EE UU y China tratan de limar asperezas en torno a Taiw¨¢n
Los responsables de Exteriores, Antony Blinken y Wang Yi, se han reunido en Nueva York. El estadounidense ha subrayado que es ¡°vital¡± mantener la paz y la estabilidad en la zona
Los representantes de las diplomacias de Estados Unidos y China, Antony Blinken y Wang Yi, respectivamente, se han reunido este viernes en Naciones Unidas para tratar de rebajar tensiones en torno a Taiw¨¢n despu¨¦s de dos meses en los que los roces entre ambas potencias en torno a la isla autogobernada no han hecho sino aumentar. Ambos, seg¨²n Washington, han acordado mantener abiertas las l¨ªneas de comunicaci¨®n entre los dos pa¨ªses. Y el estadounidense ha subrayado al chino que es ¡°vital¡± mantener la paz y la estabilida...
Los representantes de las diplomacias de Estados Unidos y China, Antony Blinken y Wang Yi, respectivamente, se han reunido este viernes en Naciones Unidas para tratar de rebajar tensiones en torno a Taiw¨¢n despu¨¦s de dos meses en los que los roces entre ambas potencias en torno a la isla autogobernada no han hecho sino aumentar. Ambos, seg¨²n Washington, han acordado mantener abiertas las l¨ªneas de comunicaci¨®n entre los dos pa¨ªses. Y el estadounidense ha subrayado al chino que es ¡°vital¡± mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Formosa.
El encuentro comenz¨® con un apret¨®n de manos entre el secretario de Estado y el ministro de Exteriores. Ninguno de los dos quiso contestar a las preguntas que les lanzaban los periodistas presentes en ese momento en la sala. El Departamento de Estado hab¨ªa indicado, en un comunicado previo a la reuni¨®n, que la cita formaba parte de los esfuerzos de Washington por ¡°mantener abiertas las l¨ªneas de comunicaci¨®n y gestionar de modo responsable la competici¨®n¡± entre ambas naciones.
¡°Por nuestra parte, el secretario de Estado dej¨® claro como el cristal que, de acuerdo con nuestra pol¨ªtica de una sola China ¨Dque, insistimos, no ha cambiado¨D, mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho es vital, absolutamente importante¡±, ha declarado un alto funcionario estadounidense, que habl¨® tras la reuni¨®n bajo la condici¨®n del anonimato.
En un gesto m¨¢s que simb¨®lico, inmediatamente antes de la reuni¨®n con Wang, Blinken se hab¨ªa reunido con sus hom¨®logos del llamado Quad, la alianza informal entre Estados Unidos, Jap¨®n, India y Australia que Pek¨ªn considera que tiene como objetivo impedir el auge chino. ¡°Nuestros cuatro pa¨ªses saben muy bien que los desaf¨ªos significativos que encaramos, as¨ª como las oportunidades que se nos presentan, exigen m¨¢s que nunca nuestra colaboraci¨®n¡±, sostuvo el secretario de Estado, en la firma de un acuerdo sobre cooperaci¨®n en asistencia en casos de desastres naturales.
Era la primera vez en que Blinken y Wang se ve¨ªan cara a cara desde su reuni¨®n en Bali (Indonesia) en julio, durante un encuentro de ministros de Exteriores del G-20. Entonces, ambos altos cargos hab¨ªan declarado su intenci¨®n de una relaci¨®n m¨¢s fluida, pese a los roces ¨Dy la profunda desconfianza mutua¨D en casi cada ¨¢rea de interacci¨®n, desde Taiw¨¢n al comercio, con la lucha contra el cambio clim¨¢tico entre las escasas y relativas salvedades. Wang se ha reunido esta semana en Nueva York con el enviado estadounidense para el cambio clim¨¢tico, John Kerry, pese a que en plena escalada de las tensiones bilaterales el pasado agosto Pek¨ªn anunci¨® que pon¨ªa en barbecho la cooperaci¨®n clim¨¢tica.
