La UE se plantea restringir los visados para ciudadanos rusos sin aprobar un veto general
Los ministros de Asuntos Exteriores buscan una soluci¨®n intermedia que mantenga la unidad de los Veintisiete en las sanciones a Rusia
La Uni¨®n Europea se plantea ya una vuelta de tuerca m¨¢s a las sanciones a Rusia por la invasi¨®n de Ucrania. Los ministros de Asuntos Exteriores estudiar¨¢n en la reuni¨®n que mantendr¨¢n este martes y mi¨¦rcoles en Praga c¨®mo restringir la entrega de visados a los ciudadanos rusos, especialmente los permisos tur¨ªsticos, seg¨²n apuntan varias fuentes diplom¨¢ticas de la UE. De esta forma se llegar¨ªa a una soluci¨®n intermedia que conciliar¨ªa las posiciones...
La Uni¨®n Europea se plantea ya una vuelta de tuerca m¨¢s a las sanciones a Rusia por la invasi¨®n de Ucrania. Los ministros de Asuntos Exteriores estudiar¨¢n en la reuni¨®n que mantendr¨¢n este martes y mi¨¦rcoles en Praga c¨®mo restringir la entrega de visados a los ciudadanos rusos, especialmente los permisos tur¨ªsticos, seg¨²n apuntan varias fuentes diplom¨¢ticas de la UE. De esta forma se llegar¨ªa a una soluci¨®n intermedia que conciliar¨ªa las posiciones de los Estados miembros que abogaban por el veto gen¨¦rico ¡ªesencialmente, los pa¨ªses B¨¢lticos y Finlandia¡ª y la de quienes lo rechazaban: Alemania, Espa?a y la Comisi¨®n Europea.
Hasta ahora ha habido seis rondas de sanciones. Aunque tambi¨¦n hay voces que interpretan que en realidad son cinco, porque una de ellas, la ¨²ltima, se centr¨® en cerrar los agujeros que hab¨ªan dejado las anteriores y que se vieron conforme se fueron aplicando. Sea como sea, estos castigos se han centrado en golpear a la econom¨ªa rusa (y bielorrusa) y a los oligarcas que apoyan al r¨¦gimen de Vlad¨ªmir Putin. Ahora, en cambio, la Uni¨®n Europea abre una nueva v¨ªa al plantearse tambi¨¦n que la ciudadan¨ªa rusa pague por la agresi¨®n de su pa¨ªs al vecino m¨¢s peque?o, como declar¨® el pasado viernes la primera ministra de Estonia, Katia Kallas, en una entrevista a EL PA?S: ¡°Si Rusia est¨¢ librando una guerra contra un pa¨ªs europeo independiente, entonces sus ciudadanos son tambi¨¦n responsables de ello. Est¨¢ mal que los rusos est¨¦n disfrutando de sus vacaciones mientras su pa¨ªs hace la guerra¡±.
Los datos de visados Schengen concedidos para viajar al ¨¢rea de libre circulaci¨®n europea en 2021 apuntan a que los ciudadanos de Rusia son quienes m¨¢s se benefician de este permiso: suman 654.000 de los tres millones de visados para estancias cortas concedidas el a?o pasado. No obstante, estos n¨²meros siguen muy afectados por la pandemia, ya que en 2019 se concedieron un total de 17 millones de permisos y, de esos, algo m¨¢s de cuatro millones (el 23% del total) proced¨ªan del gran vecino del este. Estas cifras caer¨¢n con toda probabilidad si los ministros de Asuntos Exteriores toman este mi¨¦rcoles ¡ªd¨ªa en que se abordar¨¢ este asunto, aunque las reuniones comienzan el martes¡ª la decisi¨®n de endurecer las reglas de entrada para quienes lleguen desde Rusia. La medida, en todo caso, deber¨ªa tener un desarrollo t¨¦cnico por parte de los embajadores ante la UE.
Estonia ha sido, probablemente, el Estado miembro que m¨¢s ha insistido en este debate que abri¨® el presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, con una tribuna en un diario estadounidense reclamando el veto a la concesi¨®n de visados a ciudadanos rusos interesados en hacer turismo en el resto de Europa. Se le sumaron pronto el resto de pa¨ªses b¨¢lticos, tambi¨¦n Finlandia, y otros Estados del centro y el este de Europa, que siempre han mantenido las posiciones m¨¢s hostiles hacia Mosc¨²: Polonia y la Rep¨²blica Checa.
