Conoc¨ª al hoy fallecido papa em¨¦rito, Benedicto XVI , el papa alem¨¢n, Ratzinger, durante el Concilio Vaticano II del que el entonces brillante y joven te¨®logo era uno de los consejeros e inspiradores del progresista episcopado alem¨¢n.
Acabado el Concilio, aquel te¨®logo abierto a los cambios que la Iglesia acababa de sancionar, cambi¨® de ruta, se convirti¨® en un duro conservador, apel¨® contra las decisiones progresistas del Concilio y hasta escribi¨® un libro en contra.
Su conversi¨®n del progresismo al conservadurismo teol¨®gico le vali¨® una ascensi¨®n en la carrera eclesi¨¢stica. Le hicieron obispo, despu¨¦s cardenal y prefecto de la Congregaci¨®n de la Fe, la antigua Inquisici¨®n desde donde conden¨® a las figuras m¨¢s destacadas de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, entre ellas al brasile?o Leonarfo Boff .
En Roma, lo recuerdo siempre reservado y dif¨ªcilmente conversaba con los periodistas. Tuve la suerte de poder cenar una noche con ¨¦l en casa de un colega alem¨¢n, amigo suyo. All¨ª se abri¨® m¨¢s y nos confes¨® que el entonces papa el polaco, Juan Pablo II, sab¨ªa poca teolog¨ªa, que era m¨¢s bien un ¡°poeta¡± y que cuando en sus documentos oficiales ten¨ªa alguna duda le mandaba el borrador de su texto para que se lo revisara.
Joseph Aloysius Ratzinger nace el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, en la Alta Baviera (Alemania), muy cerca de la frontera con Austria, en una familia profundamente cat¨®lica. Debido a la profesi¨®n de su padre, polic¨ªa, Ratzinger vivi¨® lo que ¨¦l llam¨® ¡°un peregrinaje constante¡±. En 1929, la familia se estableci¨® en Tittmoning, localidad que tuvieron que abandonar en 1932 porque, seg¨²n cuenta el futuro Papa en su autobiograf¨ªa, su padre se hab¨ªa ¡°arriesgado demasiado contra los nazis¡±, a los que consideraba unos criminales. La familia se va a vivir a Aschau am Inn. Joseph Ratzinger cuenta en su autobiograf¨ªa 'Mi vida' que, junto a la vivienda, hab¨ªa un estanque con carpas, donde estuvo a punto de ahogarse mientras jugaba. En 1937, se establecieron en Hufschlag, junto a Traunstein, en una vieja casa desvencijada que el Papa recordar¨¢ como su ¡°verdadero hogar¡±. Cordon Press Joseph Ratzinger, en M¨²nich, con 16 a?os, vestido con el uniforme militar. En 1941, con 14 a?os, ingresa en las juventudes hitlerianas (algo obligatorio en ese momento) cuando estaba en el seminario. En 1943 es movilizado y destinado a una bater¨ªa antia¨¦rea (que le llevar¨¢ a M¨²nich, Innsbruck y Gilching). En 1944, aun sabiendo que los desertores eran fusilados, abandona su puesto y regresa a casa, donde es detenido por los estadounidenses y enviado a un campo de prisioneros hasta su liberaci¨®n, el 19 de junio de 1945. Su hermano, movilizado tambi¨¦n y del que no ten¨ªa noticias, regresa un mes despu¨¦s. Tras ser elegido Papa, su paso por las Hitlerjugend fue objeto de pol¨¦mica. Para atajarla, Ratzinger impuls¨® una investigaci¨®n que determinar¨ªa que su paso por el ej¨¦rcito nazi no fue voluntario. Cordon Press El futuro papa Benedicto XVI, a la izquierda, con su familia en 1938, un a?o antes de ingresar en el seminario. Junto a ¨¦l, su hermano, Georg, nacido en 1923, quien tambi¨¦n ser¨ªa sacerdote; su madre, Maria Rieger (1884-1963), que trabaj¨® como cocinera hasta su matrimonio; su hermana, Maria, nacida en 1921, que nunca se cas¨® y que administr¨® la casa del cardenal Ratzinger hasta su muerte en 1991, y su padre, Joseph Ratzinger (1877-1959), polic¨ªa. Cuenta Ratzinger en su autobiograf¨ªa que su padre, lejos de espiar a los sacerdotes considerados hostiles al Reich, como exig¨ªa el r¨¦gimen nazi, ayudaba a aquellos que corr¨ªan peligro, lo que le puso a ¨¦l mismo frente a los nazis. Cordon Press Joseph Ratzinger es ordenado sacerdote por el cardenal Michael von Faulhaber, el 29 de junio