Explosi¨®n en la frontera entre Canada y EE UU: el arma mortal result¨® ser un coche de lujo

El ciclo de noticias segu¨ªa el guion previsto de una de las semanas m¨¢s tranquilas del a?o en Estados Unidos, en la que casi todo se aplaza por la celebraci¨®n de Acci¨®n de Gracias. La cobertura en directo de la guerra en Gaza y la molicie previa a Thanksgiving (c¨®mo preparar el pavo, c¨®mo evitar las discusiones familiares durante la cena¡­) copaban minutos televisivos y p¨¢ginas de peri¨®dicos cuando el mi¨¦rcoles ...

El ciclo de noticias segu¨ªa el guion previsto de una de las semanas m¨¢s tranquilas del a?o en Estados Unidos, en la que casi todo se aplaza por la celebraci¨®n de Acci¨®n de Gracias. La cobertura en directo de la guerra en Gaza y la molicie previa a Thanksgiving (c¨®mo preparar el pavo, c¨®mo evitar las discusiones familiares durante la cena¡­) copaban minutos televisivos y p¨¢ginas de peri¨®dicos cuando el mi¨¦rcoles salt¨® la alerta: un coche hab¨ªa estallado en la frontera entre Canad¨¢ y Estados Unidos, a la altura del paso por Niagara Falls, en el punto de control del Puente del Arco¨ªris (Rainbow Bridge).

Alg¨²n medio ech¨® a volar la imaginaci¨®n y atribuy¨® a fuentes dudosas que el suceso se investigaba como un ataque terrorista y que el veh¨ªculo cargaba explosivos. Hubo cautas comparecencias del ministro del Interior de Canad¨¢, y de la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul. Y al rato, las autoridades lo desmintieron: los pasajeros no eran terroristas, sino una pareja de acaudalados residentes de la zona, Kurt P. y Monica Villani, ambos de 53 a?os, propietarios de varias ferreter¨ªas y negocios de madera en la vecina ciudad de B¨²falo, al noroeste del Estado de Nueva York. ?El arma mortal? No fue una bomba, sino un coche de lujo: un Bentley Flying Spur de 2022.

La pareja (¨¦l conduc¨ªa, ella iba de copiloto) enfil¨® Niagara Street, y, a los 30 segundos y tras avanzar 1,2 kil¨®metros, el coche se hab¨ªa estampado contra un puesto de control, uno de cuyos guardias result¨® herido. En el v¨ªdeo de vigilancia, difundido a las pocas horas, da la impresi¨®n de que el Bentley sortea in extremis a un veh¨ªculo negro antes del fatal desenlace.

Seg¨²n la informaci¨®n disponible en la p¨¢gina web del fabricante, el Flying Spur es un veh¨ªculo ciertamente poderoso, capaz de alcanzar las 60 millas por hora (algo menos de 100 kil¨®metros por hora) en cuatro segundos y con una velocidad m¨¢xima para el modelo m¨¢s b¨¢sico de casi 320 kil¨®metros por hora. ¡°Espere niveles de rendimiento casi inauditos en el mundo de los sed¨¢n de lujo¡±, promete la p¨¢gina de Bentley, que destaca que est¨¢ equipado con un motor V8 de 4,0 litros con 542 caballos. La web no ofrece precios, sino un formulario para preguntar por ellos. Modelos parecidos al implicado en el accidente est¨¢n valorados en internet a partir de los 218.000 d¨®lares (unos 200.000 euros).

Las autoridades investigan ahora si se produjo un fallo en el coche que pudo provocar una aceleraci¨®n sin control. No constan denuncias por mal funcionamiento en t¨¦rminos de velocidad relativas al modelo que conduc¨ªan los Villani, seg¨²n el Departamento de Transporte estadounidense. Un portavoz de Bentley declin¨® hacer comentarios sobre el caso ante la petici¨®n del diario The New York Times.

Robert Restaino, alcalde de Niagara Falls, la localidad m¨¢s cercana desde el lado estadounidense a las famosas cataratas, declar¨® el viernes que conoc¨ªa a los Villani de mucho tiempo atr¨¢s; son miembros, como el edil, de la comunidad italiana, y eran conocidos por sus inclinaciones filantr¨®picas. Seg¨²n las primeras conclusiones, la pareja se dirig¨ªa a un concierto de la legendaria banda de rock Kiss, un plan que ech¨® por tierra la suspensi¨®n del espect¨¢culo tres horas y media antes de que comenzara, por la enfermedad de uno de los miembros del veterano grupo.

Unos 6.000 veh¨ªculos cruzan el puente de acero del Arco¨ªris cada d¨ªa, seg¨²n la Administraci¨®n Federal de Carreteras de Estados Unidos. Es un paso pintoresco: ofrece vistas panor¨¢micas de las cataratas del Ni¨¢gara.

El incidente provoc¨® el cierre de ese y del resto de los pasos fronterizos internacionales localizados al oeste del Estado de Nueva York. Todo sucedi¨® adem¨¢s en uno de los d¨ªas de mayor n¨²mero de desplazamientos tur¨ªsticos en Estados Unidos, un pa¨ªs en el que la celebraci¨®n de Acci¨®n de Gracias supera con mucho en capacidad de convocatoria familiar al resto de los festejos del calendario.

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