Alemania, por el contrario, rechaz¨® de inmediato este castigo. El canciller, Olaf Scholz, apunt¨® que no pod¨ªan pagar todos los ciudadanos rusos por las decisiones de sus gobernantes, que se castigaba as¨ª a inocentes que tambi¨¦n sufren un r¨¦gimen autocr¨¢tico. Encontr¨® el respaldo del alto representante para la Pol¨ªtica Exterior de la Uni¨®n Europea, Josep Borrell. Tambi¨¦n de Espa?a, Francia o Italia. Este bloque de pa¨ªses ha argumentado en los debates que han precedido a la reuni¨®n de titulares de Exteriores de esta semana que la prohibici¨®n total en la concesi¨®n de visados a todos los ciudadanos rusos choca con la convenci¨®n de La Haya y que con este paso se daban argumentos al presidente ruso para sostener su discurso victimista.
¡°No es una buena idea vetar la concesi¨®n de visados en cualquier circunstancia¡±, declar¨® el alto representante el domingo en una entrevista concedida a una televisi¨®n austriaca. Borrell, como otros mandatarios opuestos a la idea de establecer una prohibici¨®n gen¨¦rica, ha recordado que ya desde febrero se restringi¨® la concesi¨®n de visados a ciudadanos rusos.
Para hacerlo, entonces se recurri¨® a la suspensi¨®n parcial del acuerdo firmado entre Rusia y la Uni¨®n Europea en 2007 que abarata y acelera la concesi¨®n de permisos de entrada en la zona Schengen, es decir, abriendo la puerta a la circulaci¨®n por los 27 Estados miembros de la Uni¨®n Europea. La soluci¨®n que se ha encontrado para conciliar las dos posturas y mantener la unidad entre todos los socios ha sido ahondar en el camino iniciado en febrero, como adelant¨® este domingo el Financial Times.
Ese acuerdo marcaba un precio m¨¢ximo de 35 euros, facilitaba los tr¨¢mites e, incluso, agilizaba los permisos de entrada m¨²ltiple. Adem¨¢s, bajo el paraguas del pacto entre Bruselas y Mosc¨² logrado hace 15 a?os, cuando un Estado concede un visado para la entrada en su territorio, tambi¨¦n lo hac¨ªa para toda la zona Schengen. Todo esto quedar¨ªa ahora suspendido y dar¨ªa margen a los Estados miembros para ser m¨¢s o menos restrictivos con la entrada de ciudadanos rusos a su propio territorio seg¨²n sea su voluntad. Con la regulaci¨®n actual, si el acuerdo marco se congela, cualquier socio comunitario puede examinar el visado concedido a cualquier persona y, aunque no puede vetarlo, s¨ª puede prohibir la entrada en su territorio, con lo que el afectado ya no puede moverse por toda la zona Schengen.
Las consecuencias pr¨¢cticas de este arreglo ser¨ªan que los ciudadanos rusos tendr¨ªan muy dif¨ªcil la entrada por v¨ªa terrestre en la Uni¨®n Europea, porque son precisamente los pa¨ªses con los que Mosc¨² tiene frontera los que mantienen una posici¨®n m¨¢s restrictiva y los que reclamaban un veto general. Es decir, ya no se podr¨ªa entrar en la UE por carretera y despu¨¦s coger un avi¨®n para hacer turismo en la Costa del Sol o en Sicilia. La alternativa ser¨ªa, siempre que pa¨ªses como Espa?a o Italia no endurecieran su posici¨®n, coger varios vuelos a trav¨¦s de Belgrado o de Turqu¨ªa, pues otra de las sanciones que se aplican es la prohibici¨®n para las aerol¨ªneas rusas de sobrevolar los cielos de los pa¨ªses comunitarios.
La UE llega a este debate cuando se han cumplido seis meses de guerra en Ucrania y tambi¨¦n medio a?o de las primeras sanciones occidentales a Rusia por la invasi¨®n. Coincidiendo con este semianiversario, han comenzado a escucharse voces que dudan de la eficacia de estas medidas. Esas posiciones se refuerzan por los efectos secundarios, en forma de inflaci¨®n, que est¨¢ padeciendo la Uni¨®n Europea. En cambio, los Veintisiete apuestan por ahondar en el camino abierto casi al d¨ªa siguiente de que las tropas de Mosc¨² recibieran la orden de abrir fuego.
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