Blindaje policial en Bruselas ante la ola de violencia ligada al narcotr¨¢fico

Tres d¨ªas, cuatro tiroteos, un muerto y dos heridos. En los ¨²ltimos a?os, Bruselas se ha acostumbrado a las noticias cada vez m¨¢s frecuentes de ajustes de cuentas a tiro limpio ¡ªcasi un centenar en 2024¡ªentre traficantes de droga. Pero el nivel de violencia vivido la ¨²ltima semana, sobre todo con las im¨¢genes que han dado la vuelta al mundo de ...

Tres d¨ªas, cuatro tiroteos, un muerto y dos heridos. En los ¨²ltimos a?os, Bruselas se ha acostumbrado a las noticias cada vez m¨¢s frecuentes de ajustes de cuentas a tiro limpio ¡ªcasi un centenar en 2024¡ªentre traficantes de droga. Pero el nivel de violencia vivido la ¨²ltima semana, sobre todo con las im¨¢genes que han dado la vuelta al mundo de dos encapuchados disparando con fusiles kal¨¢shnikov en plena calle antes de meterse tranquilamente en el metro y desaparecer por su entramado subterr¨¢neo, han supuesto un punto de inflexi¨®n.

Todas las autoridades belgas, desde el flamante Gobierno federal a los responsables locales y judiciales, han prometido ¡°firmeza¡± ante una situaci¨®n ¡°intolerable¡± que ha colocado a la capital belga, sede de las principales instituciones europeas, en un dudoso podio: no es ya solo que haya ¡°destronado¡± a la ciudad portuaria de Amberes, una de las principales entradas de coca¨ªna a Europa, en n¨²mero de incidentes armados relacionados con la droga. En 2024, Bruselas se situ¨®, adem¨¢s, segunda entre las tres ciudades europeas con m¨¢s tiroteos relacionados con el narcotr¨¢fico (al menos 89 incidentes que dejaron nueve muertos y 48 heridos). Fue solo precedida por N¨¢poles, pero adelantando ya a Marsella, otra de las tradicionales urbes marcadas por la violencia de los narcotraficantes, seg¨²n destac¨® la cadena RTL a partir de los datos de la web especializada en la violencia armada en Europa gunviolence.eu.

Desde el viernes, numerosos coches patrulla recorren toda la capital, no solo los denominados hotspots, los 15 puntos calientes identificados en marzo del a?o pasado ¡ªcuando otra oleada de violencia ya puso en vilo a la ciudad¡ª como zonas de tr¨¢fico de drogas de especial intensidad y peligrosidad. Es lo que las autoridades bruselenses han llamado ¡°operaci¨®n de visibilidad¡±, con una presencia policial ¡°las 24 horas del d¨ªa, los siete d¨ªas de la semana¡± que estar¨¢ en vigor ¡°el tiempo que sea necesario. Una semana, dos, un mes, veremos¡±, ha confirmado este domingo el ministro del Interior, Bernard Quintin, que ha asegurado que ¡°la tolerancia cero es ahora la norma¡±. Adem¨¢s, los alcaldes de la regi¨®n de Bruselas han llegado a un acuerdo para que las seis zonas policiales (bajo diferentes jefes) de la capital se unan bajo un comando ¨²nico que agilice las acciones de vigilancia.

Pero una ciudadan¨ªa cada vez m¨¢s harta de promesas pol¨ªticas escuchadas con anterioridad reclama medidas de fondo, no solo cosm¨¦ticas o temporales.

¡°La situaci¨®n es catastr¨®fica¡±, resume Jacqueline, que vive en la plaza flanqueada por las dos salidas de la estaci¨®n de metro de Clemenceau donde el mi¨¦rcoles se produjo el tiroteo, en una acci¨®n que presuntamente grabaron y difundieron en las redes sociales para amedrentar a otras bandas rivales con las que se disputan el territorio para vender drogas (y Anderlecht es una de las zonas m¨¢s disputadas).

