El gran ¨²ltimo acto de Crist¨®bal Jodorowsky

Todos los objetos de Cristobal Jodorowsky est¨¢n puestos sobre mesas, bibliotecas y estanter¨ªas de su casa. Ah¨ª, silentes, en ausencia de su due?o y de sus ¨ªntimos sentidos, est¨¢n esos figurines que decoraron su cuarto, enaltecieron sus altares o le sirvieron de instrumento para alguno de sus psicorituales. Nadie lo sabe a ciencia cierta. A su apartamento, en la avenida Mazatl¨¢n, en la Ciudad de M¨¦xico, han llegado cientos de personas a hacerse con un objeto de su maestro, de ese actor emblem¨¢tico en Santa Sangre, de su sanador, del que les ley¨® el tarot con acertada visi¨®n, de su p...

Todos los objetos de Cristobal Jodorowsky est¨¢n puestos sobre mesas, bibliotecas y estanter¨ªas de su casa. Ah¨ª, silentes, en ausencia de su due?o y de sus ¨ªntimos sentidos, est¨¢n esos figurines que decoraron su cuarto, enaltecieron sus altares o le sirvieron de instrumento para alguno de sus psicorituales. Nadie lo sabe a ciencia cierta. A su apartamento, en la avenida Mazatl¨¢n, en la Ciudad de M¨¦xico, han llegado cientos de personas a hacerse con un objeto de su maestro, de ese actor emblem¨¢tico en Santa Sangre, de su sanador, del que les ley¨® el tarot con acertada visi¨®n, de su poeta favorito, de Crist¨®bal. Han venido tambi¨¦n a atender el llamado que p¨²blicamente ha hecho su familia. A una semana de su repentino fallecimiento, sus hijos Dante, Dami¨¢n e Iris tienen que hacer frente a muchos gastos y necesitan ayuda monetaria de todos aquellos que conocieron a su padre.

En medio de una tranquila congoja, y con la certeza que tienen muchos que lo conocieron, de que, ¡°no hab¨ªa nadie m¨¢s preparado para la muerte que Crist¨®bal Jodorowsky¡±, la gente camina por los tres salones llenos de su ausencia y sale con libros de cine bajo el brazo; con una estatua de Don Faustino, el guerrillero venezolano que se volvi¨® santo entre los pobres y a quien le ponen velas. Con un busto de Sim¨®n Bol¨ªvar, que nadie sabe a qu¨¦ patriarca encarn¨® en una de sus terapias de sanaci¨®n. Con una estatua de Lakshmi, diosa hind¨² de la abundancia y la prosperidad, que posa junto a una figura rosa y pop de la Virgen de Guadalupe. Ning¨²n objeto tiene un valor espec¨ªfico. Solo se pide una donaci¨®n.

Los que no han tenido la suerte de estar en la Ciudad de M¨¦xico, ronronean estridentemente en redes sociales a ver si alguien se conmueve de ellos y manda fotos de esos objetos que tambi¨¦n anhelan tener. Son sus alumnos de Chile, sus seguidores en Francia, sus aprendices de Bogot¨¢. Ninguno entiende muy bien por qu¨¦ su familia se est¨¢ deshaciendo de sus objetos, ni tampoco por qu¨¦ necesitan dinero, pero est¨¢n muy dispuestos a ayudar. Al punto que piden que abran una cuenta colectiva en donde se pueda hacer donaciones.

Crist¨®bal, el segundo hijo del cineasta, escritor y psicomago Alejandro Jodorowsky y de la actriz Valerie Trumblay, ha fallecido de un ataque al coraz¨®n a sus 57 a?os. Su hermano Brontis, el mayor, ha salido en un video en redes sociales a contar lo ocurrido. En medio de una agenda agitada, Crist¨®bal hab¨ªa reca¨ªdo en sus problemas con el alcohol y su coraz¨®n no pudo con tanto. Un paro fulminante ha dado por terminado toda la faena que le esperaba en Italia, en Per¨², en Guadalajara y en todos los lugares a los que iba a ense?ar psicogenealog¨ªa, psicomagia y tarot, las tres ramas en las que se hab¨ªa especializado.

