La visita del presidente de la C¨¢mara de Representantes a Columbia crispa los ¨¢nimos de la movilizaci¨®n estudiantil por Gaza
El republicano Johnson, tercera autoridad del pa¨ªs, pide la dimisi¨®n de la rectora horas despu¨¦s de que la polic¨ªa arrestara a 200 personas en una sentada contra el l¨ªder dem¨®crata del Senado, el jud¨ªo electo de mayor rango
El desembarco de la clase pol¨ªtica en las protestas propalestinas y su reverso, la irrupci¨®n de las reivindicaciones de los estudiantes en la vida y la agenda de importantes congresistas, ahonda la movilizaci¨®n m¨¢s amplia en las universidades de EE UU desde que estall¨® la guerra en Gaza y, probablemente tambi¨¦n, desde la efervescencia de los campus por la de Vietnam. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Mik...
El desembarco de la clase pol¨ªtica en las protestas propalestinas y su reverso, la irrupci¨®n de las reivindicaciones de los estudiantes en la vida y la agenda de importantes congresistas, ahonda la movilizaci¨®n m¨¢s amplia en las universidades de EE UU desde que estall¨® la guerra en Gaza y, probablemente tambi¨¦n, desde la efervescencia de los campus por la de Vietnam. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Mike Johnson, tercera autoridad del pa¨ªs, ha visitado este mi¨¦rcoles con representantes neoyorquinos de su partido el campus de Columbia, donde centenares de estudiantes siguen acampados en solidaridad con Palestina. Columbia es el epicentro de una movilizaci¨®n masiva, de costa a costa de EE UU.
Johnson, que es cristiano evang¨¦lico ¡ªsu confesi¨®n apoya inquebrantablemente a los halcones israel¨ªes¡ª, se ha reunido con estudiantes jud¨ªos del campus que dicen sentirse inseguros por las concentraciones y aprovechado para pedir la dimisi¨®n de la rectora de Columbia, Nemat Minouche Shafik, por no saber gestionar, a su juicio, una movilizaci¨®n que empez¨® en octubre y que como una bola de nieve amenaza tambi¨¦n con pasarle factura al presidente Joe Biden entre los votantes m¨¢s j¨®venes, a pocos meses de las elecciones.
Durante una tensa conferencia de prensa interrumpida repetidamente por los estudiantes, que abuchearon varias veces a Johnson, el presidente de la C¨¢mara dijo: ¡°No podemos permitir que este tipo de odio y antisemitismo florezca en nuestros campus, y hay que detenerlo en seco. Quienes perpetran esta violencia deben ser detenidos. Estoy aqu¨ª hoy, uni¨¦ndome a mis colegas y pidiendo a la presidenta [rectora] Shafik que dimita si no puede poner orden inmediatamente en este caos¡±.
El arriesgado movimiento de Johnson, su incursi¨®n en un enclave dem¨®crata ¡ªy adem¨¢s en pie de guerra¡ª como Columbia, puede leerse tambi¨¦n en clave interna, ya que el presidente de la C¨¢mara se enfrenta a una avalancha de cr¨ªticas conservadoras y un pu?ado de correligionarios, encabezados por la congresista de Georgia Marjorie Taylor Greene, amenaza con destituirlo. El efecto amplificador de las protestas proporciona a los republicanos una nueva arma arrojadiza contra los dem¨®cratas en plena campa?a electoral.
Su visita se ha producido horas despu¨¦s de que una sentada masiva ante la casa de Chuck Schumer, l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado y el jud¨ªo electo de mayor rango, terminase a ¨²ltima hora del martes con m¨¢s de 200 arrestos. La protesta, organizada por el grupo progresista Jewish Voice for Peace ¡ªcuya actividad fue prohibida por Columbia el a?o pasado, en los primeros d¨ªas de la movilizaci¨®n¡ª, exig¨ªa que EE UU deje de proporcionar ayuda militar a Israel: esta es ahora la principal reivindicaci¨®n de los activistas. El nombre del paraguas que agrupa a m¨¢s de un centenar de grupos de alumnos de Columbia, Columbia University Apartheid Divest (Columbia por la desinversi¨®n en el apartheid) ¡ª¡°una coalici¨®n que ve Palestina como la vanguardia de una liberaci¨®n colectiva¡±¡ª, recoge tambi¨¦n otra demanda capital de los estudiantes: que las universidades retiren sus inversiones de empresas ligadas a Israel. Adem¨¢s, y como condici¨®n para desistir en las protestas, exigen que los expulsados o disciplinados por su participaci¨®n en las mismas sean readmitidos.
