?Cu¨¢ndo debe acudir tu hija al ginec¨®logo por primera vez?
No existe una edad fija a partir de la cual se aconseje tener una primera consulta. El momento para recurrir al especialista debe individualizarse en funci¨®n de las necesidades de la adolescente, sus expectativas y sintomatolog¨ªa, como puede ser la ausencia de menstruaci¨®n, secreci¨®n abundante o aparici¨®n anormal de vello
Est¨¢ a punto de cumplir 13 a?os y algo ha cambiado. Tras algunas semanas con una sensaci¨®n extra?a, con molestias en la tripa, sensibilidad en el pecho y un ligero dolor de cabeza, ha tenido su primera menstruaci¨®n. Una circunstancia que produce cambios en el cuerpo por el aumento de la concentraci¨®n de hormonas sexuales, como el desarrollo de los senos o el incremento del vello p¨²bico, y tambi¨¦n cambios emocionales y sociales. La adolescencia, que transcurre entre los 10 u 11 a?os hasta los 17 o 18, ¡°se caracteriza por ser un periodo de transformaciones que puede precisar de una serie de cuidados y atenciones con el fin de garantizar una transici¨®n satisfactoria a la vida adulta. Y donde el entorno familiar es fundamental¡±, se?ala Carmen Guill¨¦n, ginec¨®loga del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid.
En ese camino a la adultez, los progenitores no saben a veces c¨®mo acompa?ar ese cambio y si es conveniente incorporar a la consulta del pediatra, establecida en general hasta los 14 a?os, el asesoramiento de un ginec¨®logo que valore el estado f¨ªsico de la adolescente y pueda tambi¨¦n resolver dudas tanto de los padres como de la joven. M¨¢xime cuando, seg¨²n la Encuesta de Anticoncepci¨®n de la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n 2024, el inicio de las relaciones sexuales se sit¨²a en los 16,3 a?os para mujeres y hombres. Y tambi¨¦n ahora que el n¨²mero de casos de personas de 15 a 29 a?os diagnosticadas con nuevas infecciones de transmisi¨®n sexual (ITS), como gonorrea, s¨ªfilis y/o clamidia, se han incrementado, seg¨²n el estudio La epidemia oculta de infecciones de transmisi¨®n sexual en adolescente, realizado por Hospital de Basurto (Bilbao) y publicado el pasado mes de marzo.
No existe una edad fija a partir de la cual se aconseje tener una primera consulta ginecol¨®gica. ¡°El momento debe individualizarse en funci¨®n de las necesidades de la adolescente, sus expectativas y su sintomatolog¨ªa. En ocasiones, puede presentar s¨ªntomas que hay que estudiar y valorar¡ Y en otras, su consulta ir¨¢ marcada por las necesidades anticonceptivas o sexuales¡±, explica Abel Renuncio Roba, portavoz de la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n (SEC). Si fuera necesario recurrir a la opini¨®n de un especialista, ¡°debe proporcionarse una atenci¨®n integral que abarque todas las necesidades de la adolescente en salud sexual y reproductiva e individualizarse en funci¨®n de su sintomatolog¨ªa o de las expectativas y necesidades de la joven¡±, a?ade Renuncio. De esta manera, se conocer¨¢n los antecedentes y problemas que pueda presentar, y tambi¨¦n lo que para ella represente un problema o una necesidad.
Dada la ausencia de un protocolo sanitario que incluya la asistencia a la consulta de este tipo de especialista durante la adolescencia, la actuaci¨®n de los padres es importante. ¡°La adopci¨®n por parte de la familia de h¨¢bitos de vida saludables mejorar¨¢ el equilibrio hormonal y disminuir¨¢ el riesgo de presentar m¨¢s adelante trastornos ginecol¨®gicos asociados a la obesidad como, por ejemplo, el s¨ªndrome de ovario poliqu¨ªstico¡±, mantiene la doctora Guill¨¦n. Adem¨¢s, la promoci¨®n de una dieta saludable y el ejercicio f¨ªsico en estas edades facilita la implementaci¨®n de una vida sana a lo largo de los a?os. Otro aspecto en el que la familia debe involucrarse es en el apoyo a la vacunaci¨®n frente al virus del papiloma humano (VPH), tanto para sus hijas como para sus hijos. ¡°Hay suficiente evidencia cient¨ªfica para garantizar la seguridad de la vacuna y para afirmar que previene la aparici¨®n de c¨¢ncer de cuello uterino en la mujer y de otros tumores relacionados con VPH en ambos sexos¡±, sostiene la ginec¨®loga.
