La suspensi¨®n del New Start aboca al fin del control de la carrera nuclear
El tratado, firmado en 2010 por Medv¨¦dev y Obama, es el ¨²ltimo pilar del sistema de seguridad construido por EE UU y Rusia en torno a sus arsenales
El mundo lleg¨® a so?ar hace una d¨¦cada con un planeta sin armas nucleares. El 8 de abril de 2010, los entonces presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Dmitri Medv¨¦dev, firmaron el tratado New Start, el acuerdo que volv¨ªa a encauzar la no proliferaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva. El pacto retomaba el esp¨ªritu de los acuerdos no natos Start II y su sucesor, fallidos intentos de control de armas nucleares durante los turbulentos a?os de George Bush y Boris Yeltsin. Fue un sue?o ef¨ªmero: con el ruido de sables de fondo en Ucrania, el l¨ªder ruso, Vlad¨ªmir Putin, ha empujado el tratado New Start un poco m¨¢s hacia la muerte definitiva al anunciar su suspensi¨®n temporal, lo que aboca al desmantelamiento de la arquitectura de seguridad en torno al armamento nuclear tras la Guerra Fr¨ªa.
El New Start es el ¨²ltimo pilar del sistema de seguridad construido por ambas potencias para frenar la carrera nuclear. El otro pilar de esta arquitectura para la paz, el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), de 1987, fue suprimido hace menos de un lustro. El mundo afronta un futuro con m¨¢s armas nucleares, seg¨²n los expertos; China es uno de los pa¨ªses que m¨¢s ha aumentado el n¨²mero de cabezas nucleares en el ¨²ltimo decenio y EE UU calcula que superar¨¢ el millar antes de 2030, mientras que Corea del Norte, entre otros, lleva a cabo inversiones multimillonarias en su programa at¨®mico.
Una ruptura definitiva del New Start, prorrogado por Joe Biden y Vlad¨ªmir Putin en 2021 por cinco a?os, implicar¨ªa que los arsenales de las dos mayores potencias nucleares no tendr¨ªan limitaci¨®n por primera vez desde la d¨¦cada de 1970, cuando arranc¨® la serie de tratados para evitar su proliferaci¨®n. ¡°Repito, [Rusia] no se retira del acuerdo, no. Suspende su participaci¨®n¡±, ha intentado recalcar Putin para no dar por finiquitado el New Start.
En cualquier caso, el tratado hab¨ªa dejado de ser implementado por completo hace tres a?os. Con la excusa de la pandemia, primero, y de la guerra despu¨¦s, Rusia hab¨ªa incumplido uno de los principios clave del acuerdo al impedir que una misi¨®n de inspectores estadounidense revisase sus arsenales desde 2020. Mosc¨², por su parte, exig¨ªa una aclaraci¨®n al Pent¨¢gono sobre el uso de 41 bombarderos B-52H, 56 lanzaderas de misiles bal¨ªsticos Trident II y cuatro silos de misiles intercontinentales ICBM que Washington hab¨ªa reconvertido para otros supuestos fines. El documento contempla hasta 18 revisiones anuales por parte de equipos de expertos de ambas partes.
El New Start redujo a 1.550 el l¨ªmite de cabezas nucleares que pod¨ªan ser desplegadas en un m¨¢ximo de 700 plataformas estrat¨¦gicas activas, incluidos misiles bal¨ªsticos y bombarderos asignados a estas fuerzas disuasorias. No obstante, el tratado no contemplaba ning¨²n tope para todas las armas de destrucci¨®n masiva que pod¨ªan almacenar ambas potencias en sus b¨²nkeres.
El l¨ªmite de este pacto de 2010 es sensiblemente inferior a las 2.200 cabezas nucleares y 1.600 plataformas que permit¨ªa el anterior, el Tratado sobre Reducciones de Armamento Estrat¨¦gico Ofensivo, sellado en Mosc¨² en 2002 entre Vlad¨ªmir Putin y George W. Bush. Llamado Tratado de Mosc¨², era en realidad un parche para salir del paso porque no llegaron a ratificarse los posteriores tratados de desarme Start II y Start III.
As¨ª, Obama y Medv¨¦dev recuperaron en 2010 la senda iniciada con el Start I. Este primer pacto fue firmado el 31 de diciembre de 1991 por los presidentes George H. W. Bush y Mija¨ªl Gorbachov, y constituy¨® el acuerdo de desarme m¨¢s ambicioso desde la II Guerra Mundial, fruto del proceso negociador abierto en plena Guerra Fr¨ªa por las que entonces eran las ¨²nicas superpotencias del mundo. Contemplaba una reducci¨®n de sus arsenales, antes de diciembre de 2001, de 10.000 a 6.000 cabezas nucleares y sus bombarderos estrat¨¦gicos y misiles bal¨ªsticos a 1.600.
El Start II deb¨ªa haber entrado en vigor en 2003, pero el proyecto no fue ratificado por la Duma Estatal rusa ni por el Senado de Estados Unidos. Aquel programa nunca fue aprobado definitivamente porque la Administraci¨®n de George W. Bush abandon¨® en 2002 el Tratado de Misiles Bal¨ªsticos (ABM, en sus siglas inglesas) de 1972. El tratado fue abandonado por Rusia el 14 de junio de 2002, en respuesta a la decisi¨®n estadounidense de hacer lo propio con el ABM, lo que permiti¨® a Washington construir en Polonia y Rep¨²blica Checa ese estrat¨¦gico escudo antimisiles, considerado por Mosc¨² una amenaza directa a su seguridad.
El desacuerdo fue el preludio de la retirada de Rusia, a finales de 2007, del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (FACE, en sus siglas en ingl¨¦s), la piedra angular de la seguridad continental y que hab¨ªa sido suscrito en Par¨ªs por casi una treintena de pa¨ªses europeos, con EE UU y Rusia a la cabeza.
Por su parte, las negociaciones del Start III deb¨ªan haber comenzado una vez entrase en vigor el Start II, tal y como hab¨ªan pactado Bill Clinton y Bor¨ªs Yeltsin. Pese a que estas conversaciones no se produjeron, algunas de sus ideas fueron rescatadas en los tratados posteriores.
La situaci¨®n se torci¨® en 2019, cuando las dos potencias rompieron el hist¨®rico Tratado sobre fuerzas nucleares de rango intermedio (INF), de 1987 y suscrito por Ronald Reagan y Mija¨ªl Gorbachov, que limitaba el uso de misiles de medio alcance convencionales y nucleares. Un a?o despu¨¦s, Trump retir¨® a EE UU del Tratado de Cielos Abiertos, que permite vuelos de vigilancia no armados sobre los pa¨ªses firmantes, tras acusar a Mosc¨² de incumplirlo. Rusia rechaz¨® las acusaciones, pero tambi¨¦n se retir¨®.
Trump ya avanz¨® en 2018 su salida del INF, al denunciar que Rusia hab¨ªa desarrollado un misil (el 9M729) capaz de portar ojivas nucleares hasta un radio prohibido, entre 500 y 5.500 kil¨®metros de distancia. Putin, por su parte, anunci¨® ese a?o un arsenal de nuevas armas nucleares e hipers¨®nicas. Y acusaba a Washington de haber desplegado varias plataformas Aegis, que tambi¨¦n pod¨ªan ejercer como armas nucleares, en las instalaciones de Rumania del escudo antimisiles.
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