Rusia pone en busca y captura a la primera ministra de Estonia
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso asegura que esta medida ¡°es solo el comienzo¡±. Mosc¨² persigue a Kaja Kallas por el derribo de los monumentos sovi¨¦ticos en la rep¨²blica b¨¢ltica
El Gobierno ruso ha publicado una orden de detenci¨®n contra la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, su secretario de Estado, Taimar Peterkop, y decenas de pol¨ªticos europeos m¨¢s por desmontar los monumentos que instal¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica en sus territorios. Estonia y otros pa¨ªses b¨¢lticos que fueron controlados por Mosc¨² durante d¨¦cadas decidieron borrar aquel pasado tras la invasi¨®n rusa de Ucrania, pero el Kremlin les...
El Gobierno ruso ha publicado una orden de detenci¨®n contra la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, su secretario de Estado, Taimar Peterkop, y decenas de pol¨ªticos europeos m¨¢s por desmontar los monumentos que instal¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica en sus territorios. Estonia y otros pa¨ªses b¨¢lticos que fueron controlados por Mosc¨² durante d¨¦cadas decidieron borrar aquel pasado tras la invasi¨®n rusa de Ucrania, pero el Kremlin les acusa de supuestamente rehabilitar el nazismo. ¡°Se debe responder por los cr¨ªmenes contra la memoria de quienes liberaron el mundo del nazismo y el fascismo. Y esto es solo el comienzo¡±, ha advertido la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Mar¨ªa Zaj¨¢rova.
El Ministerio del Interior ruso ha introducido decenas de nombres en su lista de buscados. A la l¨ªder estonia se suman por la misma acusaci¨®n el ministro de Cultura de Lituania, Simonas Kairis, 67 diputados del Parlamento let¨®n y seis del lituano, 15 concejales de Riga, el viceministro de Activos del Estado polaco, Karol Rabenda, y un pu?ado de alcaldes de estos pa¨ªses y de Ucrania que han apoyado la demolici¨®n de las estatuas sovi¨¦ticas.
La orden de detenci¨®n est¨¢ cargada de simbolismo y propaganda destinada al p¨²blico ruso. Sin una solicitud de extradici¨®n, esta medida solo se aplica en territorio ruso y es improbable que los pol¨ªticos europeos pisen el pa¨ªs con Vlad¨ªmir Putin en el poder, quien s¨ª tiene una orden de detenci¨®n del Tribunal Penal Internacional en su contra por la deportaci¨®n forzosa de ni?os ucranios.
¡°El movimiento ruso no es nada sorprendente¡±, ha respondido Kallas a trav¨¦s de su perfil en X (antigua Twitter). ¡°Esto es una prueba m¨¢s de que estoy haciendo lo correcto: el apoyo firme de la Uni¨®n Europea a Ucrania es un ¨¦xito y perjudica a Rusia¡±, ha a?adido.
La primera ministra estonia ha acusado al Gobierno ruso de ¡°ocultar su represi¨®n tras los organismos encargados de hacer cumplir la ley¡±. Una pr¨¢ctica que no es nueva, destaca. ¡°Cuando mi madre y mi abuela fueron deportadas a Siberia, el KGB public¨® su orden de arresto¡±, ha rememorado Kallas.
Estonia, como otros pa¨ªses fronterizos con Rusia, ha mostrado un apoyo firme a Kiev desde el inicio de la invasi¨®n y se ha sumado a la descomunizaci¨®n para pasar p¨¢gina a d¨¦cadas de ocupaci¨®n tras la Segunda Guerra Mundial. La respuesta del Kremlin ha sido amenazar a sus ciudadanos. En septiembre, el Comit¨¦ de Investigaci¨®n ruso acus¨® in absentia a m¨¢s de 170 ciudadanos extranjeros, la mayor¨ªa de Letonia, Lituania, Estonia, Polonia y Ucrania, de ¡°profanaci¨®n y destrucci¨®n de monumentos a los soldados sovi¨¦ticos¡±.
¡°Ultraje a la memoria hist¨®rica¡±
¡°Estas personas son responsables de unas decisiones que en realidad son un ultraje a la memoria hist¨®rica¡±, ha asegurado este martes el portavoz de Putin, Dmitri Peskov. Sin embargo, es difusa la fina l¨ªnea que separa la propaganda rusa de la memoria de quienes murieron en la lucha contra el fascismo. Adem¨¢s de derribar monumentos sovi¨¦ticos, muchos pa¨ªses del Este han prohibido la exhibici¨®n de la cinta de San Jorge, un s¨ªmbolo militar del viejo imperio ruso que el Kremlin ha reconvertido en un emblema del D¨ªa de la Victoria sobre la Alemania nazi. En sus esfuerzos por glorificar el pasado imperial ruso, tanto zarista como sovi¨¦tico, Putin decret¨® al inicio de la guerra contra Ucrania que cualquier ¡°profanaci¨®n¡± de la cinta ser¨ªa un delito tipificado incluso con penas de c¨¢rcel. Adem¨¢s, su exhibici¨®n deb¨ªa servir ¡°a la educaci¨®n patri¨®tica y moral-espiritual de los ciudadanos rusos¡±.
Pese a su peque?o tama?o, Estonia es uno de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea m¨¢s comprometidos con los refugiados ucranios, muchos de ellos llegados a trav¨¦s de la frontera rusa tras un largo periplo de varios d¨ªas. Tallin tampoco abandona a Kiev en el esfuerzo b¨¦lico: Kallas anunci¨® recientemente que Estonia dedicar¨¢ un 0,25% de su producto interior bruto a las necesidades militares de Ucrania durante los pr¨®ximos cuatro a?os.
Sin embargo, la posici¨®n pol¨ªtica de Kallas sobre Rusia ha entrado en contradicci¨®n con los negocios de su familia. Pese a abogar p¨²blicamente por romper los lazos comerciales con el pa¨ªs vecino, los medios estonios revelaron el a?o pasado que dos empresas de transporte de su marido, Stark Logistics y Stark Warehousing, segu¨ªan siendo proveedoras de clientes en territorio ruso tras el estallido de la guerra.
Seg¨²n una investigaci¨®n del diario independiente ruso Mediazona, hay m¨¢s de 700 personas en la lista de extranjeros buscados por el Ministerio de Exteriores ruso. De estas, 396 son acusadas de actuar como mercenarios en Ucrania. La mayor¨ªa proceden de tres pa¨ªses: Georgia (otra antigua rep¨²blica sovi¨¦tica enfrentada a Mosc¨²), Bielorrusia (naci¨®n hermana controlada con pu?o de hierro por un dirigente apoyado por el Kremlin, Aleksandr Lukashenko) y el Reino Unido.
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