Jordan Bardella acelera el camino al poder de la extrema derecha en Francia
El candidato a primer ministro, de 28 a?os, ha completado el proceso de ¡°desdemonizaci¨®n¡± del Reagrupamiento Nacional iniciado por su l¨ªder, Marine Le Pen, hace m¨¢s de una d¨¦cada
Todo en la vida de Jordan Bardella (Drancy, 28 a?os) ha sido acelerado. Y va a ser dif¨ªcil frenarlo ahora. En una semana puede convertirse en el nuevo primer ministro de Francia por el Reagrupamiento Nacional que lidera Marine Le Pen. Y llevar as¨ª a la extrema derecha euroesc¨¦ptica y antiinmigrantes al poder por primera vez democr¨¢ticamente en el pa¨ªs que se precia de ser la cuna de los derechos humanos.
Si el 7 de julio, en la segunda ...
Todo en la vida de Jordan Bardella (Drancy, 28 a?os) ha sido acelerado. Y va a ser dif¨ªcil frenarlo ahora. En una semana puede convertirse en el nuevo primer ministro de Francia por el Reagrupamiento Nacional que lidera Marine Le Pen. Y llevar as¨ª a la extrema derecha euroesc¨¦ptica y antiinmigrantes al poder por primera vez democr¨¢ticamente en el pa¨ªs que se precia de ser la cuna de los derechos humanos.
Si el 7 de julio, en la segunda y definitiva vuelta, las urnas confirman la ventaja obtenida este domingo en la primera, Bardella habr¨¢ adelantado en casi tres a?os el proyecto de su partido para conquistar el poder en las presidenciales de 2027. Un aceler¨®n m¨¢s en la fulgurante carrera de un joven que entr¨® en el RN a los 16 a?os, fue portavoz del partido a los 22, cabeza de lista de las europeas y eurodiputado m¨¢s joven de Francia a los 23, y presidente de la formaci¨®n desde los 26.
Y si ahora logra encabezar el primer Gobierno de cohabitaci¨®n de la extrema derecha, a los 28 a?os podr¨¢ sumar un nuevo hito. Ser¨ªa el primer ministro m¨¢s joven de la V Rep¨²blica y le arrebatar¨ªa no solo el trabajo, sino tambi¨¦n ese r¨¦cord de juventud al jefe de Gobierno saliente y candidato macronista, Gabriel Attal, de 35 a?os.
El buen resultado de la primera vuelta de las legislativas de este domingo es, en buena medida, el fruto de la llamada desdemonizaci¨®n del RN que emprendi¨® Le Pen hace m¨¢s de una d¨¦cada. Pero el ¨¦xito es tambi¨¦n m¨¦rito de Bardella, quien da el impulso definitivo a ese proceso de normalizaci¨®n de un partido rechazado hasta ahora por amplios sectores de la poblaci¨®n y del establishment franc¨¦s.
Ya no. En las dos semanas de campa?a electoral, un siempre trajeado y pulcro Bardella, reflejo de la imagen de credibilidad que quiere dar el RN, se ha movido con fluidez por todos los escenarios y capas de la sociedad. Ha sido una presencia constante en los plat¨®s de televisi¨®n: seg¨²n una investigaci¨®n period¨ªstica, sale cada tres d¨ªas al menos en una radio o televisi¨®n del pa¨ªs. Tambi¨¦n se ha codeado con la patronal Medef. Y se le ha visto en otros centros de influencia y poder como Eurosatory, una de las principales ferias de armamento del mundo e im¨¢n de altos responsables pol¨ªticos y de defensa.
¡°Es un muchacho muy amable que ha comprendido muy bien los problemas de los franceses¡±, dec¨ªa un industrial militar que en esa ocasi¨®n lo acompa?¨® durante la visita de dos horas a empresas galas de armamento, mientras soldados y funcionarios de Defensa presentes lo segu¨ªan con entusiasmo.
La presencia en Eurosatory no es un detalle anodino en quien busca borrar la fama prorrusa del RN. Durante la campa?a presidencial de 2017, Le Pen se reuni¨® con el presidente Vlad¨ªmir Putin, y su partido se financi¨® con cr¨¦ditos rusos y h¨²ngaros. Bardella tambi¨¦n ha buscado calmar, sin lograrlo del todo, la inquietud internacional ante propuestas de su partido para que Francia abandone el mando integrado de la OTAN, el n¨²cleo duro de la Alianza Atl¨¢ntica.
Otro de los objetivos clave del RN es el voto joven y Bardella ¡°est¨¢ ah¨ª para eso¡±, afirma el periodista Pierre-St¨¦phane Fort, autor de una exhaustiva biograf¨ªa del ¡°yerno ideal¡± de la pol¨ªtica francesa, Le grand rempla?ant (El gran reemplazante, t¨ªtulo con el que juega con la gran teor¨ªa de la extrema derecha contempor¨¢nea del gran reemplazo, que sostiene que los inmigrantes musulmanes y africanos amenazan con sustituir a la poblaci¨®n aut¨®ctona europea).
¡°Marine Le Pen no logr¨® nunca llegar hasta los j¨®venes, que no votaban por ella, y esta es una de las misiones que le dio a Bardella, por lo que lo eligi¨®¡±, dice Fort a EL PA?S. ¡°Hoy, Bardella es m¨¢s un influencer pol¨ªtico que un verdadero pol¨ªtico¡±. El periodista se refiere a uno de los secretos del ¨¦xito del l¨ªder de extrema derecha: su presencia en redes sociales como TikTok, donde suma m¨¢s de 1,7 millones de seguidores y donde, en paralelo a su campa?a presencial, ha seguido mandando mensajes electorales que, a veces, rozan los cinco millones de visualizaciones.
En las elecciones europeas que desencadenaron los comicios legislativos y en las que Bardella tambi¨¦n era cabeza de lista, el RN se llev¨® el 32% del voto de los j¨®venes de entre 18 y 34 a?os. El otro usual coto de voto joven, la izquierda radical de Francia Insumisa, se qued¨® en el 20% de estos sufragios.
Nada mal para un chico de banlieue que abandon¨® los estudios universitarios, por lo que solo tiene el diploma de bachillerato. Bardella no se cansa de recordar su infancia en el modesto hogar de su madre divorciada, en un barrio conflictivo del departamento de Seine-Saint-Denis, el m¨¢s pobre de Francia, y con m¨¢s inmigrantes, aunque en ese relato olvida explicar que su padre es un empresario acomodado, recuerda Fort.
La educaci¨®n la ha recibido, b¨¢sicamente, durante su escalada vertiginosa por los rangos del RN. Una formaci¨®n que, cuando se adhiri¨® a ella, todav¨ªa portaba el nombre original de Frente Nacional que Jean-Marie Le Pen, padre de Marine, le dio cuando en 1972 fund¨® junto a veteranos de la guerra de Argelia y viejos colaboracionistas nazis.
El lavado de cara que emprendi¨® su hija cuando tom¨® las riendas de la formaci¨®n en 2011 ha implicado deshacerse de esas figuras inc¨®modas, especialmente del padre, expulsado en 2015. Continu¨® en 2018 con el cambio de nombre a RN, deshaci¨¦ndose as¨ª tambi¨¦n de una marca asociada en un pasado oscuro ¡ªfilonazi, antisemita, racista¡ª del que asegura haberse desligado ahora. Aunque sus cr¨ªticos aseguren que no es m¨¢s que una capa de barniz tras la cual siguen presentes y muy activos muchos de los antiguos cargos del FN. Pese a la cara fresca de Bardella.
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