La noticia de las razones de su muerte, que podr¨ªan escandalizar a muchos trat¨¢ndose de un gu¨ªa espiritual, no sorprende a sus verdaderos seguidores. ¡°Crist¨®bal fue un maestro al que nunca le dio pudor mostrar su sombra. Yo vi la sombra del maestro, antes de ver su luz. Su invitaci¨®n siempre era a que te tomaras completo¡±, asegura Mar¨ªa Alexandra Cabrera, autora del libro El camino del Tarot y alumna en su escuela Meta Mundo, hace 10 a?os.

¡°?l era un maestro muy distante, nosotros ni siquiera nos pod¨ªamos tomar fotos con ¨¦l, no compart¨ªa con sus estudiantes, no era entra?able, sin embargo, la experiencia de aprender de ¨¦l era maravillosa y trastocadora. ?l siempre nos dec¨ªa: una cosa es lo que t¨² quieres y otra cosa, lo que la vida quiere de ti. Crist¨®bal me impuls¨® a decirle s¨ª a la vida, como ¨¦l lo hizo siempre¡±, explica Cabrera.

¡°Es dur¨ªsimo aceptar que un maestro tiene errores, pero yo prefiero eso al maestro que se vende como un gur¨² y que no ha integrado su oscuridad y su sombra. ?De qu¨¦ sirve un maestro desintegrado? Es muy dif¨ªcil encontrar la iluminaci¨®n en esta vida, pero lo que uno s¨ª quiere de un maestro es honestidad y Crist¨®bal era profundamente honesto. Y aunque inaccesible, su mensaje era tan potente, que a muchos nos transform¨®¡±, dice por su parte la artista pl¨¢stica Natalia Behaine, quien fue una de las primeras estudiantes que tuvo Crist¨®bal cuando decidi¨® abrir cursos de dos a?os para que la gente aprendiera lo que ¨¦l hab¨ªa aprendido de su padre y, que hab¨ªa integrado con maestr¨ªa, justamente, para sanarse de ¨¦l.

As¨ª explicaba la psicogenealog¨ªa ¨¦l mismo en su libro El collar del tigre (2007), en donde narr¨® detalles de su vida y su tormentosa relaci¨®n con el padre, que en pleno auge de su carrera como cineasta, cre¨® serias heridas por su ausencia. ¡°La psicogenealog¨ªa ¡ªm¨¦todo de an¨¢lisis del ¨¢rbol geneal¨®gico¡ª me ha resultado infinitamente valiosa para comprender hasta qu¨¦ punto lo que pensaba, sent¨ªa o deseaba, mis movimientos, conflictos y enfermedades, pod¨ªan tambi¨¦n ser resultado y extensi¨®n de mi pasado familiar, social e hist¨®rico. La genealog¨ªa es un lenguaje de precisi¨®n matem¨¢tica, un sistema de repeticiones con fechas, enfermedades, muertes, situaciones y nombres: mapas neurol¨®gicos que se recorren y transmiten de generaci¨®n en generaci¨®n. Aprender a pensar geneal¨®gicamente fue como aprender a hablar otra lengua¡± escribi¨®.

Crist¨®bal Jodorowsky tambi¨¦n alent¨® a cientos de sus seguidores y alumnos en el mundo a adentrarse en la psicomagia, arte que cre¨® y bautiz¨® su padre, para destrabar bloqueos emocionales, amorosos, familiares y hasta monetarios. ¡°La psicomagia es muy seria, tanto para el que la da como para el que la recibe y consiste en llevar al mundo consciente, algo que solo te podr¨ªas permitir en el subconsciente. Trabaja con elementos que si los intentas entender desde la raz¨®n, te parecen una locura¡±, explica Mar¨ªa Alexandra Cabrera.

Y locura, ser¨ªa para muchos ajenos a estas pr¨¢cticas, una palabra tenue para describir los actos que hicieron con su gu¨ªa muchos de sus pupilos para superar las trabas de sus linajes. ¡°Yo descubr¨ª que cargaba el nombre de una beb¨¦ que hab¨ªa fallecido muchas generaciones atr¨¢s. Para poder sanar ese peso que ten¨ªa sobre m¨ª, tuve que conseguir un mu?eco de pl¨¢stico, llenarlo con corazones de pollo, pintarlo de negro y cargarlo con un morral sobre mi espalda por tres d¨ªas¡±, cuenta Ana M. Ochoa, alumna de Crist¨®bal, quien desert¨® de la formaci¨®n que imparti¨® por varios pa¨ªses de Latinoam¨¦rica y quien lo describe como un hombre muy preparado que ¡°siempre dej¨® ver una faceta adolorida y rabiosa y que en su forma de ense?ar era muy duro¡±.

