Heather Conley: ¡°Europa debe prepararse para la vuelta de Trump a la Casa Blanca como para una tormenta¡±
La presidenta del ¡®think tank¡¯ estadounidense GMF reclama una nueva generaci¨®n de l¨ªderes en Israel y Palestina y critica por ¡°miope¡± las dudas occidentales sobre la ayuda a Ucrania
Ante los desaf¨ªos crecientes a los que se enfrenta el mundo, Heather Conley reclama una pizca de optimismo. ¡°Si no, no saldr¨ªamos de la cama¡±, bromea la presidenta del think tank estadounidense German Marshall Fund (GMF). De visita en Madrid, esta antigua alto cargo del Gobierno de su pa¨ªs, EE UU, que abandon¨® los despachos oficiales por los institutos de an¨¢lisis enhebra todo su discurso en torno a la importancia de mejorar las relaciones trasatl¨¢nticas, un v¨ªnculo sobre el que pesa la amenaza de la vuelta de Donald Trump tras las elecciones de noviembre. Conley alerta tambi¨¦n sobre las muy negativas consecuencias para Occidente que tendr¨ªa una victoria de Vlad¨ªmir Putin en Ucrania.
Los caucus en Iowa y las primarias en New Hampshire acercan la probabilidad ¡ªhasta hacerla pr¨¢cticamente inevitable¡ª de una candidatura republicana encabezada por Trump. La idea de verlo de nuevo en la Casa Blanca ya no parece en absoluto descabellada. Conley insiste en que, a diferencia de 2016, nadie podr¨¢ decir ahora que su victoria sea una sorpresa. As¨ª que reclama a Europa prepararse para este escenario. ¡°S¨¦ que va a ser muy dif¨ªcil porque hay muchos miedos. Pero tenemos que trabajar m¨¢s duro para fortalecer la relaci¨®n. Es como prepararse para una tormenta. Hay que hacer todo lo posible¡±.
Un paso fundamental para ello ser¨ªa, asegura esta analista, que Europa aumente el gasto en defensa e impulse su autosuficiencia en seguridad. Pero, ?c¨®mo lograr en poco m¨¢s de nueve meses lo que no se ha hecho en d¨¦cadas? ¡°Cuando eres estudiante, no puedes preparar un examen en las ¨²ltimas horas. Hay que hacerlo con constancia durante el curso¡±, responde. E insiste en que Europa no debe fortalecer su seguridad para complacer a EE UU, sino porque lo necesita. ¡°Lo vemos ahora con los conflictos en Ucrania y Oriente Pr¨®ximo. En un mundo muy inestable, son esfuerzos por el bien com¨²n¡±.
Hay otra idea en la que insiste esta experta en Rusia y Europa central. Aboga por trascender un modelo en el que las buenas o malas relaciones entre EE UU y Europa dependen casi en su totalidad de qui¨¦n ocupa la Casa Blanca. ¡°El v¨ªnculo trasatl¨¢ntico depende de los ciudadanos; y deber¨ªamos asegurarnos de que nuestros amigos europeos no establezcan esta relaci¨®n solo en torno a Washington, sino a todos los ciudadanos de EE UU¡±.
?Supone Trump un riesgo para la democracia? Conley prefiere usar un lenguaje m¨¢s moderado: ¡°El intento del expresidente de no reconocer la victoria de su rival fue profundamente desestabilizador¡±.
El shock de la guerra de Ucrania reson¨® de una forma muy distinta en Europa, donde esta crisis tiene un gran potencial desestabilizador, que en EE UU. Algo parecido ha ocurrido con el conflicto en Oriente Pr¨®ximo. Pero Conley no comparte la idea de que estas crisis hayan mostrado una creciente tensi¨®n a ambos lados del Atl¨¢ntico. ¡°Al inicio de la guerra de Ucrania est¨¢bamos muy alineados. Y ahora, por desgracia, se intuye una alineaci¨®n en la fatiga en el apoyo a Kiev. Las advertencias sobre la crisis humanitaria en Gaza se escuchan cada vez m¨¢s en Washington y en las capitales europeas, al tiempo que se reconoce el derecho de Israel a defenderse. Por desgracia, ni EE UU ni Europa han podido cambiar el curso de la guerra¡±, responde. En cambio, s¨ª que reconoce falta de alineaci¨®n en asuntos como el comercio ¡ª¡±No haber eliminado los aranceles que impuso Trump es una oportunidad perdida¡±¡ª y puntos de vista distintos sobre China.
2024 no es un a?o cualquiera. Desde enero hasta diciembre, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial est¨¢ llamada a las urnas. En este gran a?o electoral, Conley considera que el mayor peligro en las democracias avanzadas viene de dentro del sistema: ¡°El mayor desaf¨ªo en Europa y EE UU es que los ciudadanos no pierdan la fe en su propia democracia¡±. No es el caso de Rusia, que celebrar¨¢ unas elecciones en marzo con las que aspira a legitimarse como una democracia. ¡°Algo que en realidad no es¡±, apunta.
Asiente cuando oye hablar del profundo impacto que las im¨¢genes de las muertes en Gaza tienen en las sociedades occidentales, despertando acusaciones de doble rasero contra EE UU y la UE. Pero prefiere no hablar de descr¨¦dito. S¨ª que considera ¡°absolutamente imperativo¡± proteger las vidas de los civiles y volver a las normas del derecho internacional. ¡°La soluci¨®n solo vendr¨¢ con una nueva generaci¨®n de l¨ªderes, tanto en Israel como en Palestina. L¨ªderes que tengan coraje para mostrar una nueva visi¨®n¡±, a?ade.
Se acercan los dos a?os de la invasi¨®n a gran escala de Ucrania y la ayuda occidental a Kiev flaquea, en EE UU por las reticencias de los republicanos y en Europa por los palos en las ruedas que ponen l¨ªderes como el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n. Ese es uno de los temas que m¨¢s preocupa a Conley, que tilda estas visiones de ¡°miopes¡±. ¡°Parece que se han perdido de vista las implicaciones que tendr¨ªa una victoria de Rusia, la inestabilidad que traer¨ªa y el impulso que supondr¨ªa para pa¨ªses como Ir¨¢n, Corea del Norte y China. Es muy frustrante. En las pr¨®ximas semanas tendremos que insistir en la importancia de esta ayuda¡±.
La jefa del GMF critica la estrategia de entregar armas de forma gradual, una pol¨ªtica que se explic¨® por el miedo occidental a una escalada por parte de Rusia. ¡°Pero si se hubieran entregado m¨¢s r¨¢pido, Ucrania habr¨ªa logrado una gran ventaja sobre Rusia. Perdimos ese momento y ahora vamos a pagar un precio muy alto por ello¡±, asegura tajante. Adem¨¢s, niega que se est¨¦ acercando el momento en el Ucrania se vea obligada a aceptar un acuerdo de paz que incluya dolorosas concesiones. ¡°No creo que el presidente Zelenski quiera ser el l¨ªder que firme ese acuerdo con concesiones de las que usted habla. Estamos muy lejos de ello¡±.
El objetivo de Occidente, asegura, es fortalecer la posici¨®n de Ucrania para cuando se siente en una mesa a dialogar. ¡°La realidad es que ahora no hay ahora ninguna posibilidad de negociaci¨®n. Ucrania est¨¢ luchando por su supervivencia, algo que no se puede negociar. La ocupaci¨®n rusa tan solo significa muerte¡±, concluye.
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