Una embarazada acribillada y manifestantes baleados: los cuestionamientos sobre el uso de la fuerza de la Guardia Nacional
La actuaci¨®n violenta de la instituci¨®n, emblema de la militarizaci¨®n de M¨¦xico, en dos momentos de la ¨²ltima semana reabre el debate sobre la capacidad de un cuerpo militar como garante de la seguridad p¨²blica
Van vestidos de camuflaje. A veces llevan armas largas, pasamonta?as, y otras, solo patrullan su calle como si se tratara de la polic¨ªa del pueblo. Pero el car¨¢cter esencial de este cuerpo, que pospone su mando civil al menos cuatro a?os m¨¢s, est¨¢ claro a simple vista. Es el Ej¨¦rcito, o al menos, hombres vestidos de soldado, los que cortan carreteras, le piden a uno identificarse, persiguen criminales, vigilan las esquinas, adem¨¢s de enfrentarse al na...
Van vestidos de camuflaje. A veces llevan armas largas, pasamonta?as, y otras, solo patrullan su calle como si se tratara de la polic¨ªa del pueblo. Pero el car¨¢cter esencial de este cuerpo, que pospone su mando civil al menos cuatro a?os m¨¢s, est¨¢ claro a simple vista. Es el Ej¨¦rcito, o al menos, hombres vestidos de soldado, los que cortan carreteras, le piden a uno identificarse, persiguen criminales, vigilan las esquinas, adem¨¢s de enfrentarse al narco, construir trenes, aeropuertos y distribuir vacunas en M¨¦xico. Est¨¢n en todas partes. Y esta ¨²ltima semana, dos momentos clave han desvelado su verdadero rostro en Jalisco. A la m¨ªnima amenaza, la m¨¢xima castrense. Disparos al aire que han provocado heridos de bala en una manifestaci¨®n en Ocotl¨¢n este fin de semana y unos d¨ªas antes, un informe que alertaba sobre el excesivo uso de la fuerza de la instituci¨®n que dispar¨® contra una camioneta donde viajaba una pareja, la mujer embarazada muri¨® a tiros.
En un documento de la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos de la semana pasada, el organismo reprob¨® la actuaci¨®n de la Guardia Nacional en la persecuci¨®n donde muri¨® la mujer, que adem¨¢s ten¨ªa solo 16 a?os. Seg¨²n el organismo, con su muerte, que sucedi¨® en noviembre del a?o pasado, la instituci¨®n se salt¨® cualquier manual de uso de la fuerza. Este fin de semana, una protesta en una de las sedes de la Guardia en el municipio jalisciense de Ocotl¨¢n, para denunciar el abuso de autoridad de algunos de sus agentes, se disolvi¨® a balazos. Dos de los que se manifestaron fueron heridos de bala, uno en el brazo y otro en la pierna. Los medios locales que difundieron las im¨¢genes de la protesta se?alaban que los disparos se hicieron a escasos metros de distancia, desde las instalaciones de la Guardia Nacional.
Los dos eventos han cuestionado d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite del uso de la fuerza en el cuerpo estrella del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Una instituci¨®n que se fund¨® en 2019 con el objetivo de garantizar las tareas de seguridad p¨²blica en lugar de un ¨®rgano civil y que el Congreso ha aprobado subordinarla a las Fuerzas Armadas. La respuesta en estos dos casos de los soldados ante una amenaza al orden ha sido disparar. Los tiros, ¡°al aire¡±, seg¨²n la instituci¨®n, para dispersar una manifestaci¨®n o para evitar que un veh¨ªculo se salte una revisi¨®n en carretera, no est¨¢n contemplados en su propio protocolo, seg¨²n denuncia el organismo de Derechos Humanos.