de 1951 en la catedral de Frisinga, Alemania. Entre 1946 y 1951 estudia Filosof¨ªa y Teolog¨ªa en Frisinga y en la refundada Facultad de Teolog¨ªa de M¨²nich, que hab¨ªa sido cerrada por los nazis en 1938. Tras su ordenaci¨®n, es destinado a la parroquia de la Preciosa Sangre de M¨²nich. En 1953 se doctora en Teolog¨ªa. La habilitaci¨®n para la ense?anza se convierte, en sus propias palabras, en el ¡°drama de la libre docencia¡± al tener que rehacer su tema por discrepancias con el tribunal. Tras superar el lance, en 1958 se convierte en profesor de teolog¨ªa dogm¨¢tica y fundamental en la Escuela Superior de Teolog¨ªa de Frisinga. Ser¨¢ profesor en varias universidades: en 1959, en la de Bonn; en 1963, en la de M¨¹nster, y en 1966, en la de Tubinga. Cordon Press Joseph Frings, cardenal de Colonia (Alemania), charla con Ratzinger, en una imagen sin datar. ?l es el responsable de que el camino del joven profesor reformista llegue hasta Roma, como asesor del Concilio Vaticano II, la reforma impulsada por el papa Juan XXIII. All¨ª recibe el nombramiento oficial como te¨®logo del Concilio, donde defiende la descentralizaci¨®n de la Iglesia y la independencia de las conferencias episcopales. Dos a?os m¨¢s tarde ser¨¢ el m¨¢ximo enemigo de esta autonom¨ªa. Joseph Ratzinger, en M¨²nich (Alemania), en una imagen sin datar. Las protestas estudiantiles de 1968 le sorprenden como profesor en Tubinga, universidad en la que sus te¨®logos se hab¨ªan convertido, seg¨²n su opini¨®n, "en el centro ideol¨®gico¡± del marxismo. Ratzinger decide en 1969 abandonar esta universidad por ¡°la destrucci¨®n de la teolog¨ªa por su politizaci¨®n¡±, porque "Dios hab¨ªa sido reemplazado por el partido" y por ¡°el modo blasfemo con que se ridiculizaba la cruz como sadomasoquismo¡±. Se traslada a la Universidad de Ratisbona, donde llega a ocupar el cargo de vicerrector. Getty Images Ratzinger saluda a los fieles en mayo de 1977 tras ser consagrado arzobispo en la catedral de M¨²nich. El papa Pablo VI, que ya lo hab¨ªa llamado para formar parte de la Pontificia Comisi¨®n Teol¨®gica Internacional, le hab¨ªa hecho llegar en mano, por medio del nuncio Del Mestri, una carta con su nombramiento. Tras muchas dudas y la consulta a su confesor, escribe la respuesta en un papel de carta del hotel donde se alojaba De Mestri, ¡°ante su atenta mirada¡±. En junio de ese a?o fue proclamado cardenal. Getty Images; Claus Hampel El cardenal Joseph Ratzinger acompa?a al papa Juan Pablo II en el 'papam¨®vil' durante su visita a M¨²nich (Alemania) el 19 de noviembre de 1980. Aunque hab¨ªan coincidido en el Concilio Vaticano II, no se conocieron personalmente hasta 1978, en el c¨®nclave para la elecci¨®n de Juan Pablo I. Tras la prematura muerte de Albino Luciani (un papado de 33 d¨ªas), trabaja, seg¨²n reconocer¨ªa ¨¦l mismo m¨¢s tarde, activamente en favor de la elecci¨®n de Wojtyla. En 1981, Juan Pablo II lo nombra prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (sucesora de la antigua Sagrada Congregaci¨®n de la Romana y Universal Inquisici¨®n). Un a?o m¨¢s tarde, en 1982, renuncia a la archidi¨®cesis de M¨²nich y Frisinga. Cordon Press; Klaus Haag Joseph Ratzinger, en una conferencia en Madrid el 20 de febrero de 1990.
Apodado ¡®el Panzerkardinal¡¯ por su origen alem¨¢n y su capacidad teol¨®gica, durante sus a?os como guardi¨¢n del dogma de la Iglesia cat¨®lica procesa a la flor y nata de los te¨®logos cr¨ªticos (como Leonardo Boff y Hans K¨¹ng), combate la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, se opone con todas sus fuerzas al sacerdocio femenino, condena la homosexualidad, niega el car¨¢cter pleno de Iglesia a las confesiones protestantes, proh¨ªbe la comuni¨®n a los divorciados que se hubieran vuelto a casar y rechaza el papel activo de los laicos en la gu¨ªa de la comunidad de fieles.
