Sunak ultima un acuerdo con la UE para Irlanda del Norte ante el desaf¨ªo de los euroesc¨¦pticos conservadores
El primer ministro brit¨¢nico prev¨¦ cerrar un pacto con Bruselas que solucione el encaje de la regi¨®n tras el Brexit. Von der Leyen viaja este lunes a Londres
La presidenta de la Comisi¨®n Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el primer ministro brit¨¢nico, Rishi Sunak, anunciaron el domingo, en un comunicado conjunto, que se reunir¨¢n en Londres este lunes, lo que anticipa el anuncio por parte de ambos de un acuerdo inminente sobre el asunto que m¨¢s ha complicado las relaciones entre el Reino Unido y las instituciones comunitarias durante los ¨²ltimos dos a?os: el Protocolo de Irlanda del Norte. ¡°Hoy, la presidenta de la Comisi¨®n Europea y el primer ministro del Reino Unido han acordado seguir trabajando en persona, para alcanzar un acuerdo compartido y soluciones pr¨¢cticas para una amplia gama de desaf¨ªos complejos en torno al protocolo de Irlanda y a Irlanda del Norte¡±, anunciaba el texto. Sunak est¨¢ dispuesto a hacer frente a una posible rebeli¨®n interna en su partido, que el ex primer ministro, Boris Johnson, ha comenzado a agitar.
Uno de los euroesc¨¦pticos m¨¢s inteligentes y maniobreros del Partido Conservador explicaba el pasado lunes a este peri¨®dico, en una de las salas para eventos del Parlamento brit¨¢nico a orillas del T¨¢mesis, que Rishi Sunak sigue actuando en pol¨ªtica como el joven directivo que fue de una start-up en California. ¡°Es una excelente persona, pero si vas a nadar entre tiburones conviene que ense?es la aleta¡±, advert¨ªa. El primer ministro del Reino Unido ha decidido ense?ar la aleta, y hasta gran parte de su dentadura. A trav¨¦s de una serie de intervenciones en los medios m¨¢s le¨ªdos por los tories ¡ª el Sunday Times, y especialmente el Sunday Telegraph¡ª, Sunak, que a diferencia de anteriores pol¨ªticos en su puesto s¨ª defendi¨® desde primera hora el proceso de salida de la UE, ha advertido a los rebeldes del ala dura de su partido de que ha llegado el momento de poner orden en la cuesti¨®n de Irlanda del Norte con un nuevo pacto con Bruselas que solucione el encaje de la regi¨®n en la era pos-Brexit.
Frente a la oposici¨®n del ala dura de su partido, encabezada por Johnson, y del unionismo norirland¨¦s m¨¢s recalcitrante, Sunak pretende sacar adelante el acuerdo con Bruselas tras dos a?os de tensiones en torno al protocolo de Irlanda, que implica controles aduaneros y sanitarios a los productos que entran en Irlanda del Norte. ¡°Como alguien que cree en el Brexit, que vot¨® a favor del Brexit y que hizo campa?a por el Brexit, quiero demostrar que el Brexit funciona, y que funciona para todos los territorios del Reino Unido¡±, ha dicho en una entrevista al Times.
Todo lo que tiene que ver con este asunto ha emponzo?ado durante d¨¦cadas la pol¨ªtica brit¨¢nica. Est¨¢ por ver si un pol¨ªtico como Sunak, desconocido hace apenas tres a?os por los ciudadanos y en parte colocado en Downing Street por una serie de coincidencias e infortunios, tendr¨¢ la habilidad, el coraje o la suerte de triunfar con el mismo asunto que le cost¨® la cabeza a la ex primera ministra Theresa May. Boris Johnson fue capaz de sacrificar los intereses del unionismo norirland¨¦s, aliado tradicional del Partido Conservador, y dejar a esa regi¨®n dentro del mercado interior y bajo las reglas de la UE ¡ªalgo que, seg¨²n May, ning¨²n primer ministro se atrever¨ªa a hacer¡ª, a cambio de sacar adelante su anhelado Brexit.
Y Johnson de nuevo, ansioso por volver a la primera fila pol¨ªtica, ha decidido encabezar desde la sombra la revuelta contra Sunak. Enrabietado con un primer ministro al que promocion¨®, y que acab¨® m¨¢s tarde siendo clave en su hundimiento, reprocha ahora a su sucesor ¡ªsalvado el breve y desastroso mandato entre medias de Liz Truss¡ª que entregue las armas y se rinda ante la UE. El Gobierno de Johnson inici¨® en su momento los tr¨¢mites de una ley que otorgaba a los ministros la prerrogativa de contravenir de modo unilateral lo establecido en el protocolo de Irlanda del Norte. Bruselas entendi¨® esa maniobra como una declaraci¨®n de guerra.
Aunque el texto no ha llegado nunca a entrar en vigor, era la amenaza permanente de que Downing Street estaba dispuesto a saltarse la legalidad internacional si la UE no ced¨ªa a sus presiones y modificaba partes fundamentales del protocolo. ¡°Era una buena ley. Resuelve todos los problemas¡±, defendi¨® la semana pasada Johnson, que usa el doble juego de mostrar su apoyo al Gobierno sin dejar de sugerir su voluntad de encabezar la rebeli¨®n. ¡°Era una ley excelente que no creaba nuevos problemas en la econom¨ªa de toda la isla de Irlanda. Yo mantendr¨ªa el texto¡±, advert¨ªa el ex primer ministro en Sky News.
