El feminismo llama con furia a las puertas del Palacio Nacional
Aupado por el esc¨¢ndalo del ¡®caso Salgado Macedonio¡¯, el movimiento para la igualdad se sit¨²a en el centro de la vida pol¨ªtica con un vigor desconocido en M¨¦xico
El movimiento feminista se acerca cada d¨ªa m¨¢s a las puertas del Palacio Nacional. Es una amenaza que quiz¨¢ se cuente en votos electorales. O una oportunidad para ganarlos. Las mujeres han puesto la igualdad y la no violencia en el centro del debate y su lucha est¨¢ cuestionando estos d¨ªas, con una fuerza desconocida en M¨¦xico, las instituciones, los partidos pol¨ªticos y a los actores de la vida p¨²blica. La ...
El movimiento feminista se acerca cada d¨ªa m¨¢s a las puertas del Palacio Nacional. Es una amenaza que quiz¨¢ se cuente en votos electorales. O una oportunidad para ganarlos. Las mujeres han puesto la igualdad y la no violencia en el centro del debate y su lucha est¨¢ cuestionando estos d¨ªas, con una fuerza desconocida en M¨¦xico, las instituciones, los partidos pol¨ªticos y a los actores de la vida p¨²blica. La tormenta pol¨ªtica que rodea a F¨¦lix Salgado Macedonio, miembro de Morena y aspirante a la gubernatura de Guerrero acusado de dos violaciones y varios abusos sexuales, es solo el ¨²ltimo quebradero de cabeza para un presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que desde comienzos de su mandato ha tenido problemas para interpretar la lucha de las mujeres por sus derechos.
Este martes se volvieron a vivir momentos de tensi¨®n. Decenas de activistas llegaron hasta el Z¨®calo mientras el presidente celebraba su conferencia diaria. Fueron encapsuladas por la polic¨ªa y no encontraron interlocuci¨®n, pero el grito qued¨® en la plaza: un violador no puede ser gobernador, clamaron, en referencia al caso Salgado Macedonio. Sus reivindicaciones est¨¢n poniendo en apuros el discurso del propio mandatario, que no encuentra acomodo en un feminismo sin vuelta atr¨¢s. L¨®pez Obrador volvi¨® a enmarcar el asunto en un proceso de ¡°politiquer¨ªa¡±, es decir, algo que los adversarios est¨¢n manejando para ganar apoyos electorales. Pero las espadas est¨¢n en alto, el 8 de marzo a la vuelta de la esquina y las elecciones apenas tres meses m¨¢s all¨¢. Nadie parece dispuesto a ceder.
¡°El feminismo en M¨¦xico ha cobrado mucha fuerza desde hace un a?o, un gran ¨ªmpetu que deber¨ªa aprovecharse para visibilizar las violencias y generar avances. El machismo se est¨¢ desnudando y las mujeres v¨ªctimas est¨¢n situ¨¢ndose en el centro del debate. Porque todas hemos sido v¨ªctimas en una u otra medida, pero hay algunos casos m¨¢s horrorosos¡±, dice la presidenta de la comisi¨®n de Igualdad en el Congreso, Wendy Brice?o, una militante de Morena que estos d¨ªas ha alzado la voz contra el candidato Salgado Macedonio. Y muchas otras de su partido y m¨¢s all¨¢.
A tres factores atribuye Melissa Fern¨¢ndez Chagoya, catedr¨¢tica de la Universidad del Claustro de Sor Juana, el auge del feminismo y su intervenci¨®n en la vida p¨²blica: ¡°Por un lado es un logro de la institucionalizaci¨®n del feminismo, con muchas mujeres situadas en puestos de Estado, una conquista del feminismo liberal; por otro, a la bravura de las j¨®venes y su lucha en la calle, que con su cansancio y su hartazgo est¨¢n visibilizando esta causa; y finalmente, el movimiento encuentra eco en las redes sociodigitales: ahora nos enteramos de m¨¢s cosas, incluso en el ¨¢mbito local, que antes¡±, enumera.
Muy cr¨ªtica con la agenda de la igualdad de este Gobierno, la veterana feminista Patricia Olamendi cree que la fuerza del movimiento est¨¢ situando los problemas de las mujeres en el centro, ¡°frente a un discurso que no entiende lo que est¨¢ pasando y todo lo mete en los cajones habituales: los enemigos, el adversario, la ultraderecha. Quien eso dice no est¨¢ entendiendo nada¡±, afirma. ¡°No alcanzan a ver la dimensi¨®n de un movimiento que es pol¨ªtico y social y de reivindicaci¨®n de derechos. Una insurgencia por los derechos¡±, a?ade.
Hoy es una manifestaci¨®n a las puertas del palacio presidencial y ayer fue otra frente a la Fiscal¨ªa en Guerrero, donde las mujeres dejaron pintura roja y un reclamo urgente: que la justicia aclare en qu¨¦ momento est¨¢ el proceso que se sigue contra Salgado Macedonio. Las mujeres no quieren esperar m¨¢s. ¡°Las reivindicaciones del movimiento feminista son leg¨ªtimas y van m¨¢s all¨¢ de los partidos pol¨ªticos y de las elecciones. Es importante que a una persona con esas denuncias formales no se le permita llegar a un cargo p¨²blico, independientemente del partido que lo sostenga¡±, dice Cristina Santana, de Redefine M¨¦xico, el ¨¢rea de j¨®venes del Instituto Simone de Beauvoir. Tiene 27 a?os y es uno de los nombres que muestran el vigor del movimiento en M¨¦xico y la prueba de que hay cantera para seguir el partido.
