El cambio clim¨¢tico acelera el apocalipsis de las palmeras canarias en Ciudad de M¨¦xico

Las palmeras canarias de Ciudad de M¨¦xico est¨¢n muriendo. Incluso todos los ejemplares de su especie se encuentran bajo la amenaza de desaparecer en la capital mexicana. Una serie de hongos, plagas, bacterias, la avanzada edad de algunas y la ausencia de una cura definitiva, entre otros factores, han contribuido al declive de esta planta ex¨®tica originaria de las Islas Canarias (oc¨¦ano Atl¨¢ntico). Sin embargo, el cambio clim¨¢tico se ha sumado como una de las principales causas que han acelerado la muerte de cientos de ellas en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n coinciden expertos consultados para este reportaje. Este no es un fen¨®meno exclusivo de Ciudad de M¨¦xico, las palmeras canarias, que se pusieron de moda en la capital mexicana en los a?os 50 para replicar el estilo de modernidad de la paradisiaca Beverly Hills (Los ?ngeles, California), tambi¨¦n est¨¢n muriendo en otras grandes urbes del mundo.

El festivo retiro en abril de 2022 de la ic¨®nica palmera que dio su nombre a la Glorieta de la Palma de Paseo de la Reforma, que se erigi¨® ah¨ª por m¨¢s de cien a?os, s¨®lo fue la punta del iceberg. Cuando las autoridades capitalinas anunciaron que la palmera centenaria ser¨ªa sustituida por un ahuehuete informaron tambi¨¦n de la declinaci¨®n de decenas de ellas y que un grupo de expertos ya estaba investigando las razones de su mortandad. A simple vista, en varios puntos de la capital mexicana se ha podido observar cada vez con mayor frecuencia el amarillamiento de las hojas en la copa de esta planta ex¨®tica, un signo que ha resultado, en la mayor¨ªa de los casos, el sello de letalidad.

La Secretar¨ªa del Medio Ambiente de Ciudad de M¨¦xico (SEDEMA) report¨® entonces el derribo de 189 palmeras, la poda sanitaria de 1.729 y que 300 hab¨ªan recibido endoterapia (una inyecci¨®n en el tronco de la planta con nutrientes). Por su parte, el grupo de expertos convocados por la SEDEMA y los especialistas de la Universidad Aut¨®noma de Chapingo se?alaron que los primeros resultados de sus investigaciones no hab¨ªan logrado identificar el organismo causante de la muerte. Hallaron, s¨ª, una serie de hongos asociados a la enfermedad conocida como la pudrici¨®n rosada de las palmeras, adem¨¢s de diversos pat¨®genos capaces de matar a sus hojas.

Este problema se ha acrecentado dos a?os y medio despu¨¦s. Durante la Administraci¨®n pasada, la Secretar¨ªa del Medio Ambiente de Ciudad de M¨¦xico pod¨® por completo 1.376 palmeras, un 728% m¨¢s de lo que inicialmente hab¨ªa reportado en abril de 2022. Estos datos apuntan a que la mortandad de las palmeras canarias, de las 15.000 que se estima que hay en la capital, supone ya el 9,17% del total. ¡°A la doctora Claudia Sheinbaum (entonces jefa de Gobierno) se le erizaba la piel¡­ (cuando) yo le dec¨ªa que pr¨¢cticamente todas las palmas canarias de la ciudad se iban a morir¡±, declar¨® la anterior secretaria del Medio Ambiente capitalina, Mariana Robles, en su comparecencia del 30 de septiembre pasado ante el Congreso local, como parte del ¨²ltimo informe de Gobierno que en la recta final encabez¨® Mart¨ª Batres.

Si bien la muerte de las palmeras se ha incrementado durante los ¨²ltimos cuatro a?os, las autoridades ambientales reportan la mortandad masiva de esta planta desde 2011. El cambio clim¨¢tico le ha pasado factura a este tipo de palmera, que cambi¨® de un h¨¢bitat y un clima tropical de hasta 500 metros de altura sobre el nivel del mar, a 2.400 metros de altura en Ciudad de M¨¦xico, donde el 24 de mayo pasado se rompi¨® el r¨¦cord hist¨®rico de alta temperatura al llegar a los 34,4 grados.

Los especialistas consultados coinciden en que las altas temperaturas lo han complicado todo. El cambio clim¨¢tico ya est¨¢ aqu¨ª. Al Valle de M¨¦xico han llegado especies de insectos nunca antes vistas, pertenecientes a climas c¨¢lidos. ¡°Y eso significa un riesgo de que traigan nuevas enfermedades, no solo para las palmas sino para otro tipo de especies tanto arb¨®reas, arbustivas y herb¨¢ceas¡±, se?ala el ingeniero Rafael Obreg¨®n, del equipo de especialistas de la SEDEMA. ¡°Cuando uno habla del cambio clim¨¢tico piensa o siente que todav¨ªa no le toca, la realidad es que lo estamos viviendo¡±, sostiene Obreg¨®n.

Al ser la palmera canaria una planta ex¨®tica, no end¨¦mica de M¨¦xico, es a¨²n m¨¢s vulnerable a las plagas y hongos, y particularmente expuesta a las inclemencias del cambio clim¨¢tico. Por ello ¡°ser¨ªa un error seguir poniendo estas palmeras¡± en la ciudad, opina la bi¨®loga especialista en ¨¢rboles, Ivonne Olalde Oma?a, investigadora en el Jard¨ªn Bot¨¢nico de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). Olalde explica que la palmera canaria es atacada por los hongos y pat¨®genos en su zona de crecimiento, afectando el centro de su tronco y la corona. Los tejidos centrales de la planta quedan licuados por completo, por eso es dif¨ªcil percatarse del inicio de la enfermedad, adem¨¢s de que la altura de estas dificulta observar el comienzo del declive. Las hojas se ponen amarillas, se doblan y luego caen. ¡°Cuando nos damos cuenta de estos s¨ªntomas, ya no hay nada qu¨¦ hacer¡±, apunta la especialista.

La exsecretaria del Medio Ambiente de la capital, Mariana Robles, sostuvo en su comparecencia en el Congreso local que el retiro de la palma canaria debe continuar y recomend¨®, para quienes deseen mantener palmeras en parques o avenidas, sembrar la tipo washingtoniana, originaria de la pen¨ªnsula de Baja California y la cual ha demostrado adaptarse mejor y ser m¨¢s resistente a las plagas.

El doctor H¨¦ctor Benavidez, investigador en la SEDEMA, tambi¨¦n coincide en no seguir colocando palmeras canarias en la capital mexicana, al menos hasta no tener una mayor claridad cient¨ªfica de lo que les est¨¢ pasando, y advierte que el cambio clim¨¢tico no solo se ha ensa?ado con esta especie. Ya tambi¨¦n se pueden observar que plagas como el mu¨¦rdago est¨¢ atacando a ¨¢rboles que antes no eran vulnerables, como el laurel de la India, el eucalipto o el cedro blanco, ¡°que ten¨ªan reputaci¨®n de ser especies resistentes¡±, dice.