Regina Mart¨ªnez, el asesinato que marc¨® el camino para silenciar a la prensa en M¨¦xico
Una investigaci¨®n de EL PA?S y m¨¢s de 20 medios con Forbidden Stories revela errores en las pesquisas del asesinato de la periodista en 2012. La versi¨®n oficial y la sentencia sobre el crimen fue difundida utilizando cuentas falsas de Twitter
La llamada al tel¨¦fono del periodista en mayo de 2012, pocos d¨ªas despu¨¦s del asesinato de Regina Mart¨ªnez, no dejaba lugar a la duda. Al otro lado de la l¨ªnea, Gina Dom¨ªnguez, secretaria personal del gobernador Javier Duarte, fue contundente sobre el asesinato de la conocida periodista. No habr¨ªa entrevista con el gobernador, pero s¨ª contexto para conocer los motivos de su muerte.
-?Ya sabe que Regina era lesbiana, no?
-No, no lo sab¨ªa. Pero tampoco es ese el motivo de mi investigaci¨®n.
-S¨ª, ten¨ªa una vida algo disipada. Medio revuelta.
-Disculpe, en realidad solo ...
La llamada al tel¨¦fono del periodista en mayo de 2012, pocos d¨ªas despu¨¦s del asesinato de Regina Mart¨ªnez, no dejaba lugar a la duda. Al otro lado de la l¨ªnea, Gina Dom¨ªnguez, secretaria personal del gobernador Javier Duarte, fue contundente sobre el asesinato de la conocida periodista. No habr¨ªa entrevista con el gobernador, pero s¨ª contexto para conocer los motivos de su muerte.
-?Ya sabe que Regina era lesbiana, no?
-No, no lo sab¨ªa. Pero tampoco es ese el motivo de mi investigaci¨®n.
-S¨ª, ten¨ªa una vida algo disipada. Medio revuelta.
-Disculpe, en realidad solo quer¨ªa entrevistar al se?or Duarte, pero ?puedo citar en el reportaje esta llamada?
-Nooo, esa informaci¨®n es solo para que la tenga en cuenta. Es importante que lo sepa.
-Muchas gracias.
El asesinato de Regina Mart¨ªnez (Rafael Lucio, 1963) marc¨® un antes y despu¨¦s en el pa¨ªs m¨¢s homicida del mundo para la prensa. Respetada, le¨ªda, querida y vinculada al hist¨®rico Proceso, un semanario de prestigio, su muerte signific¨® traspasar una l¨ªnea de alcance nacional que no se hab¨ªa cruzado hasta entonces.
Con el paso de los a?os, esta l¨ªnea se ha vuelto a saltar una y otra vez y el abanico de asesinados no excluye a ninguno: periodistas nacionales, estatales, locales, prestigiosos, desconocidos, en casa, en la calle, con su familia¡ as¨ª hasta sumar m¨¢s de 119 periodistas asesinados en los ¨²ltimos 20 a?os, 50 de ellos desde la muerte de Regina. Y en el centro de esa macabra rutina: Veracruz, la tierra donde Regina ejerc¨ªa como corresponsal. Por poner un ejemplo, el director de Notiver, el peri¨®dico m¨¢s popular del puerto, ha asistido a tres funerales de sus redactores. La llamada de la funcionaria era el burdo intento por manchar el nombre de Regina y la mejor pista de que hab¨ªa una operaci¨®n en marcha para vincular su muerte a cualquier cosa menos su labor informativa.
Ocho a?os despu¨¦s del homicidio de Regina Mart¨ªnez, registrado el 28 de abril de 2012, un equipo de 60 periodistas de 25 medios de M¨¦xico, Estados Unidos y Europa, entre los que se encuentra EL PA?S, coordinados por Forbidden Stories, retoma las investigaciones sobre los dos gobernadores estatales a los que puntualmente denunci¨® Regina en sus art¨ªculos: Fidel Herrera (2004-2010) y Javier Duarte (2010-2016). El equipo revis¨® el expediente judicial y entrevist¨® a decenas de personas de su entorno, entre ellas amigos, fiscales y un exagente de la DEA. Forbidden Stories, con sede en Par¨ªs, es una organizaci¨®n sin fines de lucro dedicada a continuar el trabajo de los periodistas silenciados. Poner la mirada en Veracruz no es casual: 26 periodistas del Estado de Veracruz han sido asesinados desde 2005 y otros ocho est¨¢n desaparecidos. Colectivos internacionales de prensa libre consideran al Estado como el lugar m¨¢s peligroso del mundo para informar. La historia de Mart¨ªnez es la primera de la serie de reportajes Proyecto Cartel, que se publican a partir de este domingo.
