Aliviar la crisis humanitaria y la vuelta de Venezuela al mercado petrolero: las claves del nuevo acuerdo entre Gobierno y oposici¨®n
El pacto se aleja de compromisos pol¨ªticos e ir¨¢ de la mano de las conversaciones que el chavismo mantiene con Estados Unidos
El Gobierno y la oposici¨®n de Venezuela se volver¨¢n a sentar este fin de semana en Ciudad de M¨¦xico con un acuerdo sobre la mesa que ha sido negociado sigilosamente durante meses en Caracas. El pacto se concentra en aliviar las consecuencias sociales de la crisis humanitaria que ha azotado a Venezuela y se aleja de momento de cuestiones pol¨ªticas, que siguen en discusi¨®n entre ambas partes, seg¨²n ha podido saber EL PA?S de cuatro fuentes...
El Gobierno y la oposici¨®n de Venezuela se volver¨¢n a sentar este fin de semana en Ciudad de M¨¦xico con un acuerdo sobre la mesa que ha sido negociado sigilosamente durante meses en Caracas. El pacto se concentra en aliviar las consecuencias sociales de la crisis humanitaria que ha azotado a Venezuela y se aleja de momento de cuestiones pol¨ªticas, que siguen en discusi¨®n entre ambas partes, seg¨²n ha podido saber EL PA?S de cuatro fuentes al tanto de las negociaciones de todas las partes implicadas.
La intenci¨®n es rubricar en p¨²blico lo acordado en privado y as¨ª relanzar, de cara a la comunidad internacional, el di¨¢logo. Y que todo esto sirva para poder llegar a acuerdos en materia pol¨ªtica, es decir, garant¨ªas en la celebraci¨®n de elecciones en 2024. En paralelo hay otra negociaci¨®n, mucho m¨¢s discreta si cabe: la que mantiene el Gobierno de Estados Unidos con el de Venezuela para volver a incorporar a Venezuela al mercado petrolero. Las fuentes consultadas dan por hecho que la Administraci¨®n de Joe Biden dar¨¢ una nueva licencia para que Chevron explote petr¨®leo pesado y liviano en Venezuela. En caso de avanzar en M¨¦xico, Estados Unidos estudiar¨ªa rebajar las sanciones a los jerarcas del chavismo.
El Gobierno de Venezuela ¡ªcon el liderazgo de Jorge Rodr¨ªguez, presidente de la Asamblea Nacional¡ª y la oposici¨®n mayoritaria, con Gerardo Blyde a la cabeza, iniciaron una ronda de negociaciones en M¨¦xico en agosto del a?o pasado, con la mediaci¨®n de Noruega. Los contactos formales hab¨ªan estado precedidos por conversaciones a decenas de bandas, m¨¢s o menos secretas, que acabaron por naufragar cuando los representantes del Gobierno se levantaron de la mesa tras la extradici¨®n de Alex Saab, supuesto testaferro de Maduro, a EE UU. En los meses que siguieron hubo varios intentos de retomar la v¨ªa del di¨¢logo y ciertos canales informales de comunicaci¨®n permanecieron abiertos de forma intermitente.
No obstante, las conversaciones fueron ¡°reimpulsadas¡±, seg¨²n el t¨¦rmino en el que coinciden varias fuentes, por Estados Unidos en marzo pasado, unos d¨ªas despu¨¦s de que estallara la guerra de Ucrania y las preocupaciones geopol¨ªticas de Washington se dispararan. Fue ese mismo mes cuando Maduro reconoci¨® en un mensaje televisado que se hab¨ªa reunido con altos funcionarios estadounidenses en un ambiente ¡°respetuoso, cordial y muy diplom¨¢tico¡±. ¡°Hemos acordado trabajar en una agenda desde el respeto y la esperanza del mundo, para as¨ª poder avanzar una agenda que permita el bienestar y la paz de los pueblos de la regi¨®n¡±, dijo.
Relajar la tensi¨®n con Washington
En medio de las sanciones que Washington amagaba con imponer al petr¨®leo y el gas de Rusia, se abri¨® tambi¨¦n la posibilidad de normalizar las exportaciones de petr¨®leo venezolano a Estados Unidos y poco despu¨¦s se anunci¨® un canje de prisioneros. Entre los funcionarios estadounidenses que acudieron a la reuni¨®n en el Palacio de Miraflores se encontraban Juan Gonz¨¢lez, asesor especial de la Casa Blanca para asuntos latinoamericanos; James Story, embajador para Venezuela, y Roger Carstens, enviado presidencial especial para asuntos de rehenes de Estados Unidos. Washington entend¨ªa que si destensaba las relaciones con la Venezuela de Maduro y buscaba v¨ªas para reincorporar a su r¨¦gimen en el sistema internacional pod¨ªa alejarlo del Kremlin y del Gobierno de Ir¨¢n.
