un principio de informaci¨®n correcta al ciudadano. Cuando se admite a alguien que produce informaci¨®n falsa, se legitima la desinformaci¨®n. Agicom deber¨ªa hacer un nuevo llamamiento a las cadenas para que inviten a gente que no est¨¦ vinculada a centros de desinformaci¨®n. Pero el tema, ciertamente, es delicado¡±. Tanto, que lo tratar¨¢ en el Parlamento la comisi¨®n que se ocupa de los servicios secretos.
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