Nubes t車xicas, aguas negras y bosques de cemento: el lado oscuro de la industrializaci車n desbocada en Tepotzotl芍n
Entre bodegas gigantes de Amazon o Mercado Libre, el municipio del Estado de M谷xico se enfrenta al viejo dilema entre entorno verde o puestos de trabajo, en medio de denuncias vecinales de corrupci車n y mala planificaci車n urban赤stica
El humo desvela los puntos, como la X marca el tesoro en un mapa, donde el fuego todav赤a consume la basura. El 26 de marzo, las llamas devoraron un vertedero en Tepotzotl芍n, Estado de M谷xico: una inmensa monta?a de despojos compactados que se recorta contra cerros verdes. M芍s de dos meses despu谷s, hay focos que contin迆an sin extinguirse, brasas alojadas en los huecos entre los residuos, alimentadas con los cambios de viento que funciona como un fuelle sobre la pira de desperdicios. A 20 metros, una hilera de chabolas 〞y las personas que las pueblan〞 enfrenta los restos del incendio, ...
El humo desvela los puntos, como la X marca el tesoro en un mapa, donde el fuego todav赤a consume la basura. El 26 de marzo, las llamas devoraron un vertedero en Tepotzotl芍n, Estado de M谷xico: una inmensa monta?a de despojos compactados que se recorta contra cerros verdes. M芍s de dos meses despu谷s, hay focos que contin迆an sin extinguirse, brasas alojadas en los huecos entre los residuos, alimentadas con los cambios de viento que funciona como un fuelle sobre la pira de desperdicios. A 20 metros, una hilera de chabolas 〞y las personas que las pueblan〞 enfrenta los restos del incendio, la nube t車xica que surgi車 tras la combusti車n de toneladas de desechos, el olor denso que espesa el aire y se pega a los ojos, las manos, la ropa.
El desastre, dicen los vecinos, no es un hecho aislado. Al contrario, denuncian: es el en谷simo ejemplo de mala gesti車n en un territorio depredado por la especulaci車n y rendido a empresas multinacionales. El vertedero, aseguran, es clandestino y se encuentra en un 芍rea natural protegida. Igual que muchas de las naves que se atisban en el horizonte, parte de uno de los ocho parques industriales del municipio que lo han convertido en un importante foco industrial, de acuerdo con datos oficiales. Aunque, como suele suceder en estos casos, la realidad no es tan sencilla.
La casa roja de Federico Cosiano es una de las que resiste los embates t車xicos del vertedero. ?l es operador de maquinaria pesada y lleva 25 de sus 50 a?os viviendo en la colonia de San Sebasti芍n, frente a la monta?a de residuos. Recuerda un humo sofocante el d赤a del incendio: ※Mi esposa se enferm車 de la garganta. El olor era muy penetrante, qu赤mico. Pens芍bamos que [el basurero] pod赤a explotar, tronaba mucho§. Esa noche colocaron trapos h迆medos en las rendijas de las ventanas para dejar fuera la nube corrosiva. ※Pens芍bamos irnos a otro lado, pero, ?a d車nde? Aqu赤 est芍 nuestro patrimonio. Con tanta contaminaci車n, ?qui谷n nos va a querer comprar? Varios vecinos se han enfermado, les han salido tumores cancer赤genos por lo de la basura§.
Verde por gris
Tepotzotl芍n tiene un dilema. El municipio se enfrenta al viejo debate entre el desarrollo econ車mico o la defensa de la tierra; entre preservar un entorno ya de por s赤 castigado por las consecuencias de la globalizaci車n o aceptar los puestos de trabajo que trae de la mano. El incendio del vertedero es solo el 迆ltimo y m芍s sangrante ejemplo de c車mo la mala planificaci車n urban赤stica y el uso de suelo agr赤cola para actividades industriales est芍 afectando a la vida y salud de los vecinos, se?alan desde el colectivo Ciudadanos Organizados. Al cierre de este art赤culo, el Ayuntamiento, preguntado por EL PA?S, no ha hecho declaraciones.
