Los herederos de Mario Draghi luchan por hacerse con el centro pol¨ªtico en Italia
Una constelaci¨®n de peque?os partidos moderados que reivindican el legado del primer ministro busca ser decisiva en las elecciones y hacer de contrapeso a la coalici¨®n de las tres fuerzas de derechas
El arranque de la d¨¦cada de los noventa liquid¨® una era pol¨ªtica en Italia. El esc¨¢ndalo de corrupci¨®n Manos Limpias ¡ªcon 2.600 imputados y 1.408 condenas¡ª dio pie a los fen¨®menos que hoy marcan la agenda del pa¨ªs. Y tambi¨¦n enterr¨® a la Democracia Cristiana, un monumental artefacto pol¨ªtico que gobern¨® durante 40 a?os haciendo equilibrios en la baldosa de centro. Su descomposici¨®n permiti¨® la aparici¨®n de numerosos partidos y la irrupci¨®n de una organizaci¨®n antipol¨ªtica llamada Movimiento 5 Estrellas (M5S), que ganar¨ªa las elecciones en 2018. Ahora, 30 a?os despu¨¦s, una nueva constelaci¨®n de peque?os partidos escindidos de las grandes fuerzas vuelve a reivindicar un espacio de centro, moderado y europe¨ªsta. Un lugar que permita equilibrar el peso de la derecha populista que encabeza los sondeos, y que invoca el legado y el programa incompleto del primer ministro saliente, Mario Draghi. Un centro de gravedad pol¨ªtico permanente, como dir¨ªa Franco Battiato. La cuesti¨®n es determinar el peso que tendr¨¢n.
La operaci¨®n, que algunos han llamado ya el gran Pacto Republicano, est¨¢ en marcha y responde a dos factores principales. Primero, a la conquista de un espacio ideol¨®gico hu¨¦rfano que, seg¨²n los sondeos, representa alrededor de un 16% de los votantes. Un lugar desde el que en la mayor¨ªa de pa¨ªses suelen ganarse las elecciones y que en Italia dej¨® de dar r¨¦dito hace tres d¨¦cadas. Pero sobre todo se explica por la necesidad de constituir una gran coalici¨®n para competir con la de la derecha, formada por Hermanos de Italia, Forza Italia y La Liga.
La ley electoral italiana, basada en un sistema mayoritario, premia ese tipo de uniones realizadas antes de los comicios. El problema es que solo funcionar¨ªa si hubiera un acuerdo entre todos esos partidos y si dichas formaciones aceptasen concurrir en coalici¨®n junto al Partido Democr¨¢tico (PD) y el resto de la izquierda. Se trata de un conglomerado que liderar¨ªa el secretario general del PD, Enrico Letta, y que recordar¨ªa poderosamente al Olivo, la gran coalici¨®n progresista formada en 1995 y encabezada por Romano Prodi para hacer frente a la derecha, que entonces lideraba Silvio Berlusconi.
¡°No lo entienden los italianos. Imagine los espa?oles¡±
El universo de estos nuevos partidos es complejo y, a veces, mal avenido. De momento est¨¢ formado por Italia Viva, el partido de Matteo Renzi, a quien muchos preferir¨ªan no tener como compa?ero de viaje; sobresale Azione (del exministro Carlo Calenda), cabeza visible de esta aventura; tambi¨¦n el experimento del ministro de Exteriores y exl¨ªder del M5S, Luigi Di Maio, llamado Insieme per il Futuro, que pretende formar una gran alianza con alcaldes; Italia al centro, creada por el gobernador de Liguria, Giovanni Toti; e incluso +Europa, la formaci¨®n de Emma Bonino, hist¨®rica l¨ªder del Partido Radical. Otro de estos peque?os artilugios electorales es Centro Democr¨¢tico, creado por el expresidente de Lombard¨ªa Bruno Tabacci. Pero la amalgama es ahora tan horizontal que ni siquiera este viejo democristiano estaba en condiciones el mi¨¦rcoles de dar una explicaci¨®n clara de lo que pretenden. ¡°Mire, no lo entienden ni los italianos. Imagine los espa?oles¡±, dec¨ªa a EL PA?S.
