As¨ª aprenden los beb¨¦s

Imaginen un grupo de beb¨¦s, de ocho o diez meses, jugando con los juguetes que se encuentran esparcidos por el suelo en el interior de una sala. Siempre en contante movimiento, cada uno de ellos abandona el ¨²ltimo objeto que tiene en sus manos, para disfrutar de otro. Una persona pasea delante de ellos y coloca una pieza desconocida, sin que se den cuenta. Comprobar¨¢n que cualquiera de esos ni?os y ni?as, cuando levante la cabeza, percibir¨¢ que ese elemento no estaba antes all¨ª, e inmediatamente abandonar¨¢ el juguete que ten¨ªa entre las manos para dirigirse hacia su nuevo descubrimiento. Este ...

Imaginen un grupo de beb¨¦s, de ocho o diez meses, jugando con los juguetes que se encuentran esparcidos por el suelo en el interior de una sala. Siempre en contante movimiento, cada uno de ellos abandona el ¨²ltimo objeto que tiene en sus manos, para disfrutar de otro. Una persona pasea delante de ellos y coloca una pieza desconocida, sin que se den cuenta. Comprobar¨¢n que cualquiera de esos ni?os y ni?as, cuando levante la cabeza, percibir¨¢ que ese elemento no estaba antes all¨ª, e inmediatamente abandonar¨¢ el juguete que ten¨ªa entre las manos para dirigirse hacia su nuevo descubrimiento. Este comportamiento est¨¢ asociado con el hecho de que el beb¨¦ adapta su atenci¨®n para maximizar su aprendizaje. Y esta es una de las conclusiones a la que ha llegado el art¨ªculo de investigaci¨®n Infants tailor their attention to maximize learning, publicado recientemente en Science Advances.

Los expertos aseguran que los beb¨¦s desarrollan estrategias de aprendizaje que les permiten aprender mucho y con rapidez. Chema L¨¢zaro, docente del M¨¢ster en Neuropsicolog¨ªa y Educaci¨®n de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), se?ala que, aunque hoy en d¨ªa se sabe poco sobre a las maniobras que los beb¨¦s ponen en marcha para adquirir esos aprendizajes, ¡°s¨ª manejamos las posibles razones por las que lo hacen y que est¨¢n muy encaminadas a encontrar respuesta al desaf¨ªo del est¨ªmulo¡±. Chema L¨¢zaro dice que ¡°hay que tener en cuenta que cuando hablamos del cerebro nos movemos en el campo de las posibilidades plausibles. Las investigaciones nos est¨¢n permitiendo elaborar teor¨ªas sobre su funcionamiento, pero cuanto m¨¢s sabemos del cerebro m¨¢s conscientes somos de todo lo que nos queda por saber. Es un campo de investigaci¨®n que se ampl¨ªa con cada paso que damos¡±. Teniendo esto en cuenta, contin¨²a este experto en neuropsicolog¨ªa, ¡°hoy en d¨ªa sabemos que el aprendizaje est¨¢ muy relacionado con conceptos como la atenci¨®n, la motivaci¨®n y la obtenci¨®n de recompensas. Lo novedoso capta la atenci¨®n del individuo, como respuesta innata ante est¨ªmulos que pueden resultar peligrosos. Como para los beb¨¦s el mundo es un lugar donde todo est¨¢ por conocer, cualquier est¨ªmulo es una nueva oportunidad para probarlo y probarse a s¨ª mismo¡±. Por eso, se?ala Chema L¨¢zaro, ¡°reconocer un est¨ªmulo y poder establecer un patr¨®n para predecir su comportamiento (lo que vendr¨ªa a ampliar el campo de conocimiento) es una recompensa en s¨ª mismo para el cerebro. Pero para que se mantenga la curiosidad y la motivaci¨®n para aprender, ese conocimiento tendr¨ªa que aportar m¨¢s beneficios relacionados con la satisfacci¨®n de las necesidades del individuo, que en esta etapa son muy b¨¢sicas¡±.

En opini¨®n de David Bueno, director de la C¨¤tedra de Neuroeducaci¨® UB-EDU1ST - Chair of Neuroeducation UB-EDU1ST. Secci¨® de Gen¨¨tica Biom¨¨dica, Evolutiva i del Desenvolupament. Departament de Gen¨¨tica, Microbiologia i Estad¨ªstica, la principal pericia de los beb¨¦s para aprender es que lo hacen solos. Seg¨²n este experto en Neuroeducaci¨®n, ¡°aprender para la especie humana es simple instinto, no podemos evitar aprender. Los beb¨¦s no pueden evitar aprender. Los adultos tal vez conseguimos evitar aprender algunas cosas, porque ya somos capaces de gestionarnos, pero los beb¨¦s aprenden sin propon¨¦rselo y aprenden utilizando estrategias que, hasta hace poco, se pensaba eran cosas sofisticadas propias del mundo de los adultos como, por ejemplo, los razonamientos filos¨®ficos¡±. David Bueno explica que ¡°antes de hablar, durante la etapa preverbal, los beb¨¦s ya utilizan razonamientos filos¨®ficos para adquirir conocimientos de su entorno id¨¦nticos al m¨¦todo cient¨ªfico descrito por Descartes y que usan los cient¨ªficos hoy en d¨ªa¡±.