Todo comenz車 hace a?os. Con el nuevo milenio, el municipio, con trazas de pueblo colonial en su centro hist車rico, se comenz車 a industrializar. En el lugar se instal車 Prologis, una empresa multinacional de bienes ra赤ces que construye grandes complejos log赤sticos de almacenamiento para otras compa?赤as. En poco tiempo erigi車 cuatro parques industriales que atrajeron a dinosaurios financieros como Amazon o Mercado Libre. Los peri車dicos hablaron de grandes inversiones de capital y empleo. Pero con el progreso llegaron los problemas. Los vecinos vieron su entorno mutar: el suelo agr赤cola se recalific車 para construir en 谷l, las zonas verdes se volvieron grises, los grandes almacenes ocuparon terrenos que, seg迆n asegura el colectivo, son 芍reas naturales protegidas.
La vida, en resumen, comenz車 a cambiar. Miles de camiones de carga entraban y sal赤an a diario del pueblo erosionando las carreteras y la convivencia. Lleg車 el ruido del tr芍fico, el caos de la industria, los trabajadores de fuera, la sensaci車n de p谷rdida de la identidad y tejido comunitario, el aumento de la percepci車n de inseguridad. En apenas dos d谷cadas, Tepotzotl芍n pas車 de 60.000 habitantes a m芍s de 100.000.
〞El detonante fue hace 15 a?os. El ayuntamiento cambi車 el uso del suelo para atraer la industria. Ah赤 pensamos que era progreso, desarrollo controlado. La ciudad ha crecido desmesuradamente con un modelo fallido, han ido depredando todo lo que no fuera importante para el negocio. Hay una corrupci車n estructural muy profunda.
Aldo Lima resume la opini車n de Ciudadanos Organizados, el principal frente contra la industrializaci車n masiva y descontrolada de Tepotzotl芍n, un grupo de vecinos que se cansaron de que la calidad de vida fuera cada vez peor. ※Cuando era ni?a, fuera de mi casa todo era verde. Ahora todo es concreto§, protesta Estefanya M芍rquez, Fanny (31 a?os). ※Queremos sanear la mala pr芍ctica p迆blica desde lo local, participar en la toma de decisiones§, apunta Juan Carlos Molina (50), un trabajador social. ※Se dijo que traer赤a empleo al pueblo y no. Las naves son de log赤stica, no de producci車n. Y ahora van a ser automatizadas, los pocos empleos que hab赤a van a desaparecer§, remata Marta Gonz芍lez (30).
Agua color petr車leo
Un arroyo con el agua del color y la densidad del petr車leo, por el que se arrastran los residuos, es la frontera entre el vertedero y la colonia de San Sebasti芍n. Su orilla salpica la primera hilera de casas, construidas por los propios pobladores, muchas veces con material reciclado del basurero. All赤, la percepci車n sobre las naves industriales es muy distinta a la que se tiene en el centro de Tepotzotl芍n. ※Nosotros estamos a favor de la industria, mucha gente de este barrio se quedar赤a sin empleo [si cerraran las naves]. Es una fuente de trabajo§, defiende Federico Cosiano.
Sus vecinos est芍n de acuerdo. ※El parque industrial es bueno, pero debieron traer zonas verdes§, matiza Genaro Rodr赤guez (57), comerciante. Mario Garc赤a (57 a?os), que cuenta que para ganarse las tortillas y pagar las facturas hace ※un poco de todo§, considera que el trasiego constante de camiones s赤 es grave: ※Es un caos§. En San Sebasti芍n, todos coinciden en que el basurero es el mayor de sus problemas, incluso antes del incendio.
