Las sanciones convierten los viajes desde Rusia en un privilegio: vuelos a 2.000 euros o dos d¨ªas de autob¨²s y tren
La restricci¨®n por parte de la UE de los visados para rusos a?ade una traba a lo que es ya una carrera de obst¨¢culos
El paso sobre el r¨ªo Narva, la frontera natural entre Estonia y la Uni¨®n Europea y Rusia, recordaba este verano a las viejas pel¨ªculas de los tiempos de la Guerra Fr¨ªa. Las decenas de rusos que viajaban en el autob¨²s revolv¨ªan uno por uno sus maletas ante los guardias estonios mientras una refugiada ucrania era interrogada delante de sus dos hijos en su huida a Europa. Casi cinco horas atrapados all¨ª, solo una etapa de un trayecto mucho m¨¢s largo. El viaje de Mosc¨² a Madrid, que en el pasado tomaba cuatro horas y media de vuelo directo, ahora exige o bien pagar un vuelo prohibitivo a trav¨¦s de...
El paso sobre el r¨ªo Narva, la frontera natural entre Estonia y la Uni¨®n Europea y Rusia, recordaba este verano a las viejas pel¨ªculas de los tiempos de la Guerra Fr¨ªa. Las decenas de rusos que viajaban en el autob¨²s revolv¨ªan uno por uno sus maletas ante los guardias estonios mientras una refugiada ucrania era interrogada delante de sus dos hijos en su huida a Europa. Casi cinco horas atrapados all¨ª, solo una etapa de un trayecto mucho m¨¢s largo. El viaje de Mosc¨² a Madrid, que en el pasado tomaba cuatro horas y media de vuelo directo, ahora exige o bien pagar un vuelo prohibitivo a trav¨¦s de los pocos pa¨ªses que no sancionan a Rusia que quedan, o bien perder dos d¨ªas por trayecto entre trenes, autobuses y aviones. Es decir, casi cuatro d¨ªas de las vacaciones si se suman la ida y la vuelta.
¡°Visitar Europa es un privilegio, no un derecho humano¡±, declar¨® el 27 agosto la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, en una entrevista con EL PA?S. La jefa del Gobierno estonio es quiz¨¢ la dirigente que ha usado los t¨¦rminos m¨¢s duros de los pa¨ªses del bloque comunitario que abogaban por prohibir totalmente los visados para rusos. Ese argumento ¡ªque Kallas ya hab¨ªa incluido antes en un tuit¡ª desat¨® una oleada de cr¨ªticas en Rusia, que ha acogido con evidente descontento la decisi¨®n tomada finalmente por la UE. Bruselas no eliminar¨¢ del todo la concesi¨®n de visados, pero s¨ª har¨¢ que conseguirlos sea mucho m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s largo y m¨¢s caro, al suspenderse el acuerdo de 2007 que facilitaba la tramitaci¨®n de los permisos de entrada para turistas rusos en la zona Schengen.
Obtener uno de esos visados no era excesivamente dif¨ªcil hasta ahora para los rusos a pesar de las sanciones. Lo que s¨ª han provocado ya las medidas de castigo de Occidente es que viajar se haya convertido en un privilegio reservado a muy pocos ciudadanos del pa¨ªs por las consecuencias que acarrea la ofensiva del Kremlin sobre Ucrania. El bloqueo del espacio a¨¦reo y las sanciones han provocado tal escasez de vuelos que solo el billete a Europa puede costarle a un ruso el equivalente de dos o tres meses de sueldo, si no cruza por las fronteras terrestres con Estonia o Finlandia.
Lo que antes eran viajes sin m¨¢s ahora se han convertido en una molesta carrera de obst¨¢culos. ¡°Viaj¨¦ a Madrid despu¨¦s de comenzar todo [el conflicto en Ucrania]. Fue un viaje largo, inc¨®modo y yo estaba muy nerviosa. Tuve que ir de Mosc¨² a San Petersburgo, y de ah¨ª en autob¨²s a Helsinki para coger un avi¨®n¡±, cuenta a EL PA?S Irina Samoylenko, cuya hija, Vera, vive en la capital de Espa?a. ¡°Nos retuvieron un rato enorme en la frontera para una inspecci¨®n extremadamente escrupulosa. Nos abrieron todas las maletas, nos revisaron todo. Adem¨¢s, como no nos funcionan las tarjetas, ten¨ªa que llevar todo el dinero encima¡±, recuerda.
Estos problemas no afectan solo a los turistas rusos. Es el caso del espa?ol P. S., que pide ser identificado solo con sus iniciales. Este hombre vive en Espa?a pero su pareja y su hija de cuatro a?os residen en Mosc¨².
¡°Antes tardaba, con un vuelo directo de Barajas al [aeropuerto internacional de Mosc¨²] Domod¨¦dovo, entre 10 y 12 horas de puerta a puerta y me costaba unos 400 euros en total. Ahora vuelo con escalas a Tallin o Helsinki, de ah¨ª cojo un autob¨²s a San Petersburgo, y despu¨¦s un tren a Mosc¨². Tardo entre 38 y 48 horas y me sale en total por unos 700 euros dependiendo de la antelaci¨®n con la que pueda comprar los billetes¡±, lamenta en una conversaci¨®n por tel¨¦fono pocos d¨ªas despu¨¦s de regresar a su casa en Espa?a. Estos viajes que se antojan eternos pueden ser a¨²n m¨¢s largos cuando el destino no es San Petersburgo o Mosc¨² sino ciudades de provincias alejadas. Es la prueba que afronta Marina, una rusa que vive en Mil¨¢n y que viaja a bordo del autob¨²s que cubre el trayecto Tallin-San Petersburgo: ¡°Y todav¨ªa me queda otro d¨ªa de tren a Rostov, que all¨ª no hay vuelos por estar pegado a Ucrania¡±. M¨¢s de 1.700 kil¨®metros separan San Petersburgo y esa ciudad del sur de Rusia.