La Comisi¨®n alert¨® la semana pasada de que en el caso de la mujer que muri¨® por los balazos de la Guardia Nacional contra el veh¨ªculo en el que viajaba con su pareja, la instituci¨®n actu¨® con un ¡°uso ilegal y excesivo de la fuerza letal¡±. Seg¨²n los hechos que menciona el informe, la pareja circulaba en su coche por la carretera Zapotlanejo-Guadalajara a mediados de noviembre del a?o pasado. Al adelantar a una unidad de la Guardia Nacional, los soldados se percataron de que la camioneta no ten¨ªa matr¨ªcula y presuntamente a exceso de velocidad. Entonces decidieron marcarles el alto y comenz¨® la persecuci¨®n. Fue entonces, seg¨²n el informe de la Comisi¨®n, cuando los militares dispararon contra el coche. Y una de las balas impact¨® en la espalda de la chica, directa a los pulmones.
El organismo mencion¨® en su documento: ¡°El uso de la fuerza aplicado por los elementos de la Guardia Nacional que provoc¨® la muerte de una mujer embarazada, no fue gradual, ni se intent¨® reducir al m¨ªnimo los da?os. Tampoco se advirti¨® que hubieran intentado realizar maniobras menos letales, ni pudieron acreditar que el uso de las armas haya sido estrictamente inevitable, como lo establece la legislaci¨®n aplicable¡±. Una conclusi¨®n que parece aplicable a lo sucedido este fin de semana en otro punto de Jalisco, Ocotl¨¢n.
Todo comenz¨® el domingo con un accidente de tr¨¢fico. En el suceso estuvo involucrada una patrulla de la Guardia Nacional. Unas horas despu¨¦s, un grupo de personas se reuni¨® para protestar a las puertas de una de las sedes de la instituci¨®n, pues seg¨²n ellos, algunos de los agentes involucrados en el accidente hab¨ªan abusado de su autoridad. Los v¨ªdeos que circulan en redes sociales muestran el momento en el que se producen las detonaciones y lanzan gas lacrim¨®geno o bombas de humo contra los civiles. Los disparos dispersaron la multitud en unos segundos. La gente corr¨ªa y se escucharon gritos.
El presidente municipal de Ocotl¨¢n, Josu¨¦ ?vila Moreno, emiti¨® un comunicado a sus ciudadanos para que evitaran algunas calles durante la tarde del domingo. Y este lunes ha confirmado que dos personas resultaron heridas de bala. Fue esa tarde cuando se produjo una de las paradojas que plantea la estrategia de seguridad del Gobierno federal.
La Polic¨ªa Municipal de Ocotl¨¢n recibi¨® llamadas de emergencia al 911 alertando de disparos a las puertas de la sede de la Guardia Nacional. Se desplegaron hacia la zona. El alcalde explic¨® que el objetivo de la Polic¨ªa Municipal es ¡°prevenir la comisi¨®n de un delito, sin conocer en ese momento qui¨¦n efectu¨® los disparos¡±. Aunque ninguna autoridad lo ha confirmado, en los v¨ªdeos se observa c¨®mo se producen desde dentro de la instituci¨®n para dispersar la protesta. ?Cu¨¢l era entonces el papel de la polic¨ªa municipal, si las tareas de seguridad p¨²blica las comparte con la Guardia Nacional?, ?a qui¨¦n ten¨ªan que proteger?
La primera semana de septiembre, el Senado aprob¨® la entrega de la Guardia Nacional a la secretar¨ªa de Defensa Nacional (Sedena). Una propuesta del presidente, que desde su creaci¨®n plante¨® esta posibilidad, aunque el legislativo acept¨® su implantaci¨®n bajo la condici¨®n de que quedara relegado a la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica. La medida, observada por los m¨¢s cr¨ªticos como una ¡°militarizaci¨®n del pa¨ªs¡± de facto, ha provocado serios debates sobre el alcance de los poderes del Ej¨¦rcito y la oposici¨®n ha anunciado que interpondr¨¢ acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte. Los dos ¨²ltimos eventos reabren la discusi¨®n sobre el l¨ªmite y la actuaci¨®n de las Fuerzas Armadas, especialmente de la Guardia Nacional, en las tareas m¨¢s cotidianas de seguridad p¨²blica.
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