Las acusaciones por violaci¨®n contra un ministro entorpecen el inicio del mandato de Macron
La Fiscal¨ªa descarta por ahora investigar al tr¨¢nsfuga Damien Abad, exjefe del grupo parlamentario conservador en la Asamblea Nacional
Damien Abad (N?mes, 42 a?os) era uno de los fichajes estrella del nuevo Gobierno del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. Abad ocupaba, hasta la semana pasada, la jefatura del grupo parlamentario de Los Republicanos (LR), el partido de la derecha hist¨®rica. M¨¢s que un fichaje, el nombramiento de Abad como ministro de Solidaridades, Autonom¨ªa y Discapacidades era una opa hostil a los conservadores. Y el ministro, un aut¨¦ntico trofeo pol¨ªtico: un dirigente de la principal fuerza de la oposici¨®n que se pasaba con armas y bagajes al otro lado.
Pero la satisfacci¨®n en las filas macronistas t...
Damien Abad (N?mes, 42 a?os) era uno de los fichajes estrella del nuevo Gobierno del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. Abad ocupaba, hasta la semana pasada, la jefatura del grupo parlamentario de Los Republicanos (LR), el partido de la derecha hist¨®rica. M¨¢s que un fichaje, el nombramiento de Abad como ministro de Solidaridades, Autonom¨ªa y Discapacidades era una opa hostil a los conservadores. Y el ministro, un aut¨¦ntico trofeo pol¨ªtico: un dirigente de la principal fuerza de la oposici¨®n que se pasaba con armas y bagajes al otro lado.
Pero la satisfacci¨®n en las filas macronistas tras el nombramiento del Gobierno el viernes dur¨® poco. Se enfri¨® definitivamente cuando el diario M¨¦diapart revel¨® el s¨¢bado que dos mujeres acusaban a Abad de violaci¨®n. La noticia desconcert¨® a la nueva primera ministra, ?lisabeth Borne, y desdibuj¨® cualquier efecto de novedad que hubiese podido tener el nuevo equipo. Las revelaciones han entorpecido el arranque del quinquenio y la campa?a para las elecciones legislativas del 12 y el 19 de junio.
La Fiscal¨ªa de Par¨ªs anunci¨® este mi¨¦rcoles que carec¨ªa de elementos suficientes para abrir una nueva investigaci¨®n, un respiro moment¨¢neo para Abad tras unos d¨ªas en la cuerda floja. Borne hab¨ªa indicado que lo mantendr¨ªa en el cargo a menos que la justicia interviniese. Seg¨²n el semanario Le Canard Encha?n¨¦, Macron record¨® el domingo a sus colaboradores: ¡°Solo la justicia puede decidir sobre la culpabilidad o la inocencia¡±.
¡°Hechos materialmente imposibles por mi discapacidad¡±
Abad sufre una discapacidad que le limita el movimiento de las extremidades. ¡°Siempre he evitado poner de relieve mi discapacidad¡±, declar¨® el lunes a la prensa. ¡°Me veo forzado a hacerlo para defenderme e incluso a desvelar mi intimidad en detalle al explicar que los hechos que se me imputan son materialmente imposibles¡±.
La decisi¨®n de la Fiscal¨ªa tambi¨¦n puede ser un alivio para un Gobierno que, de hecho, es provisional. Si los macronistas pierden la mayor¨ªa parlamentaria en las legislativas, Macron deber¨¢ nombrar a un primer ministro y a un nuevo Ejecutivo procedentes de la nueva mayor¨ªa. La coalici¨®n electoral del presidente, que lleva por nombre Ensemble (Juntos), es favorita, pero cualquier tropiezo puede tener un coste en diputados.
El caso Abad ha puesto a prueba los criterios para mantener o destituir a un ministro. ?Cu¨¢l es el momento adecuado? ?Cuando alguien lo acusa en los medios de comunicaci¨®n? ?Cuando los tribunales reciben una denuncia o cuando se revela una denuncia antigua? ?Cuando la justicia abre la investigaci¨®n? ?Cuando el ministro est¨¢ imputado? ?Cuando cae la condena?