Cristobal Jodorowsky encarn¨® ¨¦l mismo cientos de actos de psicomagia, incluso desde su propia infancia. En su libro cuenta c¨®mo una vez, de ni?o, golpe¨® a su hermano en una pelea infantil y le rompi¨® la nariz y c¨®mo sus padres le vaticinaron en reprimenda un duro castigo: te vamos a ba?ar en sangre. ¡°Casi me desmayo al imaginarmelos golpe¨¢ndome con alambres de p¨²as o rodillos de amasar pan. Pero, como en un ritual, me hicieron desvestir, me metieron en la ba?era y, para mi sorpresa, me tiraron encima una cubeta de salsa de tomate. Conociendo hoy el impacto de la met¨¢fora en el cerebro, fue una visi¨®n verdaderamente traum¨¢tica¡±, cuenta en su libro Jodorowsky. La psicomagia, fue a la vez la herramienta que us¨® para sanar ese episodio: ¡°A?os m¨¢s tarde repet¨ª la situaci¨®n y fui yo quien los remoj¨® en salsa roja; despu¨¦s nos ba?amos juntos y nos rociamos todos con p¨¦talos de rosas para sanar la marca de aquel desafortunado castigo¡±.

Como sus alumnos lo se?alan y como las razones de su misma muerte lo revelan, Crist¨®bal Jodorowsky hizo siempre visible y evidente que los aciertos y desaciertos de sus padres al criarlo lo hab¨ªan hecho una persona ¡°sensible, atormentada, v¨ªctima de depresiones, de neurosis de fracaso¡± y como ¨¦l mismo lo describi¨® ¡°con la sensaci¨®n de arrastrarse por la vida como un inmundo gusano¡±. Quiz¨¢s esa evidencia de sufrimiento y su capacidad de trabajarse, sanarse, transformarse y volverse alguien funcional e inspirador era lo que conectaba tan profundamente con sus seguidores.

¡°Crist¨®bal es de los seres m¨¢s impactantes que he conocido. Era tan crudamente humano que le cre¨ªas, solo alguien tan profundamente coherente con su humanidad puede ayudar a otros a trabajar con sus sombras. ?l nos compart¨ªa abiertamente sus sufrimientos humanos y qu¨¦ estaba haciendo al respecto, siempre con la fuerza del ave f¨¦nix que renace una y otra vez de las cenizas. ?l nos contaba el dolor que sent¨ªa con su padre, con sus parejas y c¨®mo lo estaba trabajando personalmente, nos hablaba de sus propias heridas, de sus debilidades y de lo que estaba aprendiendo de ellas, eso nos aportaba mucho. Nos mostraba la fuerza y la grandeza que se requiere en esta vida para asumir tu propia vulnerabilidad¡±, asegura por su parte la psic¨®loga Antonia Regalado, quien fue monitora de una de sus clases de Meta Mundo y cercana a Crist¨®bal.

Pero las personas que han venido a su casa a recorrer un poco de su intimidad y a llevarse consigo algunos de los objetos que reviven sus caminos y andares por la vida, no solo son parte de sus alumnos. Muchos son devotos de ¡®Santa Sangre¡¯, pel¨ªcula que Alejandro Jodorowsky realiz¨® en 1989 y que se ha convertido globalmente en una pel¨ªcula de culto. En ese filme de g¨¦nero, Crist¨®bal, que para entonces a¨²n usaba su otro nombre, Axel, encarn¨® un papel protag¨®nico, el de F¨¦nix, y su performance no solo le vali¨® el reconocimiento de la cr¨ªtica, sino que hizo que su nombre se popularizara mundialmente.

¡°Esta es una pel¨ªcula mexicana que es una obra de arte y que culmina la etapa de cine mexicano de Alejandro Jodorowsky. Tiene un casting emblem¨¢tico y una est¨¦tica muy peculiar que habla del M¨¦xico b¨¢rbaro y surrealista¡±, explica Pablo Guisa, director de Grupo M¨®rbido, un conglomerado mexicano que cuenta con un emblem¨¢tico festival de terror, y quien ha realizado en dos ocasiones un homenaje a esta cinta reuniendo a su casting y celebrando su remasterizaci¨®n.

