La angustiosa espera de los familiares de las v¨ªctimas del naufragio en Grecia: ¡°Busco a mi primo¡±
Decenas de personas acuden a la Autoridad Portuaria de Kalamata para intentar aclarar si sus allegados han sobrevivido a la tragedia
A las puertas de la Autoridad Portuaria de Kalamata, a orillas del mar J¨®nico, se palpa la angustia de los familiares o amigos de las v¨ªctimas del naufragio de la madrugada del mi¨¦rcoles frente a la costa griega. Decenas de personas vuelven a hacer cola este viernes con la esperanza de que cuando accedan al interior del edificio alguien les aclare qu¨¦ ha sido de sus allegados. Fuera no hay nadie que les atienda. Tras el hundimiento del pesquero Adriana frente a la costa griega, en el que se sospecha que se hacinaban hasta 750 personas, solo se recuperaron 78 cuerpos y fueron rescatados 104 hombres. No hay rastro del resto, incluidos ni?os y mujeres, en lo que la UE ha calificado ya como la peor tragedia migratoria de la ruta del Mediterr¨¢neo. ¡°Yo busco a mi primo¡±, afirma el sirio Ahmad T., en la treintena, mientras aguarda a entrar en las instalaciones.
Los familiares esperan junto a la entrada, en fila o sentados cerca tras pedir la vez para respetar el orden de llegada. Desde primera hora del jueves, poco despu¨¦s de que saltara la noticia de la tragedia, j¨®venes de Egipto que hablan griego se acercan al lugar para ayudar a las familias ¨¢rabes con los tr¨¢mites burocr¨¢ticos relacionados con los desaparecidos o fallecidos. Una parte de los migrantes del barco, que parti¨® de Libia con intenci¨®n de llegar a Italia, son de esa nacionalidad, al igual que los nueve detenidos acusados de tr¨¢fico de personas. Tambi¨¦n hab¨ªa en el barco sirios y paquistan¨ªes. Los voluntarios egipcios se quedan hasta que se marcha el ¨²ltimo familiar, mientras vienen y van int¨¦rpretes titulados para asistir en los tr¨¢mites. Cada cierto tiempo, una oficial de la Guardia Costera sale de las oficinas y hace pasar al interior a personas que esperan en la calle.
Una vez dentro, a quienes saben leer en griego les permiten ver la ansiada lista con los nombres de los 104 hombres rescatados y al resto se la lee una agente de los guardacostas. Una lista en la que no hay ni mujeres ni ni?os, que se sospecha que estaban en la bodega del barco. A los allegados se les advierte de que la ortograf¨ªa de los nombres puede no ser correcta, ya que se han transcrito como los han pronunciado los supervivientes. A todos ellos se les advierte que la lista no es p¨²blica y se pide encarecidamente que no la fotograf¨ªen o intenten copiar; la Guardia Costera repite con insistencia que no es definitiva ¨Dla operaci¨®n de b¨²squeda de posibles supervivientes con barcos y un helic¨®ptero contin¨²a este s¨¢bado en aguas al suroeste del Peloponeso¨D. Aunque la esperanza se desvanece, no se ha a?adido ning¨²n nombre desde el mi¨¦rcoles porque el operativo de rescate no ha localizado supervivientes desde entonces. Para Ahmad T., que ha viajado a Grecia desde el Reino Unido, la espera acaba con una mala noticia: el nombre de su primo no est¨¢ entre los supervivientes.
Los oficiales se?alan a las familias varios nombres que creen que pueden estar mal escritos, lo que dificulta la identificaci¨®n. La confusi¨®n y ansiedad cunde entre los familiares. Ahmed Scepeen, un egipcio corpulento, ha acudido a la Autoridad Portuaria buscando a su hermano y ha recibido despu¨¦s una avalancha de wasaps pidiendo que chequeara decenas de nombres de familiares de amigos o conocidos. ?l tampoco ha encontrado en la lista a su hermano. Se ha trasladado a Kalamata desde Atenas y ofrece su viejo coche a quien necesite ir al m¨¦dico, al juzgado o a buscar comida.
Tras chequear los nombres, empieza para muchos el tr¨¢mite para inscribir oficialmente a su familiar como desaparecido. Se les pide el nombre completo, la fecha de nacimiento, los nombres de los padres, un tel¨¦fono de contacto y una foto reciente. Adem¨¢s, se solicitan caracter¨ªsticas f¨ªsicas que puedan ayudar a identificar a la persona, como piercings, tatuajes, cicatrices o pr¨®tesis. Tambi¨¦n se incluye en la ficha si llevan gafas, el color de los ojos y el del pelo, los nombres de la mujer y los hijos, la complexi¨®n y aproximadamente cu¨¢ntos kilos pesan. Si llevan joyas o relojes. Tambi¨¦n se les pide informaci¨®n sobre si viajaban solos o acompa?ados de amigos o familiares. A algunos se les ha preguntado si sus parientes llevaban alguna mascota y c¨®mo iban vestidos al embarcar. A otros no les consultan tantos detalles. Estos tr¨¢mites acaban sin que los familiares reciban ning¨²n documento o n¨²mero de la ficha de las v¨ªctimas que buscan. ¡°Va por nombre¡±, le han dicho a Said, que es sirio, cuando lo ha pedido.