Macron, durante la campa?a que le llev¨® al poder en 2017, proclam¨®: ¡°En principio, un ministro debe abandonar el Gobierno si es imputado¡±. Se trataba, seg¨²n el t¨¦rmino en boga entonces, de ¡°moralizar¡± la vida p¨²blica. En una d¨¦cada, Francia vio c¨®mo un exministro de Presupuestos, J¨¦r?me Cahuzac, acababa condenado por fraude fiscal y blanqueo de capitales; un ex primer ministro, Fran?ois Fillon, por un caso de empleos ficticios; y un expresidente, Nicolas Sarkozy, por financiaci¨®n ilegal y corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias (Fillon y Sarkozy han recurrido).
Aquellos tambi¨¦n fueron los a?os del Me Too y las denuncias de abusos y violaciones que hasta ese momento hab¨ªan permanecido ocultas. Macron, reelegido en abril para un quinquenio m¨¢s, sostiene que la igualdad entre hombres y mujeres y la lucha contra la violencia sexista es ¡°la gran causa¡± de su presidencia.
Dos mujeres acusan a Abad. La primera, que M¨¦diapart identifica por su nombre de pila, Margaux, present¨® en 2012 y 2017 sendas denuncias contra Abad, a quien acusaba de haberla violado en 2011. Las denuncias fueron archivadas. La segunda mujer, identificada con el pseud¨®nimo de Chlo¨¦, le acusa de haberla violado durante un encuentro en 2010 en el que ella qued¨® inconsciente tras beber el champ¨¢n que ¨¦l le sirvi¨®. Chlo¨¦ present¨® la acusaci¨®n el pasado 13 de mayo mediante un mensaje enviado al Observatorio de las violencias sexuales y sexistas en la pol¨ªtica, una organizaci¨®n no gubernamental fundada por feministas en la ¨®rbita de la oposici¨®n de izquierdas. El Observatorio lo comunic¨® por correo electr¨®nico la semana pasada a los partidos LR y Renacimiento (el nuevo nombre de La Rep¨²blica en marcha, el partido de Macron). Sin respuesta.
La Fiscal¨ªa ha explicado que, al desconocerse la identidad real de Chlo¨¦ y no poder recoger directamente su testimonio, era incapaz de aceptar el caso. Pero podr¨ªa asumir la investigaci¨®n en cuanto la v¨ªctima se identificase.
No existe una doctrina clara en el El¨ªseo ante casos como el de Abad u otros ministros acusados. En 2017, Macron relev¨® preventivamente a varios ministros por casos abiertos por empleos ficticios o nepotismo. Ni siquiera estaban imputados. Un ministro de Ecolog¨ªa, Fran?ois de Rugy, dimiti¨® en 2019 tras revelarse que, cuando presid¨ªa la Asamblea Nacional, hab¨ªa ofrecido banquetes con langosta, entre otros gastos considerados excesivos, y m¨¢s en plena revuelta de los chalecos amarillos contra las ¨¦lites de Par¨ªs.
En cambio, el presidente de la Rep¨²blica mantuvo a uno de sus hombres fuertes, el ministro del Interior, G¨¦rald Darmanin, que durante meses fue objeto de una investigaci¨®n por presunta violaci¨®n. Darmanin no lleg¨® a ser imputado y, a principios de a?o, su caso fue archivado. Otro ministro influyente, el titular de Justicia, ?ric Dupond-Moretti, s¨ª est¨¢ imputado, en su caso por un supuesto conflicto de intereses.
Tanto Darmanin como Dupond-Moretti contin¨²an en el nuevo Gobierno. Abad, que ni est¨¢ bajo investigaci¨®n ni ha sido imputado, tambi¨¦n.
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