Los candidatos a liderar el Partido Conservador brit¨¢nico entran en ataques y acusaciones personales

Durante la primera semana de las primarias para liderar el Partido Conservador brit¨¢nico, a¨²n era posible escuchar de algunos candidatos brindis por la unidad, llamadas a una competici¨®n limpia en la que primara el respeto entre compa?eros tories y compromisos solemnes de no entrar en el juego sucio de la pol¨ªtica.

En la semana en que debe decidirse ¡ªprobablemente el mi¨¦rcoles¡ª los dos de los cinco aspirantes a...

Durante la primera semana de las primarias para liderar el Partido Conservador brit¨¢nico, a¨²n era posible escuchar de algunos candidatos brindis por la unidad, llamadas a una competici¨®n limpia en la que primara el respeto entre compa?eros tories y compromisos solemnes de no entrar en el juego sucio de la pol¨ªtica.

En la semana en que debe decidirse ¡ªprobablemente el mi¨¦rcoles¡ª los dos de los cinco aspirantes a reemplazar a Boris Johnson que pasar¨¢n a la siguiente fase, y medir¨¢n sus fuerzas ante 200.000 afiliados del partido, apenas queda en pie ninguno de esos buenos prop¨®sitos. El exministro de Econom¨ªa Rishi Sunak ¡ªtodav¨ªa el favorito en la carrera¡ª; la ministra de Exteriores, Liz Truss; la secretaria de Estado de Comercio, Penny Mordaunt; la secretaria de Estado de Gobierno Municipal, Kemi Badenoch; y el presidente de la Comisi¨®n parlamentaria de Asuntos Exteriores, Tom Tugendhat ¡ªquiz¨¢ el m¨¢s respetuoso con el resto de compa?eros¡ª han comenzado a lanzarse reproches y ataques personales los unos a los otros. El enemigo a derribar, para la mayor¨ªa de ellos, es Sunak, por su subida de impuestos, que la pandemia y su enorme coste podr¨ªa justificar, pero que en un contexto de rivalidad ideol¨®gica entre conservadores es un pecado que reprochar y echar en cara.

Pero los dardos tambi¨¦n iban dirigidos a Mordaunt, la gran sorpresa de la competici¨®n, que mantiene la segunda posici¨®n en n¨²mero de votos de sus compa?eros diputados conservadores. La espuma de su popularidad ha comenzado a hundirse a cuenta de sus vaivenes respecto a un asunto tan espinoso como la autodeterminaci¨®n de g¨¦nero. La pol¨ªtica que hace apenas un a?o afirmaba en la tribuna parlamentaria que ¡°una mujer trans es una mujer y un hombre trans es un hombre¡± intenta ahora matizar, para recochineo de sus contrincantes, una postura que no goza de mucho predicamento en las filas conservadoras: ¡°No creo que los votantes de mi circunscripci¨®n continuaran vot¨¢ndome una y otra vez si pensaran que mi pensamiento est¨¢ alejado del sentir de la mayor¨ªa¡±, intentaba zanjar el asunto en el segundo debate entre candidatos, celebrado este domingo en la cadena ITV. Ya tuvo dificultades para escapar de un tema tan comprometido en el primer enfrentamiento televisado entre los aspirantes, el pasado viernes. Badenoch, de origen nigeriano y defensora furibunda del Brexit, ha sido la m¨¢s dura con Mordaunt en este asunto, con un tono casi condescendiente para una pol¨ªtica a la que muchos compa?eros ven todav¨ªa muy verde: ¡°Yo no la llamar¨ªa una mentirosa, pero creo que es posible que, en algunas de las cosas que dijo o impuls¨® en el pasado [como ministra], no entendiera lo que estaba firmando, porque es un tema muy complejo¡±, ha dicho este fin de semana sobre las contradicciones expresadas por su rival.

Sunak contra Truss, por su pasado liberal dem¨®crata y contrario al Brexit; Truss contra Sunak, por su debilidad a la hora de afrontar la amenaza que supone China; Mordaunt contra Sunak por no bajar impuestos; Tugendhat contra Mordaunt por ser incapaz de dar un solo detalle de sus planes econ¨®micos. ¡°?Cu¨¢ndo vas a explicar a los ciudadanos cu¨¢les son tus planes?¡±, ha intentado acorralarla en el debate.

La primera fase de estas primarias se decide realmente en los pasillos del Parlamento. Los diputados del grupo conservador volver¨¢n a votar este lunes, y el candidato con menos apoyos quedar¨¢ eliminado. As¨ª, d¨ªa tras d¨ªa, hasta que el mi¨¦rcoles solo queden dos. Los parlamentarios trasvasan sus apoyos de un modo estrat¨¦gico, e incluso para preservar sus propios intereses personales.

Los debates televisivos o los discursos no suponen factores que puedan alterar dr¨¢sticamente las expectativas de la competici¨®n. Pero tienen su importancia. Una semana y dos debates despu¨¦s, Sunak sigue teniendo un liderazgo s¨®lido que lleva a pensar que estar¨¢ entre los dos finalistas. Mordaunt y Truss, dos claras y s¨®lidas apuestas al principio de la semana pasada, corren cierto riesgo ¡ªtodav¨ªa escaso¡ª de desinflarse. Badenoch, por quien pocos daban una libra esterlina cuando lanz¨® su candidatura, aguanta con una fuerza imprevista. Y Tugendhat, el candidato al que m¨¢s se identifica con el ala moderada del partido ¡ªy menos contento con el Brexit¡ª, ha logrado cosechar buenas impresiones en los debates, al confrontar su historial militar y su integridad personal con el pasado de mentiras y esc¨¢ndalos de Johnson. Las ¨²ltimas votaciones, sin embargo, sugieren que puede ser el primero en caer.

Durante un mes de agosto que se anticipa c¨¢lido en lo meteorol¨®gico y en lo econ¨®mico ¡ªya hay huelgas anunciadas en el sector p¨²blico en demanda de un incremento salarial que responda a la inflaci¨®n desbocada¡ª, los afiliados conservadores podr¨¢n reunirse y escuchar a los dos candidatos que queden en pie, e ir emitiendo sus votos por correo. El 5 de septiembre, un d¨ªa antes de que el Parlamento abra su nuevo periodo de sesiones, se dar¨¢ a conocer el nombre del nuevo ¡ªo la nueva¡ª primer ministro del Reino Unido.

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