Regina Mart¨ªnez era una periodista inc¨®moda. Era de las que acud¨ªa a la escena del crimen y de las que documentaba en su libreta las masacres. Tampoco se escond¨ªa. Asist¨ªa a las ruedas de prensa y firmaba con su nombre sus art¨ªculos, algo cada vez menos habitual en las zonas rojas para la prensa. Puntualmente acus¨® en sus art¨ªculos a un gobierno regional, el del PRI, que llevaba en el poder casi un siglo. Durante su etapa cubri¨® intensamente las actividades de Fidel Herrera entre 2004 y 2010 y dej¨® muchos textos recordando c¨®mo el cartel de los Zetas hab¨ªa entrado en Veracruz y con ellos las masacres, las desapariciones y los secuestros.
Pero hay personajes en la vida pol¨ªtica de M¨¦xico que, por una u otra raz¨®n, siempre tienen suerte y Fidel Herrera es uno de ellos. A los 71 a?os, su nombre ha aparecido una y otra vez en informes de los servicios secretos o en reportes de prensa por sus nexos con el crimen organizado o el vertiginoso aumento de su patrimonio. Despu¨¦s de dejar el cargo, Herrera ten¨ªa un jet privado, 22 veh¨ªculos, una camioneta blindada, ranchos, un hotel y un yate, seg¨²n document¨® Proceso. Sin embargo, el exgobernador no tiene ninguna causa abierta y solo ha pasado una vez por los tribunales por un caso que fue r¨¢pidamente cerrado. Su suerte es tal, que cuando le pidieron aclarar el origen de su fortuna dijo que le hab¨ªa tocado dos veces la loter¨ªa, en 2008 y 2009, y se fotografi¨® frente al boleto premiado con una suma cercana a los 10 millones de pesos (unos 500.000 d¨®lares).
Mientras todo eso pasaba, Regina no levantaba el pie del acelerador y segu¨ªa publicando reveladores art¨ªculos con titulares como: ¡°Veracruz, un sangriento Estado feliz¡± (Proceso 3/12/2006), donde denunciaba el disparatado aumento de los homicidios o ¡°Alcaldes bajo la extorsi¨®n de los Zetas¡± (Proceso 21/9/2008), donde acusaba a Herrera de abrir la puerta de Veracruz al sanguinario cartel. Mientras esto suced¨ªa, la riqueza de Herrera y su sucesor Javier Duarte crec¨ªa, aunque la deuda p¨²blica del Estado se elev¨® un 67.000%, denunci¨® tambi¨¦n Regina en sus reportajes.
Las sospechas sobre Herrera hab¨ªan comenzado antes, seg¨²n fuentes consultadas por Forbidden Stories. Desde 2007, los informes que recib¨ªa la inteligencia en la Ciudad de M¨¦xico dec¨ªan que Fidel Herrera hab¨ªa pactado con los l¨ªderes de los Zetas. En diciembre de 2011, lleg¨® a la prensa un informe la Procuradur¨ªa General (PGR) con datos de la Administraci¨®n de Control de Drogas de EE UU que, de acuerdo a la confesi¨®n de ¡°14 testigos protegidos¡±, detallaba dos supuestas reuniones de Fidel Herrera con los l¨ªderes del cartel de los Zetas en 2008, una en el hotel Mabiel en Coatzacoalcos. En concreto, se reuni¨® con Braulio Arellano Dom¨ªnguez, l¨ªder del cartel del Estado de Veracruz. La otra, dice, fue una fiesta que Herrera organiz¨® en una de sus casas en Xalapa en honor a Arellano y Miguel Trevi?o Morales, fundador de Los Zetas y posteriormente condenado y encarcelado. El informe tambi¨¦n se?alaba que el cartel del Golfo pagaba puntualmente una n¨®mina de 600.000 pesos (unos 30.000 d¨®lares) todos los 5 y 25 de cada mes a la polic¨ªa del Estado de Veracruz. ¡°Los Zetas llamaban a Herrera el Zeta 1 porque era ¨¦l quien dirig¨ªa el Estado¡±, dijo el exagente especial del FBI Arturo Fontes a Forbidden Stories. ¡°Herrera cobr¨® millones de d¨®lares a trav¨¦s de enlaces con los carteles para permitirles operar con impunidad¡±, dijo este experto que ha dedicado 28 a?os implicado en casos de lavado de dinero y drogas en M¨¦xico y Colombia. Cuatro meses despu¨¦s de que se publicara aquella noticia, Regina fue asesinada.