La alcaldesa, Mar赤a de los ?ngeles Zuppa 〞de Movimiento Ciudadano, hija de ?ngel Zuppa, que gobern車 en cuatro ocasiones el municipio con MC y el PAN〞, declar車 a finales de marzo que el vertedero era clandestino y fue clausurado en 2016 por ※no contar con permisos ni condiciones para operar§. Sin embargo, continu車 operando hasta que las llamas lo consumieron. Ahora, una pareja de polic赤as custodia su entrada, pero contin迆a siendo una bomba de relojer赤a t車xica que pone en riesgo la salud de todo el que respira ese aire. La gran pregunta es c車mo se van a gestionar a partir de ahora los residuos, c車mo pueden hacerse desaparecer las toneladas de basura cuando nadie se hace responsable y el due?o se ha esfumado, cuestiona Ciudadanos Organizados.
Los vecinos, ante la inactividad de las autoridades, crearon un comit谷. Arturo Cruz, que tiene 25 a?os, es enfermero y estudia medicina, forma parte de 谷l: ※Se han enfermado much赤simas personas, hay compa?eros incluso en hospitales por respirar el humo, pero lo m芍s lamentable es lo que viene en el futuro. Las consecuencias de respirar el humo de la combusti車n de residuos s車lidos humanos son enfermedades como c芍ncer de muchos tipos, bronquitis cr車nicas#§, explica.
Dos im芍genes
El conflicto est芍 servido en Tepotzotl芍n. Durante la primera ma?ana de junio, la misma semana que en el Estado de M谷xico el PRI y Morena se disputan las elecciones estatales, m芍s de una decena de vecinos se re迆nen con los reporteros de EL PA?S para contar su visi車n de los problemas en casa de Lulu, una mujer indignada porque su hogar, que antes ten赤a vistas al campo, ahora est芍 cercada de naves: ※Yo ya no vivo en paz, tengo ruidos constantes, no duermo del estr谷s. El otro d赤a tuve una urgencia m谷dica y no pod赤a salir porque hab赤a un tr芍iler delante. No hay planeaci車n, no est芍 bien tener f芍bricas alrededor de tu casa§.
La decena de vecinos plantea una lista elocuente de problemas en la que se mezclan la corrupci車n de distintas Administraciones pol赤ticas; el caciquismo de las familias que poseen las tierras; las tretas de las grandes empresas para aprovecharse de la situaci車n; las presiones de otros ciudadanos que ven en el desarrollo industrial una manera de, tambi谷n ellos, sacar beneficio; la p谷rdida de agricultura que encarece los precios de los alimentos; la creciente escasez de agua que la industria utiliza a manos llenas; la densificaci車n poblacional; el auge de empleos precarios y mal pagados; el derecho a una vida digna, a disfrutar de la tranquilidad, la paz y la belleza de un campo que no est谷 plagado de paisajes industriales. Juan Carlos Molina lo resume as赤:
〞M谷xico es un pa赤s tan corrupto porque es un modelo de negocio, la elecci車n es una pelea por ese negocio. Lo que pasa en Tepotzotl芍n es el ejemplo de una corrupci車n hist車rica y estructural. Pero nosotros llegamos antes que las empresas. El derecho a la ciudad es de todos. Hay que anteponer los derechos humanos al beneficio econ車mico.
Dos im芍genes ilustran las quejas de los vecinos. La primera es un cruce de caminos: de un lado, la colonia Flores Mag車n, un barrio humilde cuya poblaci車n ha aumentado significativamente por el flujo de trabajadores que se han mudado a trabajar en las naves; al otro, vallas de 20 metros cercan el enorme almac谷n de Amazon. La carretera, estrecha, irregular y llena de baches y agujeros, baja repleta de camiones de carga. La segunda instant芍nea es, de nuevo, en la colonia San Sebasti芍n, la que malvive a los pies del vertedero humeante. Un perro husmea en un mont車n de desechos buscando algo que comer. Varias motos pasan por el camino de tierra levantando una polvareda. Una nube de garzas revolotea sobre el basurero. Est芍 atardeciendo y en una de las chabolas al pie del arroyo con el agua color petr車leo suena m迆sica. Primero, un corrido tumbado. Despu谷s, los acordes de una canci車n del grupo de rock asturiano Ilegales, que canta aquello de ※diez mil obreros en paro esperan en la plataforma de suicidio colectivo§. El viento trae un olor viscoso que escuece en los ojos.
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