Jovita Id¨¢r, la activista que luch¨® por la igualdad en la frontera mexicana a trav¨¦s de la educaci¨®n
La periodista combin¨® su profesi¨®n con las aulas para preservar la cultura, promover la igualdad de derechos y animar a las mujeres a estudiar y a participar en pol¨ªtica
Tener acceso a una buena educaci¨®n y gozar de oportunidades que muchos a tu alrededor no se pueden plantear suele servir para situarte en un nivel de vida que olvida con facilidad a los m¨¢s vulnerables. La primera parte de la frase se cumpli¨® con la familia de Jovita Id¨¢r, pero fue precisamente la educaci¨®n que ella recibi¨® en casa y en la escuela el motivo por el que dedic¨® toda su vida a luchar por la igualdad de derechos de los mexicano-estadounidenses, marginados y maltratados en las ciudades fronterizas, y...
Tener acceso a una buena educaci¨®n y gozar de oportunidades que muchos a tu alrededor no se pueden plantear suele servir para situarte en un nivel de vida que olvida con facilidad a los m¨¢s vulnerables. La primera parte de la frase se cumpli¨® con la familia de Jovita Id¨¢r, pero fue precisamente la educaci¨®n que ella recibi¨® en casa y en la escuela el motivo por el que dedic¨® toda su vida a luchar por la igualdad de derechos de los mexicano-estadounidenses, marginados y maltratados en las ciudades fronterizas, y especialmente por los de las mujeres a principios del siglo XX.
Desde muy joven crey¨® que la educaci¨®n era la mejor herramienta para transformar la sociedad. ¡°Educa a una mujer y educar¨¢s a una familia¡±, repet¨ªa Id¨¢r con convicci¨®n, y desde los 18 a?os se dedic¨® por completo a esta causa, con la decepci¨®n y consternaci¨®n de comprobar las desigualdades que imped¨ªan que hubiera libros y material escolar para todos los alumnos.
Pens¨® entonces que conseguir¨ªa m¨¢s resultados desde las p¨¢ginas del peri¨®dico de su padre, en el que tambi¨¦n trabajaban sus hermanos. Y se entreg¨® a esta nueva causa con tanta pasi¨®n, que sus cr¨®nicas y opiniones sobre los sucesos en la frontera y de la Revoluci¨®n Mexicana le dieron eco y problemas casi por igual.
Jovita Id¨¢r tambi¨¦n fue enfermera voluntaria con la Cruz Blanca durante la Revoluci¨®n Mexicana y despu¨¦s se convirti¨® en una gran activista por los derechos de las mujeres, a las que anim¨® a participar en pol¨ªtica. Siempre promovi¨® la justicia social en sus escritos y tras casarse y mudarse a San Antonio, fund¨® un jard¨ªn de infancia gratuito, trabaj¨® en un hospital como int¨¦rprete para pacientes hispanohablantes y dio cursos de cuidados infantiles a mujeres.
Id¨¢r confi¨® toda su vida en que los m¨¢s vulnerables que viv¨ªan a ambos lados de la frontera mexica pod¨ªan mejorar su situaci¨®n gracias a la educaci¨®n y el empoderamiento, y lo consigui¨®.
Jovita Id¨¢r naci¨® el 7 de septiembre de 1885 en Laredo, una ciudad de Texas en la frontera con M¨¦xico. Fue la segunda de ocho hijos en el seno de una familia que gozaba de algunos privilegios, ya que su padre, Nicasio Id¨¢r, era el editor de un peri¨®dico local en espa?ol, La Cr¨®nica, y defensor de los derechos civiles.
Los hijos de la familia Id¨¢r crecieron en una atm¨®sfera de respeto y en la que los derechos y las dif¨ªciles circunstancias de la comunidad mexicanoamericana se discut¨ªan constantemente en casa.
Jovita Id¨¢r fue educada en escuelas metodistas y forj¨® su car¨¢cter como una chica en¨¦rgica, reivindicativa, imaginativa y que destacaba por su escritura. Al acabar sus estudios recibi¨® el certificado de maestra del Holding Institute de Laredo y comenz¨® a ense?ar a ni?os peque?os en Los Ojuelos, un pueblo en el sudeste de Texas. De inmediato se sinti¨® consternada por las condiciones de las escuelas, situadas en edificios deteriorados y casi sin material escolar ni mobiliario para los alumnos.
En esos a?os de principios del siglo XX era com¨²n ver en restaurantes y tiendas letreros que dec¨ªan: ¡°No se permiten negros, mexicanos ni perros¡±. La intimidaci¨®n y los abusos contra los mexico-estadounidenses eran lo habitual y hablar espa?ol en p¨²blico tampoco era recomendable.