Bernardo P¨¦rez El cardenal Ratzinger, en los tejados de los edificios anejos de la columnata de Bernini en el Vaticano, el 26 de abril de 1993. Dos a?os antes, en 1991, sufri¨® un derrame cerebral que le afect¨® a la vista. gamma El papa Juan Pablo II coge la cruz que le ofrece el cardenal Joseph Ratzinger en la celebraci¨®n del Viernes Santo en la bas¨ªlica de San Pedro del Vaticano, el 9 de abril de 2004. Maurizio Brambatti Ratzinger, ante el ata¨²d de madera que contiene el cad¨¢ver de Juan Pablo II, durante sus funerales en la plaza de San Pedro, el 8 de abril de 2005, que presidi¨® como cardenal decano del c¨®nclave cardenalicio. Elegido por la revista ¡®Time¡¯ como una de las 100 personalidades m¨¢s influyentes del mundo, se le consideraba candidato a un papado de transici¨®n, sobre todo por su edad: 78 a?os. Entr¨® en el c¨®nclave como favorito, pero el rechazo de los sectores reformistas hacia ¨¦l hizo pensar en una sorpresa con la elecci¨®n de otro candidato con un perfil menos conservador. Associated Press La no sorpresa fue la sorpresa: el candidato que part¨ªa como favorito, Joseph Ratzinger, sale como Papa al balc¨®n de San Pedro, el 19 de abril de 2005. Tras dos d¨ªas de c¨®nclave y cuatro rondas de votaciones, Ratzinger se convert¨ªa en el 265? Papa de la Iglesia cat¨®lica, con el nombre de Benedicto XVI. ¡°Queridos hermanos y hermanas, despu¨¦s del gran papa Juan Pablo II, los se?ores cardenales me han elegido a m¨ª, un simple y humilde obrero en la vi?a del Se?or¡±.
Getty Images Benedicto XVI ante la catedral de Colonia (Alemania), en su primer viaje papal fuera de Italia, el 18 de agosto de 2005, donde se reuni¨® con unos 400.000 peregrinos, en su mayor¨ªa j¨®venes. La Jornada Mundial de la Juventud de 2005 hab¨ªa sido convocada por su antecesor, Juan Pablo II. "Nunca se me habr¨ªa ocurrido elegir Alemania como destino de mi primer viaje", hab¨ªa comentado unos d¨ªas antes. Su visita tuvo una carga simb¨®lica: visit¨® la sinagoga de la ciudad, destruida por los nazis, donde conden¨® la ¡°demencial ideolog¨ªa racista". Patrick Hertzog (POOL) Fue un momento. El Papa se coloca un tricornio en la audiencia general en la plaza de San Pedro, el 7 de diciembre de 2005. Ignacio Mar¨ªa Do?oro de los R¨ªos, capell¨¢n de la Academia de Oficiales de la Guardia Civil de Aranjuez (Madrid), le hab¨ªa tendido el sombrero de charol. El Papa se lo puso unos instantes y se lo qued¨®. Unos minutos antes, los militares italianos le ofrecieron un birrete con pluma. Se lo puso al rev¨¦s, pero luego lo hizo de manera correcta. Con el tricornio acert¨® a la primera. Domenico Stinellis "?Por qu¨¦, Se?or, has tolerado esto?", se preguntaba el papa Benedicto XVI en su viaje, el 28 de mayo de 2006, al campo de concentraci¨®n de Auschwitz (Polonia), el mayor de los construidos por los nazis. El pueblo alem¨¢n, dijo, fue enga?ado "por un grupo de criminales que logr¨® el poder mediante promesas mentirosas, que hablaban de un futuro de grandeza, de recuperaci¨®n del honor de la raz¨®n y de su importancia". En la imagen, el Papa atraviesa la entrada al campo, bajo el tristemente famoso lema: "El trabajo os har¨¢ libres". El papa Benedicto XVI visita la estaci¨®n de la calle de Jes¨²s del metro de Valencia, el 7 de julio de 2006, donde cuatro d¨ªas antes, 43 personas murieron y 47 resultaron heridas en un grav¨ªsimo accidente. Carles Francesc No eran Prada. Despu¨¦s de a?os de especulaciones sobre si los zapatos rojos eran de la marca de lujo o no, 'L'Osservatore Romano' desminti¨® que el Papa calzara de Prada. En la imagen, Benedicto XVI lee la prensa a bordo del vuelo que le lleva a Australia, el 12 de julio de 2008. Vicenzo Pinzo Benedicto XVI, el 9 de mayo de 2009, en el