El caso se cerr¨® poco despu¨¦s como un robo con ingredientes de crimen ¡°pasional¡±, tal y como escribi¨® inicialmente la Fiscal¨ªa, por el que se declar¨® culpable a Jorge A. Hern¨¢ndez, alias El Silva. Por aquel entonces, una valiente fiscal, Laura Borbolla, era parte de la investigaci¨®n desde la Fiscal¨ªa Especializada para Delitos contra la Libertad de Expresi¨®n (FEADLE), una unidad creada dos a?os antes para frenar la impunidad en el asesinato de periodistas en M¨¦xico.
Laura Borbolla acept¨® volver a hablar del caso Regina por primera vez, en una entrevista exclusiva despu¨¦s de ocho a?os de silencio. Durante la entrevista enumer¨® la larga lista de irregularidades que rodearon la investigaci¨®n judicial. ¡°En toda mi carrera nunca hab¨ªa visto una escena del crimen tan alterada¡±, dice. Las manipulaciones, seg¨²n Borbolla, comenzaron en la misma escena del crimen. La polic¨ªa local hab¨ªa aplicado una cantidad excesiva de polvo revelador y deterior¨® las huellas digitales encontradas en los objetos de la casa. ¡°No fue un accidente, revelar huellas correctamente se aprende en primer a?o de criminolog¨ªa y este error no ocurri¨® solamente una vez¡±, afirma la fiscal. A pesar de ello, logr¨® encontrar dos huellas que sus antecesores no hab¨ªan encontrado, pero que nunca fueron identificadas.
Seg¨²n la sentencia, el asesinato fue cometido por un ladr¨®n de poca monta tras un intento de robo. Durante el juicio, El Silva confes¨® que fue a casa de Regina Mart¨ªnez con un amigo com¨²n, Jos¨¦ A. Hern¨¢ndez, apodado El Jarocho. Los hombres, supuestamente, exigieron a Regina que les entregara los objetos de valor y ah¨ª comenz¨® una pelea que termin¨® cuando El Jarocho golpe¨® hasta la muerte a Regina. Posteriormente huy¨® y jam¨¢s se ha vuelto a saber de ¨¦l.
Laura Borbolla nunca crey¨® en esta hip¨®tesis. ¡°Si hubiese sido un robo, todo hubiera sido un desorden¡±, dice. Aparte de eso, la fiscal observ¨® otro detalle: varios objetos de valor segu¨ªan en la casa de Regina, entre ellos un elegante lector de CD, una impresora, una bolsa de mano y unos aretes de oro que estaban sobre la mesa.
Poco despu¨¦s de la sentencia, El Silva se retract¨® de su confesi¨®n y dijo que se hab¨ªa inculpado despu¨¦s de que la polic¨ªa lo torturara hasta el cansancio con descargas el¨¦ctricas. Borbolla acusa de todo ello a Enoc Maldonado, quien era jefe de la polic¨ªa, y a las trampas de su equipo. ¡°Sent¨ªamos que por un lado a m¨ª me dec¨ªa: ¡®S¨ª claro, fiscal; lo que t¨² necesites¡¯. Yo me daba la vuelta y ¨¦l les hablaba y les dec¨ªa: ¡®No le den nada¡¯. Siempre fue esa la sensaci¨®n con ¨¦l¡±, dice.
Este equipo de periodistas examin¨® el expediente judicial del caso Regina donde se revela que las huellas de El Silva nunca aparecieron en la escena del crimen y que la ¨²nica prueba en su contra es el testimonio de un vecino que lo habr¨ªa visto con El Jarocho caminar hacia la colonia de la periodista. Laura Borbolla nunca pudo encontrar a ese misterioso testigo, ni interrogar a El Silva a solas. ¡°No vamos a saber qui¨¦n mat¨® a Regina, pero s¨ª s¨¦ qui¨¦n no la mat¨®¡±, concluye la fiscal, que se neg¨® a cerrar el caso durante su mandato en la FEADLE, que termin¨® en 2015. Por su parte, El Silva fue condenado a 38 a?os de c¨¢rcel por robo y homicidio, aunque ¨¦l siempre ha clamado su inocencia ante su abogada, la ¨²nica persona que lo visita en la c¨¢rcel.
