Criar a un hijo en solitario: pros, contras y consejos para gestionar la posible sobrecarga del progenitor
Asumir el rol de padre y madre en el cuidado de los ni?os implica mucho trabajo para el pariente que asume la situaci¨®n. Establecer rutinas, tener en cuenta el autocuidado y fomentar la comunicaci¨®n para hablar con menores son tres puntos para conseguir una convivencia ¨®ptima
La ausencia de uno de los padres no tiene por qu¨¦ ser solo f¨ªsica, por motivos como la viudedad. Tambi¨¦n puede ocurrir tras una separaci¨®n, por decisi¨®n propia o incluso cuando, aunque convivan todos los d¨ªas, no asumen con plena responsabilidad o presencia los roles que le corresponden como progenitores. La realidad es que las familias se han diversificado y esto conlleva que la crianza tambi¨¦n. ¡°La tendencia es hacia modelos cada vez m¨¢s reducidos e individualizados, es decir, con menos miembros o con solo la madre o el padre para criar a los hijos¡±, asegura Iosune Mendia, psic¨®loga y coach familiar en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). ¡°El rol parental no tiene que ver tanto con el g¨¦nero de la persona (mujer u hombre) como con sus competencias y habilidades para cuidar y cubrir las necesidades de los hijos¡±, prosigue: ¡°Se trata de garantizar cuestiones que aporten seguridad al ni?o para su desarrollo y crecimiento, como una correcta alimentaci¨®n o un entorno equilibrado y rico en experiencias sensoriales, emocionales y afectivas¡±.
A la hora de atender a los hijos, tambi¨¦n influyen la educaci¨®n y los modelos sociales. ¡°El car¨¢cter de la persona determina su habilidad como progenitor, as¨ª como su talento para determinadas competencias, independientemente de que tenga que asumir el rol que, en principio, no le corresponde, o bien el de ambos (padre y madre)¡±, a?ade Tristana Su¨¢rez, psic¨®loga de orientaci¨®n psicoanal¨ªtica y Gestalt en el dentro Integral San Lorenzo, de San Lorenzo de El Escorial (Madrid). ¡°Por ejemplo, puede haber madres que se desenvuelvan mejor con respecto a cuestiones normalmente asociadas a la masculinidad y la paternidad, como a la hora de poner l¨ªmites y marcar tiempos, y viceversa, hombres que tengan m¨¢s desarrolladas aptitudes asociadas tradicionalmente a la mujer, como el estar m¨¢s presentes en el hogar o con la ternura¡±, destaca la especialista.
Su¨¢rez incide en que asumir el rol de padre y madre en el cuidado de los ni?os implica tambi¨¦n una sobrecarga para el progenitor que asume la situaci¨®n: ¡°Si solemos decir que dos personas ya son pocas para criar a un hijo, una resulta de una escasez abrumadora. Se va a producir un sobreesfuerzo en la persona que se encarga en solitario, ya sea padre o madre, porque tendr¨¢ que emplear mucha energ¨ªa en su faceta menos desarrollada para la crianza¡±, argumenta Su¨¢rez: ¡°Por ejemplo, si es alguien casero y tranquilo, puede haber d¨¦ficit y dificultad en la parte social o a la hora de poner normas y l¨ªmites al ni?o¡±, se?ala.
Para la psic¨®loga, la forma de compensar esas carencias al no tener la contraparte de la pareja es a trav¨¦s de familiares, amigos o actividades: ¡°Si es alguien a quien le cuesta poner l¨ªmites, puede apuntar al ni?o a clases que tengan que ver con las normas. Y si se trata de compensar la faceta social, la opci¨®n puede ser la de facilitar la relaci¨®n con t¨ªos, primos, abuelos o amigos¡±.
¡°En la parte positiva, criar en solitario implica que todas las determinaciones las asume una ¨²nica persona; no hay que ponerse de acuerdo con una pareja. Eso no quita que en ocasiones te puedas equivocar, pero igual que ocurre en cualquier otra familia con dos progenitores¡±, retoma Mendia. ¡°Por otro lado, tambi¨¦n se le dedica m¨¢s tiempo al ni?o, por lo que se crean unos v¨ªnculos m¨¢s fuertes con ¨¦l que, adem¨¢s, suele madurar antes porque el adulto necesita que asuma algunas responsabilidades¡±, a?ade. Asimismo, los lazos del menor con su entorno de adultos se suelen estrechar. ¡°Es habitual que se implique en mayor medida para el cuidado del ni?o a familiares o amigos, por lo que el ni?o o adolescentes desarrolla un mayor sentido de la vida en comunidad¡±.
En cuanto a la parte negativa, Mendia destaca la imposibilidad de compartir con el otro progenitor los momentos de felicidad que aporta la maternidad o paternidad: ¡°Lo mismo ocurre en las situaciones en las que hay dificultades o problemas de salud y no se puede contar con el apoyo de la pareja, pero tambi¨¦n puede pesar el tener que demostrar de cara a terceros que se es capaz de criar en soledad, as¨ª como asumir m¨¢s carga econ¨®mica para atender a los hijos o encontrar momentos de desconexi¨®n para descansar¡±.
¡°La escasez de tiempo, al tener que dedicar m¨¢s tiempo a la jornada laboral, tambi¨¦n puede influir en que no se pueda prestar la suficiente atenci¨®n a la situaci¨®n emocional de los ni?os¡±, matiza la terapeuta. Ella hace diversas recomendaciones para gestionar la sobrecarga derivada de tener que hacer de padre y madre a la vez, entre ellas:
- Establecer rutinas para crear en los hijos la sensaci¨®n de seguridad. Se puede llevar a cabo registrando las actividades y las tareas diarias para organizar la vida familiar lo m¨¢s posible.
- Tener en cuenta el autocuidado para salvaguardar la salud mental, d¨¢ndose tiempo para buscar momentos para el ocio o el descanso y para compartir o apoyarse en familiares y amigos.
- Fomentar la comunicaci¨®n para hablar con los hijos de la situaci¨®n familiar y animarles a que cuenten sus inquietudes, miedos o dudas, as¨ª como buscar actividades para compartir con ellos, como en el caso de las vacaciones organizadas por singles con hijos.