Tarek es de los que sale con una sonrisa del edificio. Ha llegado de Italia junto a un grupo de egipcios como ¨¦l. Al ver la lista, ha reconocido inmediatamente el nombre de su hermano. Los familiares que tuvieron esta suerte el jueves pudieron ir a saludar a los suyos al puerto, pero desde el viernes por la ma?ana los supervivientes est¨¢n en Malakasa, campo de refugiados situado a 50 kil¨®metros de Atenas. Tarek, con la alegr¨ªa escrita en la cara, dice que conducir hasta all¨ª ser¨¢ el menor de los problemas ahora que sabe que su hermano est¨¢ vivo.
Junto a las guardacostas uniformadas que rellenan los datos hay varios hombres de civil que supervisan la operaci¨®n. Uno de ellos, un hombre flaco de barba canosa y trato amable, es un capit¨¢n de la polic¨ªa asignado a la unidad de respuesta ante cat¨¢strofes, formada por funcionarios de diferentes administraciones griegas. El viernes, explicaba que Grecia est¨¢ ¡°siguiendo los protocolos internacionales¡± para poder ampliar la b¨²squeda tambi¨¦n a los pa¨ªses de origen de las personas a las que se busca. As¨ª, los parientes que acuden a Kalamata pueden aportar su ADN para cotejarlo con posibles v¨ªctimas, pero tambi¨¦n se habilitar¨¢n canales para que quienes no pueden viajar a Grecia lo hagan en las embajadas m¨¢s cercanas a sus domicilios.
Pruebas de ADN
Los 78 cuerpos recuperados est¨¢n por identificar y a la espera de pruebas de ADN. En la Autoridad Portuaria toman muestras a hermanos o padres que buscan a los suyos, ya que en el caso de otros grados de parentesco el resultado puede no ser concluyente. Mientras tanto, los cad¨¢veres est¨¢n en Sjist¨®, periferia de Atenas, en una zona industrial, muy cerca de otro campo de refugiados. La ley establece que los cad¨¢veres a los que se practica autopsia deben estar en la morgue 40 d¨ªas antes de recibir sepultura. Pero hay una excepci¨®n para enterrarlos antes si la morgue no dispone de suficiente espacio, algo que el Ejecutivo heleno podr¨ªa alegar en este caso debido a la cantidad de cuerpos.
Para los que siguen esperando informaci¨®n de las v¨ªctimas, la Cruz Roja ha habilitado dos tel¨¦fonos a los que se puede llamar tanto desde Grecia como desde el extranjero. Sin embargo, hay quejas de que es dif¨ªcil contactar con esos n¨²meros.
A pesar de la lentitud del proceso, Isa Krischke, que trabaja desde hace a?os en Grecia en una organizaci¨®n local que asiste a las familias de migrantes desaparecidos, explica que en el naufragio del Adriana la atenci¨®n a los familiares est¨¢ funcionando mejor que en ocasiones anteriores. ¡°La presi¨®n medi¨¢tica est¨¢ obligando a las autoridades a cumplir con lo que la ley establece¡±, sostiene. Krischke, que habitualmente tramita casos similares en las islas griegas, viaj¨® inmediatamente a Kalamata cuando tuvo conocimiento del desastre. All¨ª ha recibido desde entonces decenas de llamadas de personas angustiadas que no consegu¨ªan saber si sus familiares est¨¢n vivos.
La trabajadora humanitaria se queja de que ¡°aunque la ley fija que las pruebas de ADN se pueden enviar desde el pa¨ªs de origen¡±, rara vez llegan los resultados. Y a?ade: ¡°Muchas veces los cuerpos se entierran sin que se haya tomado una muestra de ADN tampoco en Grecia. Suele depender de una decisi¨®n arbitraria del forense y en los casos no medi¨¢ticos no se realiza¡±.
En el caso del pesquero Adriana, ni siquiera ser¨¢ posible saber exactamente cu¨¢ntas personas hay desaparecidas porque se ha hundido a 4.000 metros de profundidad, en una fosa profunda del Mediterr¨¢neo. Centenares de personas en Egipto, Siria, Pakist¨¢n y en Europa esperan a que Grecia publique la lista para comprobar si ese nombre que buscan est¨¢ entre los rescatados.
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