El secuestro de un sargento por parte del ELN tensa a Petro y al comandante de la guerrilla

La mesa de negociaci¨®n entre el ELN y el Gobierno de Colombia es una especie c¨¢psula que debe aislarse del exterior, aunque no siempre resulte f¨¢cil. En los ¨²ltimos d¨ªas, la guerrilla ha tomado como prisionero a un sargento, una acci¨®n que ha valido la condena del presidente Gustavo Petro, que considera que hechos como este sabotean cualquier posibilidad de paz. El ELN y Petro caminan firme en su deseo de encontrar una salida negociada, pero lo hacen por ...

La mesa de negociaci¨®n entre el ELN y el Gobierno de Colombia es una especie c¨¢psula que debe aislarse del exterior, aunque no siempre resulte f¨¢cil. En los ¨²ltimos d¨ªas, la guerrilla ha tomado como prisionero a un sargento, una acci¨®n que ha valido la condena del presidente Gustavo Petro, que considera que hechos como este sabotean cualquier posibilidad de paz. El ELN y Petro caminan firme en su deseo de encontrar una salida negociada, pero lo hacen por un sendero lleno de trampas.

Una de esas trampas pueden ser los enfrentamientos que se produzcan entre los dos ej¨¦rcitos. Mientras no haya un alto el fuego que negociadores como Iv¨¢n Cepeda y Danilo Rueda buscan con ah¨ªnco ser¨¢ dif¨ªcil que no se produzcan. El ELN libra varias guerras simult¨¢neas en los territorios donde tiene presencia, como en Arauca, en el este del pa¨ªs. All¨ª miembros armados de la guerrilla hicieron prisionero al sargento Libey Danilo Bravo. De inmediato, Petro se mostr¨® implacable con lo sucedido. ¡°Estos hechos de violencia contra la fuerza p¨²blica y los que el d¨ªa a d¨ªa padecen las comunidades no pueden tener cabida en nuestra sociedad¡±, escribi¨® en Twitter.

La respuesta ha llegado por el mismo canal. El primer comandante del ELN dijo que el militar es un prisionero de guerra al que se respetar¨¢n sus derechos de v¨ªctima, como establece el derecho internacional humanitario. ¡°Ser¨¢ liberado con vida y con respeto a su integridad y dignidad¡±, dice, sin poner ninguna fecha. Garc¨ªa justifica el secuestro como la respuesta, seg¨²n ¨¦l, a los asesinatos de militantes del ELN por parte de la fuerza p¨²blica, ¡°en estado de indefensi¨®n. ¡°Son cr¨ªmenes de guerra, violatorios al dih¡±. Prosigue el comandante: ¡°?Cu¨¢l es la diferencia de estas dos formas de actuar las fuerzas contendientes en una guerra? Que el ELN respeta el DIH y la otra parte, no¡±.

Ese estado de ¨¢nimo no corresponde exactamente con el que vive la mesa de negociaci¨®n en M¨¦xico. Las partes han alcanzado ocho acuerdos y en breve firmar¨¢n algunos m¨¢s, como el de dejar de considerar al ELN un grupo armado organizado y reconocerle su car¨¢cter pol¨ªtico, algo que de facto se hizo desde que se sentaron a negociar. Jur¨ªdicamente no es sencillo ese proceso, pero los expertos en leyes que apoyan a la mesa est¨¢n tratando de encontrar la f¨®rmula para materializarlo.

Los negociadores se entienden, pareciera que buscan lo mismo, alcanzar la paz, y cuando algo no gusta a cualquiera de los dos se expone y se discute. Hace unos d¨ªas, los guerrilleros se mostraron molestos porque el Gobierno difundiera el v¨ªdeo de un rezo de todos los miembros en el que se daba a entender que el ELN ped¨ªa perd¨®n por el atentado en la Escuela de Cadetes de Bogot¨¢ en 2019, en la que murieron m¨¢s de 20 j¨®venes soldados y paraliz¨® la anterior negociaci¨®n con el presidente Iv¨¢n Duque. ¡°No, no fue as¨ª, pero ya se ha aclarado todo¡±, indican desde la guerrilla.

El siguiente paso para evitar sucesos como el del sargento secuestro ser¨ªa llegar a un acuerdo de alto el fuego. Aqu¨ª se presentan varias dificultades. El ELN batalla con varios actores a la vez, sin que el Ej¨¦rcito sea su principal contendiente. Se enfrenta de forma directa a las disidencias de las FARC ¡ªque han matado estos d¨ªas a un soldado colombiano y as¨ª han roto su cese al fuego¡ª y al Clan del Golfo, otros grupos armados que ya han hablado tambi¨¦n con el Gobierno para tratar de llegar a alg¨²n tipo de acuerdo. El problema es qui¨¦n baja primero las armas y c¨®mo. Son demasiados frentes a la vez. Petro desea un acuerdo de este tipo para reducir los homicidios en las regiones, un asunto que le obsesiona. Pero cuadrar ese rompecabezas no resultar¨¢ nada sencillo.

El presidente, como alternativa al alto el fuego, hab¨ªa propuesto un cese de hostilidades contra la poblaci¨®n civil. El problema es que eso significar¨ªa que el ELN reconocer¨ªa que se trata de un grupo criminal que se dedica a la extorsi¨®n o al secuestro. ¡°Eso est¨¢ dif¨ªcil¡±, deslizan desde la guerrilla. El proceso de paz, cuanto m¨¢s ahonda en busca de una soluci¨®n, m¨¢s dificultades parece encontrar. Los negociadores en M¨¦xico tienen en su mano encontrar la arquitectura perfecta para hallar una soluci¨®n.

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