monte Nebo, en Jordania, donde seg¨²n la Biblia, Mois¨¦s mostr¨® a su pueblo "la tierra prometida". En su visita a Jordania, defendi¨® la fe y las religiones, la raz¨®n y la educaci¨®n, conden¨® la violencia y los prejuicios y sugiri¨® que la culpa de las tensiones que se viven en Tierra Santa no est¨¢ en las creencias sino en la "manipulaci¨®n ideol¨®gica" de la religi¨®n. Carsten Koall Benedicto XVI pasa junto al muro que separa Israel y Cisjordania, en su visita al campo de refugiados de Aida, cerca de Bel¨¦n, el 13 de mayo de 2009. El Papa conden¨® la pol¨ªtica de Israel contra los palestinos. "En un mundo donde cada vez m¨¢s fronteras se abren al comercio, los viajes, los movimientos de personas y el intercambio cultural, es tr¨¢gico ver como se alzan todav¨ªa muros", dijo. El Pont¨ªfice reivindic¨® para el pueblo palestino el derecho "a una patria soberana en la tierra de sus antepasados, segura, en paz con sus vecinos y con fronteras reconocidas internacionalmente". David Furst Benedicto XVI saluda a los fieles, en marzo de 2010 en el Vaticano. Sin duda, los esc¨¢ndalos por los abusos sexuales de sacerdotes a menores son la mayor mancha sobre su papado. Aunque ¨¦l ha sido el primer Papa en pedir perd¨®n a las v¨ªctimas y en enfrentarse al grave problema que sus antecesores (especialmente Juan Pablo II) hab¨ªan silenciado durante d¨¦cadas. Un c¨¢ncer del que era conocedor antes de ser elegido Papa, ya que durante 20 a?os dirigi¨® la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe, e incluso antes. El resultado de un informe, realizado por un bufete alem¨¢n contratado por la di¨®cesis de M¨²nich-Frisinga, cifraba en 497 las v¨ªctimas de abusos sexuales cometidos por 235 religiosos entre 1945 y 2019 solo en ese obispado. El punto m¨¢s relevante fue que se?alaba el presunto encubrimiento de algunos casos por parte de Benedicto XVI, en su paso por la di¨®cesis. Gregorio Borgia (AP) La reina Isabel II, cabeza de la Iglesia de Inglaterra (de blanco, color no muy habitual en ella), recibe a Benedicto XVI en el palacio de Holyroodhouse, la residencia real oficial en Edimburgo, en la visita papal a Escocia, el 16 de septiembre de 2010, la primera de Estado de un papa al Reino Unido. Dan Kitwood (Pool) La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, besa la mano del Papa en el aeropuerto de Barajas, en presencia del rey Juan Carlos I, el 18 de agosto de 2011, dentro de la Jornada Mundial de la Juventud. crist¨®bal manuel El papa Benedicto XVI es ayudado por su secretario personal, Georg G?nswein, durante la audiencia semanal en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, el 26 de septiembre de 2012. Secretario de Ratzinger desde 2003 (dos a?os antes de ser Papa), fue apodado ¡®Georg Clooney¡¯ por la prensa por su apuesta figura, que hasta inspir¨® una colecci¨®n de moda de la dise?adora Donatella Versace. Aficionado al tenis, trabaj¨® de cartero y profesor de esqu¨ª, hasta ser ordenado sacerdote en 1984. Muchos vaticanistas apostaron que se ver¨ªa afectado por el ¡®Vatileaks¡¯, el robo de papeles personales de Benedicto XVI. Pero no fue as¨ª, el Papa le nombr¨® prefecto de la Casa Pontificia y le orden¨® arzobispo. Franco Origlia Reunido con Paolo Gabriele, su infiel mayordomo, el 22 de diciembre de 2012 en el Vaticano para perdonarle el robo de sus documentos personales. En octubre hab¨ªa sido condenado a tres a?os de prisi¨®n (reducida a un a?o y medio) por apropiarse de una ingente cantidad de documentos privados del Papa, donde se desvelaban las luchas internas del Vaticano. La filtraci¨®n a la prensa y la publicaci¨®n del libro ¡®Su Santidad, los papeles secretos de Benedicto XVI¡¯ desencadenaron el ¡®caso Vatileaks¡¯. ¡°Un pastor rodeado