Las 6.000 cabezas nucleares que esgrime Rusia frente al apoyo de Occidente a Ucrania
La doctrina oficial rusa prev¨¦ el uso de armas at¨®micas en caso de que peligre ¡°la existencia misma del Estado¡±
El presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, volvi¨® a mostrar esta semana la carta nuclear para disuadir a Occidente de dar un paso m¨¢s en su apoyo a Ucrania. ¡°Todo esto amenaza con [desatar] un conflicto con armas nucleares y, por tanto, la destrucci¨®n de la civilizaci¨®n¡±, declar¨® el mandatario ante el Parlamento ruso a ra¨ªz de las declaraciones del l¨ªder franc¨¦s, Emmanuel Macron, que dijo el lunes que no ...
El presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, volvi¨® a mostrar esta semana la carta nuclear para disuadir a Occidente de dar un paso m¨¢s en su apoyo a Ucrania. ¡°Todo esto amenaza con [desatar] un conflicto con armas nucleares y, por tanto, la destrucci¨®n de la civilizaci¨®n¡±, declar¨® el mandatario ante el Parlamento ruso a ra¨ªz de las declaraciones del l¨ªder franc¨¦s, Emmanuel Macron, que dijo el lunes que no ¡°pod¨ªa excluirse¡± el despliegue de militares de la OTAN. Esta afirmaci¨®n fue matizada al d¨ªa siguiente en el sentido de que el presidente no se refer¨ªa a que esas tropas entraran en combate, sino que se limitar¨ªan a formar en la retaguardia a las tropas de Kiev. El Kremlin dispone de un arsenal muy amplio que suma, en total, unas 6.000 cabezas nucleares, una cifra similar a las que tiene Estados Unidos. La diferencia, sin embargo, la marcan sus 2.000 cabezas t¨¢cticas, ¡°peque?as¡± bombas nucleares que no figuran en los tratados de desarme y que centran un importante debate entre los expertos occidentales: ?Provocar¨ªa el Kremlin una explosi¨®n que causara un hongo at¨®mico como advertencia en el caso de verse acorralado en el este de Europa?
EE UU y Rusia copan el 90% de las bombas nucleares del planeta. Putin suspendi¨® hace justo un a?o el tratado con Washington para la no proliferaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva, el acuerdo New Start. Congelado en la pr¨¢ctica desde la pandemia, pues Mosc¨² no permit¨ªa desde 2020 que los norteamericanos supervisasen sus arsenales, este pacto limita el poder destructivo de ambas potencias: hasta 700 medios de ataque en activo entre misiles bal¨ªsticos intercontinentales (ICBM), submarinos y bombarderos, y 1.550 cabezas nucleares, adem¨¢s de otros 800 medios sin desplegar ¡°inactivos¡±. En la pr¨¢ctica, se sospecha que ambas partes cuentan con unas 200 cabezas nucleares m¨¢s cada uno.
Estas son las armas que podr¨ªan destruir el mundo en pocos minutos. A ellas se suman miles de cabezas nucleares de la Guerra Fr¨ªa que permanecen encerradas en almacenes y cuyo despliegue tomar¨ªa tiempo. Las cifras reales son clasificadas, aunque el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI) calcula que Rusia y EE UU ten¨ªan 5.889 y 5.244 cabezas nucleares en 2023, respectivamente.
Aqu¨ª entran en juego las llamadas ¡°bombas t¨¢cticas¡±, dise?adas para destruir objetivos concretos ¡ªuna flota o una base¡ª y no ciudades enteras, pero tambi¨¦n temibles. Seg¨²n el Pent¨¢gono, Rusia dispone de unas 2.000 cabezas nucleares de este tipo.
La doctrina militar oficial rusa aceptar¨ªa el uso de las armas m¨¢s potentes del mundo ¡°cuando la existencia misma del Estado est¨¦ en peligro¡±, seg¨²n recoge la ¨²ltima revisi¨®n del documento que firm¨® Putin en 2020. Sin embargo, el Kremlin comenz¨® a considerar el uso de estas armas en conflictos conven cabs hace dos d¨¦cadas, cuando observ¨® la superioridad tecnol¨®gica de la OTAN en guerras como la de Yugoslavia y las dos de Irak.
