C¨®mo encontrar el equilibrio entre ser unos padres autoritarios o permisivos
Hay que tener presente que educar significa permitir que los ni?os evolucionen, dejando que tomen peque?as decisiones aun a riesgo de cometer errores, seg¨²n los expertos
Los estilos educativos de los padres van a generar consecuencias en la capacidad para adaptarse social y emocionalmente de sus hijos. Estos estilos hay que entenderlos de forma flexible y adaptada a cada ni?o, ya que cada uno tiene unas caracter¨ªsticas propias y personales. Cuando hablamos de normas y de reglas hablamos de l¨ªmites, y los l¨ªmites son necesarios porque dan seguridad al ni?o, le transmiten lo que se espera de ¨¦l y cuand...
Los estilos educativos de los padres van a generar consecuencias en la capacidad para adaptarse social y emocionalmente de sus hijos. Estos estilos hay que entenderlos de forma flexible y adaptada a cada ni?o, ya que cada uno tiene unas caracter¨ªsticas propias y personales. Cuando hablamos de normas y de reglas hablamos de l¨ªmites, y los l¨ªmites son necesarios porque dan seguridad al ni?o, le transmiten lo que se espera de ¨¦l y cuando est¨¢n bien puestos fomentan el autocontrol y la autorregulaci¨®n. La psic¨®loga sanitaria y directora de la Cl¨ªnica Udit¨¢n Margot Ripoll considera que en general no es el l¨ªmite lo que se debe cuestionar, sino el c¨®mo se pone y c¨®mo se gestiona dado que tienen una relaci¨®n directa con la sensaci¨®n de pertenencia, autoestima y validez. ¡°Al principio del desarrollo los l¨ªmites van muy ligados a las rutinas y necesidades de los ni?os, pero a medida que se van haciendo mayores la cosa se complica m¨¢s, aparecen emociones m¨¢s evolucionadas y son fundamentales para el correcto desarrollo de la empat¨ªa, la tolerancia a la frustraci¨®n y la autoestima¡±.
Para Margot Ripoll los buenos l¨ªmites son aquellos que est¨¢n, pero no se notan: ¡°Deben ser pocos dado que muchos coartar¨ªan la libertad del ni?o y le impedir¨ªan explorar y descubrir posibilidades del entorno, tambi¨¦n deben ser breves porque el autocontrol se adquiere progresivamente. Un ni?o de dos a?os puede aprender a esperar 2 minutos pero no 20. Los l¨ªmites tienen que ser claros y bien definidos, y a poder ser en positivo y dirigidos a lo que s¨ª se puede hacer. Es frecuente definir el l¨ªmite desde el no, pero a nuestro cerebro le cuesta mucho descifrar el lenguaje inverso y en determinadas edades a¨²n no pueden visibilizar las acciones contrarias. As¨ª que es mejor decir saltamos en la alfombra que decirle no saltes en el sof¨¢¡±. Margot nos habla sobreponer pautas coherentes y realistas con nuestra din¨¢mica familiar, ya que nosotros tambi¨¦n debemos asumir ese l¨ªmite. Por ejemplo, no podemos exigir que guarden el m¨®vil en la mesa si nosotros lo tenemos a la vista. Y a?ade como muy importante establecer los l¨ªmites de forma anticipada, ya que solo as¨ª fomentan el autocontrol, la regulaci¨®n emocional y el razonamiento moral.
La psic¨®loga Sara Tarr¨¦s nos habla del equilibrio: ¡°Es cierto que una de las dificultades est¨¢ en encontrar el punto medio entre la permisividad y el autoritarismo y que muchas veces las madres nos movemos entre ambos polos, generalmente por cansancio, estr¨¦s o por improvisaci¨®n ante cuestiones que no se hab¨ªan planteado hasta el momento. Es importante pararse a pensar y aprender c¨®mo poner l¨ªmites y normas a nuestros hijos porque tan perjudicial es mostrarnos totalmente inflexibles o por el contrario excesivamente condescendientes. Tampoco favorece ir cambiando de criterio en funci¨®n de qu¨¦ humor estemos ese d¨ªa. Debemos tener claro cu¨¢les son los valores que transmitimos con las normas y los l¨ªmites que establecemos, cu¨¢l es el objetivo de ese no o ese s¨ª y qu¨¦ consecuencias tiene a corto, medio y largo plazo¡±.
Hay que tener presente que educar significa permitir que nuestros hijos evolucionen, dejando que tomen peque?as decisiones aun a riesgo de cometer errores. Debemos ser flexibles en ocasiones y dejar que expresen sus opiniones, aunque ello no signifique que dejemos que se salte las normas o los l¨ªmites fijados. ¡°Escuchar, atender y entender sus peticiones, en definitiva empatizar con ellos, no significa dejar que ellos tomen el control de lo que se puede o no hacer en casa o fuera de ella. Significa tenerles en cuenta y hacerles saber que nos importan y por eso mismo explicar que somos los adultos quienes tomamos las decisiones¡±, afirma Sara Tarr¨¦s, autora de Mis emociones al descubierto. Gu¨ªa y cuaderno emocional para trabajar en familia ( Ed Salvatella).
Para Tarr¨¦s tanto ser permisivo como autoritario son estilos educativos negativos porque impiden un desarrollo emocional ¨®ptimo y saludable de los hijos. Considera que ambos da?an la autoestima y crean ni?os inseguros, rebeldes y con mayor tendencia a sufrir a largo plazo alg¨²n tipo de problemas o trastornos de conducta, ansiedad o depresi¨®n. ¡°Las madres autoritarias son madres inflexibles, r¨ªgidas, poco afectuosas y con bajos niveles de comunicaci¨®n con sus hijos. Un exceso de control y falta de afecto puede provocar en nuestros hijos problemas emocionales como baja autoestima, timidez, sumisi¨®n o rebeld¨ªa. Los ni?os crecen con miedo a cometer errores, ya que suelen ser castigados por ellos, lo que les lleva a mentir para evitarlos¡±, afirma la psic¨®loga.
Las madres con un estilo educativo basado en la permisividad son el polo opuesto a anterior. Seg¨²n Sara Tarr¨¦s ¡°son afectuosas y comunicativas, pero creen y piensan que no se deben poner normas y l¨ªmites, es por eso que los ni?os crecen creyendo que pueden hacer y decir cualquier cosa sin que haya consecuencias, que no tienen ning¨²n tipo de responsabilidad y que cualquier error que cometan es culpa de un tercero. Crecen como peque?os dictadores cuyos padres est¨¢n a su disposici¨®n y son m¨¢s propensos a ejercer violencia filioparental, de la que tan poco hablamos¡±. Es por eso que, como dec¨ªa Arist¨®teles, la virtud est¨¢ en el punto medio.
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