Salinas Pliego, el ¡°tuitazo¡± como arma de negociaci¨®n
Al redactar sus pareceres y poner en letra de molde sus ideas, es donde Ricardo Salinas Pliego parece sentirse tanto o m¨¢s c¨®modo que en las mesas de negociaciones corporativas o los campos de golf
Es uno de los empresarios m¨¢s reconocidos de Am¨¦rica Latina y el tercer hombre m¨¢s rico de M¨¦xico. Sus inversiones alcanzan varios negocios y sectores, pero tres de sus empresas clave se encuentran entre las m¨¢s conocidas del pa¨ªs: Televisi¨®n Azteca, la proveedora de internet Totalplay y la cadena de art¨ªculos del hogar Elektra. La revista especializada Forbes calcula su fortuna en m¨¢s de 12.500 millones de d¨®lares. Pero ¨¦l no se limita a ganar dinero segundo tras segundo. Tambi¨¦n opina sobre asuntos pol¨ªticos, econ¨®micos y cotidianos en breves publicaciones en sus redes sociales o en textos m...
Es uno de los empresarios m¨¢s reconocidos de Am¨¦rica Latina y el tercer hombre m¨¢s rico de M¨¦xico. Sus inversiones alcanzan varios negocios y sectores, pero tres de sus empresas clave se encuentran entre las m¨¢s conocidas del pa¨ªs: Televisi¨®n Azteca, la proveedora de internet Totalplay y la cadena de art¨ªculos del hogar Elektra. La revista especializada Forbes calcula su fortuna en m¨¢s de 12.500 millones de d¨®lares. Pero ¨¦l no se limita a ganar dinero segundo tras segundo. Tambi¨¦n opina sobre asuntos pol¨ªticos, econ¨®micos y cotidianos en breves publicaciones en sus redes sociales o en textos m¨¢s amplios que sube a su web personal. All¨ª, al redactar sus pareceres y poner en letra de molde sus ideas, es donde Ricardo Salinas Pliego parece sentirse tanto o m¨¢s c¨®modo que en las mesas de negociaciones corporativas o los campos de golf.
Lo mismo ataca alguna pol¨ªtica p¨²blica que le parece mal (fue un opositor f¨¦rreo a las medidas de contenci¨®n de la pandemia de covid-19, por ejemplo, anticipando los perjuicios econ¨®micos que provocar¨ªan y consider¨¢ndolas peores que la misma enfermedad) que organiza din¨¢micas entre sus seguidores para burlarse de los funcionarios, pol¨ªticos o cr¨ªticos de a pie con los que no coincide. Y se sube al ring para discutirles a todos esos detractores punto por punto, ida y vuelta, y sin ahorrarse nada: las mofas f¨ªsicas, las descalificaciones sociales y la carrilla a la mexicana: manchada, implacable y sin filtros. Algunos lo admiran por ello y hasta lo llaman ¡°t¨ªo Richie¡± (y Salinas Pliego, divertido con ello, suele organizar concursos entre sus seguidores en los que obsequia dinero). Otros, en especial en la clase pol¨ªtica y la intelectual, no pueden verlo ni en pintura y le reprochan lo que entienden como clasismo y cinismo en sus posturas. Y el magnate responde con fotos en las que se le ve en lugares paradisiacos, fotos en las que se r¨ªe de todo, aderezadas con comentarios que buscan, cada vez, la yugular de sus rivales.
Pragm¨¢tico hasta la m¨¦dula, incapaz de poner consideraciones de ning¨²n tipo encima de los beneficios que puedan obtener de cada situaci¨®n, por tensa e insostenible que parezca, usa sus provocadoras intervenciones p¨²blicas como arma de negociaci¨®n. Sin ir m¨¢s lejos: en sus redes resulta obvio que vive enfrentado al oficialismo y sus personeros, y, sin embargo, afirma llevar una gran relaci¨®n con el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y compartir algunos objetivos con ¨¦l. Y aunque esta semana pag¨® una carretada de oro a Hacienda (casi 2,800 millones de pesos en impuestos pendientes, cuya cobranza celebr¨® el gobierno como una gran victoria), los jugosos contratos gubernamentales que ha ganado y el derecho de picaporte que tiene en Palacio Nacional muestran que la partida no le est¨¢ resultando nada desfavorable.
Ricardo Benjam¨ªn Salinas Pliego naci¨® en la Ciudad de M¨¦xico en 1955. Su bisabuelo, su abuelo y su padre fueron empresarios y los negocios familiares eran considerables cuando ¨¦l se sum¨® a las filas de Elektra, en 1981. Para 1987 lleg¨® a director general. Sac¨® a Elektra de la crisis en la que se encontraba y logr¨® que creciera exponencialmente. Pero las empresas heredadas no le bastaron. Desafi¨® el monopolio de Televisa en los medios mexicanos en los a?os noventa, al adquirir la cadena estatal Imevisi¨®n y convertirla en Televisi¨®n Azteca. Ha incursionado, luego, en la telefon¨ªa celular, el futbol profesional, los servicios bancarios y de pr¨¦stamos, la construcci¨®n de autom¨®viles y motocicletas y el petr¨®leo. Tambi¨¦n cre¨®, en 1997, la Fundaci¨®n Azteca, con la que ha apoyado programas sociales y culturales. En 2021 anunci¨® la creaci¨®n del Centro Ricardo B. Salinas Pliego, una asociaci¨®n civil que reconoce a ¡°transformadores sociales¡± en diversos ¨¢mbitos. Pero lo mero suyo, ahora, es lanzar tuitazos contra todo aquel que se interponga en su camino. Y, mientras tanto, la caja registradora no deja de campanillear.
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