Los siguientes meses ser¨¢n determinantes para comprobar la fuerza del movimiento y su alcance en el proceso electoral de junio. Los choques entre el feminismo y el presidente L¨®pez Obrador empezaron temprano en su mandato y han sido una constante. La violencia contra las mujeres, que deja 10 cad¨¢veres al d¨ªa de promedio en el pa¨ªs, no ha disminuido, pero s¨ª las esperanzas que muchas feministas hab¨ªan depositado en este gobierno. Decepci¨®n y desilusi¨®n son palabras que se usan a menudo cuando se les pregunta por la agenda para la igualdad del presidente.
En las conferencias matutinas, L¨®pez Obrador ha tenido algunos tropiezos sonoros en este terreno, como cuando se enfad¨® con las periodistas que le interrogaban por el asesinato de Ingrid Escamilla, una mujer de 25 a?os, atacada por su pareja en febrero de 2020. El presidente se molest¨®, prefer¨ªa seguir hablando de la rifa del avi¨®n presidencial. Y evidenci¨® que el discurso feminista no lo ten¨ªa bien engrasado. A pesar de ello, sus seguidores dicen que es el presidente m¨¢s feminista que ha tenido M¨¦xico. L¨®pez Obrador huye de ese calificativo y prefiere definirse como ¡°humanista¡±. Las mujeres tambi¨¦n alzaron su voz ante la sugerencia del fiscal general de la rep¨²blica de suprimir la perspectiva de g¨¦nero para tratar los feminicidios. Alejandro Gertz Manero pudo comprobar entonces que el feminismo no iba a esperar callado.
Este martes, en la ma?anera, preguntado por las palabras del expresidente Felipe Calder¨®n, quien conden¨® en un tuit la candidatura de Salgado Macedonio, el presidente ha resuelto de esta manera: ¡°Ahora Calder¨®n es feminista, ya no hay m¨¢s que decir¡±. Su idea es que el feminismo es patrimonio de la izquierda, algo que el propio feminismo rebate. A veces sit¨²a el movimiento en la lucha social, algo que ya dieron por zanjado las sufragistas en el siglo XIX y principios del XX. La lucha de clases es una cosa y el feminismo, otra. ¡°Yo por mi experiencia s¨¦ que el feminismo es m¨¢s de izquierdas que de centro o derecha, pero ahora lo est¨¢ permeando todo, interpela a las instituciones y a los partidos, a los propios actores pol¨ªticos. El feminismo no excluye derechos y ese es el compromiso¡±, se?ala Brice?o.
El compromiso se ver¨¢ en las elecciones. Brice?o no tienen dudas de que influir¨¢ en ese proceso. ¡°Es obvio puesto que est¨¢ llegando a todas las tribunas, est¨¢ presente en las ma?aneras, en el Congreso, en todas las c¨¢maras¡±, advierte. Coincide con ella la joven Cristina Santana: ¡°El movimiento es muy fuerte y se est¨¢ expresando de manera muy p¨²blica, desde las m¨¢s j¨®venes a las m¨¢s grandes. Est¨¢ posicionando la agenda. Las mujeres votamos, somos la mitad del pa¨ªs y las decisiones como ciudadanas las tomamos con base a las personas que trabajan para garantizar nuestros derechos¡±, afirma Santana cuando se le pregunta por el coste pol¨ªtico que puede tener el caso Salgado. La exigencia, prosigue, ¡°es que se rompa el pacto. [Al presidente] hay que aclararle que eso no significa romper las alianzas con los hombres sino con la complicidad y el silencio ante la violencia o la discriminaci¨®n¡±, dice.
Sobre la incidencia del caso Salgado, Fern¨¢ndez Chagoya, teme que sea solo un caso m¨¢s que caiga en el olvido, aunque alaba los logros de las feministas en este asunto. ¡°Creo que unos trepar¨¢n y otros bajar¨¢n¡± a lomos de ese caballo, ¡°pero el problema es estructural, hay m¨¢s violentadores que Salgado. Este caso se ha mediatizado y luego se olvidar¨¢. En todo caso hay que enaltecer los logros que ha tra¨ªdo consigo¡±.
La actitud del presidente respecto al movimiento feminista ha encontrado con el caso Salgado Macedonio el frente m¨¢s importante en sus a?os de mandato. Basta ver la fuerza con la que se han pronunciado mujeres de su propio partido, o de su Gobierno, con un mensaje que se pon¨ªa al lado de las v¨ªctimas y en contra del se?alado como agresor, algo que L¨®pez Obrador sigue sin definir. Ha lanzado balones fuera y avalado a un aspirante que no encuentra mucho apoyo en la calle. ¡°Claro que esto va a tener un coste electoral. El movimiento feminista ha ido ganando un reconocimiento que no ten¨ªa en la sociedad. La sociedad le est¨¢ dando la raz¨®n, sabe que lo que est¨¢ ocurriendo es real, que la violencia es real. El presidente tendr¨ªa que tomar medidas y buscar la interlocuci¨®n con el movimiento, que ahora no existe. Que platique con ellas, aunque parece no platicar con nadie¡¡±, afirma Olamendi.
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