Seis asesinados y mucho silencio: cuando el horror irrumpe en un peque?o pueblo de Guanajuato
La masacre en Yuriria desata el miedo y la incomprensi¨®n entre los habitantes y las familias de las v¨ªctimas, en un lugar que es territorio de disputa entre el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n y el Cartel de Santa Rosa de Lima
Nadie vio nada. Nadie escuch¨® nada. Los cuerpos de seis personas aparecieron baleados el pasado martes en un terreno rodeado de muros a medio construir a las afueras de Yuriria, un municipio aparentemente calmado del sur de Guanajuato. La escena protagonizada por los charcos de sangre dejaba un mar de incomprensi¨®n entre los familiares de las v¨ªctimas, rotos y descompuestos por lo sucedido. ¡°No s¨¦ que pas¨®. No debemos nada [¡] Simplemente queremos tranquilidad¡±, afirmaba a los medios el jueves Gabriela Murillo, hija de Mart¨ªn Murillo y Mar¨ªa Elena G¨®mez, dos de los fallecidos. La indagaciones del caso han aparecido a cuentagotas desde entonces, acompa?adas por la repentina preocupaci¨®n de los vecinos y la movilizaci¨®n de 500 agentes de la Guardia Nacional y del Ej¨¦rcito Mexicano.
El aviso de lo ocurrido lleg¨® cerca de las seis de la tarde del martes, a plena luz del d¨ªa. Un grupo de personas alert¨® a los agentes de Seguridad P¨²blica de la localidad. Los cuerpos de las seis v¨ªctimas y los charcos de sangre aparecieron en la colonia La Aldea, una desolada zona alejada del centro del municipio, acostada en un cerro. Eran seis los nombres de los fallecidos, pero tambi¨¦n seis pilares fundamentales de dos familias trabajadoras del lugar. Herminio Nava (52 a?os), su hermano Gustavo (50 a?os) y su sobrino Gustavo (28 a?os) eran trabajadores de la construcci¨®n y armadores de concreto. Mart¨ªn Murillo (56 a?os) hab¨ªa dedicado su vida a diferentes oficios, fue pescador, herrero y mec¨¢nico; hab¨ªa sido contratado como alba?il solo unos meses antes de la tragedia. Su esposa, Mar¨ªa Elena G¨®mez (54 a?os), una conocida vendedora local de botanas, estaba acompa?ada aquel d¨ªa por su nieto, Christopher Oswaldo (13 a?os). Todos fueron asesinados.
La ubicaci¨®n del municipio agr¨ªcola de Yuriria (69.000 habitantes, a unos 150 kil¨®metros de Le¨®n), cercana a los territorios candentes de Michoac¨¢n y Jalisco, carga con el infortunio de ser un punto de paso para los c¨¢rteles que se disputan la zona: el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG), el Cartel de Santa Rosa de Lima y los ¨²ltimos resquicios de C¨¢rteles Unidos. Poco se sabe, en todo caso. Las autoridades no han concretado hasta el momento si los causantes de la masacre dejaron alguna cartulina en el lugar, una pr¨¢ctica com¨²n entre los c¨¢rteles cuando quieren evidenciar la autor¨ªa de un crimen.
Juana Dur¨¢n, esposa de Herminio, no aguantaba las l¨¢grimas a las puertas del velatorio: ¡°?C¨®mo los recuerdo? Como unas personas responsables de sus familias, porque para eso sal¨ªan a trabajar¡±. Ni ella ni Gabriela Murillo buscan venganza tras lo sucedido. No se conoc¨ªan antes de que la huella de la violencia marcara la tragedia, pero reiteran una y otra vez una palabra: ¡°tranquilidad¡±. ¡°Me duele mi situaci¨®n, era mi familia [¡] No tenemos nada contra nadie. Ni coraje. Solamente queremos vivir nuestro duelo¡±, dec¨ªa Murillo, tambi¨¦n madre de Christopher Oswaldo.
La tragedia sucedida en aquel desolado terreno empap¨® al municipio de una herm¨¦tica preocupaci¨®n. ¡°La gente ahorita s¨ª [deja] las calles solas despu¨¦s de las nueve de la noche. Acaban de llegar 500 elementos del Ej¨¦rcito Mexicano para salvaguardar la zona. Pero a pesar de eso, la gente tiene miedo¡±, asegura Alejandro Ch¨¢vez, un periodista local que ha seguido el caso desde el primero momento, cuando los falsos rumores que hablaban de un posible levantamiento de las v¨ªctimas desde otro punto del municipio se extend¨ªan por el boca a boca.
Una carretera de paso
El pueblo ind¨ªgena pur¨¦pecha llam¨® a la zona Lago de sangre (Yuririap¨²ndaro) por el efecto que crea el reflejo del sol en las aguas del lago hom¨®nimo. El potente nombre contrasta radicalmente con la aparente calma del lugar. ¡°Desafortunadamente, no estamos exentos de estos hechos [violentos] que suceden en todo el pa¨ªs. Pero es un pueblo tranquilo, es un pueblo trabajador. Con estos hechos la gente se siente algo consternada, preocupada, pero considero que es algo hasta cierto punto natural, esa sensaci¨®n de incertidumbre que puede haber¡±, afirma a este diario Alan Zavala, secretario del Ayuntamiento de Yuriria.