La joven Id¨¢r decidi¨® entonces que podr¨ªa tener mucho m¨¢s impacto en su prop¨®sito si se dedicaba al activismo a trav¨¦s de la escritura, por lo que se uni¨® a su padre y a sus hermanos en el peri¨®dico La Cr¨®nica. Su compromiso con la lucha por los derechos civiles aument¨® cuando conoci¨® los linchamientos que sufr¨ªan los hombres mexicoamericanos.
El peri¨®dico fue una fuente de noticias en favor de la comunidad cuyos derechos eran vulnerados continuamente y Jovita tambi¨¦n escrib¨ªa art¨ªculos sobre el racismo y apoyando la revoluci¨®n en M¨¦xico.
En 1911 Id¨¢r y su familia organizaron el Primer Congreso Mexicano para unificar a la comunidad mexicana de ambos lados de la frontera y luchar contra la injusticia. El congreso, que se celebr¨® del 14 al 22 de septiembre, discuti¨® muchos temas, entre ellos la educaci¨®n y la falta de recursos econ¨®micos. Dentro de ese congreso, y tal d¨ªa como hoy hace 109 a?os, Id¨¢r fue elegida presidenta de la Liga Femenil Mexicanista, una organizaci¨®n feminista adelantada a su tiempo que un¨ªa a las mujeres en torno a los cr¨ªticos problemas educativos, sociales y pol¨ªticos a los que se enfrentaba la comunidad mexicano-estadounidense. La organizaci¨®n feminista presidida por Jovita inici¨® su activismo ofreciendo educaci¨®n a estudiantes mexicano-estadounidenses pobres, a los que inst¨® a aprender tanto en espa?ol como en ingl¨¦s.
Despu¨¦s del congreso Id¨¢r escribi¨® un art¨ªculo para La Cr¨®nica apoyando el sufragio femenino y alentando a las mujeres a votar. Firmaba muchos de sus escritos con seud¨®nimos, entre ellos Astraea, el nombre de la diosa griega de la justicia, y Ave Negra, y la tem¨¢tica comenz¨® a ser redundante sobre la igualdad de derechos para las mujeres, a la vez que las invitaba a que se educaran y a buscar su independencia de los hombres. Su definici¨®n de la mujer moderna era toda una declaraci¨®n de intenciones: ¡°Alguien con amplios horizontes¡±.
Dos a?os m¨¢s tarde, en 1913, durante la batalla de Nuevo Laredo de la Revoluci¨®n Mexicana, Jovita Id¨¢r dej¨® Laredo y cruz¨® la frontera. All¨ª colabor¨® como voluntaria con la Cruz Blanca, un grupo de atenci¨®n m¨¦dica similar a la Cruz Roja, como enfermera para el Ej¨¦rcito.
Un a?o despu¨¦s regres¨® a Laredo y empez¨® a trabajar en el peri¨®dico El Progreso. En ¨¦l escribi¨® un editorial en protesta por la decisi¨®n del presidente estadounidense Woodrow Wilson de enviar tropas norteamericanas a la frontera. Al Ej¨¦rcito de los Estados Unidos y a los Rangers de Texas no les gust¨® que se opusiera a la decisi¨®n gubernamental y creara opini¨®n en contra, por lo que fueron a las oficinas de El Progreso para cerrarlo. Cuando llegaron los Rangers, Id¨¢r se plant¨® en la puerta y no los dej¨® entrar aludiendo a su derecho de libertad de prensa. Sin embargo, regresaron al d¨ªa siguiente y prendieron fuego a la rotativa y clausuraron las instalaciones.
A pesar de este hecho, Jovita sigui¨® escribiendo y denunciando los prejuicios raciales y la violencia contra la comunidad mexicana y tejana. Con la muerte de su padre en 1914, Jovita pas¨® a dirigir por un breve periodo de tiempo el peri¨®dico familiar La Cr¨®nica.
En 1917 Id¨¢r contrajo matrimonio con Bartolo Ju¨¢rez, que trabajaba como plomero y hojalatero, y la pareja se mud¨® a San Antonio, donde continu¨® desarrollando actividades altruistas para personas vulnerables de todas las edades, al mismo tiempo que editaba El Heraldo Cristiano, un peri¨®dico metodista.
El matrimonio nunca tuvo hijos, pero ayud¨® a criar a los de su hermana Elvira, quien muri¨® en su ¨²ltimo parto. Jovita Id¨¢r permaneci¨® en San Antonio hasta su muerte, el 15 de junio de 1946, a causa de una hemorragia pulmonar. Ten¨ªa 60 a?os y su salud se hab¨ªa deteriorado r¨¢pidamente a causa de una tuberculosis.
El legado de Jovita Id¨¢r es el de una mujer adelantada a su tiempo, que crey¨® firmemente en la educaci¨®n de las nuevas generaciones para que conocieran sus derechos y cambiaran la sociedad. Una lucha que combati¨® desde la libertad de los medios de comunicaci¨®n, en contra de los abusos y los prejuicios, para clamar por la igualdad de derechos, especialmente los de las mujeres.