C¨®mo favorecer la adaptaci¨®n de un ni?o en la escuela infantil
El inicio de la guarder¨ªa es un hito importante en la vida del menor y de su familia, marcado por emociones encontradas y desaf¨ªos. En este contexto, un acompa?amiento respetuoso y bien planificado puede hacer que el proceso sea m¨¢s llevadero y positivo
El peque?o de la familia se incorpora a la escuela infantil y lo primero que pasa por la cabeza de muchos padres y madres es pensar qui¨¦n lo pasar¨¢ peor, si el ni?o o el adulto. Se trata de un sentimiento normal, y en ocasiones tambi¨¦n se pueden experimentar emociones ambivalentes, inseguridad e incertidumbre. Adaptarse a este proceso no siempre es f¨¢cil; suele ser complejo tanto para el hijo como para los progenitores. Ser¨¢ la primera o de las primeras veces que el menor se separa de su hogar, su lugar seguro hasta entonces, para adentrarse en un mundo que desconoce. Todo esto supone un cambio importante en su vida. Por ello cada vez hay m¨¢s escuelas infantiles que trabajan de manera respetuosa para hacer del tiempo de acogida un proceso m¨¢s amable y cuidado.
Es fundamental que durante este proceso haya confianza plena entre los progenitores y el centro educativo elegido. La influencia de los padres es esencial en este momento: c¨®mo vivan esta separaci¨®n (expectativas, miedos¡) determinar¨¢ c¨®mo su hijo pueda afrontar este momento. Es posible que el centro haya fijado una entrevista inicial en la que es importante no quedarse con ninguna duda o miedo y facilitar al educador toda la informaci¨®n que consideren relevante para el bienestar del menor en la escuela (h¨¢bitos de sue?o, alimentaci¨®n, rutinas, etc¨¦tera).
Las escuelas suelen facilitar una entrada gradual y al inicio del curso algunas permiten el acompa?amiento de un adulto de referencia en el aula; ambas ser¨ªan necesarias para hacer de este periodo un proceso m¨¢s amable y garantizar un v¨ªnculo saludable entre educadora y ni?o. Si se permite la entrada de un adulto para que tenga lugar un acompa?amiento ¨²til, hay que tratar de mantenerse en un sitio cerca del ni?o e ir poniendo distancia, seg¨²n lo vaya tolerando. Y, adem¨¢s, es recomendable que los progenitores o cuidadores dejen que sea el menor quien se acerque o aleje en funci¨®n de sus necesidades.
Algunas ideas que pueden ser de ayuda en el proceso de adaptaci¨®n
- Llevar a la escuela infantil un objeto de apego ¡ªpeluche, mu?eca o cochecito, por ejemplo¡ª. Este ayudar¨¢ al ni?o a gestionar la separaci¨®n, ofreci¨¦ndole consuelo.
- Unos d¨ªas antes de llevarle, los padres deben anticiparle a su hijo qu¨¦ encontrar¨¢ all¨ª y lo que va a suceder. La lectura de algunos cuentos puede ayudarle a entenderlo. Tres ejemplos de lectura son: El pollo Pepe va al cole (SM, 2016), Ll¨¦name de besos el bolsillo (Cuatro Hojas, 2017) o Mam¨¢ ya viene (Tatuka, 2014).
- Las despedidas han de ser lo m¨¢s cortas posibles, mostrando seguridad. Los padres tampoco deben olvidar decirle a su hijo que volver¨¢n a buscarle y ubicarle en qu¨¦ momento del d¨ªa ocurrir¨¢, aunque la noci¨®n del tiempo en los menores sea un concepto abstracto.
- Evitar chantajes del tipo ¡°si lloras, mam¨¢ se pone triste¡±. El llanto es una expresi¨®n normal, ayuda a liberar tensiones, as¨ª que es mejor validar sus emociones para que se sienta comprendido y acompa?ado: ¡°S¨¦ que est¨¢s triste, pero todo ir¨¢ bien¡±.
- Evitar grandes cambios durante este proceso, tales como la retirada del chupete o una mudanza.
Una de las mayores dificultades que suelen padecer las familias con beb¨¦s menores de un a?o suele est¨¢ relacionada con la lactancia. En ese sentido, la psic¨®loga perinatal Virginia Toledo Garc¨ªa, quien dirige su propio gabinete en Alicante, facilita algunas reflexiones que pueden servir de br¨²jula para vivir esta etapa con m¨¢s confianza y tranquilidad:
- Introducir, con al menos dos semanas de anterioridad al inicio de la escuela infantil, otros m¨¦todos de ingesta de leche: biberones respetuosos, jeringa, cuchara, vasito. Hay que comenzar probando una toma al d¨ªa, cuando el beb¨¦ ya est¨¦ saciado. Y seguir haciendo lo mismo en m¨¢s tomas, aquellas en las que el peque?o est¨¦ m¨¢s despierto y predispuesto. Puede empezar haci¨¦ndolo la madre, y que despu¨¦s lo haga su pareja, para que el beb¨¦ vaya comprendiendo c¨®mo funciona esta forma de alimentaci¨®n. Con tiempo, paciencia y cari?o, todos los beb¨¦s aprenden.
- Respetar siempre su proceso: no hay que forzar al menor, ni dejarlo llorar o pasar hambre con la finalidad de que aprenda. Es importante recordar que el objetivo es que pueda ir conociendo nuevas formas de alimentarse, y eso requiere un tiempo de acomodaci¨®n.
- Cuando una madre recoja a su hijo, es posible que este quiera recuperar el tiempo perdido y se aferre al pecho como si no hubiera un ma?ana durante la tarde y la noche. Es parte del proceso; su forma de compensar y regularse hasta que haya interiorizado su nuevo ritmo. Es importante que ambos puedan darse esos espacios de ¡°regulaci¨®n y compensaci¨®n¡±. Todo volver¨¢ pronto a una nueva normalidad.
- Las madres lactantes tienen que atender sus movimientos emocionales: este cambio es crucial en el ¨¢mbito de fusi¨®n emocional con su beb¨¦, as¨ª como tambi¨¦n comienza una nueva etapa en su rol materno. Es fundamental que pueda ponerle palabras a c¨®mo se siente y pueda compartirlo con su pareja o red de apoyo.
Durante este tiempo, algunos menores tambi¨¦n pueden experimentar alteraciones del sue?o, de alimentaci¨®n o de conducta. Se trata de respuestas pasajeras y normales. No existe un tiempo establecido para la adaptaci¨®n del peque?o en la escuela infantil, cada uno llevar¨¢ su propio ritmo. Podr¨ªamos decir que el periodo de vinculaci¨®n habr¨¢ concluido cuando el menor d¨¦ muestras claras de bienestar en el aula: adquiera confianza para explorar el entorno, desarrolle su sentimiento de pertenencia y se relacione de manera segura con el adulto e iguales.