Los responsables de la universidad que se ha convertido en epicentro de la movilizaci¨®n han ampliado 48 horas el plazo de las negociaciones con los manifestantes para intentar desmantelar pac¨ªficamente ¡ªes decir, sin la intervenci¨®n de polic¨ªas antidisturbios, como sucedi¨® la semana pasada¡ª el campamento, mientras los estudiantes acordaban retirar ¡°un n¨²mero significativo de tiendas¡±, seg¨²n un comunicado del rectorado no confirmado por los organizadores de la acampada. Columbia ha anunciado este mi¨¦rcoles que los ex¨¢menes finales ser¨¢n tambi¨¦n h¨ªbridos.
Las protestas aumentan la presi¨®n sobre Biden
Entre los manifestantes propalestinos, ya ni siquiera es necesario pedir un alto el fuego, una reivindicaci¨®n asumida tambi¨¦n por la Casa Blanca, aunque con la boca peque?a: mediante su abstenci¨®n, Washington permiti¨® la adopci¨®n de la primera resoluci¨®n de alto el fuego en la ONU, pero enseguida la neutraliz¨® calific¨¢ndola de ¡°no vinculante¡±. El cambio de postura de Biden hacia Israel tras las decenas de miles de votos de castigo recibidos en las primarias dem¨®cratas ¡ªen su mayor¨ªa de votantes de origen ¨¢rabe y musulmanes, decisivos en Estados como M¨ªchigan¡ª es en teor¨ªa claro. As¨ª lo confirman su reiterada advertencia al primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, de que una invasi¨®n de Rafah ser¨ªa un desastre humanitario de proporciones incalculables, o su petici¨®n a Israel para que permita el acceso de m¨¢s ayuda a la Franja. Pero las protestas en los campus, que no cesan pese a los desalojos policiales, incrementan la presi¨®n sobre el candidato dem¨®crata a la reelecci¨®n. Especialmente cuando recibe fuego amigo, como la intervenci¨®n en apoyo de los estudiantes de la congresista dem¨®crata progresista Ilhan Omar, este martes en la Universidad de Minnesota.
La pol¨ªtica tambi¨¦n recorre las manifestaciones en torno a los campus. En la celebrada en la noche del martes en uno de los accesos a Columbia, con las bocas de metro cerradas, una interminable bater¨ªa de vallas y m¨¢s polic¨ªas antidisturbios que participantes, tomaron la palabra representantes de una treintena de grupos, en su mayor¨ªa de la comunidad ¨¢rabe y musulmana de Nueva York, adem¨¢s de una minor¨ªa de jud¨ªos. Algunos oradores no ten¨ªan v¨ªnculos con la universidad, pero expresaron su apoyo a los acampados. ¡°Esta no es s¨®lo una lucha por Palestina, es tambi¨¦n una lucha por EE UU, por nuestros derechos civiles y por nuestras libertades. Es una lucha por la libertad de expresi¨®n y contra el autoritarismo¡±, dijo uno de ellos. Al final de la concentraci¨®n se core¨® el eslogan que muchos estudiantes jud¨ªos consideran antisemita por supuestamente incitar la expulsi¨®n de los jud¨ªos de Israel: ¡°Desde el r¨ªo [Jord¨¢n] hasta el mar, Palestina ser¨¢ libre¡±.
La represi¨®n de las protestas en Columbia y otros muchos campus estadounidenses, de Yale a la Universidad de Nueva York o las de Berkeley, Ohio o Texas ¡ªdonde este mi¨¦rcoles tropas especiales han dispersado a los estudiantes¡ª, es vista por los implicados como un atropello constitucional; tambi¨¦n por centenares de profesores, que han salido en defensa de los alumnos. ¡°Me horroriz¨® ver c¨®mo Columbia llamaba a la polic¨ªa para detener a estudiantes no violentos que protestaban en solidaridad con Gaza. Los campus universitarios deber¨ªan ser un espacio para la libertad de expresi¨®n y la investigaci¨®n acad¨¦mica¡±, explica Bassam Khawaja, profesor de Derecho. ¡°Traer a la polic¨ªa antidisturbios para llevarse a los estudiantes que acampan en el c¨¦sped, suspenderlos en masa sin el debido proceso y desalojarlos de sus viviendas son reacciones draconianas, exageradas. Tambi¨¦n me preocupa profundamente que esta administraci¨®n est¨¦ tratando con especial dureza a los defensores palestinos de los derechos humanos¡±. La polic¨ªa no interven¨ªa en Columbia desde 1968, en pleno fragor de la contestaci¨®n a la guerra de Vietnam.
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