Las iran¨ªes ganan una batalla al r¨¦gimen: ¡°Cada vez hay m¨¢s mujeres sin velo. Ya no tenemos miedo¡±
Las autoridades se ven obligadas a tolerar el creciente abandono del hiyab. Un documento oficial proh¨ªbe a los paramilitares Basij que impongan su uso
El velo con el que las iran¨ªes est¨¢n obligadas a cubrirse es ¡°la bandera de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n¡±. Marjane, nombre ficticio de una iran¨ª de 46 a?os, alude as¨ª a lo que describe tambi¨¦n como un ¡°s¨ªmbolo de la opresi¨®n¡±, la marca de una ¡°teocracia¡± en la que la vida de una mujer vale por ley la mitad que la de un hombre. Ese r¨¦gimen que ha convertido esa prenda en un pilar de su identidad ha encajado una derrota desde el 16 de septiembre, seg¨²n el relato que esta iran¨ª hace a este diario desde un lugar que no precisa de su pa¨ªs. Desde ese d¨ªa, cuando la joven Mahsa Amini muri¨® bajo cust...
El velo con el que las iran¨ªes est¨¢n obligadas a cubrirse es ¡°la bandera de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n¡±. Marjane, nombre ficticio de una iran¨ª de 46 a?os, alude as¨ª a lo que describe tambi¨¦n como un ¡°s¨ªmbolo de la opresi¨®n¡±, la marca de una ¡°teocracia¡± en la que la vida de una mujer vale por ley la mitad que la de un hombre. Ese r¨¦gimen que ha convertido esa prenda en un pilar de su identidad ha encajado una derrota desde el 16 de septiembre, seg¨²n el relato que esta iran¨ª hace a este diario desde un lugar que no precisa de su pa¨ªs. Desde ese d¨ªa, cuando la joven Mahsa Amini muri¨® bajo custodia policial tras ser detenida por mostrar unos mechones de su cabello, los iran¨ªes que participan en las manifestaciones contra el r¨¦gimen ¡°han perdido el miedo¡±, subraya Marjane. ¡°Es incre¨ªble c¨®mo muchas mujeres, sobre todo las j¨®venes, salen a la calle sin velo. Lo nuestro es una revoluci¨®n, pero nuestra lucha no es solo por esa prenda. Queremos una democracia laica. Luchamos por la libertad¡±, afirma esta mujer, una m¨¢s de las que cada d¨ªa desaf¨ªa a la represi¨®n al quitarse el pa?uelo isl¨¢mico.
Marjane ha sufrido en carne propia la violencia de un sistema que define como ¡°una mafia dictatorial y criminal¡±. Hace unos d¨ªas, cuando hab¨ªa salido a manifestarse, como hace cada tarde desde la muerte de Amini, unos polic¨ªas apalearon a una anciana que se hab¨ªa quitado el velo. Esta mujer se interpuso y un polic¨ªa le peg¨® una paliza con su porra que le ha dejado un brazo maltrecho. Otro d¨ªa, cuando hu¨ªa de los agentes, los polic¨ªas la golpearon en un pie, que tambi¨¦n tiene magullado. ¡°Estoy muy dolorida, pero sigo saliendo cada noche a la calle. Lo hago por mi pa¨ªs, por mi gente y por mi libertad¡±, sostiene.
Otros manifestantes, como los 342 que han muerto a manos de las fuerzas de seguridad, seg¨²n Iran Human Rights, o los al menos 14.000 que han sido detenidos, de acuerdo con Naciones Unidas, han corrido peor suerte. Al menos cinco de ellos han sido condenados a la horca. Marjane subraya que el r¨¦gimen ¡°sigue matando, robando, torturando y violando¡±. Esta profesional con estudios universitarios, que trabaja en una empresa privada, cuenta que las autoridades ¡°han retirado a la polic¨ªa de la moral de las calles¡± porque ¡°el r¨¦gimen tiene miedo de la gente¡±. Agentes de ese cuerpo de seguridad detuvieron y, seg¨²n ONG de derechos humanos, presuntamente mataron a golpes a la joven Amini, de 22 a?os, en Teher¨¢n.
Las autoridades han prohibido adem¨¢s a los milicianos Basij, que a menudo ejercen de brazo ejecutor de la polic¨ªa de la moral, que obliguen a las mujeres a ponerse el velo, seg¨²n consta en un memorando firmado a principios de noviembre por el poder judicial iran¨ª y esa milicia, al que EL PA?S ha tenido acceso. Los basiy¨ªs son una rama de la Guardia Revolucionaria, el ej¨¦rcito paralelo al regular cuyo fin es proteger a la Rep¨²blica Isl¨¢mica y a sus l¨ªderes. En ese documento, se ordena a esos paramilitares que se limiten a intervenir contra ¡°quienes siembren el caos y perturben la paz¡±, una alusi¨®n a las protestas que augura que la represi¨®n no va a cesar.
