Un matrimonio que podr¨¢ regularizar su situaci¨®n tras el cambio de norma migratoria en Estados Unidos: ¡°Podremos tener dignidad¡±
Kali Pliego y su esposo, de origen mexicano, llevan casados 17 a?os, pero ¨¦l no puede pedir un cr¨¦dito o participar como voluntario en las actividades escolares de su hijo por la falta de papeles. Una reforma de la Administraci¨®n de Biden permitir¨¢ cambiar su situaci¨®n
El marido de Kali Pliego, educadora sobre seguridad p¨²blica de 42 a?os, nunca ha podido participar como voluntario en las actividades escolares de su hijo de corta edad. Tampoco ha podido ser titular en la hipoteca de la casa familiar. Ni tener un veh¨ªculo a su nombre. Ni siquiera figurar como beneficiario en el seguro de vida de su esposa. Aunque ella es estadounidense y llevan casados 17 a?os, en todo este tiempo no ha sido posible enmendar el estatus migratorio irregular de ¨¦l, mexicano de nacimiento (se omite su nombre por petici¨®n de la entrevistada) y que entr¨® en EE UU hace m¨¢s de 20 a?...
El marido de Kali Pliego, educadora sobre seguridad p¨²blica de 42 a?os, nunca ha podido participar como voluntario en las actividades escolares de su hijo de corta edad. Tampoco ha podido ser titular en la hipoteca de la casa familiar. Ni tener un veh¨ªculo a su nombre. Ni siquiera figurar como beneficiario en el seguro de vida de su esposa. Aunque ella es estadounidense y llevan casados 17 a?os, en todo este tiempo no ha sido posible enmendar el estatus migratorio irregular de ¨¦l, mexicano de nacimiento (se omite su nombre por petici¨®n de la entrevistada) y que entr¨® en EE UU hace m¨¢s de 20 a?os. Hasta ahora, y antes de que la Administraci¨®n de Joe Biden anunciase esta semana cambios en su pol¨ªtica migratoria, la ley le obligaba a salir del pa¨ªs y aguardar al menos 10 a?os para poder tramitar su caso, pese a su boda.
¡°Tenemos un ni?o en edad escolar¡±, explica Kali Pliego por tel¨¦fono desde Minneapolis (Minnesota), donde reside. ¡°No es viable que mi marido se marche 10 a?os. Ahora no se puede separar a la familia¡±.
Aunque el estar casado con un estadounidense en general da permiso de residencia a un extranjero, los inmigrantes irregulares en esa situaci¨®n que quieran tramitarlo deben regresar a su pa¨ªs y esperar una d¨¦cada para poder hacerlo, una penalizaci¨®n que prev¨¦ la ley para las estancias ilegales en Estados Unidos. Ese plazo hace que, en la pr¨¢ctica, la gran mayor¨ªa renuncie a la legalizaci¨®n y opte por seguir viviendo en las sombras.
Los cambios aprobados por la Administraci¨®n de Biden en el sistema migratorio esta semana permitir¨¢n que al menos a 500.000 matrimonios en las mismas circunstancias que los Pliego ¨Dparejas en las que uno de sus miembros es ciudadano estadounidense y el otro es migrante con estatus irregular¨D normalicen su situaci¨®n sin tener que salir del pa¨ªs.
La medida, que el Gobierno empezar¨¢ a aplicar a finales del verano, prev¨¦ que los migrantes irregulares casados con estadounidenses y que vivan en Estados Unidos desde hace al menos una d¨¦cada, cumplida antes del d¨ªa 17 de este mes, puedan solicitar una autorizaci¨®n excepcional, denominada ¡°parole in place¡± (libertad condicional). No podr¨¢n obtenerla quienes representen una amenaza para la seguridad nacional o hayan sido deportados alguna vez. Si la reciben, tendr¨¢n un plazo de tres a?os para tramitar su permiso de residencia. Mientras tanto, estar¨¢n protegidos ante una posible deportaci¨®n y tendr¨¢n autorizaci¨®n para trabajar. Los hijos menores de 21 a?os de estos migrantes que tambi¨¦n est¨¦n en situaci¨®n irregular podr¨¢n asimismo beneficiarse de la nueva pol¨ªtica.
El Departamento de Seguridad Nacional calcula que en torno a medio mill¨®n de personas podr¨¢n acogerse a estas medidas, aunque grupos como American Families United estiman que los migrantes irregulares casados con estadounidenses alcanzan los 1,1 millones de personas.
Los Pliego se conocieron hace 20 a?os, en 2004, en Minneapolis. Ella acababa de graduarse en la Universidad y atravesaba una etapa ¡°con un mont¨®n de tensi¨®n¡± en su vida. Para relajarse, acud¨ªa a un local a bailar salsa. En una de esas salidas, un joven la sac¨® a bailar merengue. ¡°Lo recuerdo como si fuera hoy. En medio de la danza me sonri¨®, una de esas sonrisas enormes en las que participa toda la cara. All¨ª supe que me iba a enamorar¡±. Fueron novios durante tres a?os, dos de ellos a distancia mientras ella trabajaba en Guatemala. ¡°En cuanto regres¨¦, nos casamos¡±.