Los aviones de las aerol¨ªneas rusas no solo corren el riesgo de ser bloqueados al aterrizar en los pa¨ªses que congelan activos del pa¨ªs eslavo, sino que, desde la adopci¨®n de las sanciones, muchos est¨¢n aparcados al haber dejado de recibir piezas de repuesto. Todo ello ha provocado un gigantesco cuello de botella de los pocos vuelos rusos con destino a territorios ¡°seguros¡±, como algunas naciones de Oriente Medio y Turqu¨ªa. La consecuencia es que los precios se han disparado: por ejemplo, viajar a Europa haciendo escala en Estambul con una compa?¨ªa turca supera de largo los 100.000 rublos, entre 1.500 y 2.000 euros al cambio actual. ¡°Para una familia con una ni?a supone casi 6.000 euros por viaje, una locura¡±, recalca el espa?ol P. S.
La incertidumbre sobre posibles viajes futuros es tambi¨¦n absoluta. Aliona pag¨® 3.500 euros en mayo a una agencia de visados para tramitar un permiso de estudiante en la zona Schengen. El proceso es muy lento, m¨¢s a¨²n con las expulsiones en los ¨²ltimos meses de diplom¨¢ticos que trabajaban en consulados occidentales, y ahora se complicar¨¢ todav¨ªa m¨¢s con la decisi¨®n europea de romper el acuerdo de los visados r¨¢pidos de 2007. ¡°No veo perspectivas para mi sector en Rusia en los pr¨®ximos 10 a?os¡±, nos cuenta esta especialista de marketing que hasta ahora trabajaba organizando actos para firmas extranjeras. ¡°Ahora estoy atrapada en Rusia mientras veo c¨®mo {el impacto de] todas estas noticias se reflejan en m¨ª misma¡±, lamenta.
El veto europeo a los visados tur¨ªsticos para rusos no parece que vaya a tener una gran repercusi¨®n en la mayor parte de la poblaci¨®n. Seg¨²n una encuesta de la Fundaci¨®n de Opini¨®n P¨²blica, solo un 14% de rusos se ha ido de vacaciones al extranjero en los ¨²ltimos cinco a?os. En los 12 meses anteriores al pasado mes de agosto, solo un 2% de ciudadanos de la naci¨®n eslava hab¨ªa viajado fuera de sus fronteras. El 69% de rusos nunca ha salido de su pa¨ªs. Seg¨²n datos de la administraci¨®n fronteriza rusa, los tres primeros destinos en 2022 fueron el territorio cauc¨¢sico ¡ªy no reconocido internacionalmente¡ª de Abjasia, seguido de Turqu¨ªa y Egipto. Estos dos ¨²ltimos destinos de hotel y playa han visto desplomarse a la mitad sus reservas rusas este verano respecto al anterior.
Enviar dinero
Las transferencias de dinero hacia el extranjero son otro de los problemas que afrontan muchos rusos y sus allegados. La mayor¨ªa de los bancos del pa¨ªs eslavo han sido desconectados del sistema SWIFT y las entidades espa?olas suelen bloquear o poner problemas a los env¨ªos de dinero a Rusia. ¡°La ¨²ltima vez que pas¨¦ dinero fue con Western Union, eso ahora no es viable¡±, a?ade P. S., que en agosto llev¨® con ¨¦l a Rusia ¡°un fajo de dinero¡± en met¨¢lico. Apenas estuvo tres semanas de vacaciones con su hija, las primeras en m¨¢s de medio a?o. Antes, hacer una escapada a Mosc¨² en cualquier momento para verla era factible en un puente; en las actuales circunstancias, imposible.
Muchos rusos han perdido tambi¨¦n a sus clientes en el extranjero. Es el caso de Mar¨ªa Shelkova, psic¨®loga y sex¨®loga que antes atend¨ªa de forma telem¨¢tica a algunos pacientes rusoparlantes que viv¨ªan fuera. ¡°Desde el momento que aparecieron las sanciones, se acab¨®. Si no tienen posibilidad de mandar dinero a una cuenta en rublos, no puedo cobrar¡±, subraya a este peri¨®dico.
¡°Ten¨ªa una cliente de Ucrania, de Kiev. Es curioso c¨®mo las sanciones nos dividen. Esto no es de pol¨ªtica, somos gente com¨²n, con sus lazos propios¡±, reflexionaba Shelkova antes de explicar que su paciente vive en Noruega con su marido. ¡°En cuanto empez¨® todo esto, comenz¨® a ocuparse de los refugiados: mont¨® una organizaci¨®n y sus padres se mudaron con ella. Le supuso un gran estr¨¦s y quer¨ªa que la ayudase. Le daba igual que yo fuera rusa y ella ucrania. Ella confiaba en m¨ª. Sin embargo, no pod¨ªa mandar dinero. Buscamos variantes a trav¨¦s de un amigo con cuentas en euros, pero no es c¨®modo y consum¨ªa tiempo y comisiones. Al final tuvimos que dejarlo¡±, se?al¨®.
La ¨²ltima vez que pis¨® la Uni¨®n Europea fue en 2019, en una escapada a Francia. ¡°Ahora no puedo ir all¨ª a descansar una semana. Se pierde mucho tiempo de viaje y no se puede usar la tarjeta rusa en ning¨²n lado¡±, apunta en otra conversaci¨®n por tel¨¦fono desde las islas Maldivas. Volar all¨ª cuesta la mitad que los destinos a Europa, y sus 13 horas de trayecto hasta parecen cortas.
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