Acoso escolar, un problema social en el que todos somos, o deber¨ªamos ser, parte activa

El acoso escolar es una de las situaciones que m¨¢s preocupan, no solo en el ¨¢mbito educativo, sino tambi¨¦n en los ¨¢mbitos familiar y social. No cabe la menor duda de que el tambi¨¦n conocido con su t¨¦rmino en ingl¨¦s, bullying, es una problem¨¢tica social, a la que todos aportamos de alguna manera y de la que todos somos parte de la soluci¨®n. Este martes 2 de mayo es el...

El acoso escolar es una de las situaciones que m¨¢s preocupan, no solo en el ¨¢mbito educativo, sino tambi¨¦n en los ¨¢mbitos familiar y social. No cabe la menor duda de que el tambi¨¦n conocido con su t¨¦rmino en ingl¨¦s, bullying, es una problem¨¢tica social, a la que todos aportamos de alguna manera y de la que todos somos parte de la soluci¨®n. Este martes 2 de mayo es el D¨ªa Internacional contra esta lacra que afecta a muchos ni?os y adolescentes en Espa?a y cuyos casos va aumento en los ¨²ltimos a?os.

Dado el gran sufrimiento que viven las personas que est¨¢n involucradas en las situaciones de acoso escolar (v¨ªctimas, acosadores, familiares, maestros, profesionales de la salud¡­) creo conveniente dedicar un art¨ªculo a mostrar algunos datos que nos aportan las investigaciones, as¨ª como a compartir algunas reflexiones para tratar de prevenirlo. Para ello, me servir¨¦ de la investigaci¨®n titulada Dilo todo contra el bullying, que elaboraron desde Educar es Todo, comunidad educativa de padres, madres y docentes, con Leo Farache a la cabeza. ?A qu¨¦ conclusiones llegaron en este estudio realizado en Espa?a?

Si nos centramos en el punto de vista de las familias, uno de cada cuatro padres asegura que su hijo ha sufrido acoso escolar, y un 66% opina que ni los centros educativos ni los profesores est¨¢n formados para intervenir en estos casos. De hecho, un 30% de los maestros se siente poco o nada preparado para resolver situaciones de acoso escolar. Es cierto que los casos de bullying se han multiplicado en los ¨²ltimos a?os debido a varios factores, entre los cuales podemos se?alar el mal uso de los dispositivos tecnol¨®gicos y las redes sociales. En torno al 80% de las familias cree que los contenidos violentos que visualizan nuestros j¨®venes potencian los casos.

Somos conscientes de que vivimos en un mundo tecnol¨®gico y que muchas pr¨¢cticas sociales de los adolescentes se vertebran a trav¨¦s de dispositivos tecnol¨®gicos como los m¨®viles, ordenadores, tabletas, videojuegos, WhatsApp y otras redes sociales. Dada la gran capacidad de difusi¨®n que tienen todos estos dispositivos y plataformas, los padres, maestros y adultos en general debemos ser conscientes de dichas repercusiones sobre la autoestima y la personalidad de los menores, debiendo actuar de manera activa para garantizar el buen empleo de estos dispositivos.

De los casi 2.000 familiares que participaron en esta investigaci¨®n, un 32,79% reconoci¨® que sus hijos ya ten¨ªan m¨®vil a los 5-6 a?os. A los 13-14 a?os, un 94,35% de los j¨®venes ya dispone de uno en Espa?a. Estos datos demuestran lo normalizados que est¨¢n los diferentes dispositivos tecnol¨®gicos desde que somos bien peque?os.

?A qu¨¦ conclusiones llega el estudio en torno al contenido que consumen nuestros hijos? Un 80% de los adultos cree que el m¨®vil es un medio que potencia el acoso escolar, aunque, por el contrario, solo un 70% de los padres est¨¢n al tanto de lo que hace su hijo desde dicho dispositivo tecnol¨®gico. La mitad de los progenitores no saben bien qu¨¦ es el control parental que ofrecen la mayor¨ªa de los aparatos, incluso las televisiones, ni saben activarlo. Desde hace algunos a?os se puso en marcha un sistema para clasificar la edad a partir de la cual pueden jugar nuestros hijos a determinados videojuegos. Se le conoce con el nombre de sistema PEGI (Pan European Game Information). Pues bien, es curioso que cuatro de cada cinco familiares no saben qu¨¦ es.

El papel de los maestros

Adem¨¢s, un poco m¨¢s de la mitad de los padres y madres considera que los profesores no tienen la suficiente autoridad, pero lo cierto es que las familias no siempre les damos esa autoridad que merecen y acudimos al centro escolar para discutir las decisiones que toman respecto a nuestros hijos sobre resultados acad¨¦micos o consecuencias de sus comportamientos. Nueve de cada diez profesores creen que los padres no contribuyen ni ayudan a que se les respete lo suficiente. Bajo mi punto de vista, no les falta raz¨®n. Como bien dice Francisco Mora, profesor de Fisiolog¨ªa Humana en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid: ¡°El maestro deber¨ªa ser la joya de la corona de nuestra sociedad¡±.

Si nos centramos ahora en los menores, el estudio indica que uno de cada cinco ni?os afirma haber sido v¨ªctima de acoso escolar y un 70% de ellos piensan que dicha problem¨¢tica no se aborda de manera adecuada desde los centros educativos. En torno a un 10-15% de los ni?os y adolescentes encuestados afirma tanto haberse burlado de alg¨²n compa?ero a trav¨¦s de redes sociales o WhatsApp como haber sido v¨ªctima de estas burlas a trav¨¦s de alg¨²n dispositivo tecnol¨®gico.

En conclusi¨®n, el acoso escolar es un problema social en el que todos somos, o deber¨ªamos ser, parte activa. Todos podemos aportar algo para evitar situaciones de burla, faltas de respeto o acoso y todos podemos hacer algo para aliviar, acompa?ar y comprender a las v¨ªctimas de bullying y sus familiares. No consiste en buscar culpables, porque no los hay; se trata de hacernos responsables de lo que est¨¢ sucediendo y actuar de manera responsable, asertiva y respetuosa. Quiero agradecer a Educar es Todo por realizar este interesante estudio. Mi ¨²nico objetivo con este art¨ªculo es concienciar y sensibilizar sobre una problem¨¢tica que, desgraciadamente, va en aumento en los ¨²ltimos a?os.

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