En respuesta a los periodistas, Enoc Maldonado rechaz¨® los se?alamientos de Borbolla y dijo que la investigaci¨®n se llev¨® a cabo correctamente y que El Silva no fue torturado. ¡°El personal policial que intervino realiz¨® puntualmente su labor, conforme a derecho¡±. Por su parte, el exgobernador Javier Duarte, en varios tuits enviados este s¨¢bado desde la c¨¢rcel, se deslind¨® del asesinato y dijo que ni ¨¦l ni ninguno de sus subordinados estuvo implicado en el asesinato. ¡°Jam¨¢s censur¨¦ la libertad de expresi¨®n o de prensa de persona alguna (...) muy al contrario, desde que conoc¨ª el caso instru¨ª al entonces procurador a esclarecer los hechos y encontrar al o los responsables¡±, escribi¨® en la red social.
Un a?o despu¨¦s de la sentencia, el entonces presidente Enrique Pe?a Nieto design¨® a Fidel Herrera, considerado uno de sus mejores amigos, c¨®nsul de M¨¦xico en Barcelona. Dos a?os despu¨¦s dej¨® el cargo y regres¨® a M¨¦xico para, seg¨²n ¨¦l, hacer frente a las acusaciones en su contra conocidas tras el encarcelamiento de Javier Duarte por corrupci¨®n. Seg¨²n cifras oficiales, unas 5.000 personas desaparecieron en Veracruz durante los periodos de Fidel Herrera y Javier Duarte, de 2004 a 2015. Las organizaciones de madres y v¨ªctimas consideran que esa cifra es cinco veces mayor. En los ¨²ltimos a?os se ha ido revelando la dimensi¨®n del periodo de terror y se han abierto m¨¢s de 300 fosas clandestinas. Solo en una de ellas, Colinas de Santa Fe, se encontraron 280 cr¨¢neos.
La sentencia y la versi¨®n oficial sobre el asesinato de Regina Mart¨ªnez tras un intento de robo invadi¨® los medios locales y las redes sociales nada m¨¢s conocerse. El encargado de mover medi¨¢ticamente la sentencia fue El Golfo Veracruz con una noticia que dec¨ªa ¡°La PGJ esclarece el homicidio de la periodista Regina Mart¨ªnez, corresponsal de Proceso¡±, que reprodujo repetidamente en Twitter. Forbidden Stories descubri¨® que la mayor¨ªa de los perfiles que movieron la noticia eran falsos. Un an¨¢lisis realizado por La Mesa de Trabajo contra la Desinformaci¨®n, una asociaci¨®n especializada en la identificaci¨®n de campa?as de fake news, encontr¨® que al menos 190 cuentas automatizadas (bots) fueron usadas en la operaci¨®n.
Respondiendo a una pregunta de este equipo durante una conferencia reciente, el presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, dijo que pedir¨ªa que se volviera a examinar el caso de Regina Mart¨ªnez. ¡°La conoc¨ªa bastante bien¡±, dijo, porque Mart¨ªnez hab¨ªa cubierto su campa?a a gobernador de Tabasco y era ¡°una periodista profesional incorruptible¡±.
Como si fuera la p¨¢gina de un libro de Roberto Bola?o, Regina Mart¨ªnez y el grupo de informadores que hac¨ªan periodismo durante esa siniestra etapa se dejaban llamar de forma simp¨¢tica ¡°la banda de indeseables¡±, recuerda uno de aquellos cinco periodistas. Como si se tratara de una sucursal jarocha de Los detectives salvajes, m¨¢s que periodistas eran cinco amigos que se cuidaban y se daban cari?o. Hab¨ªan aprendido a desarrollar trucos para salvar el pellejo y se avisaban unos a otros de d¨®nde estaban, qu¨¦ estaban cubriendo o pactaban publicar la nota de manera simult¨¢nea en sus medios cuando se trataba de un tema sensible. ¡°Era una manera de que no fuera uno solo el colega que lanzara la bomba¡±, recuerda uno de ellos. Ocho a?os despu¨¦s, el silencio ha ganado la batalla en Veracruz y, tras el asesinato de Regina, aquellos cinco periodistas ¡°indeseables¡± que pusieron nervioso al poder durante los a?os m¨¢s sangrientos de Veracruz han dejado el periodismo y el ¨²nico que habla prefiere ocultar su nombre por razones de seguridad.