Pero Sunak, cuya falta de temperamento pol¨ªtico suple con dosis de racionalidad, ha sacado los colores el fin de semana tanto a Johnson como a Truss, que dise?¨® la ley como ministra de Exteriores y la impuls¨® como primera ministra. ¡°Mis predecesores acertaron al presentar esta ley como la soluci¨®n de ¨²ltimo recurso. Pero como ellos, tambi¨¦n he dicho siempre que una soluci¨®n negociada [con Bruselas] ser¨ªa siempre un mejor resultado. Mi trabajo consiste en aprovechar esta oportunidad, hacer frente a decisiones duras y dar de m¨ª todo lo que tengo¡±, ha asegurado el primer ministro en una tribuna para el Sunday Telegraph. Acompa?ada de una advertencia en su entrevista al Sunday Times: ¡°Todos debemos reconocer que este asunto no gira en torno a m¨ª, ni en torno a terceras personas. Es algo que concierne a las comunidades que forman Irlanda del Norte. Gira en torno a lo que es mejor para ellos. Eso es lo que todos nosotros deber¨ªamos tener como prioridad¡±, afirm¨® Sunak.
?Recta final?
Despu¨¦s de una semana en la que todo parec¨ªa enfriarse de nuevo, Downing Street ha vuelto a poner el pie en el acelerador. Se desconocen los detalles del acuerdo perfilado con Bruselas, pero la mayor¨ªa de los cambios filtrados a los medios brit¨¢nicos parecen satisfacer gran parte de las demandas del Partido Dem¨®crata Unionista (DUP, en sus siglas en ingl¨¦s). Su direcci¨®n mantiene bloqueadas desde hace casi 10 meses las instituciones aut¨®nomas de Irlanda del Norte ¡ªParlamento y Gobierno¡ª, a la espera de que se realicen en el Protocolo los cambios que exige. V¨ªas m¨¢s r¨¢pidas, sin controles aduaneros, para las mercanc¨ªas que viajen de Gran Breta?a a territorio norirland¨¦s; control por parte de Londres del IVA y otros impuestos; normas de calidad brit¨¢nicas, no comunitarias, para los productos elaborados en la regi¨®n; posibilidad de que el Parlamento de Stormont tenga voz y voto en cualquier nueva legislaci¨®n de la UE que afecte a Irlanda del Norte; y reducci¨®n del papel del Tribunal de Justicia Europeo como garante ¨²ltimo del cumplimiento de las reglas del mercado interior, al que pertenece la regi¨®n brit¨¢nica como consecuencia del Protocolo.
¡°No somos est¨²pidos. Queremos que las leyes de la UE sean completamente eliminadas de Irlanda del Norte, y que este territorio sea tratado del mismo modo que Inglaterra, Escocia o Gales¡±, ha advertido Mark Francois, el presidente del Grupo de Investigaciones Europeas, la corriente interna conservadora de euroesc¨¦pticos que hundi¨® en su d¨ªa a May y encumbr¨® a Johnson. El n¨²mero de sus apoyos fluct¨²a constantemente ¡ªde 30 a 100 diputados¡ª, pero mantienen su capacidad de amenaza.
Seg¨²n ha dejado saber Downing Street este fin de semana, el acuerdo final podr¨ªa llegar a la mesa del Gabinete (la reuni¨®n de miembros del Gobierno) este mismo lunes. Sunak se ha comprometido a llevar el asunto al Parlamento, aunque no est¨¢ obligado a someter a votaci¨®n lo pactado con Bruselas. En teor¨ªa, no es un nuevo tratado ni una modificaci¨®n del actual, sino una serie de acuerdos para flexibilizar la aplicaci¨®n del Protocolo. Los diputados conservadores han recibido orden de estar localizables desde primera hora del lunes. Pero el primer ministro es consciente de que, cuanto m¨¢s abra las puertas del debate en la C¨¢mara de los Comunes, m¨¢s denso ser¨¢ el lodazal en que puede verse atrapado. La oposici¨®n laborista, consciente de la aparente debilidad de Sunak, ha ofrecido sus votos para sacar adelante el acuerdo. Pol¨ªticamente, sin embargo, aferrarse a la ayuda de la bancada contraria para salirse con la suya ser¨ªa un error irreversible. Esta puede ser la semana en que el primer ministro m¨¢s accidental de la historia reciente del Reino Unido demuestre si ha aprendido ya a nadar entre tiburones.
El fiasco del "Acuerdo de Windsor" y la visita de Von der Leyen
El acelerón de Downing Street al acuerdo con Bruselas, para solucionar los problemas derivados del Protocolo de Irlanda del Norte, ha tenido también este fin de semana algunos episodios rocambolescos. La recta final iba a coincidir con la visita de la presidenta de la Comisión Europea, el sábado, a Londres. Había planes para que Ursula von der Leyen mantuviera un encuentro con Carlos III en el palacio de Windsor, antes de anunciar conjuntamente con Rishi Sunak el pacto alcanzado para Irlanda del Norte, según había confirmado la BBC. Algunos medios señalaban que el Gobierno jugaba con la idea de bautizarlo como el "Acuerdo de Windsor".
El ala dura del Partido Conservador saltó de inmediato ante las informaciones, y acusó a Sunak de poner en riesgo la neutralidad debida del monarca, con una jugada "que rozaba los límites de lo constitucionalmente correcto", según el exministro e histórico euroescéptico Jacob Rees-Mogg.
"Sería completamente falsa la sugerencia de que el rey acabara implicado en alguna maniobra remotamente política", aseguraba un portavoz de Downing Street a la agencia PA Media horas después del revuelo. La visita de Von der Leyen fue cancelada por "razones operativas", anunció también el Gobierno de Sunak, pero la presidenta de la Comisión Europea viajará finalmente este lunes a Londres.
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