Pero tras aquella declaraci¨®n de buenas intenciones lleg¨® lo que Pek¨ªn interpret¨® como un torpedo diplom¨¢tico contra su l¨ªnea de flotaci¨®n: la visita a Taiw¨¢n de la presidenta de la C¨¢mara de Representantes en Washington, Nancy Pelosi. La tercera persona en la l¨ªnea de sucesi¨®n presidencial era la m¨¢xima autoridad estadounidense en visitar la isla que China considera parte inalienable de su territorio y cuya unificaci¨®n quiere conseguir por las buenas o por las malas.
Pek¨ªn respondi¨® a aquella visita con unas maniobras militares con fuego real en aguas del estrecho de Formosa, que en Washington se interpretaron como una suerte de ensayo para una hipot¨¦tica invasi¨®n en el futuro. Y, cuando las tensiones parec¨ªan, si no acalladas, al menos adormecidas, el presidente estadounidense, Joe Biden, declaraba en una entrevista al programa 60 Minutes, emitida el domingo pasado, que soldados estadounidenses defender¨ªan a Taiw¨¢n en caso de un ataque chino.
No era la primera vez en que Biden se manifestaba en estos t¨¦rminos. Unos t¨¦rminos que se contradicen, al menos en apariencia, con la pol¨ªtica oficial que Estados Unidos observa desde hace m¨¢s de 40 a?os en la zona. Es la llamada ¡°ambig¨¹edad estrat¨¦gica¡±, por la que no confirma si asistir¨ªa en defensa a Taiw¨¢n en caso de ataque, para no dar alas a posibles tentaciones de Taip¨¦i de declarar una independencia formal; pero tampoco descarta esa ayuda, para disuadir a China de una agresi¨®n militar contra la isla de sistema democr¨¢tico y de gobierno ideol¨®gicamente alineado con Washington.
En cada ocasi¨®n en que Biden se ha salido del guion oficial, la Casa Blanca se ha apresurado a asegurar que no hay cambios en la ambig¨¹edad estrat¨¦gica y que la pol¨ªtica estadounidense se mantiene invariable: en lo que define como ¡°pol¨ªtica de una sola China¡±, reconoce a Pek¨ªn como el Gobierno leg¨ªtimo de China, pero considera que el estatus de Taiw¨¢n est¨¢ por definir. El domingo sucedi¨® lo mismo: los portavoces salieron de inmediato al paso para sostener que Biden se hab¨ªa limitado a contestar una pregunta hipot¨¦tica, y no hab¨ªa dado un giro de 180 grados a la postura oficial.
Pese a las matizaciones, en los pasillos de las instituciones de Gobierno de Pek¨ªn cunde cada vez m¨¢s el convencimiento de que, abiertamente o no, Estados Unidos ha roto con su pol¨ªtica de ambig¨¹edad. Un factor m¨¢s que alimenta la desconfianza china hacia Washington.
En un discurso ante la Asia Society, un think tank especializado en estudios asi¨¢ticos, en Nueva York, Wang hab¨ªa reiterado las advertencias de Pek¨ªn en torno a Taiw¨¢n. ¡°La independencia de Taiw¨¢n es como un rinoceronte gris, altamente agresivo, que carga contra nosotros y al que se debe parar decisivamente¡±, se?alaba el ministro. ¡°Siempre hemos trabajado con la mayor sinceridad y esfuerzo en busca de una reunificaci¨®n pac¨ªfica, pero nunca toleraremos ninguna actividad encaminada a la secesi¨®n¡±.
Y subray¨®, como en ocasiones anteriores, que ¡°la cuesti¨®n de Taiw¨¢n se est¨¢ convirtiendo en el gran riesgo en las relaciones chino-estadounidenses. Si se produjeran errores en su manejo, muy probablemente eso destrozar¨ªa las relaciones bilaterales¡±. Compar¨® tambi¨¦n a Taiw¨¢n con Haw¨¢i, el archipi¨¦lago que es uno de los Estados que forman Estados Unidos: ¡°Igual que Estados Unidos no dejar¨ªa que Haw¨¢i le fuera arrancado, China tiene el derecho de mantener la unificaci¨®n de su territorio¡±.
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