Bruselas vive una oleada de tiroteos ligados a los ajustes de cuentas por drogas
Las autoridades buscan c¨®mo frenar los enfrentamientos que en febrero dejaron un muerto y varios heridos. En 2023, se triplic¨® la cifra de v¨ªctimas por choques asociados a la venta de coca¨ªna y crack
Cuando Peter sac¨® a jugar a su nieto de dos a?os, en la ma?ana del 25 de febrero, la plaza Lehon de Schaerbeek, en Bruselas, hab¨ªa recuperado la calma. Ni rastro de los balazos que en la medianoche hab¨ªan despertado a los vecinos y dejado dos heridos en el mismo lugar donde los peque?os correteaban horas m¨¢s tarde. Pero el miedo, reconoc¨ªa Peter, est¨¢ ¨²ltimamente siempre presente. All¨ª y en buena parte de una Bruselas que en las pasadas semanas ha sufrido una oleada de tiroteos relacionados con el narcotr¨¢fico que han dejado un muerto, varios heridos y una ciudad profundamente inquieta ante ...
Cuando Peter sac¨® a jugar a su nieto de dos a?os, en la ma?ana del 25 de febrero, la plaza Lehon de Schaerbeek, en Bruselas, hab¨ªa recuperado la calma. Ni rastro de los balazos que en la medianoche hab¨ªan despertado a los vecinos y dejado dos heridos en el mismo lugar donde los peque?os correteaban horas m¨¢s tarde. Pero el miedo, reconoc¨ªa Peter, est¨¢ ¨²ltimamente siempre presente. All¨ª y en buena parte de una Bruselas que en las pasadas semanas ha sufrido una oleada de tiroteos relacionados con el narcotr¨¢fico que han dejado un muerto, varios heridos y una ciudad profundamente inquieta ante una explosi¨®n in¨¦dita de violencia por toda la capital belga que tambi¨¦n inquieta a nivel europeo.
Solo en febrero, enfrentamientos ligados a la venta de coca¨ªna y crack en la capital han provocado casi una decena de tiroteos en plena calle por toda la ciudad. Cuatro de ellos, uno mortal, se sucedieron en apenas tres d¨ªas en la comuna de Saint-Gilles, cuyo alcalde, Jean Spinette, ha denunciado un ¡°nuevo modus operandi¡± de unas bandas que operan ¡°como la mafia¡± y que se sienten ¡°intocables¡±, puesto que vuelven una y otra vez a sus puntos de venta en cuanto se marcha la polic¨ªa. Tambi¨¦n en la plaza Lehon los vecinos se preparaban para el regreso de los vendedores de crack que, se?alaban, tienen sus puntos fijos en el barrio.
Decenas de asociaciones vecinales y comunales de Bruselas han reclamado ¡°acciones inmediatas¡± ante un problema que empieza a preocupar incluso fuera de las fronteras belgas y europeas: tanto el Reino Unido como Canad¨¢ han enviado sendos avisos de viaje a sus ciudadanos que visiten la capital belga ante el ¡°incremento de la violencia, incluidos apu?alamientos y tiroteos, relacionados con la venta de droga¡±, se?ala el Gobierno canadiense en su web.
El New York Post ha comparado Bruselas con Chicago y Ciudad Ju¨¢rez, un extremo ridiculizado por la prensa nacional belga, que, sin embargo, no elude otro s¨ªmil m¨¢s europeo, pero no menos preocupante: Marsella, algunas de cuyas barriadas est¨¢n tomados desde hace a?os por las bandas de drogas. Hasta la familia real anda inquieta: seg¨²n la prensa belga, la jefa de Europol, Catherine De Bolle, revel¨® que durante una reciente visita a la sede de la agencia policial europea en La Haya, el rey Felipe de B¨¦lgica se hab¨ªa mostrado preocupado por la reciente violencia vinculada a las drogas en las calles de Bruselas.
Que B¨¦lgica tiene un problema con el narcotr¨¢fico no es nuevo. El puerto de Amberes es una de las principales entradas de coca¨ªna en Europa ¡ªel a?o pasado, ah¨ª se incautaron de 116 toneladas de esa sustancia, una cifra r¨¦cord; esta semana fueron decomisados 700 kilos en contenedores¡ª y el pa¨ªs, por su estrat¨¦gica situaci¨®n geogr¨¢fica, un punto de tr¨¢nsito ideal hacia todo el territorio europeo. Desde diciembre, en Bruselas est¨¢n siendo juzgadas 120 personas ¡ªbelgas, magreb¨ªes, albaneses y colombianos¡ª en un macroproceso de narcotr¨¢fico relacionado con el gran golpe que la polic¨ªa europea dio a las mafias de las drogas en 2021, con el desmantelamiento del chat encriptado Sky ECC.