Guanajuato lider¨® en 2022 ¡ª¨²ltimo a?o registrado en el Inegi¡ª el n¨²mero de homicidios en el pa¨ªs. El Estado cont¨® con 4.329 de los 33.287 homicidios recogidos en todo el territorio nacional. No fue un a?o aislado. La entidad ha encadenado cinco a?os siendo el lugar con m¨¢s homicidios del pa¨ªs, de acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica, que advierten de que cada a?o se superan los 3.000 homicidios. Y lleva meses encadenando masacres similares: desde los 11 j¨®venes de una posada navide?a en Salvatierra, el pasado mes de diciembre; a la cacer¨ªa sin fin de polic¨ªas en el Estado, en febrero.
Zavala habla de lo ocurrido en el municipio de Yuriria como un hecho aislado, sin precedente en el peque?o espacio sure?o del Estado: ¡°En lo que yo tengo aqu¨ª viviendo en este municipio no tengo el conocimiento de que haya existido un hecho tan violento de esta magnitud¡±.
El especialista en Seguridad P¨²blica, David Saucedo, estuvo hace unas semanas en el municipio. Defiende como el secretario que ha existido una paz constante en el lugar, pero asegura que las disputas de territorio entre el CJNG y el del Santa Rosa de Lima han corrompido esa situaci¨®n. ¡°No es un municipio industrial. Es un municipio de caracter¨ªsticas agr¨ªcola. No hay un alto nivel de consumo [de drogas]; pero es un municipio fuerte entre Guanajuato y Michoac¨¢n. La red terrestre es lo que lo hace importante¡±, asegura el Saucedo. Y dice que no existe un inter¨¦s econ¨®mico real en las drogas, que la situaci¨®n financiera del municipio no es boyante y no se caracteriza por el cobro de piso o la extorsi¨®n a los vecinos (¡°es un municipio puente entre los Estados¡±, reitera).
El Partido Verde (PV) ha gobernado la localidad guanajuatense durante el periodo 2021-2024; pero la victoria del pasado mes de junio de la coalici¨®n PRI-PAN-PRD (11.716 votos frente a los 11.460 votos del PV) provoc¨® un cambio de Gobierno en Yuriria que dar¨¢ comienzo en octubre. Saucedo destaca este cambio en el gobierno como un punto importante en el comportamiento de los grupos criminales. ¡°Hubo una cierta calma [de la violencia en los ¨²ltimos meses] porque los c¨¢rteles en la zona tuvieron participaci¨®n en el proceso electoral, repartieron despensas, se vincularon pol¨ªticamente con algunos candidatos, amedrentaron candidatos. Fue una tregua electoral. Una vez pasada la elecci¨®n, tengo la impresi¨®n de que se va a incrementar la violencia porque los c¨¢rteles van a intentar ganar por la fuerza lo que no pudieron ganar por los votos¡±, asevera.
Preguntado acerca de si tiene conocimiento acerca de la presencia de una estructura criminal en el territorio, el secretario del Ayuntamiento asegura no tener informaci¨®n concreta: ¡°Son datos o es informaci¨®n que yo no tengo conocimiento. No te pudiera decir, yo en lo personal no tengo datos de eso; y desconozco si exista la situaci¨®n que mencionas¡±.
Saucedo ve en la presencia de la Marina mexicana el ¨²nico cuerpo de seguridad viable para contrarrestar la situaci¨®n de la violencia en el territorio de Guanajuato. La poblaci¨®n del Estado avala el argumento. Los datos oficiales de percepci¨®n de la seguridad se?alan que los ciudadanos tiene un mayor respeto por el trabajo de este cuerpo de seguridad, el 46,9% de la poblaci¨®n indic¨® que la Marina transmite ¡°mucha confianza¡±. Se trata de una cifra importante si se tiene en cuenta la comparativa con otras autoridades como la Polic¨ªa Preventiva Municipal, con un 8% de aprobaci¨®n total y un 18,9% de ¡°mucha desconfianza¡±.
Mensajes falsos en el tel¨¦fono
Gabriela Murillo resalt¨® ante los medios que los m¨®viles de las v¨ªctimas no se encontraban en el lugar del crimen. Pero el celular de Mart¨ªn continu¨® publicando horas m¨¢s tarde en sus redes. ¡°Les quitaron sus celulares. Un perfil a nombre de mi pap¨¢ est¨¢ comentando cosas malas. ?l no es. El nombre es de mi pap¨¢, pero ese perfil obviamente no es manejado por nadie de nosotros. Por si alguien recibe llamada o mensajes de alguno de los celulares, ninguno [de los tel¨¦fonos] fue encontrado¡±, dice.
Juana Dur¨¢n, la esposa de Herminio, no busca a los responsables de lo ocurrido. Para qu¨¦, clama: ¡°?C¨®mo voy a saber qui¨¦n fue? ?A qui¨¦n le voy a pedir algo si no s¨¦ qui¨¦n?¡±. Todo lo que pudiera ocurrir, afirmaba a los periodistas, ser¨ªa un dolor. La informaci¨®n acerca de lo ocurrido el martes en aquel predio de La Aldea, a las afueras de Yuriria, a¨²n llega a cuentagotas. Nadie vio nada. Nadie escuch¨® nada.
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