La seguridad en la toma de posesi¨®n: una jornada tranquila con algunos sustos
La polic¨ªa detuvo a un hombre con un cuchillo y fuegos artificiales y desactiv¨® un dron sospechoso, pero no hubo incidentes de gravedad
La ceremonia de toma de posesi¨®n del presidente brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva transcurri¨® entre enormes medidas de seguridad y sin incidentes graves, aunque hubo alg¨²n susto. Por la ma?ana, la polic¨ªa detuvo a un hombre que intent¨® acceder a la plaza situada frente al Palacio del Planalto con un cuchillo y fuegos arti...
La ceremonia de toma de posesi¨®n del presidente brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva transcurri¨® entre enormes medidas de seguridad y sin incidentes graves, aunque hubo alg¨²n susto. Por la ma?ana, la polic¨ªa detuvo a un hombre que intent¨® acceder a la plaza situada frente al Palacio del Planalto con un cuchillo y fuegos artificiales. Seg¨²n inform¨® la Polic¨ªa Militar, el hombre lleg¨® desde R¨ªo de Janeiro para participar en el evento. Los objetos se encontraron durante el control de seguridad a todos los asistentes a la ceremonia. Tan solo en la plaza donde se encuentra el palacio presidencial, donde Lula pronunci¨® su discurso ante el pueblo, hab¨ªa m¨¢s de 40.000 personas.
El otro susto del d¨ªa se produjo por la tarde. Un dron que sobrevolaba sin permiso la regi¨®n central de Brasilia fue abatido por un agente de la Polic¨ªa Federal. El arma utilizada por la polic¨ªa emite una frecuencia que interrumpe la comunicaci¨®n entre el dron y quien lo pilota, lo que permiti¨® que el agente hiciera aterrizar el dron en una zona segura. De momento no hay informaciones sobre la potencial peligrosidad del aparato o sobre la identidad de su due?o.
La jornada con la que Lula arranca su Gobierno convoc¨® a m¨¢s de 300.000 personas llegadas de todos los rincones del pa¨ªs, y garantizar su seguridad, la del presidente y las autoridades extranjeras, fue una obsesi¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas. En el amplio esquema de seguridad participaron casi 700 polic¨ªas federales, el escuadr¨®n antibombas, agentes de paisano, y francotiradores, adem¨¢s de todos los efectivos de los bomberos y de la Polic¨ªa Militar del Distrito Federal y agentes de la Fuerza Nacional.
La Esplanada de los Ministerios, por donde desfil¨® Lula en el Rolls Royce presidencial, fue bloqueada con kil¨®metros de vallas, y para acceder al recinto hab¨ªa que someterse a un registro. La revista de bolsos y mochilas provoc¨® enormes colas, pero garantiz¨® la seguridad del evento. Hasta el ¨²ltimo minuto se especul¨® con la posibilidad de que, por razones de seguridad, Lula decidiera realizar el tradicional desfile desde dentro de un coche blindado, pero al final se cumpli¨® la tradici¨®n. Lula, el vicepresidente Geraldo Alckmin y sus esposas desfilaron de pie, a cuerpo descubierto, sobre el Rolls Royce.
El miedo ante lo que pudiera ocurrir este domingo no era infundado. En Nochebuena, la polic¨ªa detuvo a un bolsonarista que intent¨® hacer explotar un cami¨®n cargado de combustible cerca del aeropuerto de Brasilia. Est¨¢ detenido y se enfrenta a una acusaci¨®n de terrorismo. D¨ªas antes, cuando Lula recibi¨® su diploma de presidente, decenas de seguidores de Bolsonaro tambi¨¦n provocaron incidentes graves: intentaron invadir la sede de la Polic¨ªa Federal, lanzaron piedras contra los agentes y quemaron coches y autobuses.
El fantasma del asalto al Capitolio de Washington por parte de los seguidores de Donald Trump tambi¨¦n planeaba sobre Brasilia desde hace tiempo, sobre todo por la presencia de bolsonaristas radicales acampados frente al cuartel general del Ej¨¦rcito, a pocos kil¨®metros de donde Lula asumi¨® el cargo. A pesar de que cada vez eran menos, las continuas proclamas golpistas y el intento frustrado de atentado terrorista generaron inquietud. El nuevo ministro de Justicia, Fl¨¢vio Dino, defini¨® estas acampadas como ¡°incubadoras de terroristas¡± y prometi¨® acabar con la manga ancha que ha habido hasta ahora con estos seguidores de la extrema derecha.
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