Laura Jim¨¦nez Ortega, profesora del departamento de Psicobiolog¨ªa de la UCM e investigadora en el Instituto de Salud Carlos III (Centro mixto UCM-ISCIII de Evoluci¨®n y Comportamiento Humano), coincide en que "los beb¨¦s se comportan como ¡°peque?os cient¨ªficos¡± que construyen un modelo a partir de las regularidades del ambiente que comprueban y actualizan de forma constante, dependiendo del entorno percibido". Esta profesora del departamento de Psicobiolog¨ªa de la UCM sostiene que ¡°en la base del aprendizaje del ser humano, a lo largo de su vida, estar¨ªa la plasticidad cerebral, es decir, los cambios en las conexiones neuronales de nuestro cerebro. En el caso de la poblaci¨®n infantil es mucho mayor, lo que hace que el aprendizaje sea m¨¢s r¨¢pido¡±. Adem¨¢s, agrega Jim¨¦nez Ortega, ¡°la cantidad de informaci¨®n que le llega a un bebe es enorme y la capacidad de procesamiento limitada, lo que le obliga a hacer una selecci¨®n previa de la informaci¨®n a aprender¡±.

En ese proceso de aprendizaje, los beb¨¦s participan en un proceso de actualizaci¨®n incesante para perfeccionar constantemente su modelo del entorno. El profesor de la UNIR confirma que es as¨ª porque, ¡°entre los primeros a?os de vida y los seis a?os se produce la neurog¨¦nesis, el nacimiento de nuevas neuronas, y sobre todo la sinaptog¨¦nesis, es decir, la construcci¨®n de conexiones entre esas neuronas. Esto lo que permite es esa actualizaci¨®n constante, adem¨¢s de encontrarse en una etapa del neurodesarrollo donde est¨¢ todo por hacer: se est¨¢n construyendo todas las conexiones asociadas a las gnosias y las praxias. De ah¨ª, la necesidad constante de estar expuesto a est¨ªmulos que le supongan un aprendizaje, bien por su novedad (y por tanto para ir incorpor¨¢ndolo a sus nuevas redes de aprendizaje) o bien porque el nuevo est¨ªmulo le supone una actualizaci¨®n del anterior y seguir iterando los aprendizajes previos¡±. Chema L¨¢zaro considera que, a esta idea anterior, se podr¨ªan sumar momentos predeterminados del neurodesarrollo en los que es m¨¢s proclive que se den ciertos aprendizajes. ¡°Esto estar¨ªa en consonancia con presentarle al beb¨¦ est¨ªmulos acordes a las necesidades que tiene, huyendo de la hiperestimulaci¨®n, porque m¨¢s no es siempre mejor. Esa actualizaci¨®n constante se favorecer¨¢ cuando presentamos los est¨ªmulos adecuados, con las intensidades adecuadas; de esta manera, no generaremos ruido cognitivo¡±, explica el docente de la UNIR.

David Bueno asegura que el beb¨¦ ¡°adquiere internamente un modelo del entorno, especialmente del entorno social, aunque tambi¨¦n del espacio f¨ªsico, pero sobre todo del primero, para saber c¨®mo debe relacionarse el resto de su vida con este entorno¡±. De hecho, contin¨²a este experto, ¡°estos aprendizajes son los m¨¢s importantes, los que m¨¢s influyen en c¨®mo se va a comportar, c¨®mo se va a percibir a s¨ª misma la persona durante el resto de su vida¡±.

El cerebro es esencialmente un motor de predicci¨®n. Predecir nos hace anticipar, nos permite generar respuestas a esas preguntas que nos planteamos sobre los est¨ªmulos que percibimos y a su vez nos ayuda a seguir avanzando. Esta idea nos acerca a la relaci¨®n de los aprendizajes con el entorno y a su importancia en el desarrollo del cerebro de los beb¨¦s. Sobre esta circunstancia, Chema L¨¢zaro asegura que, ¡°en entornos excesivamente empobrecidos, las oportunidades que tiene el beb¨¦ de hacer predicciones y por tanto acercarse y construir nuevos aprendizajes estar¨¢n m¨¢s limitadas; hablamos de una hipoestimulaci¨®n. Por el contrario, si el est¨ªmulo sobrepasa la capacidad de la predicci¨®n, la atenci¨®n se dirigir¨¢ a otros est¨ªmulos donde s¨ª sea capaz de gestionarlos; hablamos de entornos hiperestimulados¡±. Ante esta idea, expuesta por este docente de la UNIR, ?c¨®mo se conseguir¨ªa favorecer los entornos de aprendizaje? En su opini¨®n, ¡°las cosas sencillas a veces son las mejores. En t¨¦rminos de aprendizaje, ajustar la complejidad del desaf¨ªo a la capacidad de dar respuesta al mismo ser¨¢ clave en el ¨¦xito del aprendizaje. El desaf¨ªo ajustado nos mueve de manera intr¨ªnseca, mientras que la recompensa por conseguirlo, intr¨ªnseca o extr¨ªnseca, nos mantiene y empuja en esa predicci¨®n constante de la que hablamos¡±.

Y en este instinto por aprender, la curiosidad es una de las principales motivaciones internas que tiene el ser humano. En los beb¨¦s, concluye David Bueno, ¡°como nacen v¨ªrgenes, sin condicionantes educativos, la curiosidad en ellos es inmensa, es instintiva; cualquier cosa nueva les sorprende¡±.

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