La guerra de los cuarenta a?os
L¨ªbano y Gaza llevan mucho tiempo siendo v¨ªctimas de estas formas de destrucci¨®n masiva que practica Israel
En la guerra de intensidad variable y frentes m¨®viles que Israel y Hezbol¨¢ mantienen desde hace cuatro d¨¦cadas, todo est¨¢ sujeto a un ¨²ltimo asalto de dif¨ªcil previsi¨®n. Los atentados mediante dispositivos inal¨¢mbricos de esta semana han sobrepasado, seg¨²n Hasan Nasral¨¢, el l¨ªder del partido chi¨ª ...
En la guerra de intensidad variable y frentes m¨®viles que Israel y Hezbol¨¢ mantienen desde hace cuatro d¨¦cadas, todo est¨¢ sujeto a un ¨²ltimo asalto de dif¨ªcil previsi¨®n. Los atentados mediante dispositivos inal¨¢mbricos de esta semana han sobrepasado, seg¨²n Hasan Nasral¨¢, el l¨ªder del partido chi¨ª liban¨¦s, todas las l¨ªneas rojas. Si bien el Gobierno de Israel no ha reconocido la autor¨ªa, cosa habitual en este tipo de actuaciones, varios de sus miembros lo han hecho indirectamente. As¨ª, a regl¨®n seguido de los atentados, Benjamin Netanyahu ha hablado de nuevas estrategias para lograr un cuarto objetivo b¨¦lico de la guerra de Gaza: el retorno de la poblaci¨®n desplazada del norte de Israel a ra¨ªz de la intensificaci¨®n de las hostilidades con Hezbol¨¢ por la guerra de Gaza. No es de extra?ar que Nasral¨¢ lo haya interpretado una declaraci¨®n de guerra impl¨ªcita.
Ahora bien, el inter¨¦s en una guerra abierta difiere seg¨²n el bando. Israel quiere y precisa una respuesta r¨¢pida por parte de Hezbol¨¢ que justifique la invasi¨®n del L¨ªbano y la creaci¨®n otra vez de una ¡°zona de seguridad¡±. Fue lo que sucedi¨® en 1982, con la excusa, en aquel momento, del atentado contra su embajador en Londres, e invocando, como hemos o¨ªdo estos d¨ªas, el c¨¦lebre ¡°ahora o nunca¡±, una frase del entonces primer ministro Menachem Begin. La ocupaci¨®n del sur del L¨ªbano se prolong¨® hasta el a?o 2000, pero finalmente Israel hubo de retirarse, un hecho considerado en general como un triunfo de la resistencia libanesa, esto es, de Hezbol¨¢. De aquella lecci¨®n, cada cual extrajo sus propias conclusiones.
Israel opt¨® por una estrategia que llev¨® al paroxismo en 2006 tras el secuestro de dos soldados israel¨ªes: una incursi¨®n a¨¦rea expeditiva arras¨® Dahiya, la periferia de Beirut donde precisamente se hab¨ªa hacinado la poblaci¨®n desplazada del sur, en su mayor¨ªa chi¨ª, en su huida de la ocupaci¨®n israel¨ª. El general Gadi Eizenkot, hoy miembro del gabinete de guerra israel¨ª, dio este nombre, Dahiya, a una doctrina que explicaba lo sucedido y preconizaba lo que estaba por venir: en una entrevista en 2008 afirm¨® que ¡°los ¨¢rabes deben responder por sus l¨ªderes¡±, pues ¡°desde nuestro punto de vista no hay poblaciones civiles, son bases militares¡±. La operaci¨®n desencadenada en Dahiya es lo que en Israel se conoce como la segunda guerra del L¨ªbano, que se tiene como la primera librada por delegaci¨®n con Ir¨¢n, y que algunos sectores israel¨ªes consideran una derrota.
A Hezbol¨¢, por su parte, siempre le ha convenido una respuesta diferida, una guerra larvada con diferentes focos de conflicto y que se acomoda a su movilidad sobre el terreno. Adem¨¢s, en ella tienen mejor cabida los intereses iran¨ªes. Y es tambi¨¦n lo que se desprende del reciente discurso de Nasral¨¢.
En Dahiya ha sido de nuevo donde han explotado la mayor parte de los dispositivos que han matado al menos a 37 personas y herido a m¨¢s de tres mil. Segu¨ªa explicando Eizenkot en 2008 en alusi¨®n a las operaciones de entonces contra Gaza: ¡°Lo que ocurri¨® en el barrio de Dahiya de Beirut en 2006 ocurrir¨¢ en cada pueblo desde el que se dispare en direcci¨®n a Israel [...] Aplicaremos una fuerza desproporcionada sobre ¨¦l y provocaremos grandes da?os y destrucci¨®n [...] No es una recomendaci¨®n. Es un plan que ya ha sido aprobado¡±. L¨ªbano y Gaza vienen siendo v¨ªctimas de estas formas de destrucci¨®n masiva.