Los expertos occidentales no se ponen de acuerdo sobre la posibilidad de que Mosc¨² recurra a la t¨¢ctica ¡°escalar para desescalar¡±. Es decir, emplear una bomba t¨¢ctica primero para forzar al oponente a negociar. Mark Schneider, ex alto cargo del Departamento de Defensa estadounidense, recuerda que la doctrina rusa contempla esta opci¨®n ¡°en respuesta a una agresi¨®n a larga escala con armas convencionales¡±. Kristin Ven Bruusgaard, analista de Chatham House, asegura por su parte que la doctrina rusa ¡°no es tan sencilla¡± y Mosc¨² dudar¨ªa m¨¢s ante la posible respuesta de la OTAN tras esta acci¨®n.
El problema de la Alianza Atl¨¢ntica es que no sabe a qu¨¦ atenerse con Putin. ¡°La contradicci¨®n entre la l¨ªnea oficial ¡ªdel Kremlin¡ª y la realidad arroja dudas sobre todas las doctrinas nucleares rusas pasadas y futuras¡±, advierte en el Bolet¨ªn de los Cient¨ªficos At¨®micos ¡ªcreado por los investigadores del Proyecto Manhattan¡ª Nikol¨¢i S¨®kov, investigador del Centro de Desarme y No Proliferaci¨®n de Viena.
¡°En su guerra contra Ucrania, Rusia ha ¡°utilizado¡± sus armas nucleares como una forma de disuasi¨®n ofensiva, para cubrir su agresi¨®n, y no con fines de disuasi¨®n defensiva ¡ªpara evitar ser atacada¡ª. Todo esto contradice lo que est¨¢ escrito en todos los documentos oficiales, desde los conceptos de seguridad nacional hasta las doctrinas militares¡±, agrega S¨®kov, que fue uno de los negociadores rusos de los primeros tratados de desarme con EE UU y tambi¨¦n ve posible que Mosc¨² recurra a ¡°la escalada para la desescalada¡±.
El paso m¨¢s serio dado hasta ahora por el Kremlin desde el inicio de su ofensiva sobre Ucrania ha sido el despliegue de un peque?o arsenal de armas nucleares en Bielorrusia en 2023. ¡°Dado el corto alcance de las armas, la se?al nuclear parece claramente dirigida a Polonia, miembro de pleno derecho de la OTAN y que ha adoptado la posici¨®n m¨¢s proactiva en la asistencia a Ucrania¡±, advierte S¨®kov sobre una medida que cambia el mapa geoestrat¨¦gico en el este de Europa en los pr¨®ximos a?os.
Campo de pruebas
El Kremlin ha modernizado su fuerza estrat¨¦gica en los ¨²ltimos a?os.¡°Los oponentes de Rusia deben recordar que nosotros tenemos armas capaces de alcanzar objetivos en su territorio¡±, enfatiz¨® Putin el pasado jueves ante sus parlamentarios. El mandatario repas¨® durante su intervenci¨®n la nueva generaci¨®n de armas con las que cuenta para disuadir a la OTAN, tanto en un conflicto regional como a gran escala, y dos de ellas ya han sido puestas a prueba en el campo de batalla ucranio.
Kiev asegura tener evidencias de que el ej¨¦rcito ruso emple¨® en febrero el misil hipers¨®nico 3M22 Zirc¨®n contra varias ciudades ucranias. El cohete, capaz de cargar una ojiva nuclear, puede alcanzar su objetivo a 1.000 kil¨®metros de distancia a una velocidad de Mach 9, a unos 11.100 kil¨®metros por hora. Su prueba contra las defensas a¨¦reas ucranias ¡ªque incluyen bater¨ªas Patriot estadounidenses¡ª ser¨ªa un test m¨¢s de las armas de Putin, que ya ha empleado profusamente los misiles hipers¨®nicos Kinzhal en la guerra.
Armas poderosas, pero no infalibles. Muchos Kinzhal ¡ªfabricados con piezas occidentales¡ª han sido abatidos en Ucrania, mientras que las nuevas armas impulsadas con motores nucleares, el dron submarino Poseid¨®n y el misil Burev¨¦stnik, siguen sin entrar en servicio. Por su parte, la nueva generaci¨®n de misiles intercontinentales bal¨ªsticos rusos es una inc¨®gnita. El RS-28 Sarmat, con un alcance de 18.000 kil¨®metros, es el sucesor de la espina dorsal de los ICBM rusos, el R-36M Sat¨¢n. El problema es que este era manufacturado en Ucrania, y desde la ruptura de hace una d¨¦cada el Kremlin se ha visto obligado a poner en producci¨®n sus Sarmat con apenas un ¨²nico test exitoso conocido.
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