¡°El de F¨¦nix es un papel muy complicado, pero interesante. Representar¨ªa un reto para cualquier actor. Su padre era el director, su hermano menor, Adan, encarnaba su mismo papel pero cuando era ni?o y ¨¦l a su vez estaba haciendo un doble papel. ?l actuaba de F¨¦nix, pero tambi¨¦n de su madre sin brazos. Los gestos, las manos, la expresi¨®n corporal, en todas las escenas en las que sale la actriz Blanca Guerra sin brazos, son de ¨¦l. Es un papel en donde tiene que actuar de hombre y de mujer, de hijo y de madre, de psic¨®pata y de contenedor. Su actuaci¨®n, en un papel at¨ªpico y complejo, fue hecha de una manera espectacular. Es el mejor papel de Axel Crist¨®bal en toda su vida, es el pin¨¢culo de su carrera, su culminaci¨®n y, adem¨¢s, es como va a trascender. La gente del com¨²n el referente que tienen para recordarlo es a trav¨¦s de ¡®Santa Sangre¡¯, que es ya parte de la cinematograf¨ªa mundial¡±, a?ade Guisa, quien es especialista y conocedor de las pel¨ªculas de g¨¦nero y cuyo padre trabaj¨® con el mismo Alejandro Jodorowsky.

A pesar de su trascendencia entre el p¨²blico, lo que esta pel¨ªcula signific¨® en la vida del actor no est¨¢ muy claro. Como el mismo Pablo Guisa lo rememora, en las dos oportunidades que rindieron homenaje a la cinta y en donde juntaron a Adan Jodorowsky, Blanca Guerra, al compositor de la m¨²sica, el brit¨¢nico Simon Boswell y al que dise?¨® los tatuajes de la cinta, el artista Sergio Arau; Crist¨®bal Jodorowsky nunca se sinti¨® ¡°en un buen momento¡± para hacer parte de esta celebraci¨®n. ¡°No era sencillo, ten¨ªa estos claroscuros emocionales y nunca pudimos platicar sobre la pel¨ªcula¡±, confiesa Guisa quien, sin embargo, no se sorprend¨ªa ante sus negativas: ¡°En el caso de Axel, me parece que es, sin un juicio de valor negativo, el m¨¢s contaminado por el padre. Su hermano Brontis hizo su carrera como actor de teatro, Adan es un m¨²sico reconocido, pero Axel Crist¨®bal es el que permaneci¨® m¨¢s dentro del aura del padre, el que no rompi¨® la bolsa, no sali¨® de ese l¨ªquido amni¨®tico m¨¢gico, m¨ªstico, creativo de Alejandro Jodorowsky¡±.

La influencia que tuvo el gran director chileno en su hijo, la forma c¨®mo ¨¦l y su obra marcaron a toda su estirpe es indudable, pero Crist¨®bal en sus escritos siempre dej¨® en evidencia que su aprendizaje no solo era una herencia recibida del patriarca, era m¨¢s bien una evidencia que hab¨ªa constatado en su cuerpo mismo. ¡°Resolv¨ª que ten¨ªa que averiguar si todas esas t¨¦cnicas de Alejandro y los chamanes funcionaban realmente. Si mi padre invent¨® la psicomagia, yo decid¨ª experimentarla sobre mi propio ser hasta sus ¨²ltimas consecuencias. Se dice que un mago primitivo, el medicine man o el cham¨¢n, es antes que todo un enfermo que logr¨® sanarse a s¨ª mismo. Si iba a ayudar al mundo, primero ten¨ªa que ayudarme a m¨ª. Si quer¨ªa ser un psicomago o psicocham¨¢n, primero me tomar¨ªa mi propia p¨®cima¡±, narr¨® en su libro El collar del tigre.

El ¡°cham¨¢n contempor¨¢neo¡±, el maestro y gran conocedor del tarot, el actor, el pintor que hizo exposiciones en Chile y M¨¦xico, el poeta con libros in¨¦ditos, el hijo atribulado, pero tambi¨¦n el padre ha partido dejando un amplio y no poco controvertido legado. Y como si fuera el ¨²ltimo gran acto de psicomagia, su casa en la Ciudad de M¨¦xico se ha llenado de aquellos que le profesaban amor o admiraci¨®n y a trav¨¦s de sus objetos, de sus totems, de sus santos y figurines cham¨¢nicos, el recuerdo del propio Crist¨®bal Jodoroswky se ha expandido hacia cientos de otras casas en donde ahora su arte y su consigna de ¡°tomar la vida¡± tambi¨¦n habitan.

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