Las l¨ªneas rojas de la negociaci¨®n quedaron claras tras el di¨¢logo fugaz por M¨¦xico. Los enviados de Maduro buscaban recuperar el acceso a los activos que ten¨ªan congelados en el extranjero y que no pod¨ªan usar para afrontar la crisis econ¨®mica, as¨ª como la posibilidad de flexibilizar las sanciones de EE UU al petr¨®leo venezolano y obtener nuevas licencias. La oposici¨®n quer¨ªa garant¨ªas democr¨¢ticas, como observadores internacionales en las elecciones, la liberaci¨®n de presos y condiciones para competir con sus partidos por cargos p¨²blicos.
Las fuentes conocedoras del proceso apuntan que es evidente que Estados Unidos tambi¨¦n est¨¢ interesado en retomar los lazos comerciales para el petr¨®leo de Venezuela, el segundo pa¨ªs del mundo por el volumen de reservas probadas de crudo. Seg¨²n las fuentes consultadas, Estados Unidos dar¨¢ una nueva licencia a Chevron para que explote crudo venezolano, una medida que se extender¨¢ a otras multinacionales, como Repsol o Eni. La oposici¨®n ve con buenos ojos la vuelta de Venezuela al mercado internacional del petr¨®leo y as¨ª tratar de rebajar la importancia que ahora tienen las relaciones con pa¨ªses como Ir¨¢n, Rusia o Turqu¨ªa.
Las dos negociaciones, en definitiva, corren en paralelo. Los di¨¢logos entre los actores locales se retomaron antes del verano en una urbanizaci¨®n de Caracas. Ah¨ª, decenas de veces, se fueron reuniendo los delegados de ambas partes para ir dando forma a la agenda que, bajo el auspicio de Noruega, pa¨ªs experto en resoluci¨®n de conflictos, se hab¨ªa fijado.
El llamado ¡°acuerdo social¡± que se presentar¨¢ en M¨¦xico busca mandar el mensaje de que se puede avanzar en la consecuci¨®n de una soluci¨®n negociada. Estados Unidos tambi¨¦n busca una admisi¨®n impl¨ªcita del Gobierno de Maduro de que la crisis es real. Uno de los aspectos de ese acuerdo ser¨¢ la creaci¨®n de un fondo de unos 3.000 millones de d¨®lares, que ser¨¢ gestionado por organismos dependientes de la ONU, para facilitar el acceso a la salud, medicamentos y alimentos.
Los tiempos de la negociaci¨®n siguen cursos diametralmente opuestos. Las personas cercanas al proceso aseguran que Maduro no tiene prisa por firmar un acuerdo global. Estados Unidos, en cambio, tiene plazos m¨¢s acotados. De hecho, varias fuentes han afirmado por separado que hubo una pausa en los di¨¢logos por la celebraci¨®n de las elecciones intermedias del pasado 8 de noviembre. La ventana que ve la Administraci¨®n de Biden se extiende hasta enero, en el inicio de la nueva legislatura estadounidense y ante la llegada inminente de una mayor¨ªa republicana, de l¨ªnea m¨¢s dura contra el chavismo, a la C¨¢mara baja. La aparici¨®n de varios trumpistas al frente de comit¨¦s y subcomit¨¦s del Congreso dificulta la posibilidad de flexibilizar las sanciones sobre el Maduro y anticipa un mayor escrutinio y rechazo a negociar. Tras el anuncio oficial de que se retomar¨¢ el di¨¢logo en M¨¦xico, el Gobierno y la oposici¨®n de Venezuela intentar¨¢n una vez m¨¢s encontrar una salida negociada a una crisis que se ha extendido por a?os.
El papel de la comunidad internacional, m¨¢s all¨¢ de Estados Unidos, ha sido determinante para impulsar estos di¨¢logos. Junto a Noruega, Francia ha sido el pa¨ªs europeo que m¨¢s ha impulsado y facilitado las conversaciones, incluso alojando a diplom¨¢ticos de Estados Unidos en la embajada en Caracas, seg¨²n dos fuentes al tanto de las conversaciones. La llegada de Gustavo Petro al poder en Colombia y el restablecimiento de relaciones entre Caracas y Bogot¨¢ tambi¨¦n ha servido de impulso, unido al papel de M¨¦xico, que ha estado encima de todos los avances desde que se habl¨® por primera vez de un posible di¨¢logo.
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