Dimite del Gobierno brit¨¢nico un aliado de Sunak investigado por acoso

Gavin Williamson era uno de esos personajes en pol¨ªtica con fama de tirano y mala persona, al que nadie se animaba a denunciar formalmente por su cercan¨ªa al poder. Fue el secretario parlamentario privado del primer ministro conservador, David Cameron (algo as¨ª como sus ojos y o¨ªdos en la C¨¢mara de los Comunes). Con Theresa May, a la que apoy¨® en su lucha por el poder, lleg¨® a ser jefe del grupo parlamentario y luego ministro de Defensa. Con Boris Johnson, en cuya campa?a tambi¨¦n tuvo un papel activo ¡ªW...

Gavin Williamson era uno de esos personajes en pol¨ªtica con fama de tirano y mala persona, al que nadie se animaba a denunciar formalmente por su cercan¨ªa al poder. Fue el secretario parlamentario privado del primer ministro conservador, David Cameron (algo as¨ª como sus ojos y o¨ªdos en la C¨¢mara de los Comunes). Con Theresa May, a la que apoy¨® en su lucha por el poder, lleg¨® a ser jefe del grupo parlamentario y luego ministro de Defensa. Con Boris Johnson, en cuya campa?a tambi¨¦n tuvo un papel activo ¡ªWilliamson ha sido un maestro en acudir en auxilio de los vencedores¡ª, ocup¨® el puesto de ministro de Educaci¨®n. Y su apoyo a Rishi Sunak fue recompensado con el puesto de secretario de Estado sin cartera: cero responsabilidades, pero acceso directo al c¨ªrculo ¨ªntimo del primer ministro brit¨¢nico. El ¨²nico puesto posible para alguien cesado al frente de Defensa por filtrar un asunto delicado del Consejo de Seguridad Nacional, y cesado al frente de Educaci¨®n por el desastre de su gesti¨®n de los ex¨¢menes de selectividad durante la pandemia.

Y de nuevo, por tercera vez, expulsado de un Gobierno. Formalmente, ha sido una dimisi¨®n, pero estaba claro que Williamson se hab¨ªa convertido en un lastre para Sunak, que no puede permitirse una m¨ªnima distracci¨®n en un arranque tan delicado de mandato. Se iban acumulando las acusaciones de acoso, malos tratos y abusos verbales por parte de los compa?eros que le hab¨ªan sufrido directamente, hasta el punto de que la Comisi¨®n de ?tica de la C¨¢mara de los Comunes hab¨ªa abierto un procedimiento formal de investigaci¨®n por todo lo sucedido. Si Sunak intent¨® en un principio respaldar al secretario de Estado, a pesar de condenar sus formas, la presi¨®n procedente del grupo parlamentario ha sido tan grande que finalmente ha dejado caer a su aliado.

¡°Como ya sabes, hay un proceso de queja abierto contra m¨ª por unos mensajes de texto que envi¨¦ a una colega. Estoy colaborando con la investigaci¨®n y me he disculpado ante la destinataria de esos mensajes¡±, explica Williamson en su carta de dimisi¨®n, dirigida a Sunak. ¡°Desde ese momento, ha habido otras acusaciones sobre mi conducta pasada. No admito la caracterizaci¨®n que se hace de mi persona en esas acusaciones, pero admito que todo esto se ha convertido en una distracci¨®n del buen trabajo que este Gobierno est¨¢ llevando a cabo en inter¨¦s de los ciudadanos brit¨¢nicos¡±, afirma el ya ex secretario de Estado.

Los mensajes de texto a los que alude iban dirigidos a Wendy Morton, la jefa del grupo parlamentario conservador durante el breve mandato de Liz Truss. Al fallecer Isabel II, Morton fue la encargada de organizar y repartir las invitaciones para asistir al funeral de Estado que se celebr¨® en la abad¨ªa de Westminster. Williamson, junto a otros de los diputados que hab¨ªan apoyado a Sunak en las primarias del verano, fue excluido del reparto. ¡°Todo tiene un precio. Tu comportamiento ha sido asqueroso. Has decidido jodernos a todos¡±, escribi¨® a Morton, a la que acus¨® de ¡°utilizar su muerte [de Isabel II] para castigar a determinadas personas¡±. Morton denunci¨® ante la comisi¨®n y ante la direcci¨®n del Partido Conservador lo que consideraba un claro abuso verbal. El presidente de los tories, Jake Berry, inform¨® de lo sucedido a Sunak, que aun as¨ª sigui¨® adelante con la idea de dar un puesto en su Gobierno a quien hab¨ªa sido un aliado fiel en su batalla por hacerse con el poder del partido.

Pero el primer ministro ha podido resistir muy poco en su empe?o por sostener a Williamson. El episodio de su intercambio abusivo de mensajes con Morton alentaba otras acusaciones, que no han tardado en salir. Un alto funcionario acusaba al pol¨ªtico de haberle pedido que se ¡°rebanara el cuello¡±, en medio de una reuni¨®n con otros colegas. Anne Milton, que fue su mano derecha durante la ¨¦poca en que dirigi¨® el grupo parlamentario, ha contado en Channel 4 News las t¨¦cnicas de mat¨®n que empleaba su antiguo jefe. Despu¨¦s de ayudar econ¨®micamente a un diputado que se encontraba en apuros, ¡°me pas¨® por las narices el cheque y me dijo: ¡®aseg¨²rate de que entienda, cuando se lo des, que desde ahora me pertenece¡±. La diputada ha acusado a Wiliamson de haberse comportado durante todo este tiempo de un modo poco ¨¦tico e inmoral, con un car¨¢cter amenazador e intimidante.

Sunak ha decidido soltar un lastre que estaba ocupando demasiados titulares y robando mucha atenci¨®n, cuando queda poco m¨¢s de una semana para que el Gobierno presente su plan fiscal, destinado a calmar definitivamente a los mercados y poner punto y aparte a las semanas de incertidumbre y p¨¦rdida de credibilidad econ¨®mica que ha sufrido el Reino Unido.

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