Giuliana Olmos: la primera mexicana en un top ten de la WTA

El tenis no es un deporte demasiado popular en M¨¦xico. No solo porque se le relacione generalmente con las clases acomodadas, sino porque, de hecho, cabr¨ªa preguntarse si existe alguna pr¨¢ctica atl¨¦tica nacional que no se encuentre opacada por la omnipresencia del futbol, que se lleva siempre la parte del le¨®n del dinero, los reflectores y el p¨²blico. En fin: en cualquier otro pa¨ªs con una tradici¨®n ten¨ªstica tan acotada como la nuestra, y en el que los logros en la materia sean tan escasos como a?ejos, el octavo puesto mundial en el r¨¢nking de dobles que acaba de conseguir Giuliana Olm...

El tenis no es un deporte demasiado popular en M¨¦xico. No solo porque se le relacione generalmente con las clases acomodadas, sino porque, de hecho, cabr¨ªa preguntarse si existe alguna pr¨¢ctica atl¨¦tica nacional que no se encuentre opacada por la omnipresencia del futbol, que se lleva siempre la parte del le¨®n del dinero, los reflectores y el p¨²blico. En fin: en cualquier otro pa¨ªs con una tradici¨®n ten¨ªstica tan acotada como la nuestra, y en el que los logros en la materia sean tan escasos como a?ejos, el octavo puesto mundial en el r¨¢nking de dobles que acaba de conseguir Giuliana Olmos ser¨ªa noticia de primera plana. Es la primera tenista nacional en ubicarse en el top ten de un escalaf¨®n en cualquier categor¨ªa femenil.

S¨ª, es verdad que resultan inolvidables los triunfos de los cl¨¢sicos de nuestra historia, como Rafael el ¡°Pel¨®n¡± Osuna, Ra¨²l Ram¨ªrez, Antonio Palafox, Leonardo Lavalle y Jorge Lozano, en la rama varonil, y aquellas hist¨®ricas victorias en los dobles femeniles de Roland Garros de Yolanda Ram¨ªrez y Rosa Mar¨ªa Reyes, nuestras competidoras femeniles por excelencia. Pero todos datan al menos de hace treinta a?os, cuando no de medio siglo o incluso m¨¢s. Son muy ilustres, desde luego, e inspiraron a varias generaciones de j¨®venes en el pa¨ªs para entregarse a la arcilla o la hierba, pero el tiempo pasa y la fuerza competitiva del tenis mexicano se ha diluido notablemente.

Con todo, hay excepciones. Y este lunes, Giuliana amanece en el puesto n¨²mero ocho del escalaf¨®n de dobles femeniles de la Women Tennis Association (WTA), junto con su compa?era de dupla, la canadiense Gabriela Dabrowski. Lo hace luego de ganar el Masters de Madrid de este 2022, y de llegar a la final del torneo de Roma y a los cuartos del Abierto de los Estados Unidos. Un a?o estupendo, vaya, para una competidora con una historia singular. Pero no ha sido la primera de sus buenas temporadas. Olmos, con otras duplas, ha obtenido ya el trofeo principal en la misma Roma, en Acapulco y Nottingham.

Giuliana Olmos naci¨® el 4 de marzo de 1993 en la localidad austriaca de Schwarzach im Pongau, no lejos de la ciudad de Salzburgo y la frontera con Alemania. Su padre es mexicano, de origen sinaloense, y su madre, austriaca. Le dicen ¡°Gugu¡± desde peque?a y es la mayor de tres hermanas. Las dos peque?as son un par de gemelas nueve a?os menores que ella; todas juegan al tenis. La familia se traslad¨® a Estados Unidos en 1996 y all¨¢ comenz¨® Giuliana a practicar deporte. Estudi¨® en la Universidad del Sur de California, y en 2009 se decidi¨® a competir por el pa¨ªs de su padre, al que hizo propio. Ha entrenado con tenistas como Agust¨ªn el ¡°Beb¨¦¡± Moreno o Leo Lavalle, y confiesa que uno de sus modelos a seguir es la tenista belga Kim Clijsters, tres veces ganadora del Abierto de EU y, en su hora, n¨²mero uno mundial.

A Giuliana se le reconoce por lo sonriente y extrovertida. Habla con un ligero acento extranjero, pero nunca duda en mencionar a M¨¦xico como ¡°mi pa¨ªs¡±. ¡°Cuando comenc¨¦ [a jugar como mexicana] ten¨ªa 16 a?os y quer¨ªa ser esa tenista que llegara a demostrar que podemos estar en el nivel m¨¢s alto y ganar¡±. Dice tambi¨¦n jugar ¡°por las mujeres que vienen despu¨¦s de m¨ª¡±. Reside actualmente en Freemont, California. Las ganancias de su carrera est¨¢n por alcanzar el primer mill¨®n de d¨®lares. Pero, m¨¢s all¨¢ del dinero, y ya casi por cumplir 30 a?os, Giuliana aspira a llegar m¨¢s alto a¨²n. Y, sobre todo, a renovar el amor y la esperanza de un pa¨ªs por un deporte del que parece haberse olvidado.

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