La masacre de Michoac¨¢n refleja la debilidad de polic¨ªas y fiscal¨ªas en M¨¦xico
Un grupo de sicarios asesin¨® a m¨¢s de una decena de personas a plena luz del d¨ªa, en un centro urbano, frente a la pasividad de los cuerpos de seguridad, que tardaron horas en llegar
Toda atrocidad revela por definici¨®n fallas estructurales en el entorno. En el caso de M¨¦xico, la acumulaci¨®n de masacres, el hallazgo constante de fosas clandestinas, o el asesinato impune de pol¨ªticos y periodistas indica que el problema es en realidad la estructura entera, incapaz de contener la sangr¨ªa, menos de corregirla. ...
Toda atrocidad revela por definici¨®n fallas estructurales en el entorno. En el caso de M¨¦xico, la acumulaci¨®n de masacres, el hallazgo constante de fosas clandestinas, o el asesinato impune de pol¨ªticos y periodistas indica que el problema es en realidad la estructura entera, incapaz de contener la sangr¨ªa, menos de corregirla. La masacre de San Jos¨¦ de Gracia, en Michoac¨¢n, el fin de semana pasado resume 16 a?os de violencia en el pa¨ªs. Criminales que asesinan a plena luz del d¨ªa, d¨¢ndose tiempo para limpiar la escena, robando los cad¨¢veres¡ Todo frente a la nader¨ªa gubernamental y sus representantes sobre el terreno, polic¨ªas y fiscales, que no aparecieron por all¨ª hasta pasadas varias horas.
M¨¦xico cuenta cada a?o cientos de masacres, entendiendo como tales el asesinato de tres o m¨¢s personas a la vez, definici¨®n habitual en la literatura especializada. Seg¨²n la organizaci¨®n Causa en Com¨²n, que lleva el registro desde hace a?os, el pa¨ªs sufri¨® 529 masacres solo en 2021, el a?o de la pandemia. Casi una y media al d¨ªa. En 2020 fueron m¨¢s de 600. Hay masacres y masacres y algunas activan de vez en cuando un punto extra de malestar en la sociedad. O as¨ª al menos lo interpretan los sucesivos Gobiernos, que sienten la necesidad de explicar al detalle el actuar de los delincuentes, como ahora en el caso de San Jos¨¦.
Expertos consultados por EL PA?S se?alan la impunidad y la debilidad de las corporaciones de seguridad locales como ingredientes b¨¢sicos del horror. La presente administraci¨®n, encabezada por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha fiado su estrategia de seguridad al despliegue de la Guardia Nacional. En territorios complejos como Michoac¨¢n, su presencia no ha bastado. ¡°Michoac¨¢n es un espejo de M¨¦xico: observamos ah¨ª din¨¢micas concentradas de violencia, de pr¨¢cticas criminales preocupantes y respuestas gubernamentales que no parecen tomar la medida de la urgencia¡±, dice Romain Le Cour, coordinador del programa de seguridad de la organizaci¨®n M¨¦xico Eval¨²a. ¡°La masacre de esta semana pasada revela, creo, la urgencia mayor que enfrentamos: sin justicia, no habr¨¢ seguridad publica en M¨¦xico¡±, a?ade.
El martes, el subsecretario de seguridad, Ricardo Mej¨ªa, dio detalles del caso de San Jos¨¦. Dijo que la vieja rivalidad entre dos criminales locales, El Viej¨®n y El Pel¨®n, hab¨ªa provocado el ba?o de sangre. Ambos hab¨ªan matado al hermano del otro y se hab¨ªan jurado odio eterno. El Viej¨®n es el ¡°jefe de plaza¡± en la regi¨®n del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG), la marca dominante en el mundo del hampa en M¨¦xico. El Pel¨®n hab¨ªa sido su jefe y reclutador. El primero prohibi¨® al segundo que volviera a poner un pie en el pueblo, consejo que sigui¨® hasta el d¨ªa de la masacre: su madre hab¨ªa muerto y El Pel¨®n acudi¨® al funeral, afrenta imperdonable.
