Las muertes violentas caen en Venezuela por la di¨¢spora y los operativos policiales de exterminio
El Observatorio Venezolano de Violencia calcula que en 2022 hubo 10. 700 muertes violentas y 2. 300 homicidios, la cifra m¨¢s baja desde 1996
El pasado d¨ªa de Reyes, un grupo de vecinos de San Agust¨ªn, una barriada popular tradicionalmente muy peligrosa del centro oeste de Caracas, organiz¨® una de sus fiestas vecinales en el conocido Afinque de Mar¨ªn. Fue una ins¨®lita cita urbana, relajada e inclusiva, a la que asisti¨® parte de la clase media-alta, normalmente atrincherada en el este de la ciudad, para bailar salsa hasta la madrugada. En las redes sociales surgen iniciativas que ofrecen paseos tur¨ªsticos nocturnos al centro hist¨®rico de Caracas, una actividad totalmente improcedente, por peligrosa, hasta 2017. El centro en los ¨²ltim...
El pasado d¨ªa de Reyes, un grupo de vecinos de San Agust¨ªn, una barriada popular tradicionalmente muy peligrosa del centro oeste de Caracas, organiz¨® una de sus fiestas vecinales en el conocido Afinque de Mar¨ªn. Fue una ins¨®lita cita urbana, relajada e inclusiva, a la que asisti¨® parte de la clase media-alta, normalmente atrincherada en el este de la ciudad, para bailar salsa hasta la madrugada. En las redes sociales surgen iniciativas que ofrecen paseos tur¨ªsticos nocturnos al centro hist¨®rico de Caracas, una actividad totalmente improcedente, por peligrosa, hasta 2017. El centro en los ¨²ltimos meses est¨¢ resplandeciente y con negocios que empiezan a dejar sus puertas abiertas por la noche. La vida nocturna ha regresado con vigor en los circuitos de restaurantes, no solo en Caracas. El miedo ha empezado a desaparecer.
El repliegue del hampa ¨Dcon los apagones, la baja del tr¨¢fico automotor y la relativa quietud en las calles¨D es uno de los matices m¨¢s notorios de esta nueva cotidianidad en Venezuela, uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del mundo desde la llegada del chavismo al poder. El Observatorio Venezolano de Violencia calcula que en 2022 hubo en el pa¨ªs 10.700 muertes violentas y 2.300 homicidios, una cifra que supone una ca¨ªda espectacular de los datos habituales hasta hace cinco a?os y la m¨¢s baja desde 1996. De un promedio de 90 muertes violentas por cada 100.000 habitantes como pico en 2018, la tasa se sit¨²a en 35 por cada 100.000 desde 2020.
En 2018 se registraron en el pa¨ªs 23.000 homicidios, de acuerdo a los datos que ofrece el libro Revoluci¨®n de la Muerte, de los abogados penalistas Luis Izquiel y Ferm¨ªn M¨¢rmol Garc¨ªa. En 2016, la cifra fue de 28.000 personas. La ola criminal que vivieron los venezolanos durante comienzos de siglo ha sido la m¨¢s grave de toda su historia, lo que aliment¨® la di¨¢spora.
De los 9.300 muertes violentas de 2022, el OVV discrimina 1.200 por casos de ¡°resistencia a la autoridad¡± y 5.700 est¨¢n inscritas en un nebuloso rubro denominado ¡°en averiguaci¨®n¡±, una anomal¨ªa estad¨ªstica que sugiere ajusticiamientos policiales o casos no resueltos, y que expresa una cifra ¡°16 veces m¨¢s alta que el umbral establecido como aceptable por convenciones internacionales sobre el tema, como el Protocolo de Bogot¨¢¡±. 1.300 casos son desapariciones sin esclarecer.
