La justicia brasile?a da un espaldarazo a Lula al desinflar el poder del Congreso Nacional
Los congresistas contaban durante el Gobierno de Bolsonaro con una especie de presupuesto paralelo que en la pr¨¢ctica serv¨ªa para comprar votos en sus territorios
El presidente electo de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, tiene motivos para arrancar la semana aliviado: el lunes, la justicia brasile?a acab¨® de un plumazo con una de sus principales preocupaciones a la hora de gobernar a partir del pr¨®ximo 1 de enero: hacerlo con el llamado ¡°presupuesto secreto¡± que reina en el Congreso Nacional, un mecanismo muy opaco que en la pr¨¢ctica sirve para comprar votos. Desde la campa?a electoral, Lula defend¨ªa...
El presidente electo de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, tiene motivos para arrancar la semana aliviado: el lunes, la justicia brasile?a acab¨® de un plumazo con una de sus principales preocupaciones a la hora de gobernar a partir del pr¨®ximo 1 de enero: hacerlo con el llamado ¡°presupuesto secreto¡± que reina en el Congreso Nacional, un mecanismo muy opaco que en la pr¨¢ctica sirve para comprar votos. Desde la campa?a electoral, Lula defend¨ªa que hab¨ªa que modificar esa herramienta: ¡°No puede continuar como est¨¢, creo que todo el mundo comprende eso¡±, dec¨ªa hace unos d¨ªas.
El ¡°presupuesto secreto¡± es como se conoce popularmente a las llamadas enmiendas de relator y consiste en que parte de los fondos del Estado se destinan a atender las demandas de senadores y diputados, sin que sus nombres sean divulgados. Ese dinero normalmente sirve para financiar obras (un hospital, una escuela, una carretera¡) en la regi¨®n donde cada congresista tiene su base electoral, favoreciendo as¨ª sus posibilidades de ser reelegido. No hay criterios claros: el dinero no va donde el Gobierno considera que es m¨¢s prioritario, sino donde decide el responsable del presupuesto en el Congreso, dando margen para todo tipo de juegos de intereses.
Buena parte del presupuesto del pa¨ªs queda secuestrado por los parlamentarios sin que se sepa d¨®nde va a parar, lo que adem¨¢s deja al Gobierno con escaso margen de maniobra. En los a?os de Jair Bolsonaro, este presupuesto misterioso alcanz¨® los 26.100 millones de reales (casi 5.000 millones de d¨®lares, m¨¢s de 4.600 millones de euros) de media cada a?o. La organizaci¨®n Transparencia Internacional lleg¨® a calificarlo como ¡°el mayor esquema de corrupci¨®n institucionalizada de la historia¡±.
Aunque en origen las enmiendas son legales y existen desde hace tiempo, su versi¨®n m¨¢s oscura, donde no se conoce ni el parlamentario ni el destino de los recursos, arranc¨® en 2020 y fue clave en la relaci¨®n entre el Gobierno de Bolsonaro y el Congreso, favoreciendo su gobernabilidad. El presidente de la C¨¢mara, Arthur Lira, aliado del l¨ªder de ultraderecha, reg¨® con estos recursos a decenas de diputados que facilitaron la aprobaci¨®n de proyectos de inter¨¦s del gobierno.
Toda esa red se ha acabado, al menos de momento. El Tribunal Supremo Federal, interpelado por partidos de izquierda, pero no por el PT de Lula, decidi¨® declarar el instrumento inconstitucional, lo que supone un enorme bal¨®n de ox¨ªgeno para Lula y una derrota para Lira. El antiguo y todopoderoso aliado de Bolsonaro pierde su principal moneda de cambio, ya no podr¨¢ chantajear a Lula exigiendo que mantenga el ¡®presupuesto secreto¡¯ a cambio de trabajar para una mayor¨ªa que le permita aumentar el gasto p¨²blico, como quiere el nuevo presidente.
Y ah¨ª es donde llega el segundo capote del Supremo al futuro Gobierno de Lula. El pr¨®ximo presidente lleva semanas inmerso en unas dur¨ªsimas negociaciones con los parlamentarios, para que le permitan romper el llamado techo de gastos y as¨ª hacer realidad una de sus principales promesas de campa?a: el pago aumentado del Bolsa Familia, la paga de 600 reales (113 d¨®lares, 106 euros al mes) a las familias m¨¢s pobres. Es mucho dinero para las arcas p¨²blicas (70.000 millones de reales anuales, 11.200 millones de euros o 13.000 millones de d¨®lares) y estos d¨ªas el equipo del futuro Gobierno busca apoyos para modificar la Constituci¨®n para hacerlo posible, pero de repente, el juez Gilmar Mendes lleg¨® con otra buena nueva para Lula: el Bolsa Familia puede ser contabilizado fuera del techo de gastos, al margen del presupuesto oficial.
La decisi¨®n, sorprendente y criticada por quienes la consideran una injerencia de la justicia en asuntos pol¨ªticos, garantiza el futuro de las ayudas sociales. Ahora, Lula podr¨¢ negociar los apoyos en el Congreso con menos presi¨®n, sin tener que prometer importantes ministerios a los partidos de centro o centro-derecha, el llamado centr?o, que s¨®lo ofrecen apoyo a cambio de cuotas de poder.
El futuro ministro de Econom¨ªa, Fernando Haddad, dec¨ªa este lunes que, aunque la decisi¨®n judicial da tranquilidad a las familias, se seguir¨¢ negociando con el Congreso: ¡°Es importante para el pa¨ªs apostar en la buena pol¨ªtica y en la institucionalidad para dar robustez a la pol¨ªtica econ¨®mica que anunciaremos, que calmar¨¢ los ¨¢nimos y mostrar¨¢ que Brasil estar¨¢ en el rumbo correcto a partir del 1 de enero¡±, afirm¨®. El d¨ªa de A?o Nuevo arranca el nuevo Gobierno pero de momento el clima a¨²n es de comp¨¢s de espera. Lula apenas ha anunciado a siete ministros de los m¨¢s de 30 que se espera que le acompa?en en Brasilia. Las decisiones de la justicia pueden ayudar a deshacer el nudo y facilitar el encaje de los aliados en el futuro gobierno.
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