Los manifestantes de Sri Lanka: ¡°Aqu¨ª no hay etnias ni religiones, todos quer¨ªamos echar al presidente¡±
La revuelta popular a¨²na a todas las comunidades pese a los esfuerzos del mandatario huido de privilegiar a la mayor¨ªa cingalesa
Riffa deja cada d¨ªa a sus tres hijos en casa para sumarse, aunque sea un rato, a las protestas que siguen vivas en el parque Galle Face de Colombo por la profunda crisis econ¨®mica que atraviesa Sri Lanka. La mujer, una ama de casa de 40 a?os, llega ¡°en un autob¨²s apretad¨ªsimo de gente¡± hasta las tiendas de campa?a que ocupan el paseo frente al oc¨¦ano ?ndico. ¡°Lo hago por ellos, por mis hijos, porque mer...
Riffa deja cada d¨ªa a sus tres hijos en casa para sumarse, aunque sea un rato, a las protestas que siguen vivas en el parque Galle Face de Colombo por la profunda crisis econ¨®mica que atraviesa Sri Lanka. La mujer, una ama de casa de 40 a?os, llega ¡°en un autob¨²s apretad¨ªsimo de gente¡± hasta las tiendas de campa?a que ocupan el paseo frente al oc¨¦ano ?ndico. ¡°Lo hago por ellos, por mis hijos, porque merecen un futuro mejor. Si me quedara en casa sentir¨ªa que no hago lo correcto¡±, dice Riffa, que cubre su pelo con un hiyab plateado y sonr¨ªe mientras desciende las majestuosas escaleras del palacio presidencial. El asalto al complejo, el pasado s¨¢bado, provoc¨® la huida y dimisi¨®n del presidente Gotabaya Rajapaksa.
La ca¨ªda de Rajapaksa ha unido a Sri Lanka (22 millones de habitantes) y no es una forma de hablar. En un pa¨ªs hist¨®ricamente dividido por conflictos ¨¦tnicos y religiosos, la revuelta popular por el encarecimiento de la vida y la falta de productos b¨¢sicos (alimentos, combustible, medicinas) ha movilizado a ciudadanos de todas las comunidades. Riffa, que es musulmana y pertenece al tercer grupo con m¨¢s presencia en la isla (9% de la poblaci¨®n) lo corrobora: ¡°Aqu¨ª no hay etnias ni religiones. Todos quer¨ªamos echar al presidente. Y lo hemos conseguido¡±.
Riffa acusa a la dinast¨ªa Rajapaksa ¡ªque ha copado el poder pol¨ªtico en el pa¨ªs durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas¡ª de haber fomentado el odio y la rivalidad entre la mayor¨ªa cingalesa (75% de la poblaci¨®n, muchos de ellos budistas) y las distintas minor¨ªas. ¡°Los poderosos no quieren que estemos juntos. Quieren separarnos y culpar a los musulmanes de todos los males. Pero ahora hemos visto que nos necesitamos y estoy orgullosa de este pa¨ªs¡±, afirma en alusi¨®n a los atentados yihadistas el Domingo de Pascua de 2019, que dejaron 269 muertos en iglesias y hoteles de Colombo, la principal ciudad del pa¨ªs. Los ataques interrumpieron temporalmente la llegada de turistas ¡ªuna de las principales fuentes de ingresos del pa¨ªs¡ª en un pr¨®logo del par¨®n total que trajo consigo la pandemia de coronavirus.
Dos monjas, con la cruz posada sobre el pecho y vestidas con h¨¢bito azul, caminan por la explanada del palacio presidencial y un grupo de cinco estudiantes universitarios de la etnia tamil las miran pasar. Cuando se les pide conversar en ingl¨¦s, todos miran sonrientes a Sureshraj, estudiante de Enfermer¨ªa de 23 a?os, que comparte la misma sensaci¨®n de que, aunque sea por un momento en la convulsa historia de la isla, todos forman parte de un solo pueblo. ¡°Estamos juntos por el mismo motivo. El Gobierno utiliza el color o la religi¨®n para mantenerse en el poder. Han querido dar privilegios a los cingaleses, pero ahora han visto que ellos tambi¨¦n sufren y que los discriminados no solo somos nosotros¡±, afirma.
En 2009, el Gobierno de Sri Lanka lanz¨® la ofensiva definitiva contra los Tigres de la Liberaci¨®n de la Tierra Tamil, con la que puso punto final a una cruenta guerra civil de m¨¢s de tres d¨¦cadas. El presidente del pa¨ªs era entonces Mahinda Rajapaksa, y su hermano Gotabaya ¡ªahora huido a Singapur¡ª era el responsable de unas Fuerzas Armadas que, seg¨²n la ONU, provocaron ¡°un ba?o de sangre¡± en la regi¨®n del norte del pa¨ªs, donde se concentra la poblaci¨®n tamil.
Los Rajapaksa han fomentado el nacionalismo cingal¨¦s y han privilegiado a esa comunidad como forma de afianzarse en el poder. La ceremonia de posesi¨®n de Gotabaya Rajapaksa como presidente en 2019, tras su victoria en las elecciones, tuvo lugar significativamente en un antiguo templo budista construido por un rey del siglo II a. C. que fren¨® una invasi¨®n tamil. Sin ir tan lejos en el tiempo, durante aquella campa?a capitaliz¨® el temor a la minor¨ªa musulmana y lanz¨® sospechas sobre la minor¨ªa tamil hind¨².
¡°El fin de la guerra les hizo aparecer ante esa mayor¨ªa como una especie de h¨¦roes nacionales. Pero no sintieron lo mismo los tamiles, musulmanes y otras minor¨ªas, que se vieron hostigados sin raz¨®n alguna¡±, explica Darshatha Gamage, jefe de programas de Hashtag Investigation, un grupo que promueve la participaci¨®n pol¨ªtica de los j¨®venes y las minor¨ªas en Sri Lanka. Gamage lamenta la ¡°falta de transparencia y de justicia¡± tras ese periodo oscuro.
La transici¨®n, en marcha
En el parque de Galle Face, la celebraci¨®n popular contin¨²a tras la dimisi¨®n del presidente. La fiesta, la m¨²sica y los fuegos artificiales de la noche dieron paso, el viernes, a un ambiente m¨¢s relajado. El principal objetivo de las protestas se ha cumplido (¡±Gota go home¡±, por el nombre de pila del ya expresidente) y ahora la incertidumbre es m¨¢xima. Los manifestantes quieren que haya cambios profundos y una mejora en sus condiciones materiales de vida.
En el plano institucional, lo que est¨¢ por venir lo anunci¨® este viernes el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena, que tras aceptar formalmente la renuncia del presidente ha convocado una reuni¨®n extraordinaria para este s¨¢bado y se ha marcado como objetivo nombrar un nuevo presidente en siete d¨ªas. ¡°Se har¨¢ r¨¢pida y satisfactoriamente. Pido a todos que apoyen este proceso¡±, ha afirmado antes de que el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, jurara el cargo como presidente interino. Los manifestantes exigen tambi¨¦n su salida inmediata.
En declaraciones recogidas por Efe, Abeywardena ha afirmado que conf¨ªa en que la transici¨®n que ahora se inicia sea ¡°un hito en la historia del pa¨ªs¡±, que es ¡°la democracia m¨¢s antigua del sur de Asia¡±. El Tribunal Supremo de Sri Lanka, por su parte, ha prohibido a Mahinda Rajapaksa ¡ªprimer ministro hasta el pasado mayo¡ª y a otros cargos abandonar el pa¨ªs sin permiso, al menos hasta el pr¨®ximo 28 de julio, informa Reuters.
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