Era 2007. Para los Pliego comenzaba una odisea particular. ¡°Solicitamos un ajuste del estatus migratorio de ¨¦l en 2008. Y b¨¢sicamente nos enteramos de que la v¨ªa para adquirir estatus legal exig¨ªa que saliera del pa¨ªs durante un periodo m¨ªnimo de 10 a?os. Es la llamada ley de castigos (sic). Nuestro abogado nos explic¨® que pod¨ªamos retrasar el proceso y actuar para cambiar la ley, esperar a que la ley cambiase o seguir adelante y que ¨¦l se marchase para una d¨¦cada. As¨ª que optamos por seguir aqu¨ª y trabajar por cambiar la ley¡±. Ella comenz¨® a colaborar como activista en American Families United.
Estas circunstancias forzaron muchas de sus decisiones como familia. Para tener a su hijo esperaron casi una d¨¦cada. El ni?o naci¨® en 2016, en v¨ªsperas de que Donald Trump empezara su mandato presidencial.
¡°Esos primeros cuatro a?os de la vida de mi hijo fueron una etapa atemorizadora. La recuerdo como la peor ¨¦poca de mi vida, por lo dif¨ªcil que se hizo la vida diaria, la preocupaci¨®n, el miedo, la angustia de que nuestra familia pudiera quedar separada, especialmente porque ya ten¨ªamos al peque?ito. Tendr¨ªa que haber sido un momento de alegr¨ªa, la llegada del beb¨¦, verlo crecer, y siempre estuvimos bajo la sombra del miedo¡±, explica la mujer.
Tras la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden, ese temor disminuy¨® relativamente. ¡°Sabemos que no somos prioritarios, que nadie va a venir a buscar a mi marido, o practicar una redada en su lugar de trabajo¡ Pero la situaci¨®n nos sigue impactando cada d¨ªa¡±.
¡°Mi marido no tiene un n¨²mero de la Seguridad Social (que solo reciben los estadounidenses o los extranjeros con permiso de trabajo, y acredita que se est¨¢ en situaci¨®n migratoria legal), as¨ª que no puede ser titular de ning¨²n cr¨¦dito que solicitemos, para comprar un coche o para la hipoteca de nuestra casa. Para eso dependemos ¨²nicamente de mis ingresos. No le puedo incluir como beneficiario en mi seguro de vida. No se le puede hacer una b¨²squeda de antecedentes, as¨ª que no se puede presentar voluntario en las actividades de la escuela del ni?o, o para entrenar a los equipos infantiles, cosas que estoy segura de que le encantar¨ªa hacer¡±.
El miedo tambi¨¦n condiciona sus decisiones laborales. ¡°?l cree que no puede dar ning¨²n d¨ªa por seguro, y por eso trabaja un mont¨®n¡±, precisa Pliego. ¡°Combina dos empleos que le obligan a estar fuera de casa todo el tiempo de lunes a viernes. Y eso hace que todas las tareas de casa me toquen a m¨ª: limpiar, cocinar, llevar al ni?o a la escuela, llevarlo a sus actividades. Es duro. Soy muy flexible con las horas de acostarse, porque quiero que mi hijo y su padre puedan relacionarse y dejo que el ni?o est¨¦ levantado hasta tarde para que pueda saludar a su pap¨¢ cuando llega a casa¡±.
A falta de que se publiquen los detalles m¨¢s concretos del cambio anunciado esta semana ¨Dcu¨¢nto costar¨¢ presentar la solicitud, por ejemplo¨D, los Pliego cumplen los requisitos que ha anunciado la Administraci¨®n para acogerse al parole in place.
¡°Estamos muy agradecidos de que se hayan escuchado los llamamientos de nuestra familia y las de otros 1,1 millones de familias en nuestra situaci¨®n, para ofrecer una soluci¨®n que al menos nos deje ganar tiempo y un permiso de trabajo. Con el permiso de trabajo tenemos dignidad, tenemos opciones, no tenemos que sufrir indignidades en el lugar de empleo porque da demasiado miedo dimitir y buscar otra cosa¡±, sostiene Kali Pliego.
?Tendr¨¢ esta medida alg¨²n impacto en sus decisiones de cara a las elecciones de noviembre? ¡°Tengo muchas ganas de votar, de animar a mi familia a que vean que este presidente, Biden, es la ¨²nica persona en las papeletas que ha hecho algo positivo por mi familia, y eso importa. Y es una historia que estoy dispuesta a contar una y otra vez a todo aquel que quiera escuchar¡±.
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