Roberto Brice?o Le¨®n, director del OVV, soci¨®logo y profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, y Luis Izquiel, abogado especializado en materia criminal, coinciden en identificar dos causas fundamentales de este descenso. La hist¨®rica di¨¢spora ciudadana de 2017, que se llev¨® consigo a buena parte de la poblaci¨®n joven de origen popular, tradicionalmente v¨ªctima y victimario del delito; y los ya frecuentes operativos policiales de exterminio de maleantes que ha ejecutado la fuerza p¨²blica. Ambas realidades han operado con enorme impacto.
Parte del hampa nacional ha emigrado a Colombia, Per¨² y Chile. El Tren de Aragua es una organizaci¨®n criminal venezolana conocida y temida ya en esos pa¨ªses. ¡°Muchos reos con beneficios procesales emigraron caminando por la frontera desde 2018¡å, afirma el periodista especializado Javier Ignacio Mayorca.
¡°?Se reducen los homicidios a causa de una mejora social en el pa¨ªs?¡±, se pregunta Brice?o Le¨®n, quien acaba publicar su libro Tanatopol¨ªtica en Venezuela. ¡°Por supuesto que no. Tampoco porque haya una estrategia de seguridad. Hay un cambio de circunstancias: la quiebra nacional ha obligado a la delincuencia a emigrar. Hay un cambio en el modelo de negocio del hampa, que ha tomado los campos. Los robos de bancos han desaparecido, nadie tiene dinero. No hay efectivo en los cajeros autom¨¢ticos. Desapareci¨® el secuestro expr¨¦s¡±.
Nicol¨¢s Maduro parece haberse decidido a hacer aquello que su predecesor y maestro Hugo Ch¨¢vez jam¨¢s quiso encarar: reprimir. ¡°Desde hace un tiempo se han ido acentuando las operaciones de exterminio de delincuentes, a algunas les han puesto nombre, a otras no. Se dieron cuenta de que en operaciones nacionales llaman m¨¢s la atenci¨®n y atraen cr¨ªticas, as¨ª que hacen operativos regionales sin anuncios y les ponen nombres a operaciones concretas. Con eso han acabado con muchas bandas criminales en el pa¨ªs¡±, dice Izquiel.
Las Operaciones de Liberaci¨®n del Pueblo, cruzadas policiales mixtas contra los entramados delincuenciales rurales y urbanos, han sido criticadas por numerosas ONG por el continuo ajusticiamiento de personas inocentes y tratos crueles.
¡°Este tipo de operativos no pueden hacerse en una democracia. Entrar a un barrio y matar a 20 personas, aunque cinco de ellas sea inocentes, como ha sucedido en innumerables ocasiones en el Gobierno de Maduro¡±, afirma Izquiel, que afirma que Maduro ¨Dun presidente que no tiene, ni de lejos, la popularidad de Hugo Ch¨¢vez¨D he hecho importantes inversiones en el pie de fuerza policial y militar del pa¨ªs.
Las cosas distan mucho de estar resueltas, a pesar de la mejora. La pobreza se ha agravado enormemente en estos a?os. Parte de la delincuencia ha retornado en los flujos migratorios, en ocasiones expulsados de otras naciones. Delitos como el robo y la extorsi¨®n han conocido un repunte en 2022. Varias megabandas, escuadrones de maleantes organizados y dotados con armas largas, todav¨ªa operan en caminos de la geograf¨ªa nacional, y grupos gangsteriles trabajan en las zonas mineras del sur del Orinoco. Las guerrillas colombianas siguen causando estragos en la frontera.
¡°Hay una acci¨®n selectiva del Gobierno en el enfrentamiento a bandas, la norma no se aplica completa¡±, dice el periodista y experto Javier Ignacio Mayorca, autor del portal especializado Cr¨ªmenes Sin Castigo: ¡°Las polic¨ªas tienen sueldos mermados, no est¨¢n motivadas. Varias megabandas trabajan con toda tranquilidad desde Venezuela y no son molestadas por el Gobierno. La banda del Koki ¨Ddesmantelada en un comentado operativo en Caracas en 2019, responsable de la mayor¨ªa de los secuestros urbanos de entonces¨D estuvo varios a?os siendo tolerada¡±.
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