Lula acusa a militares y polic¨ªas de ¡°abrir la puerta¡± a los extremistas en el asalto de Brasilia
Descubierto un borrador de decreto para revertir el resultado electoral en casa del destituido responsable de seguridad p¨²blica del DF y aliado de Bolsonaro, seg¨²n el diario Folha
Cuando este jueves el presidente de Brasil ha acusado a militares y a polic¨ªas militares de ¡°abrir las puertas¡± a los bolsonaristas extremistas que el domingo asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia hablaba en sentido literal, no figurado. ¡°Mucha gente de las Fuerzas Armadas conspir¨® aqu¨ª dentro. Estoy convencido de que la puerta del Palacio del Planalto [sede de la Presidencia] se abri¨® para que entraran porque no hay ninguna puerta rota. Es decir, alguien aqu¨ª les facilit¨® la entrada¡±, ha declarado Luiz In¨¢cio Lula da Silva, de 77 a?os, durante un desayuno con la prens...
Cuando este jueves el presidente de Brasil ha acusado a militares y a polic¨ªas militares de ¡°abrir las puertas¡± a los bolsonaristas extremistas que el domingo asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia hablaba en sentido literal, no figurado. ¡°Mucha gente de las Fuerzas Armadas conspir¨® aqu¨ª dentro. Estoy convencido de que la puerta del Palacio del Planalto [sede de la Presidencia] se abri¨® para que entraran porque no hay ninguna puerta rota. Es decir, alguien aqu¨ª les facilit¨® la entrada¡±, ha declarado Luiz In¨¢cio Lula da Silva, de 77 a?os, durante un desayuno con la prensa local. Era el atentado m¨¢s grave contra la democracia brasile?a en d¨¦cadas.
Hasta ahora el mandatario no se hab¨ªa referido con semejante contundencia a la connivencia de uniformados en la invasi¨®n protagonizada por miles de los seguidores m¨¢s radicales del anterior presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, de 67 a?os. Lula ha explicado que est¨¢ esperando a que ¡°el polvo se asiente¡± para revisar todas las grabaciones de las c¨¢maras de seguridad del palacio donde tiene su despacho, uno de los tres edificios ferozmente atacados por las hordas que no aceptan la victoria de Lula a partir de todo tipo de teor¨ªas de la conspiraci¨®n.
Los indicios de connivencia y de omisi¨®n entre la Polic¨ªa Militar descubiertos en las horas siguientes al asalto le bastaron al Tribunal Supremo para apartar de sus puestos al gobernador del Distrito Federal y al secretario de Seguridad P¨²blica, ambos aliados de Bolsonaro. Adem¨¢s, orden¨® el encarcelamiento del jefe de la Polic¨ªa Militar del DF. En casa de Anderson Torres, que era secretario de Seguridad del DF y fue ministro de Bolsonaro, la polic¨ªa ha localizado, seg¨²n el diario Folha de S.Paulo, que no cita ninguna fuente, un borrador de decreto de tufo golpista, un texto que permitir¨ªa al presidente intervenir el Tribunal Electoral para revertir el resultado de los comicios de octubre, que Bolsonaro perdi¨® por la m¨ªnima. Torres, cuya detenci¨®n orden¨® el Supremo hace d¨ªas, est¨¢ en Florida, como el expresidente.
El virulento ataque ha puesto tambi¨¦n el foco en el hombre elegido por Lula para dirigir el Ministerio de Defensa, Jos¨¦ M¨²cio, de 74 a?os. Fue juez del Tribunal de Cuentas, ministro con Lula y Bolsonaro sopes¨® tambi¨¦n nombrarlo. Es un hombre de consenso, un articulador, que dicen en Brasil. El presidente ha intentado acallar a los que reclaman que lo destituya: ¡°Si tengo que destituir a cada ministro cuando comete un error, vamos a tener aqu¨ª la mayor rotaci¨®n laboral en la historia de Brasil. Todos cometemos errores. Z¨¦ M¨²cio continuar¨¢¡±, ha zanjado.
El reci¨¦n llegado Gabinete intenta retomar la normalidad a marchas forzadas mientras los jueces lidian con los m¨¢s de 1.100 detenidos enviados a prisi¨®n y distintas fuerzas de seguridad investigan el ataque. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, presenta este jueves un paquete de medidas econ¨®micas.
Siguen aflorando indicios de la torpeza o la complicidad de algunos mandos policiales y militares. El domingo, pese a que se sab¨ªa que los bolsonaristas estaban marchando hacia la plaza de los Tres Poderes y que el servicio secreto hab¨ªa alertado a otros organismos del riesgo de asalto a edificios p¨²blicos, hab¨ªa en Planalto seis centinelas y dos guardas a primera hora. Ante el desembarco de los radicales, fueron reforzados con 36 uniformados m¨¢s, seg¨²n el diario Folha de S. Paulo. Muy f¨¢cilmente los radicales superaron las d¨¦biles y poco nutridas barreras policiales.
El presidente Lula, que estren¨® hace 12 d¨ªas su tercer mandato tras la victoria electoral m¨¢s ajustada de la historia, ha dejado claro que desconf¨ªa de muchos de los militares que Bolsonaro dej¨® destacados en todo tipo de tareas en Planalto. Y ha anunciado que quiere hacer un exhaustivo proceso de selecci¨®n para deshacerse de los que sean del n¨²cleo duro del bolsonarismo. ¡°No ser¨¢ una persecuci¨®n¡±, ha remachado antes de decir que los fans de la investigaci¨®n del caso Lava Jato mantendr¨¢n sus puestos. Es la operaci¨®n contra la corrupci¨®n en la que fue enviado a prisi¨®n por unos casos ahora anulados.
Los militares no son novedad en la Administraci¨®n brasile?a, pero con Bolsonaro lograron m¨¢s poder que nunca. El ultraderechista siempre tuvo en su Consejo de Ministros m¨¢s uniformados, retirados o activos, que mujeres y, adem¨¢s, en los niveles inferiores impuls¨® un aumento espectacular, de modo que los militares llegaron a ser m¨¢s de 6.000.
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