Asimismo, los padres deben convertirse en lugar seguro para las j¨®venes, procur¨¢ndoles un entorno de empat¨ªa que favorezca el di¨¢logo. ¡°A esta edad, las j¨®venes deber¨ªan tener la confianza suficiente como para trasladar a sus progenitores sus preocupaciones de todo tipo, tambi¨¦n las de ¨ªndole sexual¡±, sostiene la doctora Guill¨¦n. Esto facilitar¨¢ que puedan tratarse temas de gran importancia como la prevenci¨®n del embarazo no deseado y la prevenci¨®n de infecciones de trasmisi¨®n sexual. ¡°Es necesario que pueda compartir con sus padres sus dudas y que estos la apoyen y la acompa?en a un centro de salud para consultar los m¨¦todos anticonceptivos m¨¢s adecuados, siendo muy importante que se haga especial ¨¦nfasis en el uso de preservativo, aunque use otro m¨¦todo a?adido¡±. El objetivo, seg¨²n prosigue Guill¨¦n, es la protecci¨®n tambi¨¦n frente a las ETS en un momento de la vida en el que estas enfermedades son muy prevalentes y que podr¨ªan dejar secuelas en la salud reproductiva de las j¨®venes.
Por eso, los adultos deben estar informados sobre los s¨ªntomas o signos que pueden sugerir que la adolescente presenta un problema de salud ginecol¨®gico que deba ser consultado con el especialista, para detectar datos cl¨ªnicos que sugieran la presencia de una patolog¨ªa lo m¨¢s precozmente posible. ¡°Es conveniente que la joven los comente en su entorno familiar. Y, si no lo hace, son los padres los que pueden preguntarle al respecto¡±, comenta la doctora Guill¨¦n. En opini¨®n de esta experta, los s¨ªntomas m¨¢s relevantes que pueden sugerir una patolog¨ªa son:
- Menstruaciones muy abundantes, que requieren de cambio de dispositivos higi¨¦nicos con mucha frecuencia y, a veces, se asocian con anemia.
- Menstruaciones muy irregulares tras varios a?os menstruando, ya que al inicio es normal no ser regular.
- Dolor menstrual que no cede con facilidad con un analg¨¦sico de los com¨²nmente usados y que condiciona la vida de la adolescente.
- Ausencia de menstruaci¨®n en j¨®venes que ya han desarrollado un a?o antes los caracteres sexuales secundarios [cambio en la forma p¨¦lvica, redistribuci¨®n de la grasa corporal, crecimiento de vello p¨²bico y axilar o acn¨¦].
- Ausencia de menstruaci¨®n en j¨®venes que presentaban previamente menstruaciones normales.
- Presencia de secreciones vaginales an¨®malas en relaci¨®n con actividad sexual, sobre todo si no se ha usado preservativo.
- Aparici¨®n de vello de forma m¨¢s abundante de lo considerado normal por la mujer y en localizaciones no t¨ªpicamente femeninas.
- Aparici¨®n de n¨®dulos en mamas o aparici¨®n de secreci¨®n por pezones.
- Aparici¨®n de lesiones en vulva (quistes, ¨²lceras, etc¨¦tera).
Ante cualquiera de los indicios anteriores es aconsejable llevar a cabo una primera visita al ginec¨®logo. ¡°Se realizar¨¢ una valoraci¨®n integral de salud de la paciente donde se valorar¨¢ no solo el ¨¢rea ginecol¨®gica, tambi¨¦n el estado nutricional, los h¨¢bitos de la adolescente (realizaci¨®n de ejercicio, consumo de t¨®xicos), la situaci¨®n escolar y el estado mental y psicol¨®gico¡±, detalla la doctora Julia Fern¨¢ndez-Ruano, ginec¨®loga del Hospital Universitario La Paz, en Madrid. Esta entrevista debe realizarse en un ambiente de confianza con su acompa?ante y a solas. ¡°En funci¨®n de si la joven ha mantenido relaciones sexuales o no, se efectuar¨¢ una exploraci¨®n ginecol¨®gica completa o solamente una ecograf¨ªa abdominal¡±, a?ade.
Previamente a la consulta, los padres deben informar a la adolescente de en qu¨¦ va a consistir la visita al ginec¨®logo/a, para ayudarle a desmontar falsos mitos e informaciones err¨®neas que pueden captar a trav¨¦s de redes sociales o de su c¨ªrculo de amistad. Por todo esto, asevera la doctora Guill¨¦n, ¡°es tan relevante para la salud de la adolescente la comunicaci¨®n con los padres¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.