Para Ali Alfoneh, polit¨®logo iran¨ª residente en Estados Unidos, la raz¨®n de lo que apunta a un paso atr¨¢s, al menos de momento, en la imposici¨®n del c¨®digo de vestimenta isl¨¢mico es que ¡°el velo obligatorio es una batalla que el r¨¦gimen ya ha perdido¡±. Lo que est¨¢ en juego ahora ¡°va mucho m¨¢s all¨¢ del hiyab¡±, asegura este experto. Tambi¨¦n recalca que, aunque quienes ocupan el poder en Ir¨¢n desde 1979 ¡°no tengan el valor de derogar la ley del velo, los servicios de seguridad del r¨¦gimen no parecen dispuestos a crear m¨¢s tensiones obligando a [las mujeres] a acatar esa legislaci¨®n¡±.
El art¨ªculo 638 del C¨®digo Penal del pa¨ªs castiga con un m¨¢ximo de dos meses de c¨¢rcel el que una mujer se muestre en p¨²blico sin velo, pero, en el pasado, iran¨ªes que han descubierto su cabello en la calle o en el metro han sido condenadas a penas mucho m¨¢s duras, acusadas de delitos como el de fomentar la prostituci¨®n o incluso el de atentar contra la seguridad nacional. En 2019, una abogada, Nasrin Sotoudeh, fue condenada a 38 a?os de c¨¢rcel y 148 latigazos por defender a mujeres que se hab¨ªan quitado el pa?uelo y quit¨¢rselo ella misma ante un tribunal.
Alfoneh cree posible un escenario futuro en el que las autoridades iran¨ªes toleren el uso voluntario del velo. Pero sin cambiar la ley, algo que ¡°ver¨ªan como una claudicaci¨®n ante los manifestantes¡±, se?ala, por su parte, el analista pol¨ªtico hispano-iran¨ª Daniel Bashandeh. Este experto coincide en que las fuerzas de seguridad ¡°est¨¢n haciendo la vista gorda¡± ante las mujeres sin velo, pero se pregunta hasta cu¨¢ndo.
Humillaci¨®n
Marjane asegura que ¡°el objetivo del velo es humillar y discriminar a las mujeres. Es la marca del control; el signo exterior de que no eres un ser humano libre, una mujer libre. Detr¨¢s viene todo lo dem¨¢s: las iran¨ªes heredamos la mitad que los hombres [esta norma est¨¢ vigente en la mayor¨ªa de pa¨ªses musulmanes] y a las ni?as las pueden casar sus padres [desde los 13 a?os o incluso antes con autorizaci¨®n judicial]. Necesitamos permiso del padre o del marido para trabajar, obtener un pasaporte, viajar, e incluso operarnos. Si una mujer se queda viuda, su suegra tiene preferencia en la custodia de los hijos. No podemos divorciarnos ni abortar libremente y tampoco entrar en los estadios¡±, asegura. Obligadas a velarse desde los nueve a?os, las mujeres en Ir¨¢n, lamenta Marjane, ni siquiera pueden ¡°montar en bicicleta ni en moto¡±.
Como esta iran¨ª, m¨¢s del 50% de los graduados universitarios del pa¨ªs son mujeres, pero el 70% de ellas no tiene trabajo, de acuerdo con cifras oficiales. Este dato y su escaso peso en el mercado laboral ¡ªel 18% en 2019, un porcentaje que cay¨® al 14% en 2020 a causa de la covid-19¡ª da idea de su marginaci¨®n en la econom¨ªa del pa¨ªs. La discriminaci¨®n que sufren, el hecho de precisar del permiso de un var¨®n para pr¨¢cticamente todo, tiene mucho que ver con esas cifras. En 2017, Human Rights Watch revel¨® que es una pr¨¢ctica habitual en Ir¨¢n anunciar empleos solo para hombres y exigir a las mujeres que van a ser contratadas que aporten un consentimiento de su marido o novio. En noviembre de 2021, una ley prohibi¨® la ligadura de trompas voluntaria y la distribuci¨®n gratuita de anticonceptivos en el sistema p¨²blico de salud.
El velo, coincide Daniel Bashandeh, ¡°es el s¨ªmbolo de la imposici¨®n de normas siempre m¨¢s severas para ellas. Quit¨¢rselo es rechazar los c¨®digos impuestos por el r¨¦gimen. Esa prenda simboliza que la iran¨ª es una ciudadana de segunda clase¡±. Reducir los problemas de las iran¨ªes a una prenda de vestir es ¡°rid¨ªculo y simplista¡±, critica Marjane. ¡°Muchos pa¨ªses, incluido Espa?a, son c¨®mplices de esta teocracia al mantener las relaciones diplom¨¢ticas con ella. Les pedimos que no cierren los ojos ante lo que est¨¢ sucediendo en Ir¨¢n¡±.
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