por lobos¡± lleg¨® a decir ¡®L¡¯Osservatore Romano¡¯. Maurix El papa Benedicto XVI es ayudado a bajar las escaleras en la celebraci¨®n de la misa del Mi¨¦rcoles de Ceniza en el Vaticano, el 13 de febrero de 2013, su ¨²ltimo acto lit¨²rgico antes de su renuncia. Sin avisar, en lat¨ªn, dos d¨ªas antes, en una reuni¨®n en la que iba a informar sobre varias canonizaciones, anunciaba su adi¨®s al papado. "Para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio es necesario el vigor tanto del cuerpo como del esp¨ªritu, vigor que en los ¨²ltimos meses ha disminuido en m¨ª de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado¡±. Alessandro Bianchi (Pool) Benedicto XVI, ya como papa em¨¦rito, a la izquierda, charla con su sucesor, Francisco, en Castel Gandolfo, el 23 de marzo de 2013. Durante 45 minutos, a solas, tiene lugar una cita sin precedentes desde 1418, cuando tuvo lugar la renuncia de Gregorio XII. La relaci¨®n entre estos dos hombres llegar¨ªa al cine de la mano del director brasile?o Fernando Meirelles en la pel¨ªcula ¡®Los dos papas¡¯, con Anthony Hopkins y Jonathan Pryce encarnando al papa Benedicto XVI y al cardenal Jorge Mar¨ªa Bergoglio, respectivamente. L'Osservatore Romano Ratzinger lleg¨® a Papa . El c¨®nclave en el que fue elegido tuvo lugar en un momento en el que la Iglesia estaba perdiendo prestigio, seg¨²n el cardenal alem¨¢n, porque Europa se estaba descristianizando y secularizando. Ratzinger defendi¨® que la Iglesia necesitaba en aquel momento un papa conservador y duro con las doctrinas modernistas que ¨¦l consideraba un veneno para la cristiandad.
Al mismo tiempo que Ratzinger se mostr¨® intransigente con el progresismo teol¨®gico, fue, y por ello lo llaman un papa bifronte, consecuente y fiel a su conciencia. Y as¨ª, cuando se vio acosado por las intrigas econ¨®micas de la parte m¨¢s dura de la Curia Romana contra ¨¦l (lleg¨® a llamarles ¡°lobos¡±), fue consecuente y pidi¨® la renuncia al papado , algo que no se daba desde hac¨ªa casi siete siglos.
Y quedar¨¢ para la historia, que desde su exilio voluntario, a pesar de no perder su prerrogativa de Papa, nunca le cre¨® un problema a su sucesor, el progresista Papa argentino, que, teol¨®gicamente es un Papa en las ant¨ªpodas del Papa alem¨¢n.
Las relaciones del papa Francisco con el em¨¦rito papa Benedicto XVI se realizaron sin roces, en un esp¨ªritu ejemplar de fraternidad, sin conflictos, lo que supone un ejemplo para ambos pont¨ªfices. Cada uno respet¨® la conciencia y la ideolog¨ªa del otro y supieron convivir como dos hermanos en paz.
Hay quien asegura, sin embargo, que el papa Francisco hubiera avanzado m¨¢s en su esp¨ªritu progresista de concebir la teolog¨ªa, llevando a cabo una profunda renovaci¨®n y modernizaci¨®n de la Curia Romana y abriendo el poder de la Iglesia a las mujeres que tuvieron en el inicio del cristianismo , as¨ª como eliminando la obligatoriedad del celibato eclesi¨¢stico al que hoy no se le ve sentido alguno.
El papa Francisco se sentir¨¢ a partir de la muerte del papa Ratzinger m¨¢s libre en sus decisiones de apertura de la Iglesia a la nueva modernidad. Quien le conoce de cerca sabe que ya ha ido organizando el nuevo c¨®nclave que deber¨¢ elegir a su sucesor, con mayor¨ªa de cardenales provenientes de lo que ¨¦l llama ¡°la periferia de la Iglesia¡±, es decir, de fuera de Europa, ofreciendo as¨ª la posibilidad de que pueda ser elegido un papa que siga m¨¢s sus huellas de renovaci¨®n que las que caracteriz¨® a su antecesor fallecido.
Ser¨¢ ahora importante ver qu¨¦ camino seguir¨¢ el papa Francisco y de qu¨¦ modo ir¨¢ preparando su sucesi¨®n en un momento tan importante y decisivo para la Iglesia Cat¨®lica.
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