Las autoridades judiciales han confirmado que los tres tiroteos de los ¨²ltimos d¨ªas en Anderlecht, al que se suma otro m¨¢s en otro punto de la ciudad, est¨¢n relacionados y responden, probablemente, a una ¡°guerra de territorios¡±. A Jacqueline, que prefiere no dar su nombre real por miedo a represalias, no se le quita el susto. Ni el enfado. Si el mi¨¦rcoles pasado le hubiera tocado el turno de ma?ana en su trabajo, habr¨ªa salido a las seis de la ma?ana para coger el metro, justo a la hora en que los dos sospechosos sembraron de disparos la plaza a la que da su casa. Los delincuentes no han sido a¨²n hallados pese a una intensa operaci¨®n policial que interrumpi¨® el tr¨¢fico subterr¨¢neo durante horas.

¡°Me podr¨ªa haber llevado un tiro¡±, contaba el viernes, todav¨ªa con el miedo en el cuerpo. No habr¨ªa sido la ¨²nica v¨ªctima colateral: en los dos ¨²ltimos a?os en los que han aumentado los tiroteos entre bandas, muchos de los heridos eran ciudadanos situados en el lugar y momento equivocados. Uno de los casos que hizo saltar las primeras alarmas fue el de diciembre de 2023 en la avenida Toison d¡¯Or, una popular zona comercial de la capital belga donde un tiroteo en hora punta y en plena calle entre ¡°pandillas urbanas¡± dej¨® cuatro heridos, entre ellos una asistente parlamentaria sueca de la Euroc¨¢mara. Tras el tiroteo del metro, una familia que vive en una calle aleda?a al metro hall¨® un casquillo de bala en la habitaci¨®n de su hijo, seg¨²n revel¨® el fiscal del Rey, Julien Moinil.

¡°?Cu¨¢ntas muertes van a hacer falta para que tengamos una reacci¨®n a la altura de la gravedad de la situaci¨®n?¡±, se preguntaba el alto responsable judicial.

En una nueva comparecencia ante la prensa el viernes, Moinil, convertido en la nueva cara de la lucha contra la violencia del narcotr¨¢fico, quiso enviar un mensaje ¡°claro¡±: ¡°Es inadmisible lo que pasa, vamos a poner en com¨²n todos los medios para neutralizar a esos grupos, lograr arrestos, que sean encarcelados y que Bruselas recupere la serenidad que se merece¡±. Y lanz¨® un llamamiento a las autoridades: ¡°Necesitamos el apoyo pol¨ªtico y refuerzos policiales. Espero que se nos haya escuchado y que r¨¢pidamente podamos aumentar los recursos de la polic¨ªa¡±, agreg¨®.

El problema: aunque ha prometido r¨¢pidamente ¡°tolerancia cero¡± a la criminalidad, el nuevo Gobierno federal, liderado por el nacionalista flamenco Bart de Wever, que asumi¨® justo el lunes de la semana negra de violencia en Bruselas, ha llegado al poder con la intenci¨®n de ajustar al m¨¢ximo el presupuesto del pa¨ªs. Aun as¨ª, el ministro Quintin ha asegurado inversiones ¡°masivas¡± para mejorar la dotaci¨®n policial, aunque no ha puesto fecha para ello. Tambi¨¦n ha evocado la posibilidad de sustituir con soldados a los polic¨ªas destinados a puestos ¡°est¨¢ticos¡±, como la vigilancia de embajadas, para poder disponer de m¨¢s agentes sobre el terreno.

Por su parte, la comisaria nacional para la droga, Ine Van Wymersch, estudia ya c¨®mo invertir los bienes confiscados a narcotraficantes en la lucha contra ellos. ¡°Hemos recibido un mandato claro de los ministros de Interior y Justicia para desarrollar un sistema de recuperaci¨®n de activos. El acuerdo gubernamental prev¨¦ que los activos de origen delictivo se utilicen en la lucha contra la delincuencia organizada¡±, adelant¨® al diario L¡¯Echo. En otras entrevistas, ha llamado tambi¨¦n a una mayor cooperaci¨®n internacional para un problema que, ha recordado, rebasa fronteras. Bruselas, mientras tanto, contiene el aliento a la espera del pr¨®ximo tiroteo, que pocos dudan se producir¨¢, tarde o temprano, de nuevo.