El Gobierno belga, que ostenta este semestre la presidencia de turno del Consejo de la UE, ha fijado la lucha contra el narcotr¨¢fico, que ha llegado a amenazar a algunos miembros del Ejecutivo de Alexander De Croo, como una de las prioridades de su mandato europeo. El tema tuvo un peso importante en la reuni¨®n de ministros de Justicia e Interior en Bruselas de este lunes, donde la ministra de Interior belga, Annelies Verlinden, anunci¨® que Europol tendr¨¢ listo a finales de mes o comienzos de abril un ¡°mapeo de todas las redes criminales de Europa¡±. Este permitir¨¢ a los gobiernos tener una ¡°visi¨®n sobre la situaci¨®n sobre el terreno¡± que, confi¨®, les ayudar¨¢ a ¡°discutir acciones precisas¡± para combatir una lacra que afecta a los Veintisiete.
Tambi¨¦n el ministro espa?ol, Fernando Grande-Marlaska, que recibi¨® ¡°solidaridad¡± de sus colegas tras el asesinato en Barbate de dos guardias civiles que persegu¨ªan una narcolancha, afirm¨® tras el encuentro: ¡°Debemos seguir luchando juntos contra esta lacra, sin descanso, como hasta ahora, para que la lucha contra el tr¨¢fico de drogas, dinamizado por el crimen organizado transnacional, contin¨²e siendo una de las prioridades¡± de Europa.
Secuestros, torturas, disparos¡
Aunque Bruselas es conocida como uno de los nudos clave en la cadena de distribuci¨®n de la droga, tradicionalmente la violencia se asociaba con la ciudad de Amberes. Hasta ahora. El verano pasado, las autoridades policiales de la capital ya dieron un primer grito de alarma ante un ¡°nivel de violencia nunca visto antes¡± en la ciudad con ¡°secuestros, torturas, disparos con armas de guerra, lanzamientos de granadas, ataques con c¨®cteles molotov y homicidios¡±. Seg¨²n el diario Le Soir, el a?o pasado se registraron al menos siete muertos y 131 heridos por casos relacionados con el narcotr¨¢fico (adem¨¢s, est¨¢n las v¨ªctimas que no llegan a denunciar los ataques), tres veces m¨¢s que en 2022. El a?o acab¨® mal y pudo haberlo hecho peor a¨²n: en diciembre, uno de esos enfrentamientos entre bandas sucedi¨® en la avenida Toison d¡¯Or, una de las mayores zonas comerciales de Bruselas, un mi¨¦rcoles por la tarde, cuando calles y tiendas estaban llenas. Una de las cuatro personas heridas de bala del tiroteo fue una asistente parlamentaria sueca.
Y 2024 amenaza con romper de nuevo el r¨¦cord de violencia. Por el momento, la Fiscal¨ªa, que ha abierto sendas investigaciones sobre los ¨²ltimos tiroteos, elude vincularlos. Pero nadie niega que se repite un patr¨®n: violentos ajustes de cuentas entre bandas en las que ciudadanos quedan atrapados y heridos.
Tanto el Gobierno como las autoridades locales coinciden en calificar la situaci¨®n de ¡°inaceptable¡±. ¡°Hay que luchar en todos los frentes y a todos los niveles¡±, ha declarado la ministra Verlinden. El Ejecutivo ha anunciado un incremento de polic¨ªas para Bruselas, tambi¨¦n de magistrados para que ¡°cada traficante sea perseguido¡±. El 27 de febrero, tras el en¨¦simo enfrentamiento en plena calle entre bandas, el presidente de la regi¨®n de Bruselas, Rudi Vervoort, convoc¨® el Consejo regional de seguridad para estudiar con las autoridades competentes ¡°acciones coordinadas para responder a la situaci¨®n de violencia actual¡±. Entre otros, se acord¨® la designaci¨®n de hotspots ¨Dpuntos calientes, focos de la droga¨D, donde se concentrar¨¢n los esfuerzos policiales en cooperaci¨®n con la Fiscal¨ªa, los servicios de emergencia y hasta los de limpieza.
Sin embargo, los remedios ofrecidos hasta ahora no acaban de satisfacer a una poblaci¨®n que demanda una soluci¨®n global, que d¨¦ respuestas a un problema asociado en buena parte a la marginalidad que afecta a toda Bruselas. Desde las asociaciones vecinales se teme, adem¨¢s, que los planes de contenci¨®n anunciados no hagan m¨¢s que desplazar el problema: una operaci¨®n similar realizada el verano pasado en los alrededores de la Estaci¨®n del Sur de tren de la capital provoc¨® que muchos de los vendedores de drogas se hayan desplegado ahora por otras partes de la ciudad. ¡°Tenemos un problema y hay que resolverlo, pero no solo con una soluci¨®n policial¡±, explicaba la enfermera Binta Liebmann Diallo durante una concentraci¨®n vecinal en Saint-Gilles, convocada tras el tiroteo mortal del mes pasado. ¡°Si no atendemos tambi¨¦n el aspecto social, no lo vamos a resolver nunca¡±, advert¨ªa.
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