La realidad, sin embargo, no parece tan dif¨ªcil de descifrar ahora. El Movimiento 5 Estrellas, se?alado como una de las fuerzas que derrib¨® el Ejecutivo de Draghi, quedar¨ªa fuera del proyecto y deber¨¢ buscarse la vida en solitario. Nadie quiere hoy salir en la foto con ellos. Los grillinos son los responsables del estado de confusi¨®n creado en los ¨²ltimos 15 a?os entre los dos grandes bloques que siempre han existido en la pol¨ªtica italiana, de modo que ahora podr¨ªa volverse a un esquema binario: el mundo moderado y de aire progresista contra la derecha populista. El proyecto se ha dise?ado pensando en la ley electoral. Pero tambi¨¦n por la necesidad de volver a un gran frente que pueda competir con el vendaval de la derecha. ¡°La elecci¨®n en los comicios del 25 de septiembre est¨¢ clara: o nosotros o [Giorgia] Meloni [la l¨ªder de Hermanos de Italia]¡±, apunt¨® Letta la semana pasada, desvelando su estrategia electoral.
Forza Italia, fundada por Silvio Berlusconi en 1993, reivindic¨® durante a?os el espacio del centro y se alist¨® en el Partido Popular Europeo. Sin embargo, Il Cavaliere fue m¨¢s bien el inventor de tantas corrientes populistas que cristalizar¨ªan d¨¦cadas despu¨¦s en el mundo. Su voracidad por el poder lo llev¨® a formar alianzas con la extrema derecha y con los partidos independentistas del norte. Su ¨²ltima ocurrencia, la de apoyar el derribo del Ejecutivo, le ha costado que una parte importante de su partido cuestione su rumbo y reivindique unas ra¨ªces centristas que buscar¨¢n fuera de casa. Los tres ministros que formaban parte del Ejecutivo, tres pesos pesados de Forza Italia como Renato Brunetta, Mara Carfagna y Mariastella Gelmini, han roto ya su carn¨¦ de militantes. Y se espera que se adhieran a un partido como Azione en las pr¨®ximas horas.
En el PD no ven alternativa posible y desean que se llegue a un acuerdo con ese grupo (menos con Renzi, que podr¨ªa quedarse fuera). ¡°Si esos partidos concurren solos nos har¨ªan perder algunos colegios [electorales]. Lo mejor para todos es llegar a un acuerdo. Especialmente con Calenda y Bonino. Habr¨¢ que hacer una campa?a perfecta. Y aun as¨ª, solo lograr¨ªamos reducir la distancia con la derecha. No es poca cosa, porque al menos tendr¨ªan m¨¢s dificultades para gobernar con la Corte Constitucional y el Palacio del Quirinal [sede de la Presidencia de la Rep¨²blica] en contra¡±, se?ala un diputado socialdem¨®crata con pocas esperanzas de lograr superar a sus rivales. Las negociaciones se producen en las ¨²ltimas horas a contrarreloj, porque todo este espectro deber¨ªa presentar un esquema de programa electoral conjunto y repartirse los colegios electorales para poder concurrir en coalici¨®n.
La clave tambi¨¦n ser¨¢ cu¨¢nto pueden llegar a aportar estos partidos en t¨¦rminos num¨¦ricos. Antonio Noto, presidente de la empresa de sondeos Noto Sondaggi, cree que ¡°el problema no es declararse de centro, sino adquirir una posici¨®n verdaderamente de centro¡±. ¡°Deben detectar y dar respuesta a los temas interesantes para esos electores. Y ver cu¨¢ntos votos se pueden captar de las fuerzas que han abandonado ese espacio. Ahora veo una declaraci¨®n, pero falta de contenido que les lleve realmente al centro. Eso s¨ª, juntos pueden estar por encima del 10% de los votos. Pero no est¨¢ claro que luego los electores que se declaran de centro voten ese espacio¡±, a?ade.
La carrera electoral ha comenzado y la derecha lleva una ventaja demasiado grande. La coalici¨®n de centro ¡ªo el Pacto Republicano, si se prefiere¡ª parece ahora la ¨²nica posibilidad de mitigar un resultado que se presentar¨ªa catastr¨®fico para el centroizquierda. Una estrategia que necesitar¨¢ desenterrar un espacio ideol¨®gico adormecido durante d¨¦cadas.
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