A diferencia de otros casos, este trascendi¨® por los v¨ªdeos de varios vecinos, que captaron los momentos previos a la masacre, los disparos y el operativo de limpieza posterior. En uno se aprecian incluso varios cad¨¢veres apilados en una camioneta mientras sicarios pasean alrededor. La aparente tranquilidad con que actuaron los asesinos apunta precisamente al Estado. El Pel¨®n acudi¨® al pueblo con su s¨¦quito de sicarios. Enterado, El Viej¨®n lleg¨® con otros 40, cargando armas largas. Seg¨²n el Gobierno federal, al menos uno de ellos portaba un rifle Barret calibre 50, capaz de perforar carros blindados.
Impunidad y pocos polic¨ªas
Empe?ado en reconstruir los hechos al detalle, el Ejecutivo obvi¨® una cuesti¨®n fundamental, el movimiento de decenas de sicarios armados hasta los dientes, sin que nadie interviniera. El subsecretario Mej¨ªa se?al¨® a las autoridades locales. ¡°No hubo alertamiento de la presidencia municipal o de la fuerza municipal p¨²blica, que debi¨® actuar como primer respondiente, para asegurar la escena y alertar a las autoridades¡±, dijo. Lo anterior no explica, sin embargo, los momentos previos, el desfile de sicarios, el sitio que impusieron al pueblo.
Para Irene Tello, responsable de la organizaci¨®n Impunidad Cero, que realiza informes anuales sobre el desempe?o de las fiscal¨ªas en el pa¨ªs, este macabro desfile responde a una sensaci¨®n de impunidad por parte de los asesinos. ¡°En un delito de tanto impacto como el homicidio doloso, los niveles de impunidad son muy altos. A escala nacional hay una impunidad de 89.4%. O sea, solo se resuelven 10 u 11 casos de cada 100¡å, explica.
Para el caso concreto de Michoac¨¢n, con estallidos c¨ªclicos de violencia y cantidad de actores criminales distintos, dependientes de diversas actividades econ¨®micas, l¨ªcitas e il¨ªcitas, los datos son a¨²n peores. ¡°Lo que vemos en Michoac¨¢n es que no hay manera de conseguir sentencias condenatorias¡±, a?ade Tello. ¡°De 2019 a 2020 subi¨® tanto el n¨²mero de v¨ªctimas de asesinato, que la impunidad tambi¨¦n subi¨® al 98%. De 89.6% al 98%¡±, argumenta.
El se?alamiento de Mej¨ªa a las autoridades locales sorprendi¨® porque se?alaba a una capa del funcionariado habitualmente sobrepasada por las circunstancias. El analista en seguridad Bernardo Le¨®n justifica la ausencia de las autoridades locales. ¡°Mandar all¨ª a los polic¨ªas municipales era mandarlos al matadero. Seis polic¨ªas en dos patrullas. ?Qu¨¦ pod¨ªan hacer?¡±, cuestiona. ¡°La pregunta es, ?d¨®nde estaba la Guardia Nacional o la Polic¨ªa Estatal? No estaban. Y as¨ª pasa en San Jose y en much¨ªsimos municipios de M¨¦xico. Todas estas cosas muestran que [el Gobierno] no entiende el papel de las fuerzas locales¡±, a?ade.
Igual que Tello, Le¨®n, que dirigi¨® la polic¨ªa de Morelia, la capital de Michoac¨¢n, piensa que la impunidad juega un papel clave. Y apunta una posible soluci¨®n. ¡°El aparato de seguridad y justicia con el que quieren someter al crimen en Michoac¨¢n es muy chiquito. El Estado mexicano proh¨ªbe a las polic¨ªas locales investigar delitos. Impide que las fiscal¨ªas locales persigan el delito de delincuencia organizada, asunto que solo puede investigar la Fiscal¨ªa federal¡±, dice. ¡°As¨ª, vemos gobiernos estatales d¨¦biles y fiscal¨ªas sin facultades legales para investigar a fondo. En general, en Michoac¨¢n y sobre todo en estas zonas, los criminales est¨¢n tranquilos¡±, zanja.
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