Borrell culmina su ¨²ltima gira por Oriente Pr¨®ximo en un momento de m¨¢ximo pesimismo por la guerra en Gaza

Tras cinco a?os al frente de la diplomacia europea, Josep Borrell se ha despedido este jueves de un Oriente Pr¨®ximo que atraviesa su mayor crisis en d¨¦cadas y apenas deja motivos para el optimismo, particularmente en las ¨²ltimas semanas, que han hundido las esperanzas de un alto el fuego en Gaza. Ha sido su ¨²ltima gira por la regi¨®n como alto representante de la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE y, poco antes de tomar el avi¨®n en Beirut, ha admitido que, desde su anterior visita, el pasado enero, ¡°los tambores de guerra no han dejado de sonar¡± y los ¡°temores¡± que se?al¨® entonces no han hecho sino aumentar: ¡°M¨¢s escalada, m¨¢s propagaci¨®n regional de la guerra de Gaza y m¨¢s sufrimiento humano generalizado¡±.

Era el ¨²ltimo acto de la ¨²ltima gira, que le ha llevado a Egipto y concluir¨¢ este viernes en Madrid, con su participaci¨®n en la reuni¨®n de ministros de pa¨ªses ¨¢rabes y europeos sobre c¨®mo hacer realidad la soluci¨®n de dos Estados, que hoy parece m¨¢s lejos que nunca. Borrell pretend¨ªa visitar tambi¨¦n Israel, pero su ministro de Exteriores, Israel Katz, no le dio fecha, por ser el alto cargo comunitario m¨¢s cr¨ªtico con la invasi¨®n de Gaza y la colonizaci¨®n de Cisjordania. Este jueves, ha cargado directamente contra ¨¦l con agresividad. En un mensaje en la red social X, ha definido su legado como ¡°antisemitismo y odio a Israel¡± y criticado que apoye ¡°establecer un Estado terrorista palestino controlado y el eje del mal contra Israel, los pa¨ªses ¨¢rabes moderados y Europa¡±. El mensaje va acompa?ado de una ilustraci¨®n burlesca dise?ada por inteligencia artificial con Borrell ondeando la bandera iran¨ª junto al l¨ªder supremo iran¨ª, Ali Jamenei. El Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu cuenta ahora las semanas para que tome el testigo la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas. Ser¨¢, en principio, el 30 de noviembre, si obtiene el visto bueno del Parlamento Europeo.

Durante la gira, Borrell ha visitado dos de los puntos que m¨¢s preocupan a la comunidad internacional. Uno, Rafah, en la frontera de Egipto con Gaza, donde acus¨® a Israel de ¡°vulneraciones masivas de los derechos humanos¡± mientras se escuchaba alg¨²n que otro bombardeo. Las tropas israel¨ªes tomaron en mayo la parte gazat¨ª de la franja fronteriza, llamada Corredor Filadelfia, que Netanyahu insiste en controlar una vez acabada la guerra. ¡°Si te quedas en el Corredor Filadelfia, te quedas en la franja de Gaza. No tienes que volver¡±, dec¨ªa la semana pasada en una entrevista el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, uno de los principales partidarios de la recolonizaci¨®n de Gaza en el seno del Ejecutivo de coalici¨®n israel¨ª.

El otro punto ha sido Naqura, la sede de la misi¨®n de cascos azules desplegada desde el r¨ªo Litani hasta la frontera de L¨ªbano con Israel, que acumula 11 meses de guerra de baja intensidad. Los picos en el intercambio de fuego, como el que vive estos d¨ªas la frontera, recuerdan su potencial explosivo, pese al alivio (¡°creo que hemos evitado lo peor¡±, admiti¨® Borrell) que impera desde el pasado 25 de agosto, por la relativamente moderada respuesta de Hezbol¨¢ al asesinato de su n¨²mero dos, Fuad Shukr, que hab¨ªa hecho temer una guerra regional.

La madrugada previa al desplazamiento de Borrell, por ejemplo, la aviaci¨®n israel¨ª bombarde¨® 17 puntos en tres zonas distintas, un n¨²mero poco habitual. El alto representante tuvo que esperar brevemente, de hecho, a que bajase el nivel de alerta para poder visitar la sede, en una zona menos castigada por el conflicto que la que comanda Espa?a, al este. Cuando regresaba, el ej¨¦rcito israel¨ª inform¨® del lanzamiento por la milicia de Hezbol¨¢ ¨Dque insiste en que solo dejar¨¢ de atacar cuando Israel pare de bombardear Gaza¨D de 60 proyectiles en una hora.

¡°La guerra nunca es inevitable. Depende de la voluntad de evitarla [¡­] Hasta el momento, la anunciada guerra total en el sur del L¨ªbano con una invasi¨®n no se ha producido. Es una buena noticia. Pese a ello, lamentablemente [¡­] la amenaza sigue existiendo. Y contin¨²an la destrucci¨®n y los bombardeos diarios¡±, advirti¨® Borrell en una rueda de prensa en Beirut tras reunirse con el ministro de Exteriores de L¨ªbano, Abdal¨¢ Bou Habib, que no ha querido responder a las preguntas de la prensa.

El alto representante abog¨® por ¡°seguir presionando para lograr una paz integral en la regi¨®n, que significa que la seguridad de Israel depende de la capacidad del pueblo palestino de tener un futuro basado en su propio Estado y en la libertad¡± e influye tambi¨¦n en los ataques cruzados en la frontera israel¨ª-libanesa y en los ataques de los hut¨ªes de Yemen a la navegaci¨®n en el mar Rojo. ¡°Lamentablemente, las masacres en Gaza, la amenaza en la frontera libanesa y la colonizaci¨®n en Cisjordania contin¨²an¡±, agreg¨®.

Potencias regionales

Igual que la sangre en Gaza acaba traspasando fronteras, tambi¨¦n lo hace la influencia de las potencias regionales. Borrell ha exhortado a los l¨ªderes de L¨ªbano a ¡°trabajar juntos por el inter¨¦s de la naci¨®n y el Estado¡± antes de apostillar, hasta en dos ocasiones, ¡°y de nadie m¨¢s¡±. Es, aparentemente, una alusi¨®n a Ir¨¢n, padrino de la milicia m¨¢s potente de Oriente Pr¨®ximo, Hezbol¨¢, a la que arma a trav¨¦s de la ruta siria, principalmente.

Nadie mueve un dedo sin su luz verde en un pa¨ªs con una estructura confesional paralizante y sumido en una profunda crisis pol¨ªtica y econ¨®mica. La presidencia lleva vacante desde octubre de 2022, por falta de acuerdo sobre el sucesor, y el primer ministro, Nayib Mikati, ocupa el puesto de forma interina. Es uno de los dirigentes con los que se reuni¨® Borrell. Tambi¨¦n con el jefe de las Fuerzas Armadas, Joseph Aoun; el presidente del Parlamento, Nabih Berry; y el hist¨®rico dirigente druso Walid Yumblat.

La anterior vez que vino Borrell, hace apenas ocho meses, cada d¨®lar se cambiaba por unas 45.000 libras libanesas. Hoy, por 90.000. Los precios se marcan y pagan ya, casi indistintamente, en ambas divisas; y apenas quedan comercios que acepten pagos con tarjeta. Las reformas que piden los donantes ¨Dcomo la bancaria, que Borrell ha definido este jueves